Capítulo 14

Narra Amy

"Que me ayudes a recuperar mis memorias pérdidas..."

Sus palabras hicieron eco en mi mente, quiere que lo ayude a recuperar sus recuerdos... ¿Pero cómo diablos se supone que haré eso? Mmm... no debí haberme ofrecido tanto, tal vez debí haber hecho una especie de debate entre ambos para llegar a un acuerdo, pero quizás el resultado hubiera sido el mismo.

Shadow se ha ofrecido ha entrenarme y ni siquiera me conoce, por un lado me alegra ya que por fin dejaré de ser un estorbo y por otro lado está el interés de Shadow y... no puedo evitar ver directamente a sus ojos, noto algo de tristeza y hasta soledad... ¿Cómo es que un erizo como él puede tener esas dos emociones?, aunque tiene bastante lógica. Tardo unos instantes en ver una cruda realidad, de que todos llevamos máscaras y que no siempre podemos ocultar más de lo que se desea.

Quizás... solo quizás... pueda ayudarlo. Llegar a convertirme en su amiga o alguien de confianza y saber que es lo que le causa tanto dolor para poder ayudarlo, muy en el fondo, si deseo ayudarlo, aunque sea en ese aspecto. Intentaré ver que puedo hacer con lo otro que me pide, suspiro un poco mas relajada.

- Si acepto... ¿Me entrenarás?- pregunto dudosa.

- Si cumples con tú parte del trato, cumpliré con la mia.- responde seco y distante a la vez.

- Acepto.- Ya no hay marcha atrás -Te ayudaré a recuperar tus memorias pérdidas a cambio de que me entrenes- digo segura de mí misma, pero en el fondo con muchas dudas de por medio.

- Ok, Rose- dice incorporandose y sentandose en la cama- Hemos hecho un trato, pero te advierto, no seré nada suave contigo.

- No interesa- le respondo y sonrio -Tú eres el jefe ahora, aceptaré cada reto que me pongas sin ninguna queja, es una promesa- digo alegremente guiñando un ojo.

- Perfecto- se levanta -Por tú desastrozo estado, esperaré a que tengas mejor movilidad para comenzar con tus entrenamientos- comienza a caminar y se detiene mirandome de perfil- Y otra cosa, nadie debe saber de esto de lo contrario nuestro pacto se acaba- dice a lo que yo debo protestar. ¿Cómo se supone que voy a ayudarle a recuperar sus memorías si no tengo apoyo?

- ¡P-pero!- replico- ¡¿Cómo se supone que voy ayudarte si no tengo un apoyo para poder hacerlo?! Necesito un equipo de apoyo, lo relacionado a la memoria no es fácil de trabajar, ¿Sabias eso?- le digo tratando de sonar no tan deseperada a lo que él se da la vuelta y se cruza de brazos poniendose a la defensiva, mierda...

- No es mí problema Rose, ya te lo dije, nadie debe enterarse- dice frio e indiferente. -Si no crees poder con algo tan simple, entonces largate y olvidalo.

-¡Por favor Shadow!- respondo suplicante- ¡Tan solo dejame decirle a Tails!, ¡Confio en él y se que puede ayudarnos en esto!- agradezco mi estado porque no quiero que piense que me voy a arrodillar, primero muerta ha rebajarme a hacer tal cosa. Se queda pensandolo un momento y una sonrisa de medio lado se dibuja en su rostro.

- Solo a el zorro, ¿Me oiste? Lo último que necesito es a tú patético equipo metiendo sus naricez en donde no los han llamado.- dice amenzante a lo que yo asiento aliviada, se que Tails lo comprenderá y me ayudará en esto, él nunca me ha dejado sola en ningún aspecto y dudo que está sea la excepción.

Veo como se relaja y sale de la habitación, sonrio, algo bueno vendrá con todo esto, lo sé, lo presiento.

Narra Sonic

Aún estoy algo molesto y sorprendido por la actitud que ha tomado Ammes conmigo, no le he hecho nada para que esté a la defensiva cada vez que le hablo. O tal vez si... Es tiempo de que hablemos como gente civilizada y lleguemos a un acuerdo mutuo porque la verdad estoy confundido por lo que ha pasado en los últimos tres días, todo cambió cuando ese azabache amargado atravezó la puerta del salón donde estabamos todos.

