Final
La mañana llegó más rápido de lo que Israel hubiera querido.
Al parecer olvidó cerrar las cortinas la noche anterior, porque lo que le despertó fueron los rayos del sol golpeando su cara de lleno.
Levantándose lentamente, notó la habitación donde se encontraba y se preguntó por un momento lo que hacía ahí.
Su mente somnolienta le recordó lentamente todo lo que paso ayer.
Mirando a su lado pudo observar al aún dormido egipcio, se veía pacífico y el israelí notó que las vendas en su cabeza parecían haberse caído durante la noche, los demás parecían estar en su lugar y se preguntó si ya había recuperado o no la memoria (¿Cuánto tiempo dijo USA que duraría? ¿Siquiera le dijeron eso?).
Resignados a esperar, el judío se levantó de la cama y empezó a mirar lo que había en la habitación (algo a lo que no tuvo tiempo ayer, por razones obvias).
No era realmente una habitación grande, aparte de ambas camas había una mesita de noche (sin lámpara), una puerta que probablemente llevaba a un baño y un pequeño armario en la pared contraria, al abrirlo encontró lo que serían ropas para él y su viejo compañero.
Fueron unos minutos después, cuando Israel ya había terminado de mirar el cuarto, que el egipcio empezó a despertarse.
Israel pudo decir casi de inmediato que el otro aún no recordaba nada, la mirada de desconfianza y confusión que le dio a la habitación tan pronto se despertó era una señal de eso.
Y el hecho de que cuando sus ojos se posaron en Israel, se relajó.
El corazón del israelí dolió ante ese pensamiento.
— Así que... no fue un sueño— La voz del egipcio sonaba casi resignada y no es que le pudiera culpar, si hubiese estado en la misma situación también habría querido que fuese un sueño.
— Lamento decirte que no, estás atrapado conmigo un rato más— Su intento de broma fue recompensada con una leve sonrisa del egipcio, el cual tan bien se levantó de su cama para mirar a su alrededor más detenidamente.
— ¿Todas las habitaciones del 'futuro' se ven así de... vacías?— Probablemente se refería a las paredes limpias y los muebles 'pequeños'.
— No está vacía, bueno, lo está, pero es solo porque es para invitados, mira, solo, ponte esto y luego veremos que hacer hoy— Le señalo la ropa que ya había puesto a un lado de la cama del egipcio, ropa que, por supuesto el otro miró con algo de extrañeza pero para alivio del judío no discutió antes de tomarla.
E Israel se dio la vuelta rápidamente al ver que no pensaba cambiarse en el baño.
— ¿Y por me das esto? Sabes que no suelo usar ropa de la cintura para arriba— Por supuesto que Egipto no notaría su incomodidad, estaba ocupado juzgando su futuro sentido de la moda.
— La gente en la actualidad no suele salir sin camisa a las calles...— ¿En serio estaba teniendo esta conversación? Israel solo esperaba que Egipto no le preguntara el por qué debía usar pantalón.
— ...¿y esto para que?— Egipto preguntó e Israel solo se resigno a discutir sobre pantalones ese día. Como si ayer no hubiese sido suficiente.
Pero al darse la vuelta se dio cuenta que lo que confundió a Egipto no fue un pantalón.
Era la bufanda que España le regaló a Egipto.
Israel admitirá que por un momento olvido que Antiguo Egipto (e iba a empezar a llamarlo a sí en su cabeza) no había conocido todavía a España, mucho menos sabría cuanto significaba esa bufanda para su yo actual...
Debió de haberse quedado callado mucho tiempo, porque Antiguo Egipto simplemente se encogió de hombros y se la puso como creyó mejor. Se la enredó como una bufanda primero pero luego subió una parte de esta sobre su cabeza.
Israel apenas pudo contener un estremecimiento ante la apariencia de Antiguo Egipto.
Con la bufanda puesta de esa forma Antiguo Egipto se veía... extrañamente similar a su apariencia en la guerra árabe-israelí (¿España pensó en eso cuando se la dio?).
¿Antiguo Egipto ya estaba empezando a recuperar sus recuerdos y esta era una forma de hacérselo saber?
