Transformación (segunda parte) Verlian
Ninguno de los dos podía creer lo que veía. Entonces todo se aclaró en la mente de Eva, eso explicaba el comportamiento de Eddy, la luz en la habitación, la desconfianza de Jos, la luz en sus ojos, todo. Eva pudo ver como Erik se acercaba silenciosamente a la joven unicornio, para su sorpresa Jos no se movió, Erik se acercó más y acercó su mano tímidamente, al ver que el unicornio no se movía dio un paso más y le puso una mano en su crin, el unicornio, torpemente, puso el cuerno en su mejilla, Erik sintió como una cálida energía recorría todo su cuerpo y pudo sentir la magia dentro de él.
El chico sintió una presencia tras él, no le hizo falta darse la vuelta para saber quien era, Jos al verlo retrocedió algo asustada. Christian se quedó donde estaba, mirando al magnífico animal.
—No se siente segura contigo—murmuró Erik mirándolo.
—¿Puedes con ella?—le preguntó Christian.
—No lo sé—admitió el chico de mala gana, no quería dejar a la indefensa criatura con Christian, no era que no confiara en él, pero no era momento para confiar.
Christian asintió.
—Estaré cerca cualquier cosa.
El chico asintió en silencio, intentó acercarse de nuevo al unicornio, pero este retrocedió aún más, Erik se acercó más y empezó a murmurarle palabras reconfortantes, intentando tranquilizarla, después de un rato lo logró y la joven unicornio se recostó en el suelo más tranquila.
Erik dio un paso atrás para contemplar al magnífico animal. Su crin brillaba con una luz particular que no había visto antes, como un diamante.
—Ahí lo tienes—murmuró Eva.
Erik se volvió, casi había olvidado que estaba ahí.
—¿Tengo qué?—preguntó Erik confundido.
—Como un diamante—repitió la chica mirándolo con una sonrisa—Verlian.
—¿Cómo haces?—preguntó Erik asombrado, Verlian en idhunaico significa diamante. Volvió a fijar su atención en el unicornio—Verlian, ¿qué te parece?—el unicornio se levantó y lo miró, mostrándole su aprobación.
—Me gusta—contestó Jos volviendo a su forma humana.
Erik dio un paso al frente tomándola de la cintura evitando que cayera al suelo.
—Estás cansada, necesitas descansar—dijo Erik, poniéndola en pie de nuevo.
—Apenas puedo mantenerme en pie—asintió la chica en un susurro.
—Entonces no lo hagas.
Erik la levantó en brazos con cuidado y le hizo un gesto a Eva para que volvieran al Oráculo. Jos dejó caer su cabeza en el pecho de Erik y en poco tiempo se quedó dormida. Al llegar al Oráculo encontraron a Zaisei hablando con el Padre Ha-din, ambos parecían preocupados y al ver a Jos la preocupación desapareció de sus rostros.
—Gracias a los seis que la encontraron—Zaisei se acercó a los jóvenes aliviada—estábamos muy preocupados ¿dónde se habían metido?
Ninguno contestó, aún no habían terminado de procesar lo que había pasado y no estaban listos para hablar de eso, Zaisei asintió al ver la duda en sus corazones.
—Llévenla a su habitación para que descanse, ustedes también deberían descansar—opinó el Padre Ha-din al ver lo cansados que estaban—Me encargaré de que nadie los moleste, Eddy y Nicolle ya están ahí.
—Gracias Padre.
-------
El viaje hasta Vanissar fue bastante largo, ya que no querían llamar mucho la atención y Yandrak no sería la mejor forma para pasar desapercibidos.
Duraron cinco días enteros en llegar al reino humano, fueron inmediatamente al castillo, donde les costó más evitar a las personas ya que la mayoría eran los mismos que habían estado ahí hace quince años y podían reconocerlos, pero, para alivio de todos, ninguno los reconoció y lograron entrar al castillo sin problema, como ya conocían bien el castillo no tuvieron mucho problema en llegar a la sala del trono donde, como era de esperarse, estaba el rey hablando con sus consejeros, al verlos llegar, palideció y con un gesto despidió a sus consejeros que se retiraron de inmediato.
Nadie dijo nada por un largo rato, tan sólo se miraron en silencio esperando que el otro hablara primero. Fue Covan quien decidió tomar la palabra en primer lugar.
—Pero que sorpresa, no entiendo como lograron llegar hasta aquí, pero bueno, comparado con las cosas que son capaces de hacer—al decir esto le dirigió una mirada peligrosa a Victoria.
—Que quede claro una cosa—le advirtió Jack—estamos aquí para hablar, no pienso oír tus insultos.
—Habla entonces.
Covan se sentó en el trono, le pidió a los guardias que los dejara solos y esperó a que hablaran. Jack le habló del regreso de los sheks, de los planes del Séptimo y de la nueva profecía, sin entrar en detalles sobre los niños—ya no confiaban en él, como para decirle que ellos estaban en Awa—. Le pidieron ayuda para poner fin a los planes del Assher antes de que sea demasiado tarde.
Covan lo escuchó en silencio sin interrumpir, cuando el dragón terminó de hablar se quedó en silencio meditando sobre que hacer, al final se levantó y se acercó a ellos.
—¿En verdad piensas que, después de todo, te ayudaremos, tan sólo porque tu hijo está en peligro?—preguntó Covan con el ceño fruncido.
—No, nos ayudarás porque tú pueblo está en peligro y el planeta entero—le recordó Victoria con paciencia.—Esta no es una cuestión de sólo mis hijos, es de los hijos de todos, el mundo entero está en peligro. ¿Qué harás, te dejarás llevar por tu orgullo y te quedaras de brazos cruzados o nos ayudaras a salvar al mundo del Séptimo?
