—Erik, ya son las dos.

—Gracias, ahora vuelvo—Erik tomó la sudadera que estaba en la silla y salió a las calles París.

Últimamente había intentado estar lo más lejos posible de sus hermanas y de Christian, en especial desde que ellas habían aprendido a usar su poder mental a un 100%, cada vez se le hacía más difícil dominar su instinto, en especial con Eva, pero aún así no se negó a recogerla cuando ella se lo pidió. No tardó mucho en llegar a la escuela de su hermana y lo que encontró ahí hizo que se resbalara por la prisa y el asombro.

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—Traen la próxima semana la materia terminada— dijo el profesor finalizando la clase.

Eva recogió sus cosas y salió sola al igual que siempre pues aunque tenía amigas no le importaba salir con ellas, así que casi siempre salía sola.
Cuando llegó a la salida se dio cuenta de que su hermano aún no había llegado así que se sentó en las gradas a esperar a que su hermano apareciera, sacó el cuaderno y se puso a terminar la materia cuando sintió que alguien la estaba observando, al levantar la mirada se dio cuenta que era Joy el primo de una compañera de Joselin.

—¿Qué tal?—preguntó el chico con una sonrisa—vi que estabas sola y quise venir a ver como estabas.

—Estoy bien, gracias— contestó Eva bajando la vista a su trabajo.

—¿Es de matemática avanzada?

—Sí.

—Si quieres puedo ayudarte, soy muy bueno en matemáticas—se ofreció el chico con una pequeña sonrisa.

Eva no lo quería, pero no quería ser descortés y aceptó. El chico se sentó a la par de ella y estuvieron un rato hablando de matemáticas, Eva se sentía más incómoda con cada segundo que pasaba y se dijo a sí misma que mataría a Erik si no llegaba pronto.

—Eres muy buena— dijo acercándose más y tomándola de la barbilla—y bonita—añadió mientras juntaba sus labios con los de ella. Eva abrió muchos los ojos de la sorpresa, pero entonces sintió una mirada clavada en ella, no hizo falta que se diera la vuelta para saber quien era, enseguida se separó del chico, recogió rápidamente sus cosas sin levantar la vista y salió corriendo con un confundido Erik detrás de ella.

—Christian va a matarlo—comentó Erik con una sonrisa pícara en cuanto se detuvieron—claro, si yo no lo hago primero— añadió con aire pensativo.

Eva enrojeció violentamente, ella no tenía planeado besar a ningún chico y mucho menos enfrente de Erik.

—Cállate— le espetó— yo no quise besarlo, fue un malentendido.

—Bueno—aceptó su hermano divertido— aunque eso no es lo que yo vi—añadió a la vez que salía corriendo sabiendo que su hermana era capaz de perseguirlo por todo el mundo si lo oía decir eso de nuevo.

Eva no pudo evitar sonreír antes de salir corriendo tras su hermano para darle un cosco por majadero.

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—¿Cómo se supone que lo controle?— preguntó Erik al borde de las lágrimas—no puedo hacerlo, cada vez que estoy cerca de ella quiero ma...matarla, con Christian y Nicolle puedo controlarlo, pero Eva... , Eva es diferente con ella no puedo controlarlo.

Cada día que pasaba se le hacía mas difícil estar cerca de Eva y esa mañana de no haber sido por Jack la hubiera matado sin pensarlo dos veces.

Después de lo que había sucedido con Joy, Erik había intentado estar lo más lejos de Eva, pero esa mañana cuando fue a despertar a Eva, en petición de su madre, no pudo controlar su instinto y la golpeó, ella se había levantado de un salto y lo había atacado, estuvieron un tiempo peleando cuando apareció Jack y los detuvo, ahora Victoria estaba sanando a Eva que estaba herida mientras Jack intentaba consolar a un irreconocible Erik.

—Es normal que no puedas hacerlo tan fácil como lo haces con Nicolle o Christian porque ellos están igual que siempre, pero Eva—vaciló antes de continuar—algo en ella a despertado y eso provoca que se te haga mas difícil evitarlo.

—¿Qué se supone que debo de hacer entonces? no puedo controlarlo, ¿entonces qué? me dejo llevar por el instinto y ¿la mato?— sollozó el chico más asustado que nunca.

—Tienes que ser mas fuerte que él.

Erik ya no pudo más y se dejó caer en el suelo debatido.

—Déjame curarte— le pidió Jack mientras se acercaba, Erik retrocedió inmediatamente negando con la cabeza.

—No, me lo merezco.

—Erik, esas heridas son bastante profundas y se pueden infectar si no me dejas curarte— Jack se inclinó junto a él y lo agarró de los hombros para evitar que se moviera, con más suavidad añadió— no es tu culpa, a todos les pasa, pregúntale a tu madre cuantas veces me pelee con Christian.

—¡Christian no es tu hermano!— exclamó el chico—ni tu pequeña hermanita— añadió con un sollozo.

