5 años

El olor a miel y azúcar morena inundaban la cabaña esa mañana, lo cual hizo que el pequeño Camus se despertara, tallándose los ojos y bostezando ampliamente. Había pasado ya casi un mes desde que Milo había llegado con él a Siberia y ese día era su cumpleaños, por lo que intuyó que el culpable era dicho peli azul.

Cuando su vista se adaptó a la luz del sol que se colaba por la ventana miró parado bajo el marco de su puerta a un alegre Milo, tenía los cabellos mas despeinados de lo normal y una amplia sonrisa, en sus manos llevaba una bandeja con un pequeño plato y a la fuente del delicioso aroma

-¡Feliz cumpleaños Camus! Te hice un Baklava, se lo mucho que te gusta-dijo acercándole la charola a la cama, Camus la tomó tímidamente-Milo, no debiste...

-Pero quise, ahora sopla la vela...procura no congelar el pastel esta vez-rió el peli azul a lo que Camus solo sonrió de lado para después apagarla mientras Milo aplaudía animadamente.

-Bien, termina con eso porque tengo una sorpresa preparada para ti-le guiño el ojo a lo que Camus solo lo miró confundido.

-Milo, debemos entrenar, no tenemos tiempo para...

-Shh Shh Shh-le interrumpió Milo a lo que Camus arqueó una ceja-Un día menos no hará la diferencia, podemos entrenar después de la sorpresa si quieres.

Cuando ambos niños desayunaron se alistaron para salir, Milo de verdad odiaba el clima de Siberia, pero le emocionaba la idea de la sorpresa para su amigo, así que salió con un optimismo desmedido de la cabaña siendo seguido por el peli agua marina.

Ambos caminaron varios metros, afortunadamente para ellos ese día no había tormenta, tan solo el incesante frio que helaba hasta los huesos.

-Milo, ¿A dónde vamos?

-Ya verás-volteó a verlo el peli azul y siguió su camino, finalmente llegaron a un enorme lago congelado oculto tras un circulo de tupidos pinos, el sol se colaba apenas por las densas nubes dándole un aire de belleza y misterio al lugar. Milo dejó su mochila en el suelo, abrió el zipper y comenzó a hurgar en ella sacando un par de patines para el hielo ante la mirada asombrada de Camus.

-¿De dónde sacaste eso?

-Los compré...

-¿He? ¿Pero, como?

-Bueno, había estado ahorrando meses atrás para tu regalo y cuando el patriarca me dijo que me enviaría aquí pensé que este sería perfecto-le sonrió.

-Milo...-murmuró Camus, recordando que meses atrás había días en que iba a buscarlo y no estaba-Fuiste a Rodorio...

Milo bajó la mirada al escuchar el nombre de su pueblo natal a lo que Camus se acercó a él y preguntó-¿Te...te lo topaste?-Milo negó con la cabeza.

-A esas horas normalmente el estaba completamente perdido, así que no tuve ningún problema...-de pronto el semblante del peli azul cambió drásticamente, sus ojos estaban llenos de una profunda tristeza.

Flashback

Milo era originario de Rodorio, tenía 2 hermanos: una bebé de 8 meses y un niño de año y medio, siendo él el mayor con 3 años de edad. Desgraciadamente su padre había caído en el vicio de las drogas, se había vuelto violento e irresponsable, el dinero comenzó a faltar en su casa, sus hermanos enfermaron y su madre, quien le tenía terror al padre de Milo, no se atrevía a hacer nada. El pequeño peli azul viendo la desgracia en la que se encontraban no se quedó de brazos cruzados y comenzó a hacer favores a la gente del pueblo para ganar algo de dinero y así alimentar a su familia, un día un señor de edad avanzada se compadeció de él y le regaló una guitarra, diciéndole que con ella ganaría más dinero. Al principio Milo no sabía cómo tocarla pero de a poco y por la necesidad aprendió un par de melodías, así que todos los días se ponía en una banca en la plaza principal de Rodorio a tocar.

