Dos días después del incidente de la USJ, la clase 1-A volvió a su horario regular de educación. Todos estaban sentados y charlando en sus asientos antes de que entrara Midoriya, cuya mera presencia logró silenciar a toda la clase y poner todos los ojos en él. Hubo un solo momento de silencio antes de que todos golpearan sus escritorios y se pusieran de pie de un salto, bombardeando al asustado y esperanzado héroe con una cantidad aparentemente interminable de preguntas.

— Midoriya ¿Cómo hiciste para que tu brazo pareciera que salían rayos? — Kaminari gritó rápidamente.

— ¿Cómo te sientes? ¿No estabas muy malherido? — preguntó Iida con calma.

— ¿Cómo se siente romper el cráneo de ese monstro? — pregunto Sero.

— Estoy bien chicos, realmente mis heridas no fueron tan graves, si las comparamos con las del Aizawa-Sensei y Trece – Sensei, — Midoriya agitó las manos en pánico, haciendo todo lo posible por tranquilizar a la multitud.

— Hablando de Aizawa, ¿quién va a enseñar sus materias ahora? — Asui interrumpió solo para ser interrumpida por un ligero clic que sonaba desde la entrada.

La puerta se abrió y todos se sentaron instantáneamente, viendo a Aizawa caminar de pies a cabeza cubierta con vendajes, casi como una momia.

— ¿Esta bien? — Uraraka levantó la mano débilmente mientras su voz estaba llena de preocupación.

— Mi salud no es importante... ahora quédate callado. Tengo algo importante que discutir contigo — Aizawa continuó hablando y se sorprendió de que nadie lo interrumpiera.

— El festival deportivo de la UA estará aquí dentro de dos semanas. Por lo tanto, no habrá clases durante los próximos catorce días con el fin de dar tiempo a los estudiantes para entrenar. — continuo Aizawa su explicación.

— Pero Aizawa Sensei, eso suena Cómo si le estuviéramos dando una puerta de entrada a los villanos para que vuelvan a infiltrarse, ¿no? — cuestiono Iida mientras algunos estudiantes todavía no se sentían cómodos por la noticia.

— Por el contrario, es hora de mostrarles que no tenemos miedo y que no les daremos la reacción que esperan. Incrementaremos la seguridad al menos cinco veces más que en años anteriores y el lugar estará lleno de héroes profesionales. Ningún villano con una gota el sentido común se atreverá a atacar. Además, habrá aún más héroes explorando a los estudiantes para reclutarlos para las pasantías y otras cosas por el estilo, dejando eso de lado ¿alguno de ustedes tiene una pregunta? — termino de hablar Aizawa mientras con su mano derecha pellizca el puente de la nariz.

— ¿Podemos usar nuestros trajes de héroe? — pregunto Kirishima de inmediato.

— No. Estás compitiendo contra estudiantes de otros cursos y, para ser justos, no se permitirán beneficios o perjuicios externos — dijo Aizawa sin muchos animos.

— Aww, quería usar mi disfraz de héroe — Mina hizo un puchero y se quejó.

— Si eso es todo lo que necesitan preguntar, entonces ya se pueden ir. — dijo Aizawa saliendo del salón.

La clase comenzó a hablar sobre el festival deportivo y lo que posiblemente sucedería durante sus futuras carreras como héroes.

— ¿Sabías que algunos héroes terminan siendo compinches por el resto de sus vidas? — Kaminari dijo preocupado.

— Siento que tú serías uno de ellos, considerando cómo fríes tu cerebro cada vez que usas tu peculiaridad — Jirou replicó, sofocando una risa con la palma de su mano.

Antes de que pudiera responder, sonó la campana y todos empacaron para irse. Mineta abrió la puerta solo para ver la entrada abarrotada de estudiantes, bloqueando efectivamente la salida.

— ¡Oye! ¿Qué están haciendo? ¡No podemos salir! — Mineta gritó de miedo.

— Están explorando al enemigo, retardado, — grito Bakugo controlando las ganas de golpear completamente al idiota con cabeza de uva metiendo sus manos en sus bolsillos.

El rubio cenizo siguió adelante y trató de abrirse camino a través del marco de la puerta con un "Fuera de mi camino, extras". Se podía notar que su voz prácticamente tenia veneno para después ver como Iida intentara regañarlo.

— Así que esta es la clase 1-A, ¿eh? Qué grupo de bastardos engreídos — comentó un chico con el cabello morado desordenado y ojos cansados, también conocido como Shinsou Hitoshi del programa de estudios generales.

Midoriya rápidamente dio un paso adelante y se disculpó por las acciones de Bakugou, inclinándose profundamente para mostrar su respeto.

— Como presidente de la clase 1A me disculpo si mi compañero de clase te ha ofendido. Por favor, no lo tomes como una representación de toda nuestra clase y simplemente ignóralo — dijo Izuku mientras seguía inclinado.

Sin embargo, Shinsou solo miró la postura inclinada de Izuku y miró a cada uno de los estudiantes en clase detrás de él.

— Vine aquí para declararte la guerra. Dependiendo de nuestras actuaciones en el festival deportivo, considerarán trasladarnos al curso de héroes. Eso significa que algunos de ustedes podrían incluso abandonar. Saldremos de la nada y los dejaremos boquiabiertos en el momento en que bajen la guardia., así que no te pongas demasiado cómodo — declaró Shinsou en voz alta.

Tan pronto como terminó lo que estaba diciendo, Midoriya sintió como el coraje y la adrenalina tomaba control de él, se enderezó de nuevo a su altura máxima y dio un paso adelante, poniéndose a la altura de los ojos del grosero extraño.

