Capítulo 16

Narra Amy

Antes de comenzar mi arduo primer día de entrenamiento me doy una buena ducha, debo admitir que me encantó la bañera, sino tuviera tanto por hacer me hubiera quedado todo el día metida sin importarme nada. Ese baño me ayudó a relajar los musculos un poco más y mejoró un poco mi movilidad, comencé con un simple estiramiento para relajar el cuerpo y poder empezar con el trabajo duro.

Me monté en una de las máquinas (luego de mirarlas detenidamente durante 10 minutos) y comienzo en la caminadora, hice los 10 minutos como Shadow me indicó y me detuve para tomar agua y recuperar el aliento. Descanso 5 minutos y sigo con la escaladora, hice los mismos 10 minutos y me detuve para hacer lo mismo, descanso los cinco minutos y comienzo con la bicicleta de spinning, duré los 10 minutos y así sucesivamente hasta utilizar todas y cada una de las máquinas (hasta repetí en la caminadora y en el mini trampolín), decido detenerme un poco, estoy cansada y mis músculos están tensos ademas de estar cubierta de sudor que me causa asco (sabiendo que es mi propio sudor).

Siento una extraña presencia en la habitación que me obliga a mirar a los lados en busca de algo que no se describir, un impulso hace que invoque a mi fiel amigo Piko Piko Hammer. Camino por el lugar de forma lenta y alerta a cualquier movimiento o sonido sordo que pueda identificar, escucho una pequeña risa con cierta gracia que me hace enojar, ¿Se está riendo de mí?.

- Vaya, vaya, vaya- dice la voz y me cuesta identificarla -Pensé que mi hermano me estaba tomando del pelo pero ahora me doy cuenta que estaba hablando muy enserio- identifico la voz y trago grueso- Tranquila pequeña, no te haré daño, si lo hiciera sombra acabaría conmigo.

- ¿C-cómo... Cómo puedo confiar en tí?- digo nerviosa y tratando de encontrar al dueño de la voz.

- ¿Confiaste en Shadow y no confias en mí?- dice haciendose el ofendido a lo que yo sonrio con gracia.

- ¿Por qué no sales de tú escondite Melphies?- digo sin bajar la guardia pero relajandome un poco- Se que eres tú, no puedes negarmelo.

De pronto veo como una sombra se mueve delante de mí pero muy lejos, una presencia detrás de mí hace que voltee y me encuentre con su mirada fria y penetrante, pego un brinco alejandome de él, por el miedo que me invadió por un momento. Se rie a carcajdas burlonamente a lo que yo bajo mi martillo fulminandolo con la mirada.

- No tienes porque tenerme miedo, ya te lo dije, no te haré daño- dice y se aleja para tomar una botella de agua- Veo que te estas esforzando mucho, creí que eras de esas chicas que les duele hasta romperse una uña. Veo quee me he equivocado. No puedo evitar notar que te lo estas tomando muy enserio- abre la botella y bebe un trago largo.

-¿Cómo no voy a tomarmelo en serio?- le respondo extrañada por sus palabras- Tengo la oportunidad de volverme más fuerte y dejar de ser una damisela en apuros, no pienso desaprovechar tan buena ganga.- digo con cierta alegria y desprecio combinados- Y otra cosa, no soy de esas que les duele romperse una uña, recuerda eso Melph- le sonrio con picardía y le guiño el ojo.

- Lo tendré en consideración- responde devolviendome la sonrisa picara- Lo que me inquieta es saber como harás para ayudarlo a recuperar sus memorias- dice serio a lo que yo me quedo callada al escuchar su comentario.

Había olvidado por un momento esa parte del trato, aún no se lo he comentado a Tails y espero que comprenda mi situación actual, aunque me da algo de rabia saber que Melphies lo sepa y que Shadow me hubiera puesto tanto problema para que se lo dijera a Tails. Voy a responderle pero soy interrumpida por el sonido de la puerta, me tranquilizo en mis adentros, al menos ya no estamos solos.

