♫ Noticias y Citas [Parte 1] ♥

Nota de la autora

Este capítulo que quiero publicar desde el lunes pasado me está saliendo larguísimo. Casi pienso que van a ser veinte páginas y si sigo así, un par más. ¡Dios!, ni yo sé cómo escribo tanto (:'v xD), me digo que voy a escribir un capítulo de siete u ocho páginas, y luego voy actualmente en la página dieciocho y no hay cuándo lo corte xDDD Así que, decidí separarlo en dos, para no hacerlos esperar mucho. Espero tener lista la segunda parte esta noche o ya mejor mañana con más tranquilidad.

¿Por qué la demora? Bueno, luego de leer esta parte, podrán darse cuenta de que el capítulo en cuestión que viene estará centrado en la cita de Aira con su psicóloga. Y no quiero meter la pata. Quiero usar bien los términos y conceptos médicos, por lo que he leído e investigado bastante. Igual, he apelado a viejos recuerdos de mi terapia con mi psicóloga, aunque mi depresión era leve y no llega al punto tan grave ni de dependencia emocional que tiene Aira, por lo que debo hilar fino para que todo tenga coherencia y sea tal cual sería una cita real con una psicóloga. Igual, si hay aquí algún lector que estudie Psicología, lo invito a hacerme llegar sus impresiones de este y sobre todo, el siguiente capítulo en cuestión. No soy experta en el tema, y me baso solo en leer artículos sobre el tema, nada más. 

Sin más, dejo el palabrerío y los dejo con la lectura. 


Rodrigo

—¿Qué...? ¿Qué significa esto?

—¡Eres finalista de los Wattys!

Aira repetía una y otra vez con una felicidad que no le cabía en el pecho, que creía que este iba a reventar por la emoción que albergaba.

Rodrigo miraba con una cara de espanto el celular que tenía frente a él.

—¿Qué...? ¡¿Qué diablos?! ¡¿Yo?! ¿Inscrito en esos premios? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Su mano le temblaba tanto por lo que leía, que no pudo evitar que el teléfono se le cayera al piso.

—Ro... Rodri... —dijo ella aturdida.

Ella levantó la mano para acercarse hacia él, pero este la rechazó de inmediato.

—¿Qué te pasa? —le preguntó.

En el lapso de tiempo que le tomó voltear su rostro para observarla, un proyector imaginario transmitía por su mente todos los acontecimientos que habían transcurrido desde que había decidido hacer caso del consejo de Fabián. En cuestión de milisegundos, cada fotograma provocaba que aumentara exponencialmente al mil por ciento las mariposas en su interior, que sus vellos se erizaran y que su respiración se entrecortara.

Rodrigo tenía tres poemarios colgados en Wattpad, dos que no eran de autoría. Después de sus interminables charlas para pedirle consejos a Fabián, y para no ceder ante los pedidos de quien lo chantajeaba, había decidido que, por fin, borraría aquéllos que no le pertenecían. El plazo del chantajista para que le dijera a Aira la verdad vencía ese mismo viernes.

El día anterior había borrado en su totalidad uno de ellos, "Ella baila rock", de propiedad de su amigo Enrique. Luego, cuando había querido hacer lo mismo con el otro poemario que le quedaba, "Mi obsesión", el ego y la vanidad pudieron más. Para su falso orgullo, ese día jueves aquél había alcanzado el primer lugar en la categoría de Poesía y había llegado al millón de visitas, algo que muy pocas publicaciones en dicha categoría lograban (estas estadísticas solían verse más en la categoría de Fanfic, Novela Juvenil y Romance). Más todavía, cuando decenas de sus fans le habían dejado en su tablero, en su mensajería privada y en dicho poemario cientos de mensajes para alabarle por sus "falsos" versos, el orgullo que había sentido por todo esto había sido como ese diablillo que le hablaba a cada uno al oído izquierdo para dictarte a seguir haciendo malas acciones, y le había impedido darle click al botón de "eliminar historia". Un día más o un día menos de regocijarte en la mar de la vanidad, aunque no fuera por logros propios, ¿no haría la diferencia o sí? ¿Qué importaba? Total, todavía se hallaba dentro del plazo que el chantajista le había dado, el cual coincidía con la cita a la psicóloga de Aira.

