Capítulo #34
| Bubba Bubbaphant |
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Dogday no estaba del todo a gusto estando en ese lugar, pero era necesario. Era un asunto importante, y consideraba que tenía que informar de aquello lo antes posible o ese niño podría estar metido en problemas con los encargados del ayuntamiento.
El perro estaba sentado en una silla de metal, rodeado de paredes de concreto sólido que reflejaban la iluminación blanca de una sola bombilla iluminando la habitación. Frente a él, había una mesa en la que el can reposaba sus brazos con cierto nerviosismo mientras observaba una ventana de cristal blindado.
—(Detesto este lugar...) —pensó con incomodidad.
Justo cuando el can estaba por cambiar su postura, una voz se hizo presente, proveniente desde la ventana de cristal blindado que estaba frente a él. No podía ver nada, estaba oscuro, pero de todas formas podía hacerse una idea de quién estaba al otro lado del muro. Su doctora personal.
—Es algo tarde para agendar una cita —comentó la voz al otro lado de la puerta— ¿Sabías que tuvieron que despertarme para poder venir a verte? No estoy de tan buen humor para tus juegos #1160
Dogday sintió un escalofrío al escuchar el número de experimento, no le agradaba para nada ser llamado por ese número, pero no podía negarse ante la presencia de su doctora encargada. Tomó aire, tratando de calmarse antes de responder.
—Lo siento, doctora. Sé que es tarde, pero esto es importante. Hay un niño, que ha estado merodeando por el edificio de los consejeros a altas horas de la noche. Estoy preocupado por su seguridad y creo que es mejor informar de esto antes de que algo malo le pase... quería sugerir el aumento de seguridad en el ayuntamiento, al menos de esa forma, si algo le pasa, podrían darse cuenta a tiempo...
La doctora guardó silencio por un momento, y Dogday pudo sentir su corazón latiendo con fuerza mientras esperaba una respuesta.
—¿Sabes quién es ese niño? —preguntó finalmente la doctora, su tono más serio mientras ignoraba la petición del can—
El can dudo un poco en sí decirle el nombre, no deseaba delatar completamente al niño, pero sabía que, si no se los decía, entonces tendría que afrontar un castigo por ocultar información.
—Te hice una pregunta #1160
Dogday tragó saliva, sintiendo el peso de su decisión. Finalmente, decidió que debía decir la verdad para proteger al niño
—Sí, doctora. Su nombre es Jeremy.
Hubo un silencio prolongado antes de que la doctora volviera a hablar.
—Entendido. Agradecemos tu cooperación, #1160. Asegúrate de no interferir más en estos asuntos. Regresa a tu habitación.
Dogday asintió, aunque sabía que la doctora no podía verlo. Se levantó de la silla, sintiendo un alivio mezclado con inquietud. Sabía que había hecho lo correcto, pero también temía las consecuencias de sus acciones. Con un último vistazo a la ventana, salió de la habitación, su mente aún llena de preocupación por Jeremy y lo que el futuro podría deparar para ambos.
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[ De vuelta al presente ]
—Y esas serías todas las flores —Comentaba la osita mientras terminaba de dejar una de las masetas en el suelo— Gracias por dejarme guardar las flores en la biblioteca Bubba, mi casa ya estaba empezando a sentirse algo helada jeje —añadió con una risa—
Bobby Bearhug y Bubba Bubbaphant estaban terminando de organizar las flores de la osita dentro de la biblioteca. Hace ya varios días, Bobby le pidió al elefante que le permitiera guardar las flores dentro de la biblioteca. Al ser el edificio más grande de la aldea y el más cálido, las flores lograrían sobrevivir el invierno sin ningún problema.
—No hay problema, Bobby. Siempre es un placer ayudar a una amiga. Además, le dan un toque alegre a la biblioteca —dijo Bubba con una sonrisa, admirando el colorido de las flores—
Habían tardado tanto en mover las flores debido a que el elefante había tenido que organizar los estantes con los libros, de esa forma consiguió más espacio para las macetas de Bobby.
—Realmente aprecio tu ayuda, Bubba. No sé qué habría hecho sin ti —dijo Bobby, dándole un abrazo amistoso al elefante—
Bubba correspondió el abrazo con calidez.
—No tienes que agradecer nada —Comento el elefante mientras se separaba de su abrazo—
—Siento que te lo debo de alguna manera —Respondió la osita con una sonrisa algo apenada— ¿Vas a dejar la biblioteca abierta durante el invierno? —Pregunto con curiosidad—
—Pensaba hacerlo... pero la verdad, creo que lo mejor es cerrarla hasta que llegue la primavera ¿Por qué lo preguntas?