- Melphies... ¿Qué haces aquí?- dice irritado el ojos carmesí.

- Solo vine a ver como va tu alumna.- Sus ojos me recorren de arriba a abajo -Debo decir que lo está haciendo muy bien- al terminar sus palabras me alejo un poco más asustada y hasta horrorizada. Estuvo observandome por un buen tiempo escondió muy bien su presencia.

- No hace falta que tenga un policia al lado para que haga las cosas... ¿O me equivoco Rose?- dice mirandome fijamente, yo sonrio nerviosa y me rasco la nuca.

- N-no lo necesito- logro decir- Nisiquiera sabía que él estaba aquí...- sonrio nerviosa.

- Aunque me serás útil hermano- se miran de forma complice y sonrien de medio lado (se que Melphies lo hace porque las comisuras de sus inexistentes labios se elevan)- Rose, tomate un descanso, tengo asuntos pendientes con Melphies.

- Claro entrenador- respondo con una sonrisa y tomo una botella de agua para salir del cuarto.

Narra Shadow

-¿Ya te encontraste con ese erizo cierto?- rompe el silencio hablando seriamente.

- Claro que sí, lo malo es que un estúpido erizo albino que maneja la telequinesis no me dejo romperle la cara- digo irritado a lo que Melphies se rie a carcajadas.

- Te comprendo hermano, aunque estoy considerando la opción de terminar lo que comencé- dice rascandose la barbilla y yo sonrio de lado.

- Le harías un gran favor al planeta, pero no me puedo arriesgar a que sepan que hay otro como yo así que si quieres torturar a alguien, que sea en las noches- escucho unos gritos chillones que vienen de la sala y los reconozco al instante- No salgas de este cuarto, ¿Me oiste?- sentencio y salgo corriendo a la sala, cuando llego quedo confundido al ver a Rose dando saltitos como una niña de cinco años por toda la habitación. Que chica más rara.

Narra Amy

Al salir del gimnasio subí a la recámara de Shadow, busco mi celular para poder contactar a Tails y hablarle de la situación. Pienso que no es buena opción que él venga hasta acá (no quiero problemas con el ojos carmesí, parece que está de buen humor), al encontrarlo veo la pantalla y abro los ojos como platos.

Todo el mundo me ha marcado (no todos, por ejemplo Silver ni Knuckles me han llamado), pero me sorprendo al ver tantas llamadas de Sonic, miro las llamadas pérdidas de ese erizo con desagrado y veo que también Tails ha estado marcandome como loco, la pantalla cambia y veo que me está entrando una llamada de mi mejor amigo.

- ¡¿Amelia rose?!, ¡¿Dónde demonios te habías metido?!, ¡Estaba muy preocupado por tí!, ¡Fuí a tú casa y no te encontré!, ¡¿Dónde estas?!- Tuve que alejar un poco el celular de mi oreja y está se agachó por instinto porque el primer grito me dejo casí sorda, su tono preocupado me hizo reir un poco. Ay querido amigo. - ¡¿De qué te estás riendo?!, ¡¿No ves que te busqué por cielo, mar y tierra?!, ¡Y hablo literalmente!

- Calmate Tails, estoy bien, mi ubicación no te la puedo decir pero no te preocupes, me encuentro mucho mejor que antes.

- Que alivio, ¡¿Y por qué no puedes decirme tú ubicación?! ¡¿En donde rayos estás!?-

- Primero, deja de gritar que me dejarás sorda y segundo no te lo puedo decir porque no me dejan y prefiero evitarme problemas.

- ¿Por lo menos puedes decirme con quién estás?.

- Mmm... bueno verás...- digo nerviosa pero me interrumpe.

- Nada de rodeos jovencita, me va diciendo con quién está.

- Esta bien, estoy con...!Shadow. Me desmayé en plena calle y bueno él me ayudó.

