No puedo perderte
De nuevo se encontraban en su casa con sus padres enfrente, por un largo rato nadie habló, a pesar de saber la respuesta definitiva ninguno quería decirla en voz alta, se dedicaron a mirarse unos a otros durante un momento, y al hacerlo se dieron cuenta de lo mucho que habían cambiado desde que habían llegado, a pesar de que había pasado poco más de un año ninguno lo había notado antes, Erik se había estirado bastante hasta ser un par de centímetros más alto que su padre y un poco más pequeño que Christian, tenía los hombros más anchos, los brazos más musculosos al igual que la espalda y el abdomen, todos los rasgos infantiles en su rostro habían desaparecido dejando facciones más adultas las cuales eran decoradas con pequeñas cicatrices que le recordaban las batallas ganadas, tanto como las pérdidas.
Eva tampoco se había quedado atrás, su físico había cambiado bastante y ahora las figuras de su cuerpo eran más marcadas y notables, había perdido varios kilos de grasa debido al exceso de ejercicio y los había recuperado en músculo, tanto en los brazos cómo las piernas, el cabello le había crecido bastante y ahora lo llevaba un poco más abajo de la cintura.
Eddy por otro lado había dejado atrás cualquier rastro del niño feliz que había sido, ya casi nunca sonreía, sus ojos se habían apagado bastante y aunque aún se veía en ellos el brillo que solían mostrar no era un brillo feliz, definitivamente no lo era, se convirtió en alguien más serio y callado, hablaba con quien le era necesario y sólo sus hermanos eran capaces de hacerlo sonreír, para el resto del mundo esto se trataba de algo imposible.
Jack se levantó y empezó a caminar en círculos inquieto, hizo varios intentos de hablar, pero parecía pensárselo mejor y volvía a cerrar la boca, con el tercer intento se volvió hacia Erik, lo miró en silencio un rato y finalmente habló.
—Ya tomaron una decisión.
No era una pregunta, pero aún así Erik asintió.
—Y están seguros de ella.
De nuevo no era una pregunta y de nuevo Erik asintió.
—¿Y cuál es?
Erik tomó aire antes de contestar.
-------
Erik buscó por todo el pueblo hasta que al final dio con la joven, antes de que ella lo viera la tomó del brazo y la guió hasta un callejón vació.
—Erik, ¡me has dado un susto de muerte! No hagas eso—le reprochó la joven sin quitar la sonrisa de su rostro.
Erik también sonrió, debía decirle algo importante, pero decidió esperar un momento y se acercó a ella con velocidad hasta que sus labios casi rozaron la oreja de su compañera.
—¿Acaso te molesta?—preguntó con una sonrisa pícara.
—Quizá, ¿quién sabe? Puede que si—repuso ella en el mismo tono depositándole un beso muy cerca de la comisura de los labios, lo cual sólo provocó que Erik rompiera la distancia entre sus labios con un beso suave que la joven respondió con cariño.
Se separaron por falta de aire aun con una sonrisa en sus rostros.
—Ven, tenemos que hablar—añadió Erik con más seriedad, provocando que la sonrisa en el rostro de su compañera desapareciera.
—¿Qué sucede Erik?—preguntó la joven cuando estuvieron donde nadie pudiera oírlos.
—Necesito que me prometas que te quedaras aquí, que pase lo que pase no pelearás—le pidió Erik tomando ambas manos de ella entre las suyas con suavidad.
Amelia le sostuvo la mirada en silencio un segundo.
—No soy una niñita indefensa Erik, no tienes que protegerme.
—Lo sé, por supuesto que lo sé, me lo has demostrado cientos de veces, pero me preocupo por ti, ya perdí a Jos, no podría perderte a ti también, no podría perder a nadie más. Mi familia está hasta el cuello en esto y sé que no puedo hacer nada que pueda evitar que algo les suceda, pero a ti si te lo puedo pedir, por favor, no luches esta guerra, ya has luchado mucho, deja que por una vez los demás luchen sin ti, no puedo perderte Lía—le suplicó Erik llevando su mano a sus labios y depositando un beso en ellas.
Amelia sonrió con ternura, amaba que Erik se preocupara así por ella, como nadie nunca lo había hecho.
—No me pasará nada Erik, créeme, he sobrevivido a mucho para que tú y tu cerebro de nuez se dieran cuenta que he estado enamorada de ti desde hace muchos años, y ahora que lo sabes no dejaré que algo o alguien me aparte de ti, nunca, no permitiré que algo tan estúpido como la muerte me separe de ti, eso te lo juro—le aseguró la mujer parándose de puntilla para darle un beso en la mejilla.—He hablado con Kimara, no sé como pero lograron poner los dragones artificiales de su lado, un equipo partirá allí mañana, se mantendrán lejos de la guerra, sólo es por si acaso, me gustaría ir con ellos, ya que sabes que me gustan los dragones—añadió guiñándole un ojo coquetamente a lo que Erik sonrió—Necesitan magos Erik, soy la persona perfecta para la misión y así me mantendré alejada de la linea de fuego, ¿te parece bien?
—Siento envidia de Kimara en este momento—fue todo lo que dijo el chico volviéndola a besar.
—Te quiero.
—Sabes que yo más.
-----
Siento mucho la tardanza, espero les haya gustado el capitulo, espero subir otro pronto.
Atte. Jikoga
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top