Había vuelto entonces una tarde a su casa, ese día había ganado más dinero que en otras ocasiones así que se encontraba singularmente contento, quizo abrir la puerta de su casa pero no pudo empujarla por completo, lo intentó en vano varias veces pero parecía atorada, así que pasó a penas por el hueco, deseando inmediatamente no haberlo hecho nunca. Delante de él se encontraban sus dos hermanos rodeados por un charco de sangre, se veían terriblemente golpeados, dejó caer el saco de monedas y comenzó a gritar en shock, entonces escuchó una voz por detrás de la puerta, se giró y vio que ahí estaba su madre, tirada en el suelo, gravemente herida. Gruesas lagrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Milo-¿Ma...mamá?-balbuceó mientras se acercaba a ella-Milo...-dijo ella con un hilo de voz-corre...por favor hijo, corre...

-¡Mamá! ¡No voy a dejarte!-el pequeño intentó levantarla en vano, las lagrimas a penas lo dejaban ver.

-Te matará Milo, debes correr, te lo suplico, hazlo por mí...-la mujer sonrió débilmente para finalmente lanzar su último aliento.

-¡MAMÁ!-gritó mientras las lagrimas saltaban de sus ojos por la fuerza, en eso escuchó los pesados y torpes pasos de su padre y haciendo caso de la última voluntad de su madre se echo a correr sin rumbo. Corrió hasta que los pies no le dieron para más y se dejó caer pesadamente en el suelo, llorando sin control, dentro de sí sintió algo arder, apretó los puños con fuerza mientras la impotencia recorría su cuerpo y no notó que a su alrededor las piedras del pavimento comenzaban a flotar, pero alguien que pasaba por ahí sí lo hizo.

-¿Por qué lloras pequeño?-le preguntó.

Milo se limpió las lágrimas y mantuvo su vista en el suelo-¿Que te importa?-le respondió, a lo que el interlocutor sonrió.

-Bueno pequeño, a mí me importa el bienestar de todos los habitantes, ese es mi deber como patriarca.

Milo al escuchar esto se sobresaltó y levantó la vista, era cierto, el patriarca estaba ahí delante de él y cayó en cuenta que acaba de faltarle al respeto a la máxima autoridad de Rodorio.

-¡Yo...em...no sabía que!-balbuceó el chiquillo, lo cual solo generó en Shion una sonrisa.

-Acompáñame-le dijo suavemente el peli verde mientras extendía su mano para que Milo la tomase-te tengo una propuesta....

Fin flashback

Una sola lagrima rodó por la mejilla de Milo a lo que Camus se acercó a él tímidamente, su expresión se mantenía igual pero intentaba forzarse a abrazar a su amigo, poniendo sus brazos torpemente alrededor de los hombros del griego de una manera tan laxa que pareciera que ni siquiera entendía el concepto de lo que un abrazo era.

Milo alzó la vista al sentir por primera vez el contacto con Camus, quien tenía su barbilla en el hombro del peli azul y había conseguido por fin abrazarlo correctamente.

-Gracias Milo, este es el mejor regalo de cumpleaños... ¿Fuiste a Rodorio todos esos días a la misma plaza a tocar la guitarra verdad? Hasta que pudiste juntar lo suficiente....-para sorpresa de Milo lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Camus-Aun sabiendo que te lo podrías encontrar...

-Camus...-Milo no pudo soportarlo más y sollozó brevemente, para después tranquilizarse, separarse de su amigo y limpiarse las lágrimas con el dorso de su mano-Bueno, bueno-dijo aún con la voz temblorosa-Este es tu cumpleaños no un funeral, ¿No es así? Anda, pruébatelos.

Camus se le quedo viendo un momento a Milo pero comprendió que debían dejar el tema por la paz, así que asintió con la cabeza y se puso los patines.

Mientras en el santuario

¡Afrodita!-gritó Shura mientras corría hacia su compañero, el cual había sido lanzado varios metros en el aire por Saga ante la mirada atónita del resto de sus alumnos.

-Nunca deben bajar la guardia-aseveró el géminis-Al convertirse en caballeros de Athena todo el tiempo deberán mantenerse alertas, de hoy en adelante me convertiré en su sombra y cuando menos lo crean podrían ser atacados.