—Pensaba estar al pendiente de las plantas y venir a ayudar con la limpieza en compensación
—Aprecio mucho tu disposición, Bobby, pero no tienes que preocuparte tanto. Las plantas estarán bien aquí, y yo me encargaré de venir de vez en cuando para asegurarme de que todo esté en orden. Además, tu ayuda siempre es bienvenida, pero no te sientas obligada.
Bobby asintió, sintiéndose más aliviada.
—De acuerdo, de todas formas, si necesitas ayuda con algo, no dudes en decírmelo.
—Lo haré, Bobby. Gracias —respondió Bubba, dándole una palmadita en la espalda.
Ambos se quedaron un momento en silencio, observando la biblioteca ahora adornada con las flores coloridas. Luego de un rato observando su trabajo; los dos salieron de la biblioteca y cerraron la puerta con seguro para evitar que las flores recibieran las bajas temperaturas que había en el exterior.
—¿Quieres un poco de chocolate caliente? Preparé un poco en la mañana, pero me sobro mucho
—Oh jeje, me encantaría Bobby, pero le prometí a Dogday reunirme con él, parece que quiere discutir un tema importante conmigo
—Oh... No te preocupes, será en otra ocasión ¿De qué quiere hablar Dogday contigo?
Ante la pregunta Bubba simplemente alzo los hombros en señal de desconocimiento.
—Siendo sincero no tengo ni idea —Confeso el elefante— Sospecho que tal vez tiene algo que ver con Catnap o con Crafty... los dos han estado actuando muy raro
Las palabras de Bubba hicieron asentir a Bobby para posteriormente soltar un suspiro de preocupación leve.
—Si... Pude visitar a Catnap ayer y la verdad es que se ve bastante mal, no entiendo que le pasa —Comento la osita mientras miraba en dirección a la casa del felino—
—¿No se supone que Dogday nos prohibió ir a verlo? —Pregunto Bubba con curiosidad al saber que lo fue a visitar—
—Hable con Dogday, me dejo ir a verlo para hablar con él —Aclaro la osita— Me preocupa demasiado, creí que al verlo sabría qué le pasa, pero no pude interpretar su expresión... es casi como si estuviera sintiendo todo tipo de emociones al mismo tiempo
—Eso suena realmente preocupante —dijo Bubba, frunciendo el ceño— Catnap es un poco reservado, pero lo que dices suena como algo diferente
—Lo sé —respondió Bobby, bajando la mirada— Quisiera hacer algo más por él, pero no sé cómo... Me duele mucho verlo así
Bubba no pudo evitar sentirse mal por Bobby, era lógico que Bobby fuera la más afectada con respecto al tema de Catnap. Estaba enamorada del gato después de todo y considerando su actitud, era obvio que no le gustaba ver a su amigo sentirse mal.
—Entiendo cómo te sientes, Bobby. A todos nos preocupa Catnap, pero sé que encontraremos la forma de ayudarlo. Tal vez Dogday tenga alguna idea de qué hacer, es el líder y siempre sabe cómo guiarnos.
—Espero que sí —respondió Bobby, tratando de sonreír— Gracias por escucharme, Bubba.
—De nada, me gustaría quedarme otro poco más para hablar —dijo Bubba con una sonrisa cálida— Pero ahora debo irme a mi reunión con Dogday. Te mantendré informada sobre lo que discutamos
—Gracias, Bubba. Cuídate —se despidió Bobby, observando cómo el elefante se alejaba—
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—¿Segura que estas lista Crafty? —Pregunto el can con preocupación, sosteniendo el colgante de flor colorida— Tienes que estar segura de que aceptaste esos recuerdos completamente o de lo contrario, en cuanto te pongas el colgante vas a perder la memoria otra vez...
Dogday y Crafty estaban en la casa del can, la unicornio lo había visitado para hablar temprano con él sobre sus recuerdos, había pasado ya una semana desde que recupero todas sus memoria, fue una semana muy complicada para ella, ya que sentía todo tan irreal. Dogday no le había mentido, ahora que sabía la verdad, todo a su alrededor se sentía muy distinto.
Crafty no se lo dijo a nadie, ni siquiera a Dogday, pero desde que recupero sus recuerdos, empezó a sentir que no tenía ganas de dibujar nada... lo cual ella sabía que era extraño ya que los científicos de Playtime Co. La habían hecho de modo que siempre tuviera ganas de dibujar o pintar.
Los primeros días fueron agónicos para la unicornio, revivió el momento de su creación con nitidez y logro sentir el dolor de todos esos momentos, pero también se sintió alegre al recuperar la sensación que tenía al jugar con los niños o pasar tiempo con sus amigos. Aquellos recuerdos no eran en su totalidad buenos, pero estaba dispuesta a intentar seguir adelante, tenía una nueva vida en SmileVille después de todo... al menos eso pensaba ella, ya que no estaba del todo segura.
