Planes
—Te dije lo que tenías que hacer, pero nunca escuchas—le reclamó Nicolle furiosa.
Eva puso los ojos en blanco, aún no había amanecido siquiera y Nicolle ya le estaba echando en cara lo que había sucedido, Jos ya estaba bien, no entendía por qué la furia de su hermana hacía Eddy, bueno en realidad si lo sabía, pero bueno.
—Baja la voz— le espetó Eva— te dije que no íbamos a entrar en la mente de nadie sin su permiso, pero al parecer yo no soy la única que no escucha, así que te lo voy a repetir, ¡no entraremos en la mente de nadie sin su permiso! ¿entiendes?
—¿Eso fue lo que dijeron ayer en la reunión?— preguntó Nicolle.
—Sabes que no podemos hablar de eso y no, no fue eso— repitió Eva por milésima vez.
Nicolle iba a decir algo, pero en eso apareció su padre.
—Ya basta—le dirigió una mirada a Eva, quien entendió en seguida y se retiró.
—¿Déjame adivinar?, no debes dejarte dominar por el instinto, debes controlarlo, no le hables así a tu hermana, ella tiene razón, bla bla bla— preguntó imitando la voz de su padre.
—Si sabes que voy a decir eso ¿entonces por qué no haces eso y ya?— preguntó Christian pacientemente.
Nicolle soltó un bufido.
—Lo sabía, siempre de su lado.
—Sabes que no es cierto, no estoy de su lado, ni del de nadie, jamás lo he estado, sólo digo que estás equivocada y no debes entrar en la mente de nadie sin autorización—dijo Christian ignorando el tono impertinente de la chica.
—Por favor, lo dice el hombre que mató a miles de personas sólo entrando en su mente, pero claro antes pidió permiso para entrar en su mente— ironizó Nicolle furiosa.
—Eso es precisamente lo que queremos evitar— le recordó el shek.
—Ajá.
—No entrarás en la mente de Eddy— sentenció Christian sin darle oportunidad de replicar añadió—Jack no tendrá mi paciencia y menos si se trata de su hijo, yo no pienso intervenir si algo pasa por tus acciones— le advirtió.
Nicolle se volteó a mirarlo pero este ya se había ido, salió de la habitación y empezó a dar vueltas por el Oráculo, no podía creer que su padre la dejara sola a su merced, cada vez que Jack perdía los estribos con ellas, Christian o Victoria solían interrumpir y normalmente terminaban en una pelea, no podía imaginar como iba terminar eso.
Perdida en sus pensamientos, llegó a las habitaciones que habían del lado sur, jamas había estado ahí, no le sorprendió encontrarse a la hija de Shail con Eddy, ambos se habían hecho grandes amigos, desde aquella tarde que se conocieron. La semiceleste al verla le mostró una tímida sonrisa, Eddy por otro lado no parecía tan contento como ella, la joven no tardó en descubrir la tensión que había entre ellos, se despidió de los hermanos y se fue, Eddy también se despidió y se alejó de su hermana, sabía que era mejor evitar problemas, pero Nicolle no estaba de acuerdo en eso y lo siguió, el chico al verla aceleró el paso hasta llegar a la planta baja, donde salió a la ciudad, la joven lo siguió con una distancia prudente, pero aún así el chico sabía que estaba ahí.
Cuando estaba a punto de volver vio a Jos acercarse a Eddy y murmurarle algo al oído antes de ir en dirección al bosque, un segundo después de perderla de vista vio una luz por unos segundos, antes de que desapareciera, esa fue la gota que derramó el vaso. Corrió hasta donde estaba Eddy.
—¿Qué te dijo Jos?—preguntó Nicolle en cuanto llegó.
—Nada importante— contestó este encogiéndose de hombros.
—Dime, dime o te juro que lo averiguaré a mi forma— lo amenazó la shek desafiante.
Eddy tan sólo le dio la espalda, Nicolle lo tomó del brazo volviéndolo, pero el chico sabía cuales eran sus intenciones y cerró los ojos con fuerza, Nicolle lo abofeteó intentando hacer que abriera los ojos, pero este no se rindió tan fácilmente, Nicolle siguió golpeándolo hasta que al fin el chico se dio por vencido, fueron sólo un par de segundos, pero eso bastó para que la chica entrara en su mente, intentó encontrar la información suficiente para confirmar sus sospechas, pero no pudo hacerlo porque una mano la tomó del hombro y la tiró hacía atrás cortando el contacto visual, al principio no lo reconoció ya que este se había inclinado junto a Eddy, que estaba en el suelo inconsciente, cuando se volvió a levantar con el niño en brazos, la chica lo reconoció y palideció.
De todas las personas en ese bosque ¿por qué Jack? Esperaba que este le gritara o hiciera algo, pero se equivocaba, el hombre se arrodilló junto a ella y le puso una mano en el hombro, un segundo después todo daba vueltas y aparecieron en la habitación de los chicos, ahí estaban Eva y Erik quienes al verlos lo entendieron todo, Jack acostó al chico en su cama y se volvió hacía Nicolle. Eva se acercó a Eddy y con el permiso de Jack entró en la mente de su hermano, borrando el daño que Nicolle le había dejado.
—¡¿En qué demonios estabas pensando?!— preguntó Jack acercándose a la niña con una mirada que daba miedo.
—No permitiré que por su silencio algo le pase a Jos—contestó Nicolle.
—¿Qué es lo que le pasa a Jos que tanto te interesa saber como para averiguarlo de esta forma?—inquirió Jack cruzándose de brazos.
—Sí tanto te interesa la seguridad de tu hija, como tú dices, no dudarías en dejarme hacerlo— insistió Nicolle impertinente.
