Armas legendarias

Ninguno dijo nada de camino a casa, a pesar de que todos estaban preocupados ninguno mostró sus preocupaciones hasta que estuvieron sentados en su casa con sus hijos enfrente esperando una explicación de porque habían durado tres días más de lo que habían dicho, normalmente siempre regresaban cuando decían que tenían que volver.

-Estaban en Idhún, ¿verdad?-preguntó Nicolle, aunque ya sabía la respuesta-¿hay problemas?

-Sí.

Aunque todos lo estaban esperando, eso no significa que no les afectara. Nicolle y Eva intercambiar una mirada significativa, Joselin se dejó caer en el sillón, y Eddy la abrazó para consolarla, mientras que Erik no se movió, ni dijo nada, tan sólo se quedó mirando a su padre esperando una explicación y no tuvo que esperar mucho.

-Hay una nueva profecía-explicó Jack-que habla de nosotros.

-¿Nosotros, nosotros?-preguntó Eddy señalando a todos en general-¿o nosotros?- terminó,
señalando sólo a sus hermanos y a él.

-Todos nosotros-contestó Christian- la profecía dice que el Séptimo volverá y que habrá un nuevo enfrentamiento, que nosotros tres os guiaremos a ustedes para que destruyan al Séptimo pero sólo uno de ustedes podrá vencerlo para siempre.

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-¿No te dije acaso que lo hicieras con discreción -preguntó una voz desde el otro lado del espejo, despertándola-para que el hijo de Ashran no se enterara de nuestros planes?

-Lo hice con mucha discreción y puedes estar seguro que de mí no se enteró-replicó Shizoku enojada de que su dios dudara de ella- además no lo sabe todo.

-Eso ya lo sé, ¿quién más sabía de esto?-preguntó Assher.

-Nadie, usted me dijo que lo hiciera con discreción y así lo hice.

-Bien por ahora no le daremos importancia, pero ten cuidado no debes subestimar a la Triada y a sus hijos.

-Lo sé, ¿qué quieres que haga ahora?

-No pierdas de vista a la Triada y a sus hijos, no dejes que salgan de la Tierra ni que se comuniquen con algún idhunita y si lo hacen, házmelo saber.

-Como ordene- contestó Shizoku de mala gana mientras la imagen en el espejo se desvanecía.

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Los días siguieron pasando, Erik se graduó de la secundaría, Nicolle cumplió 15 años y la Triada decidió que sería mejor que los niños supieran defenderse bien antes de volver a Idhún, ya que no serían de gran ayuda para los idhunitas si no podían protegerse a sí mismos primero.

En la habitación habían cuatro niños practicaban con espadas en parejas, dos niñas y dos niños mientras que otra niña y Jack observando a los niños. Cuando Eva y Nicolle terminaron, con la espada de Eva en el cuello de Nicolle, Joselin tomó el lugar de Nicolle y empezó a luchar contra Eva.

-Bueno, creo que es suficiente por hoy-dijo Jack un par de horas después cuando el cansancio los venció-chicas vayan a cambiarse, Victoria debe de estar esperándolas. Erik, Eddy ustedes esperen.

Las chicas no replicaron y dejaron las espadas de madera en su lugar y fueron saliendo de una en una directo a sus respectivas habitaciones, mientras que ambos chicos se quedaron donde estaban esperando que Jack dijera algo.

Cuando las chicas se fueron Jack les hizo una señal para que los siguieran mientras salía de la habitación.

Los llevó a una habitación que nunca habían visto, ambos chicos se quedaron extrañados al ver lo que encontraron ahí, habían muchas armas colgadas en la pared, una espada en especial les llamó la atención más que las otras, ambos la reconocieron, Domivat, la espada de fuego.

-¿Qué es este lugar?-preguntó Erik mirando a su padre.

-Yo me pregunté lo mismo la primera vez que estuve aquí-comentó Jack con una sonrisa- aquí es donde se guardan las armas legendarias. Antes de que Eva naciera fui a ver a un gigante en Nanhain él me dijo que pronto necesitaría más armas de verdad.

-Espadas legendarias-adivinó Eddy.

-Así es-asintió Jack mientra habría un cajón detrás de él y sacaba dos armas, a pesar que ninguno de los dos podía ver muy bien las espadas porque las fundas las cubrían ambos pudieron ver que no eran unas simples espadas-me hizo prometerle que no le diría de esto a nadie hasta que estuvieran listos para utilizarlas-continuó mientras ponía las armas en la mesa, ambos jóvenes hicieron ademán de cogerlas, pero pararon en seco al darse cuenta de lo que su padre estaba diciendo.

-¿Crees que ya estamos listos?- preguntó Erik intentando contener la emoción en su voz.

-Siempre lo han estado-contestó Jack orgulloso-adelante, cójanlas.