Es como si él fuera el detonante de todo y las piezas encajan. Antes, Amy vivía siguiendome y se comportaba muy intensa, ahora, actua muy fria y distante, la influencia de ese maldito darketo la está cambiando. No, no lo permitiré.

Me dirijo a la casa de Ammes para charlar, pero algo llama mi atención, veo como un erizo azabache entra a la casa de mi novia Sally, eso me es extraño pero caigo en la cuenta... erizo azabache... Maldito Shadow, ¿Qué mierda va a hacerle a ella?

Agradezco que Sally me dió una copia de las llaves de su casa por sí algo llegaba a pasar, me acerco a su casa y por un momento dudo en entrar por la puerta, eso no me ayudaría mucho que digamos. Necesito el factor sorpresa de mi lado. Rodeo la casa y veo una ventana abierta, justo cuando me subo al marco, escucho un quejido femenino seguido por una risa diabólica masculina, la sangre me hierve y entro rápidamente a la casa.

Al entrar encuentro el primer piso destruido y vuelto un verdadero desastre, después escucho un chillido que viene de arriba, subo y el segundo piso está igual de destruido, miro el piso y hay algo oscuro en una pequeña parte del suelo... se me congela la sangre y comienzo a llamar a Sally desesperado, escucho como alguien gime con un hilo de voz y la encuentro. Acostada en su cama, con las muñecas sujetadas por una cuerda al igual que sus tobillos.

Tiene una mordaza en su boca y un hilo de sangre baja por su frente, el vendaje que lleva está todo sucio y con un poco de sangre, sus ojos están llorosos y noto por sus reacciones que está completamente lastimada, maldigo con desprecio a ese maldito erizo, cuando me lo encuentre lo haré pagar, pero primero llevaré a Sally al hospital.

Me acerqué a ella y en su mirada notaba miedo, ella dirijió su mirada a un costado, al principio no comprendí pero luego seguí su mirada y veo un papel todo arrugado sobre uno de sus nocheros de madera clara. Me acerco a él y lo tomo, lo leo y lo arrugo tirandolo al suelo con ira y rencor, pero caigo en la cuenta de que es una evidencia sólida así que la guardo. Libero a Sally de esas horribles cuerdas que le lastimaban la piel para poder llevarla a un hospital.

Narra Shadow

Estaba recogiendo los pedazos de mesa y del dichoso regalo de esa maldita ardilla. Tal parece que descubrí que tenía dos cosas en común con esa bola rosa, odiamos a esa idiota ardilla y en especial a ese despreciable faker. Quizás algo bueno llegué con todo esto, pero eso no evitará que se desate el caos. Tiro a la basura los fragmentos de vidrio y siento una presencia a mis espaldas, sonrio al reconocerla.

-¿Cómo te fue Melphies? Espero traigas buenas noticias.

-Todo iba muy bien, aunque apareció ese estúpido erizo azúl y lo que es más interesante es que se dirigía a la casa de la eriza que está en tú recámara- bufa molesto, Melphies odia ser interrumpido cuando tortura a alguien.

- Así que ese faker iba a la casa de Rose... hubiera pérdido el tiempo de todas formas, supongo que dejaste alguno de tus famosos escritos.

- Sí, pero algo me dice que pensarán que fuiste tú quién lo hizo.

- Eso es lo menos importante ahora- digo dando por terminada la conversación o eso creía.

-¿Qué es lo que tramas Shadow?- pregunta Melphies curioso a lo que yo maldigo por lo bajo.

- Entrenaré a Rose a cambio de que me ayude a recuperar mis memorias- digo llendo al grano a lo que Melphies queda serio y no dice nada- ¿Qué?, ¿Fue tanta la impresión que te quedaste sin habla?- digo en tono burlón.

-¿Estás conciente de lo que me dijiste?- dice irritado.

- Soy conciente, pero tengo un plan de reserva, me haré cargo de todo.

- Eso espero Shadow, si el doctor se entera habrán serios problemas.

- Me importa un cuerno ese maldito huevo bigotudo, hace años que espero que me devuelva mis memorias y solo me ha dado fragmentos- digo lleno de odio.