—Creo que lo estoy... —Respondió la unicornio con unos cuantos nervios en su voz— Ya asimile mejor todo lo que recuerdo, hay cosas buenas... aunque en su mayoría son recuerdos dolorosos, pero quiero tratar de seguir adelante...
Dogday no estaba seguro, podía notar un poco de duda en los ojos de su amiga, no quería arriesgarse, pero apoyaría la decisión de Crafty.
—Espero que estés completamente segura Crafty... —Comento el can con preocupación mientras le entregaba su colgante—
—Yo también lo espero... Antes de que me lo ponga ¿Me puedes hacer un favor?
—Claro... ¿Qué necesitas?
—Si llego a perder la memoria otra vez... —Crafty se detuvo un momento, tomando aire antes de continuar— Si pierdo la memoria, por favor prométeme que no te rendirás conmigo y trata de hacerme recordar todo otra vez...
Dogday asintió solemnemente.
—Te lo prometo.
Con un último suspiro, Crafty se colocó el colgante alrededor del cuello. Cerró los ojos, esperando que la sensación de alivio llegara pronto. Dogday la observó con el corazón pesado, esperando haber hecho lo correcto al permitirle tomar esta decisión.
Después de unos momentos, Crafty abrió los ojos, mirándolo con una expresión de alivio.
—Dogday, sigo recordando todo —dijo con una voz suave, como si estuviera despertando de un sueño— No he perdido la memoria —Aclaro en un tono de alivio—
Dogday sintió una oleada de alivio y alegría, sonriendo ampliamente.
—¡Eso es maravilloso, Crafty! —exclamó, abrazándola con cuidado—
De un momento a otro la actitud de Dogday cambio de alguien preocupado a alguien completamente feliz, el abrazo que le dio a Crafty era prueba de ello. La unicornio por su lado se sonrojo un poco por el repentino acercamiento del can, pero no dijo nada, simplemente formo una sonrisa para posteriormente corresponder su abrazo. Tras unos cuantos momentos el perro finalmente se separó para mirar a su amiga con curiosidad.
—¿Te sientes bien? ¿No sientes nada raro?
—Estoy bien... me siento un poco rara, es como si acabara de despertar...
—Supongo que es normal... la verdad no lo sé —dijo Dogday con una risa nerviosa— Pero lo importante es que estás aquí y recuerdas todo.
Crafty asintió, su sonrisa se hizo más amplia y segura. Tal vez sus recuerdos no eran del todo buenos, pero al menos sabía quién había sido y lo más importante es que ahora sabía la verdad.
—Me alegra que todo saliera bien al final, me sentía bastante nerviosa para ser te honesta... no quería olvidar todo
—No tienes que preocuparte por eso ahora...
—Supongo que no...
La unicornio le dedico una sonrisa tranquila y de agradecimiento a Dogday, las cosas al final resultaron ser bastante simples con Crafty, el can se esperaba un poco más de complicaciones considerando lo sucedido en su subconsciente, pero agradecía enormemente que no fuera el caso. Justo cuando el can se levantó del sofá para ir a la cocina y servirle un poco de té. Crafty lo detuvo para mirarlo de una forma complicadamente curiosa.
—Dogday... ¿Crees que podamos hablar un momento?
—¿Uh?
El can se confundió e intrigo otro poco debido al repentino cambio de actitud de su amiga, pero no dijo nada, simplemente asintió ante su pregunta y volvió a tomar asiento.
—¿Qué sucede Crafty? —Pregunto el can con curiosidad—
—Quería hablar contigo de algo importante, ahora que tengo mis recuerdos claros, algo ronda por mi mente... ¿Qué sucederá con Catnap cuando todos recuerden lo que sucedió esa noche...?
La pregunto tomo ligeramente por sorpresa a Dogday, fue notorio debido a que su expresión refleja un poco de duda... parecía tonto, pero el can no había pensado realmente en ello tan detenidamente.
—Yo... no lo sé...
—...
Craftycorn observo a Dogday con preocupación... El perro era un buen líder, siempre supo guiarlos y alejarlos de los problemas durante su estancia en la guardería, incluso en la vida falsa que estaban teniendo en SmileVille, el can había sido un muy buen líder, pero verlo tener dudas con respecto algo tan importante. Hacía sentir insegura a la unicornio.
Crafty no lo quería decir abiertamente, no era ese tipo de persona... pero ahora que tenía sus recuerdos de regreso, ella le guardaba cierto rencor al gato, ya de por si le tenía miedo al felino, ahora que recordaba lo que hizo; su miedo era mucho más grande...