- ¡¿Cómo que estás con ese erizo?!- grita pero luego hay un silencio en la linea- Un momento, ¿No me digas que ahora te interesa Shadow?, ¡ay Amelia! no quiero criticar tus gustos pero no me creo que hayas olvidado tan rápido a Sonic.

- ¡¿De qué estas hablando?!, ¡A mí no me gusta Shadow y tampoco me gustará!, ¡¿Estás loco?!, ¡Somos polos opuestos!- le reprocho enojada a lo que él se rie en la otra línea.

- Amy, ¿Has escuchado aquella frase que dice que los polos opuestos se atraen?.

- Cierra la boca Tails- digo molesta e irritada, camino y salgo de la recámara para bajar al piso inferior- Ya que puedo hablar contigo debo contarte algunas cosas y espero me apoyes porque o sino quedaré sin nadie que me ayude.

- ¿Amelia?, no me asustes y no le des tanto rollo al asunto. Sueltalo.

- Bueno, bueno...- suspiro pesadamente- Lo que pasa es que...- y comienzo a decirle los detalles de lo que pasó, excepto de que Shadow tiene un departamento de unos billones de rings y que tiene un hermano muy parecido a él, al principio escucho un silencio- ¿Tails?, ¿Sigues ahí?.

- Si, sigo aquí. No losé Amy. No te hubieras tomado tantas molestias con ese erizo, puede que te haya salvado más de una vez pero eso no quita de que está ocultando algo, ¿Qué no te enteraste?, Arcon está en el hospital y fue, según Sonic, Shadow quién lo hizo.

Iba a decirle que no fue Shadow sino Melphies pero recuerdo que no debo hablar de más, un recuerdo llega a mi mente de lo que pasó ayer después de que el regalo de perra Arcorn dañara la mesa de centro de la recámara de Shadow.

Flash Back

-¿Sabes?- dice la otra voz- ¿Quieres que me haga cargo?- dice y no se porque, pero me imaginé una sonrisa psicópata dibujada en su rostro, eso me hace estremecer.

- Haz lo que se te de la gana- dice Shadow suspirando pesadamente- Pero que sea doloroso Melph- hace una pausa, escucho pasos pero estos se detienen- Ah, pero no la mates, eso levantaría sospechas, solo... dejala por un buen tiempo en el hospital.

- Le quitaste lo divertido Shad- dice molesto- Nos vemos hermano- alzo la vista y solo veo a Shadow mirando hacia mí.

Fin Flash Back

- Si ya lo sabía. No me gusta la venganza pero, creo que se lo merecía. Sinceramente espero no tener que verla por un buen tiempo.- digo indiferente y me sorprendo de mis palabras.

- Creo que tanta influencia de Shadow te está cambiando un poco. Deberías tomar un poco de distancia, ¿No lo crees?, y ¿Si no lo logras no te entrenará más?

- Si y no quiero perder está oportunidad, por favor Tails.- digo con tono suplicante, comienzo a bajar las escaleras.

- Bien... lo haré pero solo porque eres mi mejor amiga, además tengo curiosidad respecto al pasado de Shadow- piso el suelo de madera del primer nivel y sonrio de oreja a oreja

- ¡Gracias, gracias, gracias!, ¡Hay que empezar pronto!- digo dando saltitos como una niña de cinco años- Ah, se me olvidaba, nadie debe saberlo Tails, manten el secreto. Es muy importante. Ni siquiera Sonic, ¿entendido?

- Sabes que yo nunca divulgo tus secretos, aunque yo esté involucrado directa o indirectamente. Y al él, descuida, si me pregunta por tí le diré que no se nada.

- Bien, debo seguir con mi entrenamiento, hablamos después- al recibir su respuesta cuelgo.

- ¿Ya se lo comentaste?- escucho una voz gruesa y fria a mis espaldas, volteo y le sonrio ampliamente.

