Transformación (primera parte)

Con un mes de estar en Idhún, la Triada decidió ir a Vanissar a hablar con el rey Covan. Para evitar problemas decidieron que sería mejor que los niños y Christian se quedarán en Awa mientras Jack, Victoria y Shail iban a Vanissar. El día antes de partir, el Padre Ha-din convocó una reunión a la cual los niños no estaban invitados así que fueron al bosque a caminar.

—No creo que sea buena idea, deberíamos volver—dijo Jos, mirando a Eva y a Erik alejarse— Christian dijo que no nos separáramos.

—Descuida nada nos va a pasar—la tranquilizó Nicolle.

—Sigo sin creer que...—su voz se vio interrumpida, su rostro se torno pálido, sus ojos se pusieron en blanco y se desmayó.

—¡Jos!—exclamó Eddy atrapándola un segundo antes de que cayera al suelo—Jos despierta.

—Eddy, baja la voz—dijo Erik corriendo hacia él al ver a su hermana en el suelo—No queremos atraer la atención de todos.

—¿Qué le sucede?—preguntó Nicolle, inclinándose junto a su hermana.

—No lo sé—contestó Erik.—Ve a buscar a alguien—le ordenó a Nicolle, sin mirarla.

—Pero...

—Ve a buscar a alguien—repitió Erik cortante.

La joven shek asintió a regañadientes y corrió hacia el Oráculo.

—Jos—llamó Eddy con un hilo de voz.

Erik volvió a fijar su atención en él.

—Ven—dijo intentando separarlo de Jos, pero este no se movió.—Estará bien, suéltala.

Eddy siguió sin moverse.

—Eddy—pero este negó con la cabeza.

Erik iba a replicar, pero Eva lo detuvo y se inclinó junto a Eddy.

—Déjala.

Este volvió a negar con la cabeza. Erik iba a decir algo, pero en ese momento apareció Christian, el shek se inclinó junto a la chica y le puso una mano en la frente.

—¿Qué sucedió?—preguntó Christian levantándose.

—No..., no lo sé, sólo se desmayó—balbuceó Eddy.

Christian lo miró.

—Estará bien— lo tranquilizó mirándolo.

El chico asintió no muy convencido. Christian se volvió a inclinar junto a la niña y la levantó.

—Vamos.

Eva y Erik intercambiaron una mirada significativa.

—Ahora te alcanzamos—dijo Eva ayudando a Eddy a levantarse.

Christian la miró, Eva le sostuvo la mirada unos segundos, pero al final la apartó.

—No se tarden.

—Por supuesto.

Christian siguió su camino hacía el Oráculo, Eddy hizo ademán de seguirlo, pero Erik lo detuvo negando con la cabeza. Los jóvenes esperaron hasta perderlo de vista, para darse vuelta y seguir caminando por el bosque.

—¿Qué sucede? ¿a dónde vamos?—preguntó Eddy confundido.

—A caminar—contestó Eva con indiferencia.

Eddy se detuvo.

—No es un buen momento para caminar—replicó el chico enojado.

—Cálmate—le pidió Erik deteniéndose— Jos estará bien, sólo se desmayo.

—¿Por qué estamos aquí?— preguntó Eddy de nuevo.

—Necesitabas dejar a Jos y despejarte—explicó Eva.

—Estoy bien—dijo Eddy, se dio la vuelta y empezó a caminar de vuelta hacia el Oráculo.

—¡Eddy!—exclamó Erik siguiéndolo.

"Erik, déjalo"—le pidió Eva mentalmente, pero él no se detuvo.

El chico apresuro el paso, pero Erik fue mas rápido y lo alcanzó.

—Eddy espera.

—No tengo tiempo para escucharte—contestó Eddy molesto.

Erik lo detuvo tomándolo del brazo.

—Déjame—dijo Eddy intentando soltarse, pero Erik lo tomaba con fuerza y no pudo hacerlo.

—Mírame—le pidió buscando su mirada, pero este bajo la cabeza—Vamos Eddy, mírame—lo tomó de la barbilla obligándolo a mirarlo—Jos va a estar bien.

—No lo sabes—replicó Eddy.

Erik lo soltó, Eddy se dejó caer en el césped y arrecostó la espalda en el tronco de un árbol.

—No fuiste del todo sincero con Christian cuando te preguntó que le había sucedido.

—¿Qué quieres decir?—preguntó Eddy, pero al ver la cara de su hermano se retractó—¿Cómo lo sabes?

—No estaba seguro, pero me lo acabas de confirmar—respondió Erik—¿Qué te dijo Jos?

El niño no contestó, por toda respuesta ocultó su rostro entre las rodillas.

—Eddy, ¿qué te dijo?—repitió Erik con suavidad.

Eddy levantó la mirada, de alguna forma, él nunca había llegado a confiar ciegamente en Nicolle o Eva ya que a pesar de todo, ellas seguían siendo sheks y el dragón, pero con Erik era distinto, en él confiaba ciegamente, pero esta vez era diferente, no era su secreto y además últimamente él pasaba mucho tiempo con Eva y estaba seguro que ella estaba escuchando lo que decían.

—No puedo, Erik, lo siento—negó el chico levantándose.

—Como quieras, pero Christian no quedará conforme con eso—le advirtió Erik.