Todos se vieron con asombro entre sí, incluidos Mu y Shaka. Shura tomó a Afrodita por ambos brazos y lo levantó del suelo-¿Te encuentras bien?-el mencionado asintió con la cabeza mientras se incorporaba y se sacudía el polvo.

-Bien-continuó Saga-Muéstranos que aprendiste en Groenlandia, Afrodita-en eso el peli azul arrastró una caja de tamaño considerable al centro del coliseo-¡Todos excepto él a las gradas!-los demás le obedecieron y cuando se retiraron Saga abrió la tapa de dicha caja, dejando salir a un toro enorme el cual bufaba estrepitosamente, Afrodita abrió grandes los ojos al ver al feroz animal correr amenazadoramente hacia él.

-¿¡Qué esperas ataca Dita!?-le gritó Angelo (aka: Deathmask) prendiéndose al filo de la grada.

-¡Rosas Diabólicas!-gritó a la par que le lanzaba varias rosas al animal el cual de a poco fue perdiendo fuerza cayendo finalmente vencido al suelo a escasos centímetros de Afrodita.

-¡Así se hace Dita!-le animó el moreno, mientras que el mencionado niño cayó de rodillas al piso. Mu bajó corriendo ante la mirada asombrada de Shaka quien lo siguió y el peli lavanda se colocó al lado de Afrodita, cuando volteó a verlo su mirada había cambiado por completo, ya no se veía vacía, estaba, triste...

Afrodita comprendía que Saga había traído al toro para que el pudiera probar sus capacidades, ya que de ninguna manera podía usar ese ataque con sus compañeros, sin embargo, no podía evitar sentir que era injusto que el toro sufriera por su causa.

-¡Levántense todos, debemos continuar con el entrenamiento! Bien hecho Afrodita-Con esto Saga se dio la media vuelta pero de pronto comenzó a sentir un cosmos que le llamó la atención y se volvió.

-Pero... ¿Qué?

Ante la mirada atónita de todos Mu estaba liberando un poderoso cosmos mientras tenía las manos sobre el toro.

-Está...está extrayendo el veneno-murmuró Saga asombrado-¡Fuera de la arena todos!-gritó el peli azul, pero ni Mu ni Shaka lo obedecieron.

-¡Shaka! ¡Mu!-les gritó Saga-¡¿Acaso no me escucharon?!

-Mu ¿Qué estás haciendo? Cuando el toro se levante podría lastimarte...-le susurró Shaka a Mu, ignorando los gritos de Saga.

-¡No me importa no lo dejaré morir!

En eso el animal comenzó a incorporarse a lo que Mu sonrió, tomó a Shaka de la mano y se levantó arrastrándolo-¡Corre Shaka!-le gritó a lo que el indio reaccionó y comenzó a correr también. Entendió entonces que a Mu no le quedaban suficientes fuerzas para teletransportarlos lejos del toro, el cual afortunadamente se levantó algo aturdido y fue incapaz de alcanzarlos.

Pero nadie iba a salvarlos de la ira de Saga...

¡Me desobedecieron deliberadamente!-les gritaba el géminis mientras caminaba de un lado a otro por la sala del patriarca-¡Pudieron haber resultado gravemente heridos o morir!

Los pequeños estaban parados entre el gran patriarca y Saga, tenían todas su extremidades pegadas al cuerpo y una cara de terror que se veía más bien simpática para Shion.

-Gran Patriarca, desde un principio les dije que no toleraría insolencias ¡Y esto claramente califica como insolencia!

-Shion se levantó de su silla y caminó para con los niños, Mu bajó la mirada sintiéndose terriblemente avergonzado-Por favor su ilustrísima, le pido que disculpe a Shaka el no tuvo nada que ver en esto todo fue mi culpa yo fui el que curó al toro...

-No puedo hacer eso Mu y lo sabes, Shaka desobedeció una orden directa de Saga al permanecer a tu lado y por eso deben ser castigados-Ambos niños agacharon la cabeza.