— ¿Y bien? ¿Qué tal me veo?— La voz de Antiguo Egipto le sacó de sus recuerdos y pensamientos y al mirarlo de nuevo se dio cuenta de lo absurdo de su pensamientos, ni el Antiguo ni el Actual Egipto eran como Reino de Egipto.
Antiguo Egipto jamás había conocido razones para estar contra él (y las que había las había perdonado y olvidado) y Egipto hacía años que había dejado ir su odio (una combinación de España, Brasil y mucha terapia logran eso). Reino no había sido como ninguno de los dos, demasiado hundido entre su ira y rencor para serlo (Israel ni siquiera lo había reconocido la primera vez que se encontraron).
No, ni Antiguo ni Egipto no merecían que Israel les comparara con Reino, Egipto ya se sentía lo bastante culpable por el pasado y en su estado anestésico actual, Antiguo Egipto no tenía ninguna razón para querer dañarlo como alguna vez quiso Reino.
— Te vez bien Egipto, aunque no creo que sea necesario que te pongas la bufanda en la cabeza— Dijo en respuesta, su voz sonaba más calmada de lo que realmente se sentía. Como en piloto automático, Israel se acercó y acomodo ligeramente la bufanda.
El ambiente se sentía en calma, como si nuevamente solo fueran ellos dos, donde no tenían los ojos de su gente sobre ellos y la única cosa de la debían de preocuparse era que alguno de los sacerdotes de Egipto les encontrara juntos siendo demasiado amigables el uno con el otro.
Una mano en su mejilla le hizo abrir los ojos (¿cuándo los cerró?) Antiguo Egipto le estaba mirando con lo que sabía era reproche y sabía por qué le estaba mirando así.
— Rael, no lo hagas, si algo he llegado a entender de toda esta situación, es que este cuerpo ya no es mío, y no es justo ni para el actual Egipto que intentemos algo... ni es justo para ti por todo el dolor que esto te esta causando, y no, no intentes negarlo, he visto como me miras, mi presencia... ¿Te estoy trayendo malos recuerdos no?— Su voz sonaba triste, pero Israel no podía encontrar la forma de negar lo que le había dicho.
Porque era cierto.
Si Egipto iba a recordar todo esto (y había buena posibilidad de que lo hiciera) ponerse "romántico" con lo que literalmente era él con amnesia no le haría ningún bien a ninguno (bastante incómodo sería todo una vez acabara como para hacer eso también).
Y también era verdad que todo esto le traía recuerdos a Israel, pero no eran malos (al menos no todos).
Su silencio fue la única respuesta que necesitaba Egipto.
— Venga, salgamos de aquí, quiero ver mejor este 'futuro' y tu también necesitas aire fresco— Apartó su mano de él y se dirigió a la puerta.
Israel le miró salir de la habitación con toda la confianza del mundo.
Solo para que unos segundos después este volviera a asomar su cabeza por la puerta.
—¿Cómo se llega a algún jardín aquí? Lo único que veo son puertas y más pasillos iguales—
Israel no puedo evitar reír por ello.
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Su camino hacia uno de los jardines que tenía el edificio estuvo lleno de una charla amena y varias bromas.
Egipto tenía mucha curiosidad sobre la arquitectura del edificio, alababa y criticaba el diseño por igual, Israel no podía evitar encontrarlo entrañable, feliz de que la tensión anterior se hubiese finalmente disuelto.
Cuando finalmente llegaron a los jardines, Israel de alguna forma se encontraba contando sobre cómo México se le declaró a USA.
— Pff ¿La salsa de su taco? ¿Qué clase de confesión es esa?—
— Oh vamos, como si cuando tú te me confesaste hubieses hecho algo mejor— Israel vio el momento en que Egipto recordó esa y ocasión y no pudo evitar reírse por lo roja que se puso su cara por ello.
— ¡Eso, eso fue algo completamente diferente!— Fue la respuesta del avergonzado egipcio.
— ¿En serio? Porque recuerdo claramente que tu me arrojaste un gato a la cara mientras me gritabas que me querías —. Si era posible, la cara de Egipto se puso aún más roja.