Él había decidido conversar con aquella, luego de que la atendiera, sobre si era conveniente soltarle toda la verdad de sopetón. Sobre todo, tenía mucho miedo de cómo reaccionaría Aira ante una revelación de tal magnitud, teniendo en cuenta la montaña rusa de emociones y sentimientos que ella solía experimentar. Si la psicóloga le decía que no, pues procedería a eliminar el segundo poemario sin decirle ninguna verdad, y no quedaría prueba alguna de que hubiera copiado alguna vez a Enrique.

Pero, lo que Rodrigo no contaba era que Aira lo hubiera expuesto de tal manera a la palestra pública, teniendo en cuenta de que la cobertura de los Premios Wattys, para dicha época, ya empezaba a ser tema de interés que no se centraba en la plataforma de Wattpad. Ya los finalistas y ganadores de anteriores ediciones de los Wattys habían sido motivo de reportajes y de noticias de periódicos en otros países. Esto lo sabía él muy bien. Y en Perú podría darse una situación similar si es que algún reportero se enteraba de que un escritor de su país había llegado tan lejos en la web más famosa de lectura online, con todo lo que esto conllevaba. Si esto pasaba, no quería, siquiera, imaginarse lo que se vendría para él.

Ahora ya no solo debía exponerse y tratar de sortear al chantajista, sino a la opinión pública, la que tendría conocimiento, tarde o temprano, de que aquella obra, por la que era ahora alabado y finalista, era un vil plagio. ¡Madre santa!

Al darse cuenta de la terrible situación a la que se enfrentaba, quiso saber cómo era posible que fuera finalista de unos premios a los cuales no se había inscrito, porque para participar en los Premios Watty la inscripción era voluntaria, hasta donde él recordaba. Aunque, no estaba muy seguro de si la organización del concurso permitía que lo inscribiera otra persona, aparte de cada autor. Pero, pensándolo bien, pues parecía ser que sí, porque sino no había otra manera de que hubiera podido quedar como finalista. En la vida a él se le hubiera ocurrido inscribirse, sabiendo que al hacerlo era como si él mismo se pusiera la soga de la horca. De ser así, ¿quién lo había inscrito? ¿Había sido alguna fan? ¿Había sigo el chantajista? ¿O había sido alguien más?

Cuando soltó su pregunta al aire, más interrogándose a sí mismo que a quienes le rodeaban, la respuesta que escuchó de Aira lo dejó atónito:

—Fui yo —dijo ella mostrándole una amplia sonrisa—. Algo me decía que sí te escogerían, y no me equivoqué. Ahora nomás habrá que hacer campaña para las votaciones de fin de año, ¿sí?

—¿Có...? ¿Cómo? —preguntó arrastrando las palabras

La recepcionista había salido de la sala de espera y había dejado la puerta de la entrada abierta. En el ambiente se había colado un aire frío debido a esto, pero Rodrigo creía que el viento gélido que se colaba por sus huesos se atribuía a algo más.

—Las votaciones para que escojan al ganador... Tú más que nadie debes saber que, luego de que escogen a los finalistas, hay un mes de plazo para votar por su historia favorita. ¿Habrá que hacer campaña por ti, no crees? —dijo Aira muy entusiasmada.

Luego esta se dirigió hacia donde estaba su celular. Este tenía la pantalla quebrada.

—¡Dios! ¡Se me ha roto! —Lo cogió mientras veía desolada cómo la pantalla de su teléfono se había hecho pedazos. Arrugó la frente y meneó la cabeza—. Rodri, Rodri...

Lo cogió de la manga de su camisa para que este reaccionara, pero no obtenía respuesta alguna.

—¿Tú?

Volteó a mirarla espantado. Jamás se hubiera imaginado que aquella muchacha, a la que adoraba, lo hubiera puesto en una situación tan, pero tan difícil para él.

—¿Tú lo hiciste? —prosiguió—. ¿En... en serio? —dijo con el rostro desencajado.

