La debilidad es algo que siempre está presente en todos, no importa que, siempre haya alguien más fuerte que tú, pero puedes alcanzarlo o superarlo si uno se esfuerza.

Un claro ejemplo sería el ser humano, cada humano es débil, un simple golpe o enfermedad y te deja fuera de juego un tiempo, el cuerpo humano es muy delicado, aunque, hay excepciones.

Hay un grupo selecto que tiene talento para actividades físicas, más cuales pueden mejorar el cuerpo.

Estas actividades son las Artes marciales.

Originalmente creadas para protegerse a uno mismo, a sus seres queridos y para derribar a alguien mucho más fuerte que tú.

Mucho tiempo a pasado y las Artes marciales siguen evolucionando, mejorando, adaptándose a los cambios de las épocas.

Aunque a veces se pierden muchas disciplinas, hay otras que surgen y las reemplazan.

Es ahí donde los artistas marciales buscan pasar su estilos a sus estudiantes.

Buscan ellos mismos aquellos jóvenes con talento para que aprendan el estilo e incluso lo mejoren.

Pero hay algunos... que nunca han tenido talento para las Artes marciales y sin embargo, Maestros reconocidos los toman bajo su ala.

Es así como comenzó la leyenda de aquel joven.
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No se sabe su pasado con exactitud, solo se sabe que venía de una tierra cualquiera, de una país monótono, una ciudad común y corriente, ect. El niño creció con un cuerpo muy débil y le dijeron que no viviría hasta los 20 años. Como iba a morir en cualquier caso, decidió dedicarse a las Artes Marciales y fue entonces cuando se encontró con mercenario legendario y un hombre ninja. Soportando su entrenamiento, el joven notó que fue capaz de superar su debilidad y cambiar su destino gracias a las Artes Marciales. A partir de ese día, él decidió dedicar su cuerpo y alma a las Artes Marciales. Habiendo desarrollado talento, fue entrenado tanto por otro hombre que vestía muy de trajes como por el hombre ninja en numerosas batallas, una de las cuales le costó el ojo izquierdo durante una sesión de entrenamiento, pero el muchacho estaba encantado de poder contribuir a las artes marciales.

Desde niño sufrió mucho debido a su cuerpo débil y su inexistente talento... pero sus Maestros nunca se rindieron con él... lo entrenaron hasta que rompió su límite, sin trampas, ni trucos ni suerte, desde 0.

¿Terminó ahí? ¿Se rindió? No, no señor, no, no con aquella oportunidad de ser aún más fuerte.

Soporto los entrenamientos mas Infernales, se enfrentó a los seres más poderosos apenas saliendo vivo. Y ante cada derrota él siempre se levantó, no conoció la victoria sino cuando lo intentaba la segunda vez.

Ya no temía, él era el que producía miedo sin tan siquiera hacer nada. Todos lo retrataban como el más débil pero una vez caían ante su pies lo clasificaban como el más fuerte.

Se volvió fuerte, tan fuerte que se aburría de que sus oponentes acabarán de un solo golpe... pero ¿dejo de entrenar por eso? Por su puesto que no, sus maestros lo llevaron con los pesos pesados mientras le enseñaban técnicas peligrosas y aunque esos oponentes si valían la pena... el peligro verdadero eran las técnicas...

No le importaba ser el conejillo de indias si con eso ayudaba avanzar a las Artes marciales.

Para él todo se resumía en cumplir las órdenes de sus Maestros y ayudar a que las Artes marciales evolucionaran más.

Si Sho Kano era descrito por todos como el Ser Perfecto, El Guerrero Perfecto.

Entonces este joven sería El Débil Más Fuerte, El Trabajador Más Duro.

Su nombre es Satomi Kajima, El Trabajador Máximo, El Guerrero Que Superó A La Muerte. Y ya sus Maestros le dieron su misión.