Instinto(parte 2)

Erik estaba sentado en su habitación cuando escuchó gritos en la habitación de al lado, esperó un segundo a ver si guardaban silencio pero al ver que no fue así se levantó. Al llegar a la habitación de los gemelos se encontró con un gran escándalo.

—¡Vete! ¡sal de mi habitación!

—¿Y si no quiero?

—¡Lárgate! no permitiré que la lastimes.

En ese momento llegó Eva, quien parecía tan confundida como Erik, mientras Eddy y Nicolle peleaban a gritos los mayores buscaron a Jos con la mirada, pero no la encontraron.

—¡Ya basta!—exclamó Erik sin resultado alguno, al ver esto el joven se interpuso entre ambos chicos—¡ya es suficiente!— gritó el joven para hacerse oír por encima de los gritos de ambos.

Nicolle empezó a respirar con normalidad intentando tranquilizarse a sí misma, pero Eddy no hizo nada de eso, dejó de gritar, pero no hizo nada para tranquilizarse, Erik nunca lo había visto tan furioso.

—Tranquilízate Eddy.

—No me pidas que me tranquilice cuando... —el chico no fue capaz de seguir hablando, de pronto no pudo seguir así y dejó escapar un fuerte sollozo.

Erik sorprendido se acercó al chico y le puso una mano en el hombro.

—¿Qué sucede?

—Le hizo daño.

Ambos mayores intercambiaron una mirada.

—¡Eso no es cierto!— exclamó Nicolle avanzando, pero Eva se adelantó y la detuvo.

La mayor le murmuró algo a Nicolle antes de intercambiar una mirada con Erik, este asintió en silencio y se volvió hacia Eddy.

—¿Qué quieres decir con eso?

—¡Ella...! —Eddy se contuvo y respiró hondo.

—¿Qué sucedió con ella?—preguntó Erik con suavidad después de un rato.

El chico tragó saliva indeciso y se acercó más a Erik.

—No sé que le dijo, pero por su culpa Jos lleva horas llorando en el baño y no quiere hablar con nadie— murmuró el joven muy cerca de su oído, de modo que sólo él lo pudiera escuchar.

Erik sintió la sangre hervirle, respiró hondo antes de volverse hacia ambas chicas.

—¿Qué le dijiste a Jos?

—No sé de que hablas— repuso Nicolle con indiferencia.

—¡¿Cómo te atreves?!— le espetó Eddy.

Erik tuvo que tomarlo del brazo para evitar que se arrojara sobre la chica. Lo atrajo hacia sí y le habló al oído.

—Shhh, déjame a mi hablar, no empeores las cosas—le pidió Erik.

El chico estuvo a punto de replicar pero se contuvo.

—Encárgate de que no vuelva a acercarse a Jos— murmuró Eddy con los labios apretados.

Sólo entonces Erik lo soltó. Se acercó a las sheks y miró a Eva, quien asintió y fue a buscar a Jos.

—¿Qué le dijiste a Jos?—repitió Erik mirándola.

La joven no fue capaz de mirarlo.

—Yo no...

—¿Ah no? ¿Entonces quién?—preguntó Erik con ferocidad.

La joven no contestó. Erik iba a añadir algo más cuando escuchó a Eva en su mente.

"Deja que Jack se encargue de ella, Jos no quiere hablar conmigo, talves a ti te haga caso"

Erik se volvió hacia Eddy.

—¿Puedes ir a buscar a mamá al taller?

Eddy vaciló pero hizo lo que le pedía.
Erik miró a la joven un segundo y luego fue con Eva, la chica estaba junto a la puerta del baño esperándolo, aún desde ahí se podían escuchar los sollozos de la niña. Al verlo llegar Eva se fué dejándolo solo. El chico tocó la puerta y esperó.

—¡Vete!

—Anda Jos, soy yo, déjame entrar.

El chico no obtuvo respuesta, pero después de un rato escuchó el picaporte abrirse, sin hacer ruido abrió la puerta y entró, la joven estaba sentada en el banco que su madre solía utilizar para dejar la ropa, y tenía la vista en el piso.

Erik se sentó en el piso a su lado y esperó. Después de un rato un fuerte sollozo inundó la habitación.

—Shhh, ¿quieres hablar de ello?

La joven negó con la cabeza.

—Sólo quiero olvidar.

Erik la atrajo hacia sí y la abrazó, la joven enterró el rostro en su pecho y lloró un buen rato.

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Al llegar a la casa después del trabajo encontró a Eva y a Erik hablando en la cocina, al verlo entrar ambos se callaron, Jack frunció el ceño.

