Capítulo 41
Narra Amy
- ¡Olvidé que tengo que usar la venda!- exclamo histérica mientras caminamos por los pasillos del mall.
- ¿No puedes ponerte tu guante mientras tanto?- pregunta Silver el cual va a mi costado izquierdo sin perderme el paso en ningún momento.
- Lo intenté pero no sirvió de nada...-me encojo de brazos- Me queda algo apretado y me molesta cuando intento moverla.
- ¡Ya sé!- miro hacia mi costado derecho- Si queremos que Rouge no se enteré sobre lo que pasó o mejor que no se entere de que estamos planeando, vamos a una tienda y conseguimos un par de guantes más angostos para que el movimiento no se vea tan forzado.
- Me parece bien- menciona Blaze- Ustedes dos adelantesen, le ayudaré a Amy en ello ya que ustedes no tienen buen gusto en la ropa... Sin ofender.
- Olvídalo- dice Silver poniendo una mano en su cintura- Tienes razón en ello.
- Siempre la tengo- dice sonriéndole con picardía y clavando sus ojos felinos en los ámbar del erizo plateado, este ríe.
- Las veremos después entonces- se despide con la mano y se va caminando con Tails hacia la dirección contraria a la que nosotras tomamos.
- Oye Blaze- la llamo- Espero no te moleste mi pregunta... ¿A ti te gusta Silver?
- ¿Eh?- responde nerviosa- ¿Por qué lo preguntas?
- Por la forma en la que lo miras y te preocupas por él.
- Le prometí a su madre que lo cuidaría y eso es lo que hago, aunque no puedo cuidarlo de él mismo- dice y por su expresión asustada me doy cuenta que dijo algo que no debía decir.
- ¿Le pasó algo a su madre?- pregunto preocupada y consternada.
- ¿Qué?, ¡No!, ¡Nada malo!- exclama haciendo gestos con las manos, es la primera vez que la veo tan nerviosa- Silver suele meterse en problemas y su madre me pide que lo cuide para evitar más problemas.
- Ah entiendo- digo para que se tranquilice, aunque en el fondo no me siento tan convencida del todo.
Llegamos a una tienda y entramos, vemos varios colores y estilos de guantes, escojemos unos negros que combinan con mi atuendo, son suaves y al mismo tiempo cómodos y me quedan sueltos, perfectos para mi pequeña condición, los pagamos y salimos de la tienda en dirección a la heladería, nos reímos cuando vemos a unos niños corriendo y persiguiéndose hasta que uno de ellos chocó contra una zorita que iba en compañía de una eriza, ella volteó a ver a los niños y jaló de los cachetes al niño que chocó con ella, el otro chico se reía al ver a su amigo siendo tratado como un niño hecho de goma, llegamos a la heladería y mi amiga felina me recibe con un gran abrazo.
- ¡Feliz cumpleaños cariño!- chilla emocionada- ¡16 años!
- Gracias Rouge- le devuelvo el abrazo- ¡Si ya lo sé!- le doy la razón mientras sonrío muy feliz.
- Ya no eres una señorita, no señor- dice mientras suelta su agarre- Ya eres toda una mujer, solo hace falta que encuentres a ese chico perfecto para tí- dice y de inmediato me sonrojo, no se porque, pero puedo sentir los labios de Shadow rozarse con los míos, me sonrojo aún más al recordar que él fue mi primer beso.
- Creo que eso llevará tiempo- admito jugando con un mechón de mi cabello- Seguiré soltera por un tiempo.
- Eso lo dudo- le escucho decir a mi mejor amigo entre dientes, volteo a verlo fulminándolo con la mirada.
- ¡Basta de charlas y comencemos con la celebración, ya estamos todos aquí!- exclama Rouge mientras camina dentro del local.