—Sí —asintió Aira observándolo dubitativa mientras se guardaba el celular en su bolsillo—. ¿Qué te pasa? ¡Estás pálido! Pensé que te alegrarías con la noticia...

—Pero, ¿por qué? —la interrumpió—. ¿POR QUÉ? —le preguntó cogiéndola de sus hombros y zarandeándola con fuerza,

—Rodri...

—¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? —seguía repitiéndole mientras la continuaba zarandeando.

—¡Me... me haces daño! —dijo Aira con la cara asustada, provocando que Rodrigo se detuviera.

—¡Disculpas! —señaló dándole la espalda y sentándose en uno de los sillones. Necesitaba de un soporte para asimilar todo lo que sabía que se le venía encima.

Cientos de mariposas revoloteaban en su interior, provocándole unas ganas enormes de vomitar. Se agachó, se tapó la boca y tragó saliva para tratar de apaciguar el sabor amargo que se cernía sobre su garganta, mientras pensaba qué hacer a partir de ahora.

—Rodri... —dijo Aira preocupada al ver su comportamiento.

No estaba segura de qué decirle, pero su reacción era toda la contraria a la que hubiera esperado de él. Sabía que quizá no le caería muy bien la noticia de ser finalista, al haberse mostrado reacio desde un principio a inscribirse a los Premios Wattys. Pero, jamás se hubiera imaginado que le hubiera sentado tan mal como para tener ese gesto tan desencajado en su rostro.

—¡No puede ser posible! —afirmó Rodrigo mientras negaba con la cabeza como si con ello pudiera dar marcha atrás a los acontecimientos que sabía que se vendrían a futuro.

Si la noticia del concurso tenía tanta trascendencia como creía, ahora ya no había vuelta atrás. La noticia de su plagio podría ser expuesta, por lo que no debía perder tiempo alguno.

De inmediato, sacó su teléfono del bolsillo. Digitó las teclas necesarias para iniciar sesión en Wattpad. Tenía más de mil notificaciones. Una de aquellas podría ser de la chantajista, por lo que, en menos de lo que canta un gallo, entró a su mensajería privada para cerciorarse de sus temores. Sin embargo, luego de que subiera y bajara el cursor de la pantalla varias veces para asegurarse de si esa persona le hubiera escrito, para su tranquilidad no había sido así.

Luego hizo lo propio para hacer lo que debía haber hecho desde hacía tiempo atrás: eliminar el poemario que había plagiado. Pero, antes de hacerlo, una previsualización de un mensaje provocó que las ganas de vomitar que había apaciguado, volvieran, pero ahora con mayor fuerza. Rápidamente, guardó su teléfono y se dirigió al baño, dejando a una Aira anonadada y llena de más preguntas sin responder.

Aira

‹‹Rodri, ¿qué te pasa?››

En ese instante, regresó la recepcionista a la sala. A su vez, de otra puerta salía una mujer vestida muy elegante, con un traje sastre y un moño, acompañada de un señor de mediana edad junto a un niño, que tenía toda la pinta de ser su hijo.

—Ok, Alberto. Quedamos entonces para el siguiente viernes, ¿sí?

—Sí, doctora —dijo el hombre al tiempo que cogía a su hijo de la mano—. A la misma hora, ¿cierto? —Ella asintió—. Beto, despídete de la doctora Montalvo—le indicó al niño.

—Adiós —dijo el aludido, quien le dio un beso en la mejilla a la psicóloga.

Luego de retirarse padre e hijo, la doctora se dirigió a la recepcionista.

—¿Ha venido el señor Núñez?

—No, doctora.

—¡Qué raro! Él es muy puntual en sus citas. ¿Qué le habrá pasado?

—Ni idea —dijo la recepcionista encogiéndose de hombros.

—Este, ¿disculpe...? —preguntó Aira de forma tímida.

—¿Sí, niña? —le interpeló la doctora al tiempo que se retiraba un poco los lentes para observarla mejor—. Dime, ¿qué se te ofrece? —añadió de forma amable.

Con solo contemplarla con esa sonrisa tan gentil, a Aira le inspiró confianza.