Jack le puso una mano en el hombro desconsoladamente, le entendía perfectamente, Erik ya no pudo aguantarse más. Lo abrazó y lloró en su hombro todo lo que había evitado llorar enfrente de su hermana, Jack, se sorprendió con el gesto del chico, pues él no solía comportarse así, pero aún así  se apresuró a abrazarlo y aprovechó para curarle las heridas mas profundas, cuando se enteró de las intenciones de su padre intentó apartase, pero Jack lo agarró de los hombros obligándolo a mirarlo.

—Esto no es tú culpa—murmuró con cariño a la vez que le limpiaba las lágrimas que recorrían sus mejillas, al ver que estaba más tranquilo siguió curándole las heridas, Erik dejó caer la cabeza en el hombro de su padre, dándose por vencido.

En ese momento apareció Christian que no tardó ni un segundo en adivinar lo que había pasado, intercambió una mirada significativa con Jack, antes de salir en busca de su hija.

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Victoria hacía lo imposible para no llorar frente a su hija, sabía que eso iba a terminar pasando tarde o temprano "por qué siempre el instinto" pensó al borde de las lágrimas.

"Debiste pensar en eso antes de enamorarte de un shek y un dragón a la vez" le contestó una voz en su cabeza. Victoria ya no pudo controlar las lágrimas por más tiempo.

—Vi a Erik hablando con Jack, creo que él piensa lo mismo.

—Tenías que verlo cuando salió, parecía a punto de desmayarse, ¿crees que podrías hablar con él?—le suplicó Victoria con lágrimas en los ojos.

—Hablaré con él— aceptó Christian mientra ponía una mano en la frente fría de su hija que en estos momentos dormía muy tensa, pero en cuando sintió el contacto con su padre se relajó.

Salió y se dirigió al jardín donde se encontró a Erik que aún tenía los ojos llorosos y jugaba con el gato para distraerse. Christian dudo antes de acercarse, pero al final lo hizo.

—¿Vienes?—preguntó señalando la cuidad, el chico se le quedo mirando sin comprender, hace unos segundos casi mata a su hija y ahora él lo estaba invitando a ¿dar un paseo? sin comprender sus motivos y sorprendiéndose a si mismo aceptó y lo siguió aunque no muy convencido.

Al llegar a la esquina, se encontraron con sus hermanos, Nicolle corrió a abrazar a su padre al cual no veía desde hace un tiempo, aunque este sólo la abrazó de pasada, Jos y Eddy miraron a Erik, quien aun tenía los ojos llorosos y luego a Christian simultáneamente, algo andaba mal, el chico apartó la mirada. Jos estuvo a punto de preguntar algo, pero Christian la detuvo con un gesto, los chicos entendieron la indirecta y se fueron.

Caminaron en silencio por las calles de París por un largo rato hasta que Erik se cansó de esperar y explotó.

—¿Para que me trajiste aquí?

—¿No puedo salir a dar una vuelta con mi hijo?— preguntó a su vez Christian.

—Si puedes, pero yo no soy tu hijo— contestó Erik con mas rudeza de la que esperaba.

—Cierto, al menos no de sangre...

—¿Por qué estamos aquí?—lo interrumpió el chico que sabía que no estaban ahí para dar un paseo.

—¿Qué sientes cuando estás conmigo?

—Odio—contestó sin pensarlo.

—Y ¿cuándo estás con Eva?

—Ganas de matarla— admitió el chico en voz tan baja que Christian tuvo que acercarse más para escucharlo.

—¿Cuál crees que es la diferencia?

—Papá dijo que algo en Eva a despertado y que es normal que no se me haga tan fácil contenerlo como antes—murmuró Erik.

—Así es, la parte shek de Eva despertó.

—¡Y en que se supone que me ayuda eso!—exclamó Erik con un sollozo— saber lo que le pasa a Eva no me ayuda a dominar mejor mi instinto.

—No, no lo hará, pero si a saber a dominar el instinto ahora que la esencia de Eva a despertado, antes sólo lo evitabas, pero ahora tienes que aprender a dominarlo...

Hablaron un largo rato de como evitar que el instinto lo controlara y de como no tomar en cuenta la esencia shek de Eva.

Cuando terminaron de hablar Erik ya se sentía mucho más tranquilo que antes e incluso pudo hablar con Christian sin una pizca de odio en su mente y cuando volvieron a la casa ya no había rastro del lloroso niño que se había ido unas horas antes e incluso tuvo el valor suficiente para disculparse con Eva y prometerle que eso no volvería a pasar.

—Te pedí que hablaras con él, no que le borraras todos sus recuerdos— fue lo que le dijo una asombrada Victoria a Christian cuando vio a su hijo tan cambiado de como se había ido aquella mañana.

—Sólo hablamos— le había dicho Christian con una de sus medias sonrisas.