- Si, Tails dijo que me ayudaría- digo y tomo una de sus manos jugando con el ring en su muñeca- Te aseguro que recuperarás tus memorías pérdidas, Tails es muy bueno en estas cosas. Además, debemos tener un poco de fé, estoy segura que no has perdido esas memorias, quizas estan en algun rincon de tu mente, solo no lo has notado.- Dejo de jugar con su ring y lo miro a los ojos. Me gustaría tuviera las mismas esperanzas que yo. Esos ojos color sangre ocultan tantas cosas, noto que sus espinas se empiezan a erizar y parece incómodo, suelto su mano y me alejo un poco.

- Eso espero Rose- dice dandome la espalda y comienza a caminar- Sigueme, mediremos tú nivel de fuerza- yo asiento a la nada y lo sigo.

En vez de salir al patio de atrás o algo por el estilo me lleva a las escaleras que dan al sótano, ahí nos está esperando Melphies recostado en una pared con los brazos cruzados y mirando al suelo, al notar nuestras miradas levanta la vista y nos observa. Shadow se acerca a una pared del fondo donde hay una especie de pintura abstracta un tanto extraña, la levanta y hay un panel con lectura de mano con un teclado en la parte de abajo.

Shadow pone la mano donde piden su huella y luego digita una contraseña que no logro ver (además si lo hiciera no podría abrirlo lo que sea que esté detrás porque necesitaría su huella), la pared se empieza a abrir en dos y deja ver un pasillo oscuro o eso creo, Shadow entra y las luces empiezan a encendersen, lo sigue Melphies y luego entro yo tratando de salir de mi impresión y sorpresa.

Bajamos escaleras y noto que las luces a mi espalda se empiezan a apagar, al llegar al final de la escalera las luces se encienden dejando ver una habitación con las paredes hechas de acero, unos estantes de madera donde hay toallas limpias, un refrigerador y unas bancas, parece que está casa no tuviese fin; lo que más me deja anonadada es ver tantas armas de fuego y armas blancas en este lugar, hay de todo tipo. Las armas de fuego están colgadas sobre las paredes y las armas blancas sobre estantes en las paredes y en sobre el suelo.

Miro cada una de las armas de fuego y cada una tiene un simbolo que nunca antes había visto, es una especie de esmeralda color sangre y está insignía también está en las armas blancas.

- Rose, cierra la boca o te entrarán moscas- dice Shadow de forma burlona, lo volteo a mirar y lo fulmino con la mirada, sus espinas ya no están erizadas, me pregunto porque se habrán erizado antes.

- Nunca antes había visto tantas armas en un solo lugar, menos en un sótano.

- Esto no es un sótano Rose, es un compartimiento hecho bajo tierra, aquí si se grita o si se dispara no se escuchará nada arriba.

- ¡Oh por Dios!- digo entrando en estado de asombro de nuevo- ¡Está super genial!, ¿Cuándo empezaré con el manejo de armas? ¿Me darás mi propia ametralladora o mejor una espada de luna?

-Vaya, la chica sabe de armas.- Dice Melphies bastante alegre.

- Tranquilizate, eso tomará tiempo así que limítate a mirar y no tocar que estas armas son difíciles de conseguir- dice despojandose de su camisa y dejandola sobre una de las bancas. Mis mejillas se encienden al rojo vivo y desvio la mirada, para mi mala suerte, Melphies está haciendo lo mismo pero no causa en mí el mismo efecto que me causa el ojos carmesí. Maldición ¿Que no pueden entrenar vestidos? Ni que yo tambien me fuera a quitar la blusa.- No desvies la mirada- lo escucho decir. Tengo una pequeña pelea interna para voltear a verlo o no- Te dije que me verías así en los entrenamientos- el deseo ganó y volteo a verlo.

- B-bien- digo nerviosa y sonrojada- ¿Pero por qué Melphies lo hizo también?

- Como dije, no seré nada suave contigo y es mejor que comiences a calentar con Melphies que conmigo- dice y se sienta en la banca donde puso su camisa, Melphies camina y se detiene en frente de mí- ¡Comiencen!- alza la voz y Melphies se lanza sobre mí.

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