No podré hacerlo
La mañana siguiente comieron juntos y al terminar Erik fue a casa de Shail a buscar a Izun, mientras que Eva fue con su madre a caminar. Ambas caminaron un largo rato en silencio hasta que Eva habló.
—¿Crees que pueda transformarme algún día?— preguntó Eva cortando el silencio.
Victoria la miró sin comprender.
—¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso lo dudas?—preguntó a su vez Victoria arqueando una ceja.
Eva negó vacilante.
—No me refiero a mi parte shek—negó Eva—me refiero a mi parte unicornio, yo no soy como tú o Jos, jamás sería capaz de hacerlo, cada vez siento que hay menos bondad en mi, no puedo convertirme en algo tan puro como un unicornio, estoy segura.
—Sólo tienes que creer en ti misma, estoy segura de que tu parte unicornio es tan pura como la de Jos, no digas que no hay bondad en ti, porque yo sé que la hay.
Eva negó con la cabeza.
—¿Qué te hace pensar eso?—preguntó Victoria con el ceño fruncido.
La chica apartó la mirada, a Victoria no se le escapó el miedo que había en ella, la tomó de la barbilla y la obligó a mirar.
—¿Qué sucede cariño?
—Lo mate— murmuró la chica demasiado conmovida como para llorar.—Los mate—repitió la chica asustada.
Victoria palideció en el acto.
—¿Qué quiere decir? ¿a quién? ¿qué sucedió?
Eva tragó saliva indecisa.
—Tenían nuestras armas— empezó la chica vacilante— no íbamos a llegar muy lejos sin ellas, le pedí a Erik que se fuera primero, me acerqué en silencio y utilizando un poco mi parte shek me oculté, todo iba bien hasta que tome el arma, esta cobró vida y los guardias lo vieron, me asusté y entré en sus mentes, mi intención era dejarlos inconscientes, pero se me fue la mano, los maté— explicó la chica demasiado afectada para llorar.
Victoria paledeció aún más con este nuevo dato, pero no dijo nada, la atrajo hacia sí y la abrazó. Eva dejó caer la cabeza hacia delante asustada, Victoria jamás la había visto así.
—Shhhh, tranquila, sólo... sólo fue un accidente.
—Tú no crees eso—musitó la chica con los ojos cerrados.
Victoria no fue capaz de llevarle la contraria, después de todo la chica tenía razón en cierto punto, su parte humana no le permitía pensar que era sólo un accidente, pero su parte de unicornio, y madre sobreprotectora, le impedía ver las cosas de otro modo.
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Siguiendo las indicaciones de su madre llegó a la casa del mago, se detuvo en la puerta y tocó, después de un rato apareció la semiceleste quien lo abrazó en cuanto lo vio, Erik correspondió al abrazo con cariño, desde hace un tiempo que la chica le había tomado cariño, y él la veía como una hermana más.
—Cuanto me alegra que estés aquí, después de...— la chica vaciló un momento, pero al final continuó—de lo que pasó temí que te pasara algo— terminó la chica en voz baja.
Erik asintió en silencio con un nudo en el estómago, al sentir su tristeza la joven se apresuró a cambiar de tema invitándolo a entrar.
—¿Y en que te puedo ayudar?— preguntó Aledis después de un rato.
—Buscaba a tu hermano, ¿está aquí?
La chica asintió en silencio y lo guió hasta su habitación, al entrar encontró al chico sentado junto a la cama con la vista perdida en la pared al verlos entrar se levantó y le pidió a su hermana que los dejara, esta asintió en silencio y se fue, ambos jóvenes se observaron un momento en silencio.
Erik no necesitaba ser celeste o shek para saber que el chico estaba enojado y tampoco era como que el chico hiciera mucho por ocultarlo. Se quedaron un largo rato en silencio hasta que Erik se tragó su orgullo y habló.
—Lo siento—murmuró Erik cortando el incómodo silencio que se había formado.—No debimos dejarte así plantado, no nos quedó de otra.
El chico lo miró con el ceño fruncido, a pesar de agradecer su disculpa no podía evitar seguir enojado, gracias a los hermanos se había ganada más de una reprendida por parte de sus padres, los padres de estos, Rando y Kimara.
—No era nuestra intención dejarte con toda la responsabilidad— añadió Erik al ver que este no había quedado satisfecho.
El semiceleste asintió aún no muy convencido aunque no añadió más.
—Claro—dijo Izun sécamente.
Erik bajó un poco la cabeza avergonzado, jamás había sido su intención dejar al chico con toda la responsabilidad de su huida.
—Y por cierto supe lo de tu hermana— Erik levantó la cabeza y lo miró, en sus ojos pudo ver un fuerte y sincero dolor—Cuanto lo siento—Erik asintió a modo de agradecimiento aunque Izun pudo percibir fácilmente su dolor y eso que él no percibía esos lazos tan fácilmente como su hermana—en verdad lo siento mucho, Jos era una excelente persona, no sé que haría yo en tu lugar, Aledis lo es todo para mi y no sé que haría si ella se fuera, es por eso que te pido, como hermano mayor, que me ayudes a cuidar a mi hermanita, no podría seguir si algo le llegara a pasar.
Erik asintió.
—En el poco tiempo que he estado con ella le tomado cariño como una hermana más y no perderé a otra hermana—repuso Erik con suavidad.
El semiceleste asintió con agradecimiento.
—Gracias.
—¿Con eso quedamos a mano?— preguntó Erik con una suave sonrisa.
El chico le correspondió con otra sonrisa.
—Claro—contestó Izun tendiéndole la mano.
Erik se le estrechó con una sonrisa, la cual se esfumo en el momento en el que Zaisei entró corriendo a la habitación con evidente preocupación en su rostro.
—¿Qué suce...?
—Ven rápido.
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Gracias por votar y comentar, en verdad agradezco mucho eso.
Atte. Jikoga💕
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