Dogday levanto un poco la vista para sonreírle de forma nerviosa a la unicornio, estaba por decirle que todo iba a estar bien, siendo un intento vació por tranquilizar sus preocupaciones, pero repentinamente el sonido de alguien llamando a la puerta hizo que los dos centrarán su atención en la entrada.
—¡Dogday! ¡Soy Bubba! ¿Estás en casa?
La voz del elefante resonó detrás de aquella puerta y ambos suspiraron en forma de alivio, por un momento llegaron a sentir que el destino les jugaría una broma y que sería Catnap quien estuviera tocando la puerta.
—¿Crees que podamos hablar de eso en otro momento? —Pregunto el can, no queriendo seguir con el tema, al menos por el momento—
—Claro...
La voz de Crafty sonó insegura, no quería dejar el tema de lado, conociendo a Dogday; el can posiblemente no iba a querer hablar más con respecto a ello. Pero tampoco lo quería agobiar siendo tan insistente, todo lo que le quedaba era confiar en su líder.
—No sabía que tenías planes con Bubba —Comento la unicornio mientras se levantaba del sofá—
—En realidad... —Llamando su atención al tener un tono de complejidad en sus palabras— Quería decirle a Bubba sobre... bueno... ya sabes... —Comento vagamente mientras tenía una sonrisa nerviosa—
Crafty quien estaba ya tomando camino hacia la salida; se detuvo al instante en cuanto escucho eso y volteo a ver al can con sorpresa y cierta preocupación.
—¿Vas a decirle la verdad? —Pregunto con curiosidad y preocupación—
—Merece saberlo —Respondió el can con un poco de seriedad, aunque estaba preocupado—
La unicornio no cambiaba su expresión de preocupación, no estaba del todo segura de que Dogday estuviera viendo las cosas del mismo modo que ella.
—Dogday... es Bubba... —Advirtió con preocupación—
—Es justo por eso que decidí que sería el siguiente... Bubba es listo, quiero creer que va a tomarlo con calma
—Pero...
—¡¿Dogday?!
La voz al otro lado de la puerta detuvo a Crafty en sus palabras, la unicornio miro por un momento la puerta y nuevamente miro al can, no pudo refutar su decisión... solo esperaba que supiera que estaba a punto de hacer.
—Trata de explicarle todo con tranquilidad...
—Lo haré... ¿Puedes dejarlo pasar?
Ante lo dicho la unicornio simplemente camino de regreso hacia la salida, al abrir la puerta se topó con el elefante quien se sorprendió un poco al ver a su amiga en casa del can.
—Hola Bubba —Saludo Crafty con una ligera sonrisa al verlo—
—Oh, Hola Crafty... No esperaba verte en casa de Dogday —Saludo el elefante a la par que le explicaba el motivo de su sorpresa—
Bubbaphant no pudo evitar mirar hacia el interior de la casa desde la entrada de la casa, topándose con Dogday sentado en el sofá con una mirada pensativa, el elefante ladeo levemente la cabeza hacia un lado mostrando su curiosidad a la par que sentía el ambiente un poco pesado y tenso.
—¿Interrumpo algo...? Puedo volver más tarde o regresar otro día...
—No, no, tranquilo —Intervino la unicornio sonriendo con cierta gracia— Solo quería hablar con Dogday de algo importante, ya me iba así que puedes hablar con él
Comento la unicornio con cierta seriedad
—Nos vemos otro día Bubba, si necesitas cualquier tipo de ayuda con esto... siéntete libre de visitarme... ¿está bien?
—Eh... ¿De acuerdo...?
El elefante asintió con duda puesto que no sabía que quería decir la unicornio; tras ese momento de duda para Bubba, Crafty simplemente sonrió de forma preocupada y salió de la casa mientras el elefante entraba y se sentía confundido por la actitud de su amiga.
—¿Debería preocuparme por Crafty? —Pregunto el elefante con duda mientras cerraba la puerta y se acercaba al can—
Dogday no pudo evitar reír levemente por su pregunta.
—Para nada —Respondió el can con tranquilidad—
Bubba se sentía mucho más confundido que antes, pero trato de no prestarle atención y fue a sentarse con el can directamente.
—Entonces... ¿De qué querías hablar? Me dijiste que era importante
—Pues...
El can no sabía realmente el cómo empezar, no quería hacer de eso una rutina, quería tratar de explicarle a todos sus amigas de alguna forma distinta a cada uno, de esa forma todo se sentiría más sincero y honesto. Dogday se quedó en silencio durante unos pocos segundos hasta que finalmente respiro hondo para pasar a hablar con él.
—Hay algo que tienes que saber Bubba... ¿Crees poder estar tranquilo mientras intento explicártelo?
El elefante se sentía curioso, aunque también estaba empezando a sentirse preocupado... ver a Dogday con dudas lo hizo sentirse algo inseguro... ¿Era algo malo acaso?