-Lo siento Shaka-murmuró Mu a lo que Shaka contestó-No te disculpes, el tiene razón yo fui el que desobedecí.

Sin embargo-continuó Shion-Lo que hiciste Mu no solo fue un acto de bondad sino también demostraste un manejo impresionante de tu cosmos al ser capaz de sanar a ese animal, por eso te felicito, estoy orgulloso de ti-le sonrió y después su rostro se torno severo nuevamente-Pero ni creas que por eso te salvarás del castigo....

Shaka y Mu voltearon a verse para después pasar saliva, en lo que el patriarca les daba indicaciones.

Mientras en la casa de Cáncer

Afrodita estaba recostado en el sillón, se había decidido a ver una película para distraer un poco su mente de lo que había pasado ese día, el creía fielmente en preservar el amor y la paz en la tierra y que sus ataques debían ser perfectos para ese fin, pero... pero no a costa de animales inocentes, así no...

-¡Angelo!-interrumpió sus pensamientos la voz de Shura ¿Puedo pasar?

-Ya sabes que sí, es molesto que me lo preguntes todo el tiempo solo entra y ya-le gritó el moreno quien no se encontraba en la sala mientras Dita le indicaba a Shura se sentara a su lado-¿Y el imbécil de Angelo que está haciendo?-le preguntó Shura.

-No lo sé pero nos alcanzará en cualquier momento-le dijo el peli celeste.

-Claro, si les digo que entrenemos de pronto les entra la pereza pero si se trata de palomitas y películas de acción estarán ahí sin falta-dijo Shura con ironía-A ese paso jamás nos convertiremos en caballeros...

-Bueno si piensas que nosotros estamos perdiendo nuestro tiempo nadie te obliga a estar aquí querido-renegó el sueco cruzado de brazos a lo que Shura solo le volteó la cara.

En eso entró el peli azul, estirándose y portando su usual sonrisa torcida-¡Hey, que hay!-saludó a sus camaradas para después dejarse caer en medio de los dos, poniendo un brazo alrededor del cuello de cada uno para molestia de ambos.

-Ange, tu brazo, pesa...-le dijo Afrodita intentando zafarse a lo que el moreno hizo una mueca y apretó más el agarre-¿Qué vamos a ver?-dijo ignorando olímpicamente al peli celeste.

-Pues tengo tres opciones, una de suspenso, una de acción y otra infantil ¿Cuál prefieren?-les preguntó el Sueco mientras sostenía las tres películas para que las vieran.

-Infantiles no-dijo el peli azul.

-Adiós "E. T."-dijo Dita tirando la película a una cesta cerca del sillón-¿Acción o suspenso entonces?

-¡Suspenso!

-¡Acción!-

Ambos niños voltearon a verse e inmediatamente lanzaron sus puños al frente-¡Piedra, papel o tijeras! ¡Piedra, papel o tijeras!

-¡Gané!-exclamó Shura, quien solo se emocionaba al ganar.

-Bueno, adiós "Volver al futuro" y hola "El resplandor"-dijo el peli celeste en lo que se levantaba a colocar la película, Angelo solo se cruzó de brazos y Shura le puso "play" con el control.

Los tres niños estaban al filo del asiento, había un silencio sepulcral en la sala pues estaban tan sumergidos en la trama (y tan asustados) que ninguno se atrevía a mover un musculo, en eso un estridente grito se escuchó haciendo que los tres saltaran del asiento.

-¿¡Pero qué diablos fue eso!?-gritó Angelo.

-No lo sé...-respondió Afrodita temblando y abrazándose de Shura, quien se quedo inmóvil ya no sabía si por el miedo o por el abrazo.

De pronto escucharon de nuevo los gritos, cada vez eran peores.

-Shura...ve a ver qué ocurre-dijo el italiano.

-¡Ve tu!-le gritó el español.

-¡Ya no se peleen!-exclamó el sueco para después quedarse helado viendo hacia la salida del templo de Cáncer.

-A...Ange-Sus ojos estaban abiertos como platos y su voz temblaba, mientras apuntaba a la salida-¿Que...que es eso?