La seguimos y veo que en un rincón del lugar hay un letrero que dice "Feliz cumpleaños Amy Rose", en otro más pequeño estaban los números 1 y 6 dando a entender que son los 16 años. Encima de una de las dos mesas reservadas a nombre de la murciélaga, hay un pastel de vainilla, frutas y con decorados en forma de zigzag de chocolate, también una botella de champaña y siete copas para servir la champaña. También hay una caja algo pequeña de un color amarillo muy claro, que casi no se aprecia muy bien junto con un moño rojo con adorno. Es un detalle simple pero significa mucho para mi.
- ¡Que lindo Rouge!
- Quería hacerte algo más grande, más llamativo y mejor planeado, pero por lo que ha venido pasando no pude cumplir con mis expectativas- dice con tristeza.
- No te preocupes, lo que cuenta es la intención y el esfuerzo que has puesto preparando todo esto- trato de animarla dándole una gran sonrisa.
- Es increíble que sigas soltera- menciona la vampiresa mirándome pícaramente.
- ¡Ah callar Rouge!- digo divertida y ella me hace un gesto con la mano.
- Es mejor comenzar ya, ¿No creen?- tomamos asiento en la mesa apartada, Rouge y Tails quedaron a mis costados.
- Tienes razón Tails, porque sólo me han prestado a Amy por dos horas- volteo a verla y alzó una ceja.
- ¿Dos horas?- pregunto confundida- ¿Quién me "prestó" Rouge?- pregunto haciendo énfasis y comillas con los dedos en la palabra "prestó".
- Ah nadie, solo un erizo azabache con vetas rojas de por ahí- el calor sube por todo mi cuerpo y se cola por mis mejillas, ¡Oh por Dios!, ¡Que vergüenza!
- Dejemos de avergonzar a la pitufa y sigamos- menciona Tails y no se si sentirme aliviada o peor de lo que estoy.
......Cinco semanas después.....
Tranquilidad... Cansancio... Felicidad...
Cinco semanas... El tiempo ha pasado muy rápido y sin complicaciones, la paz y la tranquilidad reina por todo Möbius, lo cual se me ha hecho muy extraño. Mi relación con Shadow ha mejorado mucho, le he cogido mucho cariño a ese erizo azabache, conozco su pasado, conozco a la perfección su personalidad, conozco mucho sobre él, pero al mismo tiempo creo que no lo conozco muy bien, estoy muy segura que guarda secretos, no estoy segura si son personales o de que tipo, pero si no nos ha dicho nada, debe tener sus razones. Las cosas van muy bien, aunque Shadow se ha estado comportando distante y más serio que de costumbre, en los entrenamientos sólo habla cuando es necesario, fuera de mismo, nos dirije palabra y media y no entiendo el porque. Desde mí cumpleaños, Shadow casi no duerme en la recámara, es más, nunca está en casa en las noches, he tratado de seguirle el rastro pero todo lo que he hecho es en vano, no entiendo nada de su actitud. Debo admitir que me hace falta su compañía en las noches, sin su presencia, me siento desprotegida y preocupada, "Un erizo lleno de misterios"...
Hemos mejorado mucho en el entrenamiento. Hoy tuve que pelear contra Shadow cuerpo a cuerpo y realmente me he dado cuenta que aún me falta camino por recorrer para poder igualarlo, no le llego ni a los talones, a comparación de Silver que puede seguirle la pelea frente con frente, soy un cero a la izquierda. Ahora que menciono a Silver, él no ha utilizado sus poderes de telequinesis en ningún momento y estoy muy segura que con esos poderes puede ganarle a Shadow sin ni siquiera sudar, pero no los utiliza y se me hace realmente extraño. Otro caso interesante de los buenos resultados del entrenamiento, es el caso de mi mejor amigo Tails, el zorrito el cual se la pasa todo el día pegado a una computadora, mejoró mucho en pelea cuerpo a cuerpo, ya dura más tiempo en batalla, se ha vuelto más flexible y rápido, es como si pudiera leer los movimientos de su oponente con tan sólo ver los gestos o poses que adquiere la persona antes de lanzar el ataque. Me alegra por él, pero nunca le ganará a esta chica. Blaze sigue aprendiendo muchas cosas y Shadow le ha enseñado a usar mejor sus poderes y Mephiles... pues le ayuda a Shadow en cualquier momento de algún entrenamiento, se fortalece a nuestro lado como lo hace Shadow.