—El que me digas eso no parecer ser una buena señal... —Comento el elefante con preocupación—
—Solo responde
—Intentaré estar tranquilo
Bubba respondió la pregunta más por curiosidad de ver a Dogday continuar con el tema que como una respuesta sincera.
—¿Recuerdas los documentos que desaparecieron en la biblioteca hace un tiempo?
El elefante se sorprendió un poco por la repentina mención de dichos documentos, no los había olvidado, pero había pasado ya tanto tiempo que pensó que ya no eran importantes.
—¿Los que mencionaban a esa empresa? ¿PlayTime Co? —Pregunto el elefante como confirmación—
El can simplemente asintió, un poco aliviado de que su amigo supiera de que documentos estaba hablando.
—Hay algo que tienes que saber... No hay forma de decirlo a la ligera, pero esa compañía tiene mucho que ver con todos nosotros
—¿Qué quieres decir? —Pregunto con intriga—
—SmileVille y todo lo que conocemos aquí no es real... toda nuestra vida aquí es una mentira, en realidad no somos originarios de SmileVille, fuimos experimentos de aquella compañía, fuimos diseñados para mantener una guardería de niños en orden, pero algo salió mal... terminamos muriendo y... llegamos aquí... —Explicando todo de forma ambigua—
—¿Qué...?
El elefante se sentía confundido por las palabras del perro. El tema estaba siendo abordado de mala forma por parte de Dogday. Bubba no entendía realmente al perro. ¿Toda su vida había sido una mentira? Era ilógico.
—Sé que suena increíble, Bubba, pero es la verdad —dijo Dogday, tratando de encontrar las palabras adecuadas—
—... Ah... jaja, ya entendí
—¿Eh?
Para sorpresa de Dogday, elefante repentinamente comenzó a reír de forma leve mientras se levantaba de su asiento para mirar hacia los dos.
—Es una broma, ¿Kickin te pidió ayuda? Me sorprende la verdad —Comento el elefante mientras reía un poco— ¿Dónde se encuentra? ¿Se escondió?
El can no pudo hacer más que suspirar al notar que Bubba no le iba a creer... era listo, lo sabía muy bien, pero tal vez Bubba iba a necesitar más que una simple conversación para conversarlo de que lo que decía era verdad.
—No es ninguna broma Bubba... —Aclaro el perro mientras lo miraba con preocupación— Escucha, sé que suena a que estoy loco, pero puedo probarte que lo que digo es verdad...
Bubba dejó de reír gradualmente al ver la seriedad en el rostro de Dogday.
—Bien... voy a seguirte el juego ¿Cómo piensas probarlo? —preguntó Bubba, todavía escéptico, pero algo más dispuesto a escuchar—
El can se lo pensó por un momento... no tenía muchas opciones, si quería convencer a Bubba entonces iba a tener que entrar en su subconsciente para activar sus recuerdos. Sin darle muchas palabras, el can simplemente le indico a su amigo que tomase asiento. Bubba se extrañó un poco, pero no dijo nada al respecto y simplemente se sentó a su lado.
—No quería recurrir a esto, pero creo que es la única forma de que me creas —Comento el can con un suspiro de pesadez— ¿Puedes darme tu colgante? —Quitándose su colgante de sol—
—Eh... ¿De acuerdo? —Asintió con dudas mientras se quitaba su colgante de bombilla— ¿Para qué?
—Solo confía en mi... Hay que intercambiar colgantes por un rato
Bubba no tomo opción alguna, pero se sentía confundido, no estaba entiendo el motivo de Dogday para pedirle eso; El elefante simplemente le entrego su colgante de bombilla y recibió el colgante en forma de sol de Dogday para proceder a ponérselo alrededor de su cuello en cuanto notó que el can estaba haciendo eso con su colgante.
—¿Ahora qué...? —Pregunto el elefante confundido—
—Solo cierra los ojos y no pienses en nada más
Bubba, aún desconcertado, obedeció. Sentía el peso del colgante de Dogday en su cuello y trató de relajarse, aunque la confusión y la duda seguían presentes en su mente. Dogday, sentado a su lado, cerró los ojos también y comenzó a concentrarse, intentando conectar con el subconsciente de Bubba a través de los colgantes.
Dogday estaba actuando de forma irresponsable.
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—¿Ya puedo abrir los ojos, Dogday? —preguntó Bubba, sin recibir respuesta alguna. Repitió, más nervioso— ¿Dogday?
Abrió los ojos lentamente, solo para encontrarse con una sorpresa desconcertante.
—P-Pero, ¿qué...?