Ambos chicos intercambiaron una mirada antes de tomar una espada cada uno, Eddy la de la derecha y Erik la de la izquierda, y desenvainaron las espadas, en cuanto los chicos cogieron las espadas, estas tomaron "vida." La de Erik tenía un dragón de color rojo en la empuñadura y un unicornio en la parte de atrás de la hoja, la de Eddy era igual pero el dragón tenía un color verde en lugar de rojo. Ambas espadas emanaban un brillo particular que era del mismo color que el dragón en la empuñadura.

-A partir de ahora será mejor que nadie, aparte de ustedes, cojan las espadas, es muy probable que les haga daño. La vaina contiene un hechizo que hace que puedan localizarla donde sean que este, cosa que les será útil en poco tiempo.

-¿Podemos nosotros tocar las espadas del otro? -preguntó Eddy volviendo a enfundar el arma.

-No lo sé, pero creo que será mejor no correr riesgos.

Ambos asintieron.

-¿Y qué hay de las chicas? ¿Podemos decirles esto?-volvió a preguntar Eddy deseando contarle a Joselin todo.

-Creo que será mejor que esperen a que ellas tengan sus propias armas- contestó Jack.

-Y para eso no hay que esperar mucho ¿verdad?-comentó Erik al sentir que el suelo bajo sus pies tembló un segundo, lo cual significaba que Christian y Victoria acababan de llegar.

-Así es.

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-Jos, puedes venir un momento.

-Ya voy, mamá-contestó Joselin siguiéndola.

Victoria la guió hasta una habitación a la que la niña nunca había ido, en el interior habían una variedad de armas colgadas en la pared o en cajones bajo llave.

-¿Por qué me trajiste aquí?

-Tenía que enseñarte algo-contestó Victoria mientras se volvía y abría el mismo cajón en el que momentos antes habían estado las espadas de los chicos.

Sacó un espléndido arco y dos pequeñas navajas con un material parecido al de una espada legendaria, pero era diferente este no emanaba luz propia como las espadas, era más como un reflejo, era un canalizador de energía. Victoria lo puso sobre la mesa mientras le explicaba a Jos lo mismo que Jack le había dicho a sus hijos hace un momento.

-Pero este arco no es como cualquier arma legendaria, él no sólo es un arma, como supongo que ya te enteraste, este arco canaliza la energía a su alrededor como el báculo o como el cuerno de un unicornio- terminó Victoria mientras le hacía una señal con la cabeza para que lo cogiera.

Jos dudó un momento pero al final la curiosidad pudo con ella y lo cogió, en cuanto lo cogió supo que lo que su madre le decía era cierto, el arco tenía mucha energía acumulada de los últimos años lo cual provocó un cosquilleo en sus manos.

-Y estas navajas son para que le des el uso que quieras.

-Gracias mamá.

Victoria sonrió orgullosa y la abrazó.

-¿Se lo puedo enseñar a los demás?

-Eddy y Erick tienen un arma, pero Nicolle y Eva aún no saben nada, será mejor que esperes a que ellas lo tengan para que se lo digas-contestó Victoria mientras salía de la habitación seguida de su hija.

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-Síganme.

Ambas hermanas se miraron confusas antes de seguir a su padre. Christian las guió a la misma habitación de armas legendarias a las que los demás habían ido, cuando llegaron ambas chicas parecían confundidas, desde que llegaron a Limbhad por primera vez ambas habían buscado cualquier habitación oculta, cualquier pasadizo secreto y nunca habían visto esa habitación, y no era que estuviera muy escondida que digamos.

-¿Cómo es que nunca habíamos visto este lugar?- preguntó Nicolle aún sorprendida.

-Le pedí al Alma que lo ocultara- explicó Christian.

-¿Y por qué nos lo enseñas ahora?-preguntó Eva mirando a su alrededor.

-Porque tenía que darles algo-dijo Christian mientras sacaba un cinturón con dagas de diferentes tamaños y formas, dos cuchillos largos, uno con un unicornio en la hoja y otro con una serpiente alada en la empuñadura, y cuatro pequeñas navajas.

-Estas dagas tienen veneno de shek depende de la forma es más fuerte o débil, a ti no te hará daño, pero es probable que a los demás si, así que mucho cuidado-le advirtió Christian mientras le pasaba el cinturón a Nicolle.

-Estos cuchillos no se que hacen-admitió Christian mientras le tendía los cuchillos a Eva-tendrás que averiguar por ti misma que es lo que hacen. Estás navajas son para que les den el uso que crean correcto-terminó dándoles dos a cada una.

-Gracias-dijeron las dos a la vez.

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Hola, gracias por leer, espero que les esté gustando tanto como a mi escribirlo. Cualquier error no duden en decírmelo.

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🚫No lectores fantasmas.🚫

Atte.Jikoga🙃😉

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