Entro a la habitación y camino en dirección a la casa arrastrando los pies, me duele cada milímetro del cuerpo, me dejo caer boca arriba, lo suave que es el colchón de la cama, hace que mi tenso cuerpo se relaje en cuestión de días. Miro la pulsera y juego con unos dijes que trae, dos dijes para ser exacta, uno de ellos es una rosa roja y el otro es una esmeralda color rojo sangre, me gusta mucho mirarla ya que fue de su parte y significa mucho para mí, es más, esa esmeralda me hace recordar a su marca y a su demonio. Escucho que la puerta de la habitación se abre y mi cuerpo se estremece, ya me he acostumbrado tanto a su presencia que mi cuerpo reacciona con solo tenerlo en la misma sala o habitación, siempre estoy sonrojada cuando me hace una ligera caricia o sus dedos me tocan, esta sensación la experimento cuando me ayuda con el lanzamiento de cuchillos, en lo cual me va muy bien, pero me hago la tonta para que esté a mi lado viéndome e insultándome por mi "mala puntería", lo cual es curioso ahora que lo pienso, estoy segura que él sabe que soy buena y que solo me sigue el juego. Dirijo mi vista a la puerta y lo veo entrar con su camiseta negra en su mano dejando su torso desnudo, lo he visto tantas veces, ya estoy tan acostumbrada a verlo semidesnudo, pero al mismo tiempo mis dedos pican al tener el deseo de tocarlo. Su mirada carmesí se encuentra con la mía, rubí contra jade.
- Me daré una ducha para que no andes fisgoniando- me comenta y camina al baño.
- ¿Me estás diciendo pervertida?- pregunto ofendida y consternada.
- Tú lo dijiste no yo- dice y voltea a verme de perfil, puedo notar una sonrisa burlona dibujada en su rostro- Sólo te estoy avisando, no te pongas a la defensiva Rose- culmina y cierra la puerta del baño, suspiro y dejo caer mi cabeza al colchón.
Me quedo ahí acostada mirando a la nada y con un único pensamiento, un erizo azabache de vetas rojas. Me levanto de la cama un rato después y camino al armario, escojo mi ropa interior y la lanzo a la cama, busco una pijama, al final me decido por una de dos piezas, la camisa de tiras color naranja pastel con algo de encaje y un short, al escuchar la puerta abrirse corro por mi ropa interior, no quisiera que Shadow lo viera, alcanzo a esconder mi ropa íntima con mi otra ropa, suspiro con tranquilidad y alivio, camino al baño y el saber que él solo lleva esa toalla puesta no me ayuda mucho realmente, pero algo me dice que hoy será una buena noche, cierro la puerta detrás de mí, miro mi reflejo en el espejo y veo mis mejillas rojas.
Narra Shadow
Han pasado cinco semanas y se me hace muy extraño este ambiente de paz y tranquilidad, es poco propio de Möbius, Egg.man siempre atacaba dos veces a la semana y no se ha presentado ni una sola vez en todo este tiempo, es como si se estuviera escondiendo entre las sombras. Debo reconocer que ese estúpido huevo ha cambiado mucho, dejó de lado su actitud despreocupada y de cierta forma poco amenazante, ahora es mucho más callado, más serio y más intuitivo e inteligente de lo normal, su actitud cuando fuí a entregarle las esmeraldas que Tails creó, fue distante y muy seca. Paso mis manos por mi cabello con frustración, este tema me causa irritación, un mes y una semana y no ha pasado nada con la catástrofe que afectará drásticamente el futuro, solo espero que lo que estamos haciendo no sea una pérdida de tiempo. Los entrenamientos han estado duros y exigentes, así es mi método para avanzar rápidamente, incluso la bola rosada ha mejorado bastante, aun sabiendo que duró una semana sin hacer nada que tuviera que ver con el uso de las manos, Tails es el que mas me ha sorprendido, aún con el proyecto de las esmeraldas caos se superó muy rápido. En las noches bajo a mi lugar de relajación junto a Silver y Mephiles, el erizo albino ha estado aprendiendo a utilizar sus poderes caos y aprende muy rápido debo admitirlo.