Bubbaphant despertaba de lo que parecía un extraño sueño. Al mirar a su alrededor, notó que estaba en una especie de aula de clases. Al principio, sintió un poco de miedo, pero decidió quedarse para inspeccionar el lugar. Tras unos minutos, el sentimiento de extrañeza se desvaneció, siendo reemplazado por una inesperada sensación de comodidad.
—¡Dogday! —llamó en un intento de encontrar a su amigo, pero no hubo respuesta—
Bubba pensó que lo mejor sería investigar, así que comenzó a inspeccionar la habitación sin mucho cuidado. Todo parecía demasiado real para ser un sueño, y había cosas extrañas en esa aula. Lo más raro que notó fue una librería con una placa de acero que tenía la palabra "Recuerdos" grabada en la superficie.
Se acercó a la librería para examinarla con más detalle. Los libros estaban perfectamente ordenados y parecían llevar años allí. Intrigado, comenzó a sacar algunos volúmenes y a leerlos.
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Las horas pasaron rápidamente en ese lugar. Bubba se sumergió en la lectura de aquellos libros, sintiéndose cada vez más confundido, pero al mismo tiempo, todo comenzaba a cobrar sentido. Conforme leía, sus recuerdos emergían poco a poco. Los recuerdos de su vida pasada tomaban forma, revelando que Dogday tenía razón: no fueron más que víctimas de actos atroces e inhumanos.
Había pasado ya un par de horas leyendo, y curiosamente había terminado el último libro de la estantería.
—Voy a tener que hablar con Dogday... —murmuró con cierto cansancio— Tenía razón...
El elefante estaba visiblemente agotado por tanta lectura. Al terminar de murmurar esas palabras, trató de colocar el último libro en la repisa más alta. Justo cuando intentaba acomodarlo, una pila de carpetas se deslizó, cayendo al suelo. Bubba odiaba cuando esas cosas sucedían, pero esta vez se sintió intrigado por el contenido.
Tomó una de las carpetas y la observó detenidamente. En la portada se leía: "Informe de avance".
—¿Qué será esto? —murmuró para sí mismo, sin darle mucha importancia. Abrió la carpeta, sin saber que estaba a punto de cometer un grave error.
Inmediatamente, el elefante cayó de rodillas al suelo, su expresión tornándose incrédula y confusa. No debió haber leído el contenido de esa carpeta.
Podía ver claramente en su mente el momento en que entro a la oficina de una de las supervisoras de la escuela y tomo aquel documento sin mucho problema, era su trabajo organizar los documentos... pero en su recuerdo, no se lo llevo para organizarlo junto a los demás, por primera vez sintió curiosidad de abrir la carpeta y leerlo... Ese documento estaba memorizado en su mente y ahora... nuevamente esa información se plasmaba en su consciencia.
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Dogday abría los ojos para comprobar si había resultado, topándose con un entorno completamente distinto al de su casa en SmileVille. Una cosa llamo su atención, estaba en las instalaciones de la guardería, pero al contrario de la vez que paso con CraftyCorn; no estaba en su habitación... En su lugar estaba en lo que parecía ser el pasillo de la escuela, sentado en una de las tantas sillas dentro de ese lugar.
El pasillo estaba iluminado por una luz fría y artificial, y las paredes parecían estar en perfectas condiciones. A lo lejos, se escuchaban risas de niños y el murmullo constante de una actividad incesante. Dogday se levantó lentamente, notando que su antiguo cuerpo había vuelto. Miró a su alrededor, buscando alguna señal de Bubba, pero no se encontraba por ningún lado.
—Bubba, ¿estás aquí? —llamó Dogday con voz firme—
No hubo respuesta inmediata, solo el eco de su propia voz resonando en el pasillo. Dogday comenzó a caminar, sus pasos resonando en el suelo de baldosas. Mientras avanzaba, las imágenes y recuerdos comenzaban a inundar su mente: escenas de su vida pasada, no había niños en el pasillo de la escuela, pero podía escuchar sus murmullos, incluso podía ver algunas cuantas sombras ir y venir en distintas direcciones del pasillo.
Todo le estaba dando una muy mala vibra a Dogday, sentía que algo no andaba bien, en un momento dado, justo antes de llegar a la habitación que llamaba más su atención; se topo con un calendario en la pared. Por algún motivo extraño se detuvo a mirarlo, solo para darse cuenta de que la fecha era un tanto curiosa, faltaban solamente un par de horas para el día de la alegría.
El perro simplemente sacudió su cabeza para apartar sus pensamientos y siguió avanzando sin detenerse.