- Lo harás todo para volver a saber de ella, ¿Cierto?

- Todo lo que sea necesario, si tengo que destruir a quien sea lo haré- digo frio y decidido, nada hará que mis ambiciones no se hagan realidad.

...

Al día siguiente, como cada mañana tengo que prepararme para hacer mis trabajos. Pasé toda la noche en una habitación para los huéspedes, pero aún así no dormí nada, solo me mantuve acostado en la cama matrimonial divagando en mi decisión.

No debí haber aceptado y más pedirle a esa eriza rosa que me ayudara a recuperar mis memorias; y menos debí aceptar que alguien más se entere de lo que se supone que vamos a hacer, Melphies me conoce como si fuera su detestable palma de la mano, después de todo hemos vivido bajo el mismo techo por mucho tiempo pero, ahora, él tiene su casa a parte y yo la mía.

Lo único bueno de todo esto, es que conseguiré la confianza de Rose y que posiblemente mis memorias regresen, aunque quizás algo bueno llegue de todo esto, pero igualmente algo malo pasará y eso no podré detenerlo. Ese zorro será una buena ayuda por sus conocimientos en informática y tecnología, lo único bueno de que sea el mejor amigo de esa bola rosa.

Agradezco que por fin hubiera amanecido y voy a mi recámara donde veo a Rose como una marmota durmiendo en mi cama, parece que ya me han robado la cama, pero me da igual, no la uso y solo la tengo de adorno, niego con la cabeza al verla tan tranquila y pacifica y un fragmento de mis recuerdos azota mi mente, me imagine a esa chica rubia de ojos celestes y aprieto los puños pero me relajo rápidamente, no es muy importante, estúpida eriza, ¿Por qué haces que su recuerdo sea tan constante?, entro al baño para ducharme y hacer mis necesidades.

Al salir, Rose se está despertando y se está estirando como una gata, la ignoro y voy al armario a buscar algo de ropa, escucho un pequeño grito avergonzado, volteo a mirar hacia la dirección de la cama y Rose tiene las mejillas sonrojadas y al notar que la observo coge una almohada y se oculta tras ella, que eriza más extraña, como si me hubiera visto desnudo completamente o algo por el estilo.

Narra Amy

Despierto y al sentir ese acolchonado tan suave de esta espectacular cama no me dan ganas de levantarme, quiero uno de estos colchones, es más cómodo que el que tengo en mi casa. Escucho unos pasos por la habitación y se de antemano que es Shadow (ya que es su recámara), abro mis ojos para ver esa sulieta azabache que será mi entrenador.

Debo admitir que tiene una perfecta espalda torneada... alto ¿Espalda?, aunque no es para tanto, al encontrar la silueta que solo lleva una desgraciada toalla dejando al descubierto su espalda, pego un grito avergonzado sintiendo como la temperatura de mi cuerpo subía y hacia que mis mejillas tomaran ese rojo carmesí. Shadow voltea a verme y veo su torso descubierto y su pelaje blanco (que debo admitir que lo hace lucir muy sexy), un momento, ¿Qué carajos estoy diciendo?, yo no soy ninguna pervertida como Rouge, acto seguido cojo una almohada y me oculto trás ella, esto es muy vergonzoso.

- Hmp- lo escucho decir- ¿Qué nunca has visto a un hombre sin camisa?- dijo en tono burlón.

- C-claro que si, s-solo q-que no esperaba encontrarte aquí.- digo avergonzada y tartamudeando *Esta bien, nunca había visto el torso de alguien sin camiseta... además tampoco los he visto solo en toalla*.

- Hmp, pues acostumbrate, siempre me verás así cuando entrenemos- dice indiferente y escucho pasos rápidos por la habitación y luego como se cierra una puerta.

Alzo la vista y miro el lugar, al confirmar que ya no está, suspiro pesadamente y el recuerdo de ver su perfecto cuerpo me hace sonrojar, ¿Cómo es que tiene tan buen cuerpo?, ¡No!, ¡No!, yo no soy así, pero ¿Por qué verlo hizo que me pusiera así?
Estúpido y sensual erizo...

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