Se veía una sombra aproximarse al templo cada vez se volvía mas y mas pequeña mientras al fondo los gritos no cesaban. El trío de 7 años estaba al borde del colapso cuando vieron a Shaka correr para dentro del templo de cáncer lo cual hizo que brincaran de nuevo por no esperarse ver al indio pasar por ahí.

-¡Es Shaka!-gritó Shura-¡¿Shaka qué haces aquí?!

El rubio no contestó y pasó como rayo por la casa de cáncer ante la mirada atónita de los tres mayores, quienes suspiraron al verlo salir. En eso Ángelo se echo a reír a carcajada suelta-¡Idiotas, creyeron que Shaka era un fantasma!-solo para recibir un golpe por parte de Dita.

-¡Cállate, tu brincaste más alto que cualquiera de nosotros!

Por su parte Shaka pasó el resto de los templos corriendo en tiempo record, agradeciendo enormemente que en Géminis no hubiera nadie por el momento y llegó a Aries, se dirigió al dormitorio de Mu quien estaba aun gritando y sudando frío mientras se daba vueltas en la cama.

-¡Mu! ¡¿Qué te pasa despierta?! ¡Mu!-le gritaba Shaka mientras lo movía de un lado a otro, pero el lemuriano apretaba los ojos y manoteaba, mientras gritaba que lo dejaran tranquilo.

-¡Mu por favor basta!-gritaba Shaka angustiado, finalmente Mu consiguió despertar cayéndose de la cama pues se había quedado enredado en las sabanas.

¡Mu! ¿Estás bien?-le ayudó Shaka a incorporarse mientras el otro permanecía aun aturdido.

-¡Shaka!-abrió grandes los ojos Mu, ruborizándose de inmediato por la vergüenza-¿Qué...que haces aquí?

-Tus gritos se escuchaban hasta virgo, ¿Estás bien?

Mu bajó la mirada-Si, es solo que...tuve una pesadilla, es todo.

Shaka arqueó una ceja-¿Qué soñaste?-Mu no dijo nada pero por su mirada Shaka lo dedujo-¿Soñabas con el orfanato verdad?-El indio suspiro y sintió una enorme pena por su amigo, había pasado apenas un mes de que Shion lo había sacado de ahí y a pesar de que Mu había cambiado mucho desde que llegó al santuario, volviéndose un niño más bien alegre, afectuoso y amigable, era demasiado pronto para que dejara atrás la experiencia por completo.

Mu asintió con la cabeza-Shaka...-murmuró-¿Podrías...quedarte conmigo un momento por favor?-dicho esto sus mejillas volvieron a tornarse de un rojo carmesí, el cual ocultó bajando la cabeza.

-No veo por qué no, ya corrí hasta aquí-dijo el rubio-¿Qué quieres hacer?

-Podríamos quizá meditar un poco ¿Te parece?-Shaka asintió y ambos se colocaron en el suelo en posición de loto, Mu comenzó a intentar dominar su respiración, que aun estaba agitada por el susto y Shaka igual pues había corrido 5 casas abajo. Mas pasados 10 minutos ambos se quedaron profundamente dormidos al lado del otro.

A la mañana siguiente Shaka abrió los ojos con el primer rayo de sol y se sobre saltó al no reconocer sus alrededores, volteó a su derecha y Mu estaba aun descansando a su lado, entonces recordó que había ido a Aries en la noche-Me quede dormido-pensó.

Decidió esperar a que Mu se levantara pues no le vio caso a regresar a Virgo si de todos modos ambos tenían que cumplir con el castigo que Shion les había impuesto, el lemuriano no tardo mucho en despertar y también se sobre saltó a ver a Shaka meditando delante de él-¡Shaka! Buenos días-dijo con los ojos como platos-¿Te...?

-Me quede dormido-le interrumpió.

Ya veo-un silencio incomodo se apodero de la casa de Aries-¿Quieres desayunar?-atinó a decir Mu, quien odiaba esos silencios-Anda, te hare unos momos-le sonrió.

