En el castillo de la estrella del Alba.

Se encontraba Lucifer en su estudio privado, adentro solo se veía oscuridad por todos lados sin una pizca de luz o eso fue hasta que de repente fue iluminado por una infinidad de estrellas, galaxias, soles, planetas, etc.

Caminando alrededor viendo todo detenidamente era Lucifer que vestía como siempre un traje elegante mientras veía cada planeta.

Agarrado un planeta lo movió cerca, lo suficientemente cerca del Sol.

Estaba cerca pero no lo suficientemente como declarar que se quemaría a la mitad.

Colocando su mano derecha en su barbilla veía detenidamente, pensando.

*Toc*

*Toc*

Se escucho que tocaban la puerta.

—Pase.

Abriendo la puerta sin que se cambiará el lugar, entró Miu, la hija menor de Lucifer.

—Papá tengo una pregunta.

—¿Si?.

El rubio seguía moviendo varios planetas y colocándolos en varios lugares específicos, luego las estrellas, cometas y asteroides.

—¿Nosotros somos un clan?.

—No.

—¿Por qué no?.

Miu apenas estaba estudiando pero sabía más o menos los requisitos para un clan, pero aún así su padre le respondió.

—Primero, se necesita más miembros. Segundo, no hace mucho que cree el clan... solo estamos nosotros 4... Tercero, tendré muchos territorios y todos los requisitos para un clan pero nunca me intereso formarlo, solo le hice por ustedes.

—¡Ohhhh!.

La rubia estaba sorprendida, la verdad, no se esperaba esa respuesta.

—Espera... ¿y la prima Elaine?.

—Ella es Dios, ella es Elaine Belloc, no es una Morningstar, puesto que ella es hija de mi hermano Miguel y por eso ella no es oficialmente parte del clan, aunque lo fuera no estaría mucho tiempo ya que cumple su papel como Dios.

—El abuelo me había hablado de eso, ¿no que había abandonado la creación?.

—Si, pero logré convencerla nuevamente de regresar, total ella no iba a dejar morir todos esos mundos, todos esos multiversos, líneas de tiempo y dimensiones... solo lo hace por eso, pero no me extrañaría que se harte otra vez y se vaya.

—Es muy solitario eso papá, ¿no es mejor hacerlo en familia?.

—Ella heredero los poderes de Yahvé, ella es Dios, sus poderes son incalculables y no tiene ningún límite, por esa razón ella es la adecuada para ser Dios y cuidar de la creación.

—Pero ¿y tú?... has creado mundos y..

—Gane mi poder entrenando, algo que nunca necesite puesto nací siendo poderoso... pero si quería ir y probar cosas nuevas, necesitaba más poder... puedo crear, gracias al Don que me dio Yahvé, pero hasta ahí, mi otro yo se llevó más de la mitad de mis poderes, por ende quede con lo que tenía antes —le explicaba el rubio mientras colocaba la luna cerca de la tierra—. En fin, no hay suficiente familia para ser un clan, mis eternos y maids no cuentan... bueno, Akame se le puede considerar mi hijastra... pero aún así, es insuficiente.

—Hmmm.

Miu se quedó pensando.

—Eres mal mentiroso, Padre.

Él no dijo nada solo se limitó a seguir haciendo lo suyo.

—Todo esto es... no... todo esto... no es real... Onii-sama solo lo creo para mi, para las ilusiones ya son inútiles contra mi.

Al terminar de decir eso todo se desvanecio, tal como dijo, todo fue una ilusión.

Quedó solo una sala fría y vacía.

Todo el castillo de hecho estaba vacío y oscuro.

—Tch... otro castillo más... otra falsedad.

Murmurando eso dio una patada con fuerza al suelo, haciéndolo agrietarse y luego todas esas grietas se extendieron por el castillo y se derrumbó.

Al terminar de caer, de los escombros salió Miu, se sentó viendo como las Galaxias iban hacia una dirección.

—Somos un clan... lo sé, yo lo sé... y si tengo que encontrarlos a todos y hacer que lo admitan a punta de hostias lo haré —saca una libreta junto a un lápiz—. Pero primero, terminaré mi tarea.

Y así la rubia se propuso a terminar su tarea para luego seguir con su misión de reunir a su familia, algo que es prácticamente imposible pero si tiene que darles a hostias a todos para que vuelvan a estar unidos lo hará, pero por el momento terminara los asuntos académicos pues su educación no la descuidaría.