Eva negó con la cabeza y Erik dejó escapar un suspiro, eso no iba a terminar bien.
—¡No te atrevas a cuestionar la importancia de mis hijos en mi vida!—le espetó Jack acercándose a ella.
—Ahora entiendo por qué Jos te guarda secretos, pero al ver que a ti no te importa la seguridad de tu hija...
Jack la hizo callar con una bofetada, sorprendida Nicolle dio un paso atrás y tropezó cayendo sentada en el piso, la chica se llevó una mano a la mejilla golpeada, ni siquiera hizo ademán de levantarse.
—Ya basta, que no se te vuelva a ocurrir entrar en la mente de nadie sin su permiso— La chica ni siquiera fue capaz de sostener su mirada.
Fue entonces que se percató de la persona que estaba en la puerta, Nicolle lo miró suplicándole que la ayudara pero este no se movió de donde estaba, ya se lo había advertido, no le iba a ayudar, esta vez no.
—Ve a buscar al Padre Ha-din— le pidió Jack a Erik, quien asintió— dile que convoque una reunión, tenemos que hablar.
Jack la tomó del brazo con fuerza y la levantó, la chica forcejeó entre sus brazos intentando soltarse, pero el hombre no tenía intenciones de hacerle daño y la soltó.
—Que nunca más, escúchame, ¡nunca más! se te vuelva a ocurrir entrar así en la mente de alguien, ¿queda claro?
La chica le dirigió una mirada a su padre que la miraba con indiferencia y entendió que no tenía opción. Asintió con la cabeza.
—¿Perdona?
—Sí señor—se apresuró a corregirse a la vez que bajaba la mirada dándose por vencida.
Jack asintió complacido. Le dirigió una última mirada Nicolle antes de salir, al pasar junto a Christian se detuvo y lo miró, la actitud de la joven no era propia de ella, era propia de él y eso lo preocupaba.
Al seguir caminando encontró a Jos, la chica casi lo bota al pasar a su lado.
—Oye, oye, ¿adónde vas tan deprisa?—preguntó Jack deteniéndola.
—Pude sentir a Eddy.
Jack frunció el ceño.
—¿Desde cuando puedes hacer eso?
—No lo sé.
—Bueno, pero no quiero que te pelees con Nicolle, lo que haya sucedido con Eddy ya lo solucione yo.
Jos apretó los labios con furia, Jack la tomó del hombro y la obligó a mirarlo, esta bajó la cabeza incómoda.
—Por favor, hazlo por tu madre.
La joven lo dudo pero al final aceptó. Al perder a su padre de vista hecho a correr y fue a la habitación de su hermano, antes de llegar a la habitación encontró a Eva, la joven la observó en silencio pero no dijo nada y ambas siguieron con su camino, al entrar a la habitación encontró a Christian y a Nicolle discutiendo, pero no le tomó importancia y llegó hasta la cama donde estaba su hermano levantó la cobija y se acurrucó a su lado, no tardó en sentir los brazos de su hermano rodeando su cintura, no tardó en quedarse dormida.
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Jack siguió su camino hasta la sala de reuniones, Victoria, Shail y Zaisei ya estaban ahí, junto con tres sacerdotisas, cinco sacerdotes y la Madre Venerable, Karale. Jack los saludó, con una inclinación de cabeza y se sentó al lado de Victoria, esta lo miró preocupada, pero no dijo nada, un par de minutos después llego Christian seguido de Eva, ambos se sentaron esperando a los miembros restantes, no tardaron mucho en llegar Ha-din y Erik, ambos se sentaron y la reunión empezó.
Shail narró su visita al rey, al terminar, la Madre Venerable propuso pedirle ayuda a los demás reinos humanos. Después de pensarlo bien decidieron pedirle ayuda a los Yan primero y como era de esperar esta misión le tocó a la Triada, pero esta vez con sus hijos, si hace un par de horas les hubieran dicho eso, Erik estaba seguro que se habrían negado, pero dadas las circunstancias aceptaron.
—No creo que sea buena idea que vayan tantas personas, llamarían demasiado la atención—opinó Zaisei.
—Y tampoco se pueden quedar aquí más tiempo—asintió Victoria.
—Creo que lo mejor es salir de aquí juntos de aquí y luego separarnos— añadió Eva tímidamente, todas las miradas se dirigieron a ella, quien se sonrojo.
—No es propio de ti mostrarte tímida—observó Christian divertido aunque no lo demostró, la joven le dirigió una tímida sonrisa—. No es mala idea— añadió volviendo su atención a Victoria que asintió.
—Pero a ¿dónde irían?— preguntó Shail— no podemos mandarlos a los cinco solos en un mundo desconocido.
—Pueden ir a la torre de hechicería de Derbhad— propuso Victoria que había estado en silencio todo el rato—. Aún no hemos pedido ayuda a la orden mágica.
—Eva y Nicolle correrán peligro ahí— observó Jack.
—No, sólo irán Eva y Erik, Jos puede ir al Oráculo con la Madre Venerable, si no es molestia, claro, y Nicolle y Eddy vendrán con nosotros— sentenció Victoria.—Eva puede cuidarse sola y Erik se encargara de que nada le pase— añadió mirándolos, ambos asintieron.
—Claro que no es molestia, Jos será una gran ayuda para mis sacerdotistas—respondió Karale.
—Izun los puede acompañar, él conoce el camino— propuso Zaisei mirando al mago que asintió.
—Y Aledis irá con la Madre al Oráculo—terminó Shail.
Todos estuvieron de acuerdo y así termino la reunión y empezó la aventura de los niños.
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