— No te lo arroje ,ese gato descendiente de Seth brinco justo a tu cara —. Fue la respuesta murmurada de Egipto que solo parecía querer que se lo tragara la tierra.
— Claro, claro, si eso hace que dejes de imitar tomates —. Un golpe en el hombro fue la respuesta del rojo país.
Y así estuvieron durante mucho tiempo compartiendo bromas e historias, sus preocupaciones y temores dejadas por un momento de lado.
Hasta que llegó el momento en que Egipto recuperó sus recuerdos.
¿Cómo Israel se dio cuenta de ello? Bueno, es un poco difícil ignorar cuando tu compañero para de reír y agarrarse del estómago a gritar y agarrarse la cabeza como si se la estuvieran partiendo.
Israel sólo podía sostener lo mejor que podía al egipcio para que no se lastimara y rezar porque sus gritos cesaran pronto.
Luego de un rato que se sintió interminable para el israelí, Egipto dejó de gritar y prácticamente se desplomó contra Israel (y seguían solos ¿Dónde estaban los otros?).
Hubo un silencio en donde solo se podía escuchar la fuerte respiración del árabe, todavía recuperándose de haber recuperado 3000 años de recuerdos de golpe. Luego de algunos minutos, Egipto finalmente habló.
— Uggghh, me siento como si me hubieran hecho una lobotomía— La voz de Egipto sonaba débil e Israel no estaba del todo seguro de que estuviera consciente de la posición en la que se encontraban pero de todas formas le respondió.
— Sí, supongo que así se sentirían 3000 años de recuerdos apareciendo de repente en tu cabeza— Y ese debería ser el momento en el que Egipto se diera cuenta de con quién estaba hablando y se separaría de él como se estuviera en llamas.
Excepto que eso no paso, Egipto permaneció en sus brazos como si no hubiese nada de raro con eso.
— Y eso en definitiva no le importara a ONU cuando me castigue por entrar a la preciosa 51 de USA, la única cosa buena esto fue que mis recuerdos nunca estuvieron más claros, supongo —. Su tono de voz disminuyó un poco a medida que hablaba y finalmente se separó de los brazos de Israel, pero solo se sentó frente a él.
Cuando Israel le miró cara a cara, se sorprendió.
En los ojos de Egipto ya no parecía haber su habitual desconfianza, había una especie de arrepentimiento en ellos junto a muchas otras que Israel no tuvo tiempo de identificar antes de que el egipcio bajara la mirada al tiempo que ponía una mano sobre su hombro.
— Mira, sé que esto de seguro no fue nada fácil para ti, sé que no lo habría sido para mi si los papeles se hubieran invertido, así que, solo, quiero disculparme, lamento que mi imprudencia, y seamos honestos, estupidez, te hayan obligado a revivir algún recuerdo desagradable— Israel realmente no sabía que contestar ante eso y al parecer Egipto tampoco esperaba una respuesta, porque continuó hablando.
— Mira, hablemos de esto otro día, por ahora ¿Qué tal si te invito a ti, USA y UK a comer? Por todo el mal rato que les hice pasar, aprovechando que ya se encuentran aquí —. Lo último lo dijo casi gritando e Israel se dio la vuelta solo para notar al par de angloparlantes parados en una de la puertas de entrada al jardín.
USA estaba grabando.
Lo siguiente que pasó fue una pequeña persecución para quitarle el teléfono al norteamericano y eliminar lo que sea que haya podido grabar.
Y el corazón de Israel se sentía más ligero.
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Y este el el final de esta pequeña historia.
Explicación del cambio de Egipto al final por si alguien lo necesita.
¿Recuerdan que en "Príncipe de Nada" en el epílogo un evento en su historia deja a Egipto medio mal de la cabeza? Bueno, la cosa que le dejo amnésico y el ponerse a hablar del pasado con Israel arreglaron (más o menos) eso.
Así que ahora se siente muy culpable por como había estado tratando a Israel y está tratando de enmendarlo, pero, pasito a pasito.
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