Un día inolvidable
Al llegar a casa lo primero que hago es dirigirme a las cocinas a dejar los ingredientes para la cena y darles a los elfos las instrucciones necesarias para una cena perfecta, después me dirijo al salón del comedor, quiero decorarlo personalmente, quiero algo elegante y digno de una noche de celebración estilo Malfoy.
Invite a algunas amigas, de las pocas que me han quedado después de la guerra, también a los Greengrass, quienes a pesar de no ser una familia muy reconocida, nos han brindado apoyo gracias a la amistad que las dos chicas Greengrass le han brindado a mi hijo, Así como la señora Parkingson, con quien siempre hemos tenido relación gracias a las reuniones de alta sociedad mágica y también a la amistad entre Pansy y Draco, también invitamos a los Zabini, a los Potter (cortesía de mi nuera), a los Weasley (solo a la la familia del amigo de mi nuera), bueno, también a la ahora pequeña familia Nott (amigos de mi hijo y nuera). La mayoría de mis invitados han sido gracias a amistades entabladas por mi hijo y mi nuera como ya se podrán dar cuenta, pues desde que la guerra termino, me he alejado mucho de la sociedad, prefiero una vida tranquila, sin personas que invadan nuestra privacidad.
Mi decoración consiste en pequeñas luces color blanco que parpadean en el techo, para dar un ambiente agradable, los candelabros están relucientes, coloque en la mesa un mantel blanco abajo y otro más corto en cima, en color café, un arreglo floral en el centro de la mesa, algunas velas, las copas de cristal de la nueva vajilla que compramos Lucius y yo en nuestras ultimas vacaciones en Francia y la vajilla de plata de la familia Black, que me heredo mi madre (Druella Black) el día de mi boda.
El día de mi boda, es un día que recuerdo como si hubiera sido ayer, fue aquí mismo en Malfoy Manor. Los manteles eran de color blanco y verde botella como complemento, la vajilla era de plata también, pero está era del matrimonio Malfoy (los padres de Lucius) y no era ancestral como la de los Black, los candelabros brillaban especialmente, había ramos de rosas blancas en largos recipientes de plata adornados con listones verde botella que formaban la decoración, desde los patios, donde se celebro la boda, hasta el gran salón, en donde varias mesas se extendían decoradas para las familias invitadas, solo lo mejor de la alta sociedad mágica, reunida solo para presenciar el día que una Black y un Malfoy se unían en matrimonio. Mi madre estaba orgullosa con mi elección de marido y sobre todo orgullosa de la gran fiesta, lujosa a más no poder. Los mejores vinos, la mejor champagne, el mejor vestido (regalo de mi suegro Abraxas Malfoy) de diseño especial para la ocasión, unos preciosas zapatillas de color blanco y plata, una boda estilo Slytherin, sin dudas la boda del año.
Flashback
-estas lista Cissi- me llamo mi hermana Bellatrix, desde el marco de la puerta de la habitación en donde yo me estaba dando los últimos retoques antes de salir a contraer matrimonio.
-Dame un segundo Bella, necesito prepararme psicologicamente- respondo mientras aprieto con fuerza el pergamino arrugado en mi mano, tratando de evitar que Bellatrix lo vea y me lo quite antes de que pueda leerlo.
-De acuerdo,no tardes, no se baya a arrepentir nuestro querido Lucius- dijo sonriendo de lado y volviendo a cerrar la puerta.
Saco el pergamino y lo extiendo, es corto, la caligrafía no ha cambiado nada, es como si aun pudiese verla sentada en la mesa de la biblioteca escribiendo esos ensayos para la clase de Pociones, con esa perfecta y redonda caligrafía.
Los sentimientos se me cruzan en cuanto comienzo a leerlas primeras lineas.
Querida Narcissa.
Me hubiera encantado asistir a tu boda, gracias por la invitación, pequeña Cissi, lamento haberte decepcionado, pero me enamore, como tu de tu futuro esposo, no puedo solo renunciar a él por el orgullo familiar, le amo Cissi, como nunca antes, espero que puedas llegar a entenderme. Si fuera a tu boda solo conseguiría que mamá me echara de ahí no es así?
Estoy bien, mejor que nunca, tengo una bebita, quizá algún día quieras conocerla, se llama Nympadora, es preciosa y rubia, me recuerda mucho a ti Cissi, la amo demasiado, espero que no tardes mucho en darme un sobrino, si es que aún me consideras tu hermana y aceptas que sea su tía, espero que puedas llegar a comprenderme, de verdad lo lamento.
Felicidades por tu boda hermanita, espero que tu matrimonio perdure por muchos años, a pesar de los malos tiempos siempre recuerda que mientras tengan amor no deben dejar que cualquier cosa sea más fuerte que su matrimonio, Mis mejores deseos para esté día, te extraño, a ti y a Bella, extraño sus travesuras y tu pasión por la moda, las quiero a las dos, aunque Bella debe odiarme, quizá tu también lo hagas, pero no podía dejar pasar un día tan importante para ti, además a pesar de todo me invitaste a tu boda, gracias por ese tan noble gesto. Te quiero mucho hermanita.
Con cariño: Andromeda Tonks.
Unas lagrimas rebeldes se escapan de mis ojos, las limpio con un pañuelo para evitar hacer desastres con el maquillaje, "te quiero Andy"pienso antes de tomar el ramo de rosas y salir de la habitación, con las palabras de mi hermana rondando por mi mente y calando hasta el fondo de mi corazón, "te quiero Andy, lo siento mucho, siento no poder responder a tu carta, siento que no puedas estar aquí, siento no poder decirte que te quiero"
Fin de flashback
Claro, como pude olvidar mencionarle, una de mis honorables invitadas esta noche es Andromeda Tonks. Aún me siento mal por nuca haberme animado a conocer a mi sobrina Nympadora, aún me arrepiento de haber sido tan orgullosa, pero aveces cuando veo a su hijo pienso que debe parecerse mucho a ella, después de todo, su cabello es en algunas partes rubio. Sonrió, por que aun cuando no pude conocerla, tengo una parte de ella corriendo por los jardines y jugado con mi nieto cuando vienen de visita. Su nombre es Teddy Lupin y seguro vendrá junto con mi hermana, pues se la vive aquí últimamente, a Scorpius le encanta jugar con él y con el hijo de Blaise Zabini, el pequeño Alexandre Zabini, son todo un caos, arman un alboroto digno de un buen dolor de cabeza, pero bien vale la pena escuchar sus risitas de diversión.
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