Finalmente, llegó a una puerta parcialmente abierta. Con cautela, la empujó y entró en lo que parecía ser una sala con librerías. Dentro, encontró a Bubba sentado en el suelo, mirando con atención una especie de carpeta con un documento que Dogday no logro observar al acercarse. Al escuchar los pasos de Dogday, el elefante levantó la vista, para sorpresa del can; los ojos de Bubba no demostraban emoción, felicidad, interés y tampoco curiosidad... en su lugar solo podían demostrar un inmenso vació sin emoción alguna...
—¿Bubba?
Ante la mención; Bubba se sobresalto un poco, pero cambio su expresión nuevamente.
—No deberías estar aquí Dogday...
Dogday se quedó helado ante la fría respuesta de Bubba. La expresión de su amigo no era la que esperaba, y la atmósfera de la sala parecía más tensa de lo que había imaginado.
—¿Por qué lo dices? —Pregunto el can con preocupación—
—Por favor vete... —Dijo el elefante mientras ignoraba su pregunta—
Dogday sintió un nudo en el estómago ante la respuesta fría y cortante de Bubba. Había esperado una reacción de sorpresa o incluso incredulidad, pero no este rechazo tan rotundo. Por un momento pensó en hacerle caso al elefante y alejarse de ahí, pero no podía hacerlo... necesitaba encontrar el colgante de Bubba antes de poder salir de su mente.
—Bubba, solo quiero ayudarte
Ante lo dicho el elefante no dijo nada, simplemente se levanto de su lugar para acercarse al perro y entregarle la carpeta de forma agresiva, prácticamente empujándola en su pecho, el perro reacciono de forma instintiva y la sujeto entre sus manos mientras se recuperaba del leve golpe y observaba al elefante con preocupación.
—Léelo
El perro se sintió un poco intimidado por la seriedad con la que Bubba mantenía la situación así que sin poder negarse; el can abrió la carpeta para comenzar a leer el contenido.
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Informe de avance, iniciativa: Criaturas sonrientes
Jeremy ha demostrado tener una gran capacidad de aprendizaje, tiene cualidades intelectuales sorprendentemente definidas para su edad. Sus notas en la escuela dentro de la zona de la guardería son perfectas. Las distintas Miss Delight que se encuentran distribuidas por la escuela han presentado informes con respecto a su desempeño académico, retiene información basta con facilidad, lo cual es sorprendente considerando la edad que tiene.
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"Dogday" nos notificó que el niño estaba empezando a merodear por el edificio de los consejeros a altas horas de la noche, gracias a esa advertencia logramos evitar que Jeremy pudiera robar información importante o incluso enterarse de algo que no debía, es un riesgo mantenerlo en la guardería así que hemos optado por darle luz verde a la siguiente fase.
En comentarios simples, parece que tenemos un candidate optimo y con gran potencial, su personalidad hace juego con lo que se busca así que tal vez no sea tanto problema.
Se realizarán las pruebas correspondientes para determinar si el individuo cumple con los requisitos necesarios para pasar a la fase de experimentación. El personal de la guardería lo considera apto para iniciar con las pruebas en la estación de juegos.
Fin del comunicado.
Firma: Dr. Lewis
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Dogday sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras leía el contenido del informe. Las palabras eran frías y meticulosas, desprovistas de cualquier rastro de humanidad. El nombre "Jeremy" escrito en aquella carpeta le trajo un recuerdo muy nítido. Una noche la cual permaneció silenciosa y en la que pudo dormir tranquilo al pensar que había hecho algo bueno. Levantó la vista hacia Bubba, donde el elefante ahora mantenía una expresión molesta en contra suya.
—¿J-Jerem...-?
Dogday estaba sorprendido, parecía haber entendido las cosas con rápides, pero justo cuando estaba por hablar con el elefante para confirmar lo que pensaba, fue rápidamente callado por un golpe en su rostro de forma sorpresiva. El can no pudo evitarlo, fue enviado al suelo debido a la sorpresa; soltando la carpeta con el documento en el proceso.
Dogday sintió un intenso dolor en la mandíbula y el sabor metálico de la sangre en su boca. Se llevó una pata al rostro, mirando a Bubba con ojos llenos de incredulidad y miedo. Nunca había visto a su amigo tan furioso y descontrolado
—¡Fue culpa tuya! —gritó Bubba, su voz cargada de rabia y dolor— ¡Tu me convertiste en esto!
Dogday trató de incorporarse, sintiendo que su corazón se rompía al ver a Bubba tan herido y lleno de odio. El perro recordaba una parte de ese texto, recordaba el momento exacto en el que les dijo a sus superiores lo que sabía. Recordaba haberle contado a la doctora a cargo de él que un niño podía estar en peligro al merodear el ayuntamiento a altas horas de la noche. Les había revelado que ese niño llamado Jeremy intentaba entrar en el edificio de consejeros cada noche. Dogday no lo había delatado con la intención de perjudicarlo, en realidad, era todo lo contrario. Trataba de ayudarlo.