—¿Qué?—preguntó Jack dejando el maletín en el desayunador y sentándose entre ambos chicos.

—Nicolle—empezó Erik, Jack se levantó y fue a el refrigerador—ella... —Erik vaciló.

—¿Qué pasó con...?

En ese momento la puerta se abrió y por ahí apareció Joselin quien no tardó en abrazar a su padre. Jack le correspondió algo sorprendido y aún más sorprendido al escucharla sollozar.

—Shhh, tranquila, ¿qué sucede?—preguntó Jack mirando a su hijo, este asintió, Jack la separó de sí y se inclinó quedando a su altura—¿Qué te hizo Nicolle?—preguntó en voz baja.

Esto aumentó los sollozos de la chica, pero se inclinó junto a su padre y lo abrazó, en voz muy baja y al oído le dijo lo que había sucedido, Jack la escuchó en silencio sin interrumpir, al terminar la tomó de los hombros y la llevó a su propia habitación. Dentro de un rato llegó Nicolle, al verla entrar la menor se abrazó a su padre asustada.

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—¡Eddy!

—¿Qué?

—Ven, papá quiere hablar con nosotros.

El joven se levantó y lo siguió.

—¿Qué te dijo mamá?

—No estaba, me dijeron que salió esta tarde con Christian.

Erik asintió. Al entrar en la habitación encontraron a Nicolle llorando en silencio en el sillón mientras que Jos se encontraba sentada en la cama con lágrimas en los ojos. Jack los invitó a sentarse con una mirada, Eddy se sentó junto a Jos y la abrazó por los hombros la chica dejó caer la cabeza en su hombro, Erik se sentó en el piso a los pies de la cama, después de un rato llegó Eva y se sentó junto a Erik.

Jack los miró a todos uno por uno al terminar se detuvo en Jos y en Eddy, la joven había dejado de llorar y ahora lo miraba con atención.

—Vean entiendo que esto sea difícil, sé que..., que en este momento están expuestos a mucha presión y que con el instinto es difícil no perder la razón, pero a pesar de todo ustedes son hermanos y como tales deben respetarse y amarse, sé que esto no es fácil para nadie, yo también pasé por esto hace muchos años y lo vuelvo a pasar ahora cuando mis hijos, las personas que más amo, mi familia—hizo una pausa un segundo— son expuestos a lo mismo, no quiero que les suceda nada y sé que ustedes tampoco lo quieren, ¿es por eso que se dejan guiar por el instinto y se atacan entre ustedes? ¿Alguno me quiere decir porque no pueden respetarse y quererse mutuamente como lo han hecho hasta entonces?—hizo otra pausa en la que nadie habló, para ese momento ya todos lloraban, su padre tenía razón todos estaban demasiado estresados y presionados, muchas personas esperaban mucho de ellos— esto no puede seguir así, yo no soy el mejor para decir eso, ya que yo mismo he tenido que luchar contra esto, pero a la vez soy el mejor para decirlo porque yo también he pasado por esto y entiendo mejor que muchos lo que es no poder controlarse y dañar a las personas que nos rodean, sé que es difícil, muy difícil, pero ustedes son fuertes, son muy fuertes y valientes y pueden hacerlo, estoy seguro, yo confío en ustedes, Victoria y Christian también, sé que no soy su padre—añadió mirando a las sheks—pero no por esto no me preocupo ni las odio, ustedes son mis hijas y daría mi vida por ustedes sin pensarlo dos veces, por cualquiera de ustedes, porque son mis hijos, mi vida y jamás me avergonzarían.

En ese momento Nicolle se levantó y fue con Jack, se detuvo a un par de pasos antes de llegar a él y lo miró en silencio, esa mirada que causa escalofríos, tan bella pero a la vez terrorífica, sin poder contenerse por más tiempo la joven se abrazó al hombre con fuerza, Jack le correspondió con cariño.

—Lo que haya sucedido esta mañana entre Jos y Nicolle se queda entre nosotros, no quiero que se guarden rencores ni que les pregunten, lo que haya pasado ya lo solucionamos.

Todos asintieron, cuando Nicolle por fin soltó a Jack, Eva se levantó y también abrazó al dragón.

—Gracias por ser un padre para mi aún cuando ese no era tu deber.

—No tienes nada que agradecer.

Eva se separó de él y se acercó a Nicolle quien en ese momento se encontraba parada junto a la puerta y la tomó del brazo dispuesta a salir, pero esta se soltó de su agarre y corrió a abrazar a Jos.

—Perdóname.

—No tengo nada que perdonar.

Después de esto volvió con su hermana y ambas salieron de la habitación.

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