-De acuerdo-le sonrió de vuelta Shaka.

Ambos niños desayunaron en silencio y se dirigieron después a cumplir con su castigo, debían ir al bosque pasando la aldea de Rodorio y pescar la cena para después hacer las compras en la aldea como disculpa hacia Saga.

-¿No te parece un castigo muy laxo?-le dijo Shaka a Mu a medida que se adentraban en el bosque.

-Creo que se apiadó de nosotros por haber salvado al toro-respondió en lo que movía un par de ramas que le obstruían el paso.

De pronto miraron un río delante de ellos, había una zona un tanto más alta que formada una pequeña cascada en la cual los peces brincaban corriente arriba y podían ser fácilmente atrapados.

-Esto será pan comido-dijo Shaka, quien se quitó las sandalias y parte superior de su vestimenta quedando tan solo con sus pantalones blancos y se metió al lago. Mu lo imitó quedando tan solo con sus pantalones verdes y observó divertido como Shaka luchaba con los peces arriba de las rocas, cuando finalmente uno lo golpeó en la cara tumbándolo rio abajo.

Mu intentó no reírse pero le fue imposible, a lo que Shaka le lanzó agua en la cara la cual le cayó en la boca, ocasionando que tosiera sin control.

¿A si?-replicó el lemuriano entre tosiendo y le arrojó a Shaka agua también, entrando los dos entonces en una guerra sin tregua...y olvidándose por completo de los peces.

-¿Qué clase de castigo es este?-rió Mu mientras se secaba el cabello con las manos.

-Uno que deberíamos repetir-le dijo Shaka con una sonrisa. Mu se le quedó viendo por un par de segundos, había notado que Shaka últimamente sonreía demasiado, aun que también sabía que eso solo pasaba cuando estaban juntos y de algún modo lo hacía sentir bien.

El rubio se sintió observado y volteó para con su amigo-¿Pasa algo?-Mu negó con la cabeza.

-Es solo que, me alegra que seas mi amigo Shaka-le dijo con una cálida sonrisa, Shaka se ruborizó de inmediato y volteó hacia el río.

-Mu, no hemos atrapado nada aún y se hará tarde...-dijo lo mas apresuradamente que pudo para distraer al lemuriano.

-Tienes razón, vamos-se levantó a prisa metiéndose de nuevo al río.

Los pequeños volvieron al santuario con todos los encargos casi para que el sol se ocultara, a la entrada en Aries Shion los estaba esperando de brazos cruzados.

Iban subiendo la escalera mientras platicaban animadamente y ambos volvieron la vista viendo al patriarca esperándolos con una cara de pocos amigos.

-¿Por qué tardaron tanto? No sé si recuerden que esos peces eran para el almuerzo...

Los dos comenzaron a balbucear excusas inaudibles a lo que Shion solo se apretó el puente de la nariz con sus dedos-¡Silencio!-les gritó para su sorpresa-Shaka, vete a virgo, ¡ya!

-Si gran patriarca-le dijo caminando escaleras arriba, volteó brevemente a ver a Mu a manera de despedida y después siguió su camino.

Mu trago duro al ver a Shion, se sentía un ingrato por haberse portado mal dos días seguidos.

-Acompáñame por favor, Mu-le dijo el peli verde mientras entraba a Aries, Shion se sentó en el suelo-¿No me ofreces una taza de té?

El pequeño dio un brinco y abrió los ojos como platos-Cla...Claro que si su ilustrísima-dijo mientras se apuraba a calentar el agua y volvía para sentarse junto con su mentor.

-Mu-comenzó Shion-no tienes idea de la tranquilidad que me da que seas amigo de Shaka, en un inicio tenía mucho miedo de que jamás pudieras confiar en nadie y has evolucionado sorpresivamente rápido en ese aspecto-El mencionado niño lo miró con nostalgia, la culpa creció en el por causarle problemas a la persona que lo había salvado de su infierno personal.

-Sin embargo, el día de hoy descuidaste tus deberes como aprendiz de caballero, consiguiendo que te castigue dentro de un castigo, estoy muy decepcionado de ti Mu...