—Ah, sí —dijo la recepcionista—. Ella es su paciente de las seis. La chica que iba a venir con el amigo de su primo. ¿Cómo se llama?

—Rodrigo —contestó Aira—. Rodrigo. Es amigo de su primo Fabián.

—¡Ah, sí! —exclamó la psicóloga muy contenta—. ¿Y dónde está él?

—Se retiró al baño.

—Ah. —La doctora volteó al lado derecho en donde estaban los servicios higiénicos—. ¿Se va a demorar mucho?

—No... No creo. No sé...

Aira frunció el ceño. No sabía a ciencia cierta por qué Rodrigo se había ido de esa manera tan rápida sin siquiera pedirle "Permiso", como solía hacerlo, tan caballeroso como él era siempre. Iba a añadir algo más, pero la psicóloga se le adelantó:

—Niña, ¿por qué no adelantamos tu cita?

—¿Eh? —preguntó bastante sorprendida.

—Son ya las cinco y diez. —La mujer miró su reloj—. No creo que venga mi paciente de las cinco, él suele ser muy puntual. Así que, ¿qué dices? ¿Te veo ahora?

—Pero, Rodri todavía no vuelve... —dijo aprensiva y volviendo a mirar con dirección a los baños.

—¡Qué más da! A quien tengo que ver es a ti, no a él.

—Sí, pero...

—Creo que sería mejor atenderte de una vez. Normalmente no suelo trabajar más de las seis, y te confieso que, si pasé tu cita a esa hora, fue por hacerle un favor al amigo de mi primo. ¿Me entiendes? —Aira asintió—. ¿Qué dices?

—Bueno... —dijo la adolescente dudosa, mientras era cogida del hombro por la psicóloga y esta la conducía hacia su oficina.

—Beatriz, ¿me traes su historia clínica, por favor?

Aira era cogida del hombro por la psicóloga, quien la conducía a su oficina, mientras su pensamiento de ‹‹Rodri, ¿qué te pasa?›› seguía presente en su cabeza.

Anotaciones Finales

Bueno, como les dije, la siguiente parte de este capítulo va a estar pronto, lo más probable mañana. Así que no se desanimen si les supo a poco, pero es que era esto o hacerlos esperar más de la cuenta y ya tengo varios comentarios y privados de gente ansiosa :'v , aparte de que, como repito, me pregunto cómo diablos le hago para escribir tanto cuando quiero que sea un capítulo corto :'v 

Por último, quiero compartir con ustedes que estoy publicando una nueva novela: "Pecado de Ángeles". Esta es una novela de incesto (oh, sí :'v , ilegal, tabú xD), cuya sinopsis les dejo a continuación:

"Micaela y Miguel.


Dieciocho y diecinueve años, respectivamente. Nombres y rostros de ángeles, almas que congenian en todo y que se extrañan con locura. Podrían amarse como cualquier otro ser humano, pero tienen un problema...


son hermanos.".

Recién está empezando, lleva solo cuatro capítulos publicados. Es una novela young adult, de romance, de ficción contemporánea y mucho mucho drama xD Como está en Contenido Adulto por su temática, pues me es imposible acceder al ranking, y con ello, la posibilidad de atraer lectores se ve menguada :'v Así que, pues solo puedo optar por promocionarla por otras vías, como esta.

Todo apoyo es bienvenido, ya que con esta historia estoy tratando de que sea acogida por una editorial, y para esto, necesita de una buena cantidad de lecturas, cosa distinta de la Saga Poesías, que, cuando la termine, pienso en autopublicarla en Amazon para todo aquel que desee tenerla en físico :o (Amazon no permite autopublicar libros con incesto, a no ser que tenga respaldo editorial, de ahí que insista tanto en que su apoyo es muy valioso). 

Les dejo también la portada, por si quieren echarle una ojeada:

Para leerla, pueden acceder a ella pinchando en mi avatar y viendo el listado de historias que tengo publicadas.

Muchas gracias por su apoyo en leerme :) Nos vemos mañana con la siguiente parte de este capítulo. :3 

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