Reencuentros

De camino a la casa ambos hermanos pusieron a la chica al corriente de todos los acontecimientos, incluyendo todo lo que su padre les había dicho.

—A ver un momento—los detuvo Amelia levantando una mano pidiendo silencio—¿me estás diciendo que tus padres sabían que Jos iba a morir y se quedaron de brazos cruzados?— preguntó Amelia estupefacta.

Ambos hermanos asintieron con la cabeza gacha.

—Sí—musitó Erik con la cabeza gacha—sé que tenían sus motivos, pero...—el chico hizo una pausa con tristeza— ¿a quién engaño?—se preguntó Erik en voz alta—quiero pensar que tenían sus motivos, que lo hicieron porque era necesario, pero..., entre más pasa el tiempo, más siento que la dejaron morir por nada, todo este tiempo me he dicho que ellos tenían sus razones, que no lo habrían hecho de tener más opciones, lo necesitaba, necesitaba una razón para aliviar la carga, lo... lo necesito—balbuceó el chico con tristeza— pero ahora, ahora ya no sé que creer—terminó el chico al borde del llanto.

Al notar esto Amelia tomó su rostro entre sus manos y le acarició el rostro con una mano.

—No llores—le suplicó la joven con una mirada tranquilizadora— tienen sus razones, estoy segura, sé que jamás lo harían sin ninguna razón, conozco a tus padres, Jos siempre ha sido la luz de la vida de Jack y Victoria, jamás la hubieran dejado morir si hubieran podido evitarla.

Erik asintió en silencio aún bastante afectado. Amelia le depositó un beso en la frente con cariño, se quedaron un momento así hasta que el chico se tranquilizó, sólo entonces se separaron a ninguno se le escapó la mirada que les dirigió Eva.

—¿Qué?

La joven se encogió de hombros.

—Yo no he dicho nada—murmuró la chica conteniendo una risa.

—¿Te burlas de nosotros?—preguntó Amelia arqueando una ceja.

—No, no, por supuesto que no, ¿cómo se te ocurre?—negó Eva a punto de estallar en carcajadas.

—Pffff, ya ríete, que más da—dijo Erik dándose por vencido.

No había terminado de hablar cuando la joven ya reía a carcajadas.

—Ya, ya, lo siento... jajajajaja...—la joven tuvo que dejar de hablar ya que la risa no se lo permitía, se llevó ambas manos al estómago sin poder parar de reír, en seguida a los chicos se les contagió la risa y no tardaron en reír también— ya, ya, lo siento, es que ustedes, son tan lindos—terminó la chica con ternura a la vez que los tomaba a ambos por las mejillas— el día que se casen yo seré la madrina, ¿entendido? pobre de ustedes si me doy cuenta de que escogieron a alguien más—terminó la chica abrazándolos a ambos.

Los dos enrojecieron al máximo, pero ninguno lo desmintió, lo cual provocó que la sonrisa de la chica aumentara.

—¡Oh! Ya cállate.

La joven sonrió con gracia.

—Ya, ya, es sólo que ustedes son mi pareja favorita.

Al llegar a la casa encontraron la puerta medio abierto lo cual preocupó a todos, los tres echaron a correr hasta llegar a la sala, el miedo en sus rostros se esfumó al ver a todos bien, sus padres estaban hablando en un rincón junto con Shail y Kimara, un poco más allá se encontraban Izun hablando con su madre, y Luthen hablaba con su padre un poco más alejado, Aledis se encontraba en el sillón y junto a ella se encontraba Eddy.

Ambos hermanos intercambiaron una mirada sin comprender, Eva negó con la cabeza y se encogió de hombros, Erik se acercó al chico aún con la joven tomada de la mano, esta la siguió sin poner objeciones, el chico recorrió la habitación en silencio, todos se detuvieron al verlo entrar y muchos detuvieron su mirada en la chica a su lado, a nadie se le escapó que la llevaba de la mano.

Al llegar a su lado se inclinó y lo miró a los ojos, este le devolvió la mirada un momento en silencio, de nuevo el chico lo miraba asustado y nervioso, aunque esa mirada se había vuelto tan normal en su rostro que ya no le resultaba extraño. Erik le colocó una mano en el hombro con suavidad, este se acercó más y lo abrazó.

Cuando se hubieron separado el chico se sentó a su lado junto con Amelia.

—¿Te acuerdas de ella?—preguntó Erik tomando la mano de la chica entre las suyas.

El chico la estudió un segundo en silencio antes de negar con la cabeza.

—No, claro que no, eras muy chico para ese entonces, su nombre es Amelia, es amiga mía, la conociste hace un tiempo en casa—se apresuró a decir Erik.

Eddy asintió en silencio, Amelia iba a decir algo, pero en ese momento se acercaron Jack y Victoria, haciéndola callar, Victoria iba a decir algo, pero al ver a Amelia se detuvo, la joven se apresuró a levantarse y abrazó a la mujer con cariño.

—Meli—murmuró Victoria con una sonrisa correspondiendo al abrazo—ha pasado mucho tiempo, cuanto has crecido.

—Yo también te extrañé—murmuró la joven hundiendo su rostro en su hombro.

----
No olviden votar y comentar😉❤
🚫No a los lectores fantasma🚫

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top