— No te dejaremos — fue lo último que dijo.

Sus profundos ojos verdes brillaron con resolución y hostilidad, lo que provocó que el grupo de niños reunidos en el pasillo se dispersara y se fuera.

— Wow. Eso fue tan varonil, Midoriya. — Kirishima habló primero, mirando al presidente de la clase con asombro y respeto.

Poco después, todos los demás estudiantes hablaron y comenzaron a felicitar al adolescente, poniéndolo nervioso mientras luchaba por formar una oración completa.

— G-g-gracias a todos — dijo izuku sonrojado y tapando con sus manos el rostro.

Los estudiantes comenzaron a irse y muchos de ellos aprovecharon la oportunidad para darle una palmada en la espalda a Izuku mientras salían por la puerta. Después de que casi todos se fueron, él volvió a su escritorio y comenzó a empacar sus cosas en su bolso. Yaoyorozu se acercó y se inclinó para mirarlo.

— Oye Midoriya. ¿Quieres acompañarme al centro comercial juntos de nuevo? ¿Cómo la última vez? Es que necesito comprar algunas cosas y Jirou estaba ocupada. — dijo Momo con mucha ilusión.

— Uhh ... ¡S-sí! Claro. No hay problema en absoluto. — respondió Midoriya tartamudeando ya que todavía estaba nervioso por lo de antes, y esta situación solo alimentaba su vergüenza aún más.

Los dos comenzaron a caminar un poco, un silencio incómodo se extendía entre ellos con cada paso que daban.

— Lo que hiciste allí fue realmente genial — felicitó Momo en un esfuerzo por romper la tensión.

— No podía dejar que nos amenazara así y no respondiera nada. — Izuku se sonrojó levemente y se rio nerviosamente en un intento desesperado por ocultarlo.

— En realidad, Midoriya. ¿Puedes entrenar conmigo para el festival deportivo? — Momo preguntó en voz baja mientras un leve color rosado cubría su rostro.

— Lo siento, no pude entender lo que dijiste. ¿Podrías repetir eso? — pregunto Izuku mientras su rostro pecoso miró y miró a Yaoyorozu mientras ella se movía incómoda.

— Yo-yo dije, ¿si puedes ayudarme a entrenar para el festival deportivo? — Momo repitió más fuerte, poniéndose más roja en el proceso.

Izuku se puso nervioso muy rápidamente, lo que provocó que Yaoyorozu se riera un poco por su reacción.

— Está bien si no quieres — dijo Momo mientras trataba de ocultar su risa.

— N-no, está bien. Puedo ayudar. — dijo Izuku moviendo sus manos para rapidamente.

— ¿En serio? — dijo Momo muy emocionada, sin darse cuenta de lo fuerte que lo dijo en el proceso.

— Sí. Um, ¿podemos empezar mañana si quieres? — dijo Midoriya con un leve nerviosismo.

— Eso es perfecto. Muchas gracias, Midoriya. — Momo respondio muy emocionada.

— No hay problema — respondió Izuku, más tranquilo ahora.

Ambos jóvenes llegaron al centro comercial y se dirigieron a una pequeña librería, en la cual había muchos libros, de todo tipo de temas y de diferentes idiomas, Izuku se quedó leyendo uno llamado Kyoshinhei Tokyo ni Arawaru de Hideaki Anno, la historia se basa en como unos dioses aparecen sin previo aviso a Tokyo y empiezan a destruirlo y como las personas tratan de salvarse de esa destrucción. Mientras que Momo hablaba con el encargado y le entregaba un libro que ella había reservado con anterioridad.

— Listo Izuku ya terminé, gracias por acompañarme — dijo Momo mientras se colocaba al lado de Izuku.

— De nada, siempre me gusta ayudar a los demás, ¿necesitas otra cosa? — pregunto Izuku.

— No, creo que es mejor regresar, antes de que sea más tarde... ¡Oh cierto! Deberíamos intercambiar números. Ya sabes, para el entrenamiento. — Yaoyorozu recordó.

— Oh. Sí, claro. — dijo Izuku saca.

Los dos intercambiaron sus números y esperaron hasta que volvieran a recoger a Momo y Midoriya fue camino a su casa. Despues de que Midoriya terminara su cena inmediatamente le envió un mensaje de texto a Yaoyorozu. Momo.

Reúnete conmigo en la playa de Dagoba mañana a las 06:30.

Momo estaba sentada en la sala leyendo un libro sobre estructuras moleculares cuando su teléfono sonó para mostrar un mensaje de Izuku. Inmediatamente dejó caer su libro y agarró el teléfono inteligente para leer lo que estaba escrito. Ella sonrió inconscientemente, lo que hizo que su madre mirara por encima del hombro y leyera lo que estaba sucediendo.

Reúnete conmigo en la playa mañana.

Seguro. Nos vemos allí :)

Su madre continuó mirando mientras escribía una respuesta, preguntando inmediatamente al respecto tan pronto como ella termina de escribir.

— ¿Quién es ese? ¿Tu novio? — pregunto Oichi con una mirada jugetona.

— ¡¿Q-qué?! ¡No! ¡Lo entendiste todo mal! ¡Es solo un amigo! — dijo Momo que se encontró con un profundo rubor en su rostro mientras tartamudeaba nerviosamente.

— Relájate, relájate, solo estaba bromeando contigo. — se rio su madre.

— Bueno, eso no fue gracioso en absoluto — dijo Momo mientras hizo un puchero, con un rubor todavía presente en su rostro.

Fin del Cuarto Capítulo.