—Tu hija, ya es parte del Séptimo— le espetó Covan con repugnancia.
El rostro Victoria se endureció y de no ser por Shail se hubiera tirado encima del rey.
—¡Mi hija no es ninguna parte del Séptimo!—gritó Victoria furiosa—y no permitiré que nadie la insulte de esa forma.
Al principio Covan parecía dispuesto a replicar, pero estaba en evidente desventaja así que prefirió quedarse callado, Victoria tampoco replicó, sabía que eso iba a pasar tarde o temprano, pero no iba a dejar que nadie le hablara de esa forma. Shail le dirigió una mirada a Jack antes de soltar a la mujer. Covan los miró un segundo más, antes de negar con la cabeza, dándoles a entender que no los ayudaría, Jack soltó un largo suspiro.
—Haz lo que quieras.
Un segundo después los tres caminaban por la ciudad de vuelta a Awa cuando un dragón artificial pasó volando sobre sus cabezas, muchas personas gritaban y señalaban al dragón encantados, Victoria se percató de que Jack no parecía muy contento, sus ojos estaban llenos de añoranza, a pesar de todo lo que ellos le habían hecho a su familia, no podía odiarlos, pues, aunque sólo eran madera, le recordaban a sus ancestros, era la muestra de que no estaba solo.
Victoria al ver esto lo abrazó por detrás de forma reconfortante, Jack le pasó una mano por los hombros y le dirigió una sonrisa de gratitud. Shail los miró pensativo, ambos eran uno niños asustados cuando los había salvado de la muerte y ahora sus hijos eran los niños asustados que tenían que cumplir con una absurda profecía, ¿por qué no los podían dejar vivir en paz? Ellos merecían eso y mucho más, pero era obvio que los dioses no pensaban igual.
Al salir de la ciudad decidieron no descansar hasta alejarse lo suficiente, a pesar de que todos estaban exhaustos sabían que era lo mejor. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos hicieron un improvisado campamento donde pasaron la noche, poco antes del segundo amanecer reanudaron su marcha, Jack propuso un par de veces ir volando, pero Shail le recordó que no habían dragones dorados entre los dragones artificiales y descartaron esa idea.
-------
Se despertó al escuchar la puerta abrirse, ella al igual que su padre se despertaba con cualquier sonido por más silencioso que fuera, al abrir los ojos vio a Jos en la puerta intentando salir mientras que Nicolle le sostenía la puerta con una mano y con la otra la tomaba del brazo evitando que saliera, la joven buscó a Erik con su mente y le mostró lo que acababa de ver, un segundo después apareció el chico quien tomó a Nicolle del brazo y la alejó de su hermana.
—Ni se te ocurra volver a tocarla—le espetó Erik furioso.
La shek le sostuvo la mirada un rato para después darse la vuelta e irse, Erik se volvió hacia Jos con una sonrisa.
—¿Estás bien?
La joven no contestó, por toda respuesta le dirigió una mirada tímida a Eva, Erik entendió la indirecta y abrió la puerta.
—Vamos a dar una vuelta—dijo Erik tendiéndole la mano.
La joven lo miró un segundo para luego tomar su mano y salir juntos de la habitación.
—¿Ya te sientes mejor?
La joven asintió en silencio, dejando en claro que no era así, Erik la abrazó por los hombros y le depositó un beso en la frente.
—La próxima vez que Nicolle te haga algo se las verá conmigo, lo prometo.
--------
Después de una larga caminata llegaron al bosque de Awa donde pudieron quitarse las capuchas y seguir normal, hasta ver el Oráculo. La alegría, de haber llegado por fin, se esfumó por completo de sus rostros al ver a los niños, Erik estaba muy serio, a su lado estaba Eva, ella estaba más seria de lo normal y parecía preocupada, por los gestos que hacían, Victoria supo que estaban hablando y que algo iba mal, Jos estaba dormida en el césped con la cabeza en las piernas de Eddy, y Nicolle estaba más lejos jugando con su cabello.
Los mayores estaban tan concentrados en su conversación que no se habían percatado de la presencia de los adultos hasta que los tuvieron a la par.
—¡Mamá!—exclamó Eva sobresaltándose—ya volvieron, ¿cómo les fue?
—Me parece que eso no es lo más importante ahora, ¿no es así?— preguntó Victoria.
Ambos guardaron silencio.
—Adelante chicos dígale—los presionó Nicolle, de mal modo, desde su lugar.
Jack le dirigió una mirada amenazante que la hizo callar.
—¿Decirnos qué?—preguntó Jack volviendo su atención a los mayores.
Erik miró a los gemelos.
—Aquí no—le suplicó Erik—además supongo que Christian se los dirá más tarde.
—Así es—Christian venía saliendo del Oráculo.
Nicolle iba a replicar, pero su padre la silencio con una mirada.
—¿Qué es lo que nos tenían que decir?—preguntó Victoria.
Christian le dirigió una mirada a los niños.
—Deberíamos hablar a solas.
Jack y Victoria asintieron.
—Yo mejor los dejo—opinó Shail, entrando al oráculo.
—¿Vamos?
—Claro.
La Triada siguió al mago hacía el Oráculo, Christian se detuvo antes de entrar.
—¿No vienen?—le preguntó a los mayores.
Ambos se miraron sorprendidos, enseguida se levantaron y los siguieron. Fueron hasta la habitación de Jack y Victoria. Cuando todos estuvieron listos, los jóvenes les explicaron lo que había pasado el tiempo que habían estado fuera y los problemas que habían tenido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top