En eso se escuchó silbar la tetera, Mu volteó hacia la cocina y después volteó a ver al Patriarca quien le hizo una seña con su mano para decirle que no había problema si iba. El pequeño aprovecho que estaba solo para llorar brevemente por las palabras de Shion, preparó el té y volvió ya tranquilo a la sala.

El mayor le dio un sorbo y sonrió complacido por lo bien que había aprendido a hacer su té natal, para después poner el rostro severo nuevamente-Mañana partiremos a Jamir a primera hora, alista tus cosas. Shaka por su parte se irá a India un par de meses a continuar con su entrenamiento, eso les servirá a los dos para madurar y poner en orden sus prioridades.

Mu se quedó helado, a pesar de que tenía tan poco de conocer a Shaka era muy importante para él y el pensar que dejaría de verlo meses (que para un niño de 4 años es una eternidad) le entristeció mucho, para Shion no necesitaba más castigo que ese así que una vez terminado su té le dio las gracias y se retiró.

Una vez que se aseguró que Shion se había ido y ya entrada la noche Mu se comunicó con Shaka por telepatía-Shaka, voy a irme...-

-Lo sé-le contestó-Después de salir de tu casa el patriarca vino a la mía y hablo también conmigo, estoy alistando mis cosas...No te preocupes Mu, es normal, a todos nos envían a entrenar a otros lugares.

-Solo quería despedirme-le dijo con tristeza.

Shaka se quedo pensativo un momento-Dime Mu, ¿Estas de humor para romper una última regla?

El pequeño Shaka esperó a que fuera pasada la media noche y acudió a Aries, pasando sigilosamente por las 4 casas

Entra, entra-susurró Mu, quien lo esperaba a la entrada posterior.

Una vez dentro atravesaron la casa y salieron con cuidado entre risillas del santuario dirigiéndose al coliseo, en donde se sentaron en las gradas a contemplar la luna, permanecieron en silencio un par de minutos tan solo contemplando la belleza del cielo y los astros, en eso Shaka volteó a ver a Mu, su pálida tez parecía fusionarse con la luz de la luna, haciendo aun más brillantes sus enormes ojos verdes, de pronto notó que llevaba observándolo un largo tiempo y se sobre saltó aunque Mu ni siquiera se dio cuenta.

-Es cierto-dijo Shaka de pronto mientras metía la mano en su bolsillo, sacando un objeto pequeño-Esto es para ti-Dicho esto se paro detrás de Mu y le colocó un collar, abrochándoselo. El lemuriano tomó en su palma el dije, era un elefante con la trompa hacia arriba y se volvió para ver a Shaka a los ojos, quedando sus rostros demasiado cerca, Shaka se puso nervioso y dio un paso atrás tropezando con la grada y cayendo sobre Mu.

Mu empezó a reírse a carcajadas ante la mirada de un apenado Shaka, quien por la impresión abrió los ojos por un momento, contemplando fijamente a los de Mu. El lemuriano se quedó mudo, perdiéndose en la profundidad de ese intenso color azul y Shaka inmediatamente volvió a cerrarlos y se levantó.

-Perdona-dijo el indio acomodándose las ropas.

-Gracias Shaka, por el dije, es muy bonito-le sonrió Mu, tratando de ocultar lo intrigado que se sentía por ver los ojos de Shaka por primera vez.

-Es un amuleto de la prosperidad, te protegerá...Es por tu cumpleaños, ya que no te veré ese día estoy dándote tu regalo por adelantado...

-Shaka...-murmuró Mu y sin pensarlo lo abrazó, el indio que realmente no disfrutaba del contacto físico se quedó inmóvil ante el gesto-Te extrañare-le dijo por lo bajo.

-No...no es para tanto Mu, de verdad-Shaka se zafó del contacto con delicadeza y le sonrió a su amigo-¿Nos vamos ya?

El lemuriano asintió con la cabeza y ambos volvieron al santuario.

Al día siguiente acudieron juntos al aeropuerto, mas abordaron aviones distintos.

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