—Lo sé, pero descuida, si para mañana no despierta te lo contaré—le aseguro Eddy no muy convencido.

—Esperemos que eso no llegue a pasar—repuso Erik llegando hasta él, lo tomó de los hombros y lo guió de vuelta al Oráculo.

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—Papá, ¿dónde están mamá y Jack?—preguntó Nicolle al verlo llegar.

—Ya se han ido, busca a Zaisei, dile lo que pasó, te espero en tu habitación.

Nicolle asintió y se fue. Christian siguió hasta la habitación de las chicas. Al llegar recostó a Jos en su cama y se sentó a su lado, algo no estaba bien, había sentido una presencia extraña antes y al intentar contactar con Eva esta no le había permitido el paso, era imposible que no lo hubiera reconocido.

—¡Por los seis!—exclamó Zaisei al ver a Jos tan pálida—¿qué le ha sucedido?

—Al parecer se ha desmayado—contestó Christian sin mirarla—¿crees que puedas quedarte con ella hasta que Erik regrese?

—Por supuesto, vete tranquilo.

—Gracias.

Zaisei se volvió a mirarlo, pero ya se había ido," Jamás me acostumbraré" pensó Zaisei divertida. "Ya lo creo" le contestó una voz en su mente haciendo que soltara un respingo. Al volverse se encontró con Nicolle, que la miraba con sus ojos de hielo, la celeste le sostuvo la mirada unos segundos para después apartarla intimidada, no podía creer que una niña de dieciséis años tuviera tanto poder, pero claro, eso era de esperarse al ser hija de un shek y un unicornio.

La joven avanzó hasta llegar a su cama donde se recostó y cerró los ojos, a simple vista parecía relajada, pero Zaisei sabía que estaba preocupada por su hermana. Estaba tan centrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que Erik y Eddy habían llegado, el mayor se había acercado a Jos, a asegurarse de que estuviera bien. Eddy se quedó en el marco de la puerta dudoso.

—Puedes irte—le dijo Erik a Zaisei, después de mirar a Jos—nosotros la cuidaremos, gracias.

—Llámame si necesitas algo.

Erik asintió en silencio tomando la mano de su hermana entre las suyas. Zaisei la miró una vez más antes de irse, al pasar junto a Eddy se detuvo.

—No es nada grave—le aseguró la celeste al sentir su preocupación.

Cuando Zaisei se fue Eddy se acercó tímidamente a la cama de su hermana y le puso una mano en la frente. Todos le decían que iba a estar bien, que no se preocupara, pero él no podía dejar de preocuparse, era su hermanita, la que siempre había estado con él, no podía dejar que le pasara nada. Erik lo miró, sabía que Eddy estaba asustado por lo que le podría estar pasando a Jos, pero no quería decirle que era lo que le pasaba y si él no le decía nada quizá podría terminar mal.

En ese momento llegó Eva, la joven se colocó junto a Eddy y le dijo que fuera a descansar, este asintió no muy convencido y se fue. Ambos hermanos intercambiaron una mirada, Erik sólo asintió y salió de la habitación. Nicolle se sentó en la cama.

"Si sabes que esto es más que un desmayo. ¿Verdad?" —preguntó Nicolle en su mente.

"Por supuesto, pero Eddy no quiere decirnos que es" —contestó Eva de la misma forma.

"Hay otra forma."

"No, no lo haré sin su consentimiento, y tú tampoco" —Eva le dirigió una mirada amenazante.

"¿Quién lo dice? ¿tú?—preguntó Nicolle desafiante.

"¡Basta!, no haremos nada sin su consentimiento."

Nicolle se paró de un salto.

—No me importa lo que tú...

Una intensa luz las deslumbró por unos segundos, cuando la luz cesó ambas jóvenes se volvieron hacia la cama de Jos que era de donde provenía la luz, las sábanas estaban en desorden y no había rastro de Jos. Sin una palabra Eva salió corriendo de la habitación, al llegar a la habitación de su hermano entró sin pensarlo y con una palabra Erik se levantó de un salto y fue a avisarle a Zaisei. Eddy hizo ademán de levantarse, pero Eva lo detuvo.

—Quédate aquí—le ordenó antes de salir de nuevo con Nicolle pisándole los talones, entonces se detuvo—tú también—añadió y sin darles tiempo de replicar salió a buscar a su hermana.

Eddy no quería quedarse ahí sin hacer nada, pero el tono de su hermana no permitía negación. En pocos minutos la ciudad entera buscaba a la niña desaparecida, la buscaron en el Oráculo, la ciudad y sus alrededores, Eva buscó su presencia expandiendo su mente, pero nada de eso parecía funcionar, era como si se hubiera evaporizado y por si fuera poco Christian se había ido y aun no había vuelto, estaban solos en eso. Erik y Eva se adentraron en el bosque y justo cuando se iban a dar por vencidos una nueva luz apareció a un par de metros de ellos, ambos se volvieron y encontraron lo que buscaban.

Cerca de ellos estaba la criatura mas hermosa que hubieran visto nunca. Su crin era de color plateado brillante al igual que su cola; y sus ojos eran verdes con una luz particular, pero lo mas llamativo de todo era su cuerno, tan brillante como su crin.

—Jos.

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