Salir a altas horas de la noche estaba prohibido para todos, incluyéndolo a él mismo. Pensó que tal vez los cuidadores de la guardería mantendrían vigilado a Jeremy, pero para su preocupación... el niño terminó desapareciendo y los cuidadores dijeron que había sido adoptado. Y tan solo un par de días después, Bubba llegó a la guardería. ¿Cómo pudo ser tan ingenuo?
—N-No sabía que ellos te harían eso... yo solo quería protegerte... —dijo Dogday con la voz quebrada, tratando de encontrar las palabras correctas— J-Jeremy, por favor...-
El can se callo en cuanto notó que el elefante parecía mantener su expresión de seriedad y enfado hacia él mismo. Dogday simplemente bajo la mirada, su culpa ahora era demasiada... ¿Era verdad? ¿Era culpa suya? ¿Había condenado a Jeremy a ser un experimento? Se sentía tan mal consigo mismo... no podía describirlo.
—No quiero que me llames así...
—...
Dogday solo pudo asentir ante la petición o advertencia que Bubba le dio. El can no podía mirar a Bubba ¿De qué iba a servir intentar animarlo o explicarle? Seguramente solo iba a lograr empeorar todo... Unos largos segundos de silencio se hicieron presentes en aquella habitación. Dogday podía jurar que habían pasado ya varias horas, pero en realidad solo lograron formarse un total de diez minutos sin decir nada. Finalmente, harto de ese silencio, Bubba camino hasta un cajón, en donde con cuidado tomo el colgante de bombilla que ese can buscaba y se lo arrojo para que pudiera sujetarlo.
—Haz lo que tengas que hacer... solo quiero despertar...
—P-Pero...
—¡HAZLO!
Grito de Bubba solo hizo estremecer a Dogday... Tal vez el can debió haber seguido el consejo de Crafty, en lugar de precipitarse con la verdad.
Dogday simplemente asintió después de recuperarse del grito y sujeto el colgante con fuerza para momentos después, todo se pusiera de color blanco...
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Los ojos de Dogday se ajustaban a la iluminación mientras los abría poco a poco. Una vez estuvo completamente despierto, Dogday observó al elefante, quien también parecía despertar.
—Bubba... ¿E-Estás bien? —preguntó con preocupación el can mientras se quitaba el colgante de bombilla—
Bubba terminaba de abrir los ojos. Sin decir nada, simplemente observó a su alrededor y, en cuanto identificó en donde se encontraba, el elefante se puso de pie sin muchos problemas y se quitó el colgante de Dogday a la par que le arrebataba a la fuerza el colgante de bombilla y trataba de ponérselo.
—¡Bubba, espera! —exclamó Dogday— No te lo pongas hasta que aceptes tus recuerdos... —Advirtió el can con preocupación, cambiando su expresión a una de angustia, intentando tocar el tema anterior nuevamente— No quería hacerte daño, de verdad...
—Ya es tarde para eso —respondió Bubba con una frialdad que Dogday nunca había escuchado en su voz, dirigiéndose hacia la salida—
—Déjame explicártelo, solo quería protegerte... —Sujetando su brazo para evitar que se vaya—
—¡SUÉLTAME! —Empujando al perro con brusquedad—
Dogday tropezó y cayó al suelo, mirando a Bubba con desesperación. El elefante, lleno de rabia y dolor, se detuvo un momento, respirando con dificultad. Finalmente, Bubba se giró para mirar a Dogday una última vez.
—Solo déjame en paz... —Murmuro el elefante mientras retomaba su camino y salía de la casa de Dogday—
Dogday se quedó en el suelo, observando cómo el elefante cerraba la puerta para poder retirarse del lugar... sensación de pérdida y culpa lo abrumaba. Estaba sorprendido, no esperaba Bubba resultará ser ese niño tan listo que se encontraba en la guardería... no se esperaba para nada algo de ese estilo. Sabía que la relación de amistad y confianza con Bubba nunca sería la misma, y esa realidad le pesaba en el corazón.
Más que ayudar, parecía que estaba empeorando las cosas...
Nota del autor: Hey c.c/
Lamento mucho la inactividad, el trabajo estuvo pesado estos días y bueno, no me daba tiempo de revisar el capítulo.
Las cosas con Bubba y Dogday se tornan difíciles, quise agregarles un trasfondo aprovechando el tema de sus recuerdos, y descuiden, con el resto de criaturas sonrientes pasará igual... les daremos un nombre y un pasado (Bajo lo que será el canon de está historia) ¿De qué forma? Solo les pido paciencia. Los problemas parecen aumentar, pero en realidad poco a poco se van dirigiendo hacia el mismo punto de quiebre.
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