Leer los pensamientos de Rose me es molesto e irritante como siempre, nunca piensa nada nuevo, pero, desde su cumpleaños número 16 sus pensamientos han estado confusos y al mismo tiempo muy diferentes a todas esas estupideces que pensaba antes, los cuales, han logrado captar mi atención. Alejo esos pensamientos de mi cabeza y busco algo de ropa, me decido por ponerme sólo un pantalón de pijama color beige con algo de negro, seco mi cabello con la toalla y camino por mi habitación, aunque ya no puedo considerarla tan mía, el aroma de Rose se puede percibir en el aire y aunque odie admitirlo, me agrada sentir ese aroma, "Todo es tú culpa Lance", refunfuño en mi mente, "Ah cállate y no me eches la culpa a mí idiota", me responde a la defensiva y molesto. Pongo la toalla sobre mis hombros, salgo al balcón y dirijo mi vista al cielo oscuro en el cual, se pueden distinguir algunas estrellas brillando en medio de la oscuridad, ese pensamiento hace que recuerde a la eriza rosa, refriego mi rostro con pesadez y cansancio. Me quedo unos minutos ahí afuera, cuando me volteo, veo y escuchó movimientos en la recámara, camino y entro en el lugar, mi vista se encuentra con Rose quien me está dando la espalda por estar buscando algo en el armario, al parecer no ha notado mi presencia, mi mirada se posa en su trasero y no comprendo el porque, pero me quedo viéndolo.
Nunca había visto a Rose como la veo ahora, me obligo a levantar la vista para seguir observándola, su cabello ha crecido un poco, le llega un poco más abajo de los hombros, un presentimiento extraño me dice que se vería muy hermosa con el cabello largo y no puedo negarlo, ella es hermosa. Al parecer nota mi presencia porque voltea a verme y me dedica una cálida sonrisa, una de esas sonrisas que ella solo sabe dar, la observo más allá de su rostro, la camisa de la pijama le queda algo apretada así que sus pechos se destacan más, teniendo sólo ese short, deja al descubierto sus piernas, deseables piernas, subo mi mirada y la poso en sus ojos jade, ojos que dejan ver su inocencia absoluta y lo pura que es ella. Sin saber que hago exactamente me acerco a ella, al estar frente a frente la tomo de la cintura acercándola a mí y sin pensarlo dos veces junto sus labios con los míos sin titubear, se sorprende por mí reacción pero se deja llevar, sus manos suben por mi torso para posarse detrás de mí cuello, su simple e inocente toque me hizo estremecer, una de sus manos juega con mi cabello y su simple tacto hace que mis púas se erizen, la acerco más a mí, pegándola a mi cuerpo, mis manos suben por su espalda y se detienen a mitad de camino, la sigo besando mientras la abrazo, mi juicio aún no está del todo nublado, creo saber porque me comportó así, los impulsos de Lance, pero al mismo tiempo que esos impulsos son más míos que suyos. Nos separamos por la falta de aire, la bola rosa me mira directamente a los ojos sin alejarse de mí en ningún momento, nuestros pechos chocan por la respiración acelerada.
- Shadow yo...- murmura con un brillo peculiar y extraño en sus ojos, sus mejillas estaban teñidas de un color carmesí fuerte- Yo quería decirte que...- me mira por otros segundos- Tú me gustas Shadow... yo te amo...- baja la mirada y esconde su rostro en el hueco entre mi hombro y mi cuello.
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