Capítulo 227: Blanco y negro

Me gustaría agradecer a mi beta, Akisu, por su ayuda en este capítulo.

30 De junio de 1994, París, Francia

Era de noche. La ciudad de París, con sus extensos bulevares y monumentos grandiosos, yacía envuelta en un silencio sereno, roto solo por el suave murmullo del Sena mientras serpenteaba por el corazón de la ciudad. La luna, llena y luminosa, proyectó un resplandor plateado sobre las calles empedradas, pintando la ciudad en una luz espectral que parecía pertenecer a otro mundo.

En medio de esta serenidad nocturna, un débil sonido pop, apenas audible sobre el río susurrante, marcó la llegada de Albus Dumbledore en un callejón discreto ubicado entre los imponentes edificios del Barrio Latino. Su figura, alta e imponente, con una barba larga y fluida que brillaba bajo la luz de la luna, parecía a la vez fuera de lugar y perfectamente en casa entre las sombras de la ciudad.

Por primera vez en mucho tiempo, sus coloridas túnicas se habían ido, reemplazadas por un conjunto sombrío que reflejaba su estado de ánimo. Vestido con profundas túnicas azules de medianoche que parecían absorber la luz de la luna, arrojándolo en un aura de autoridad discreta, Dumbledore se presentó como un marcado contraste con la figura caprichosa que a menudo presentaba. Ya no había necesidad de fingir ser el abuelo anciano. Gellert se había asegurado de eso.

Miró a su alrededor y habló con una voz autorizada, ¡"Gellert! No tengo tiempo para juegos. Recibí tu mensaje Querías hablar bajo tregua, bueno aquí estoy."

Desde las sombras, apareció la figura familiar de Gellert Grindelwald. El hombre tenía una sonrisa presumida en su rostro, "Bueno, tuve que saborear el momento. Sabes tan bien como yo que al aceptar la oferta de conocer, has reconocido oficialmente que perdiste..."

El ex director apretó los dientes, "Has hecho un muy buen trabajo destruyendo cada trozo de influencia política que tuve. Y no finjas que se trataba del ritual. Podrías haberme detenido sin ir tan lejos, sin siquiera mostrar tu cara."

"Sí, podría haberlo hecho, pero entonces, estaríamos aquí ahora mismo... No habrías recibido la lección que quería enseñarte. Estaba planeando revelarme el próximo año, pero me proporcionaste una oportunidad tan atractiva que no tenía en mí para rechazarla. Si acabara de detener el ritual, habría sido un revés entre muchos. No es que lo necesitara; el chico Potter de alguna manera escapó de los Jardines. Habrías perdido de todos modos..."

Albus se puso rígido al darse cuenta, "Asumí que lo habías dejado salir de alguna manera."

"Ese era el plan, sí. Iba a usar la magia interna después de que mis agentes la robaran o lo hubieran salvado, dándome la lealtad de un joven muy prometedor que te hubiera odiado con todo lo que tenía. Imagine mi sorpresa cuando regresé a mi base para encontrar a cada persona asesinada y un solo niño parado sobre ellos, habiendo escapado de la famosa prisión eterna por su cuenta."

"Y lo dejaste vivir?"

La sonrisa de Gellert se volvió traviesa, "Tenía mis razones."

"Puede que lo hayas hecho, pero no estamos aquí para hablar del chico. Decidiste entrometerte en mi negocio y arruinar mis sueños. No finjas que se trata de la profecía. Ambos sabemos que podrías haberme hablado, y yo habría escuchado."

"Lo tendrías?" Gellert respondió con un resoplido, "Claro, habrías respetado mis palabras, pero no te habría importado. Te habrían importado las leyes y las posiciones políticas como lo has hecho durante años. Te habrías preocupado por tu escuela, donde has estado jugando al amablemente benevolente dios que ambos sabemos que nunca has sido."

"Entonces, sacaste todo lo que he construido para mí en años, retrasaste décadas de cambios y me costó una verdadera fortuna y mi reputación..."

"Y no te sientes libre, ¿ahora mismo? ¿No te sientes un poco aliviado de que ya no tengas nada que te detenga? Quiero decir, mírate ahora. Ya ni siquiera llevas esas monstruosas túnicas. No te importa si alguien nos está escuchando porque no tienes que preocuparte por tu reputación. Y ahora eres totalmente libre de concentrarte en Ragnarök conmigo, como en los viejos tiempos. Como antes de nuestra guerra, antes de Arianna."

Albus miró a su antiguo amigo, "Destruiste mi sueño, Gellert. No tenías derecho..."

Fue interrumpido por Gellert gritando, "TENÍA TODO EL DERECHO. Albus justo como te he quitado tu sueño, hiciste lo mismo con el mío. Así como destruí tu reputación, me ataste a una prisión eterna, donde sabrías que habría caído en la locura después de unos siglos, en tu miedo de que otro Campeón Oscuro regresara. Has traicionado a tu mentor, lo has matado, has tratado de robar su preciada posesión... Lo que te he hecho, a su vez, lo has hecho, hecho a tantas otras personas sin siquiera una pizca de arrepentimiento. La única diferencia es que tienes el poder de vengarte de mí. Entonces, dime, Albus, ¿estás preparado para pelear conmigo otra vez?"

"Tengo la varita mayor..."

"Y así, lo hice. Sin embargo, ganaste, ¿no? La varita me habría hecho ganar cualquier batalla directa de voluntades. Pero lo sabías y sacrificaste las vidas de todo un pueblo para actuar como una trampa para derrotarme. Sabes, porque todas las personas están aterrorizadas de mí, creo que olvidaron que tomaste tantas vidas y causaste tantas muertes inocentes como yo durante la guerra. Pero ganaste, y la historia está escrita por los vencedores. Me pregunto qué pensará la gente sobre nosotros peleando aquí. París sería aplastado, por supuesto, y los muggles sabrían de nosotros. Se han vuelto bastante avanzados; tengo que admitirlo. Estás realmente dispuesto a arriesgar la guerra, en una escala aún mayor que la anterior, para vengarte de mí?"

Albus bajó la varita mayor y su antiguo amigo sonrió, "No pensé."

El ex director apretó los dientes, suprimiendo su deseo de dejar ir y matar a Gellert de una vez por todas. Pero el hombre estaba enfureciendo; podía permitirse luchar contra ellos. Apenas una década después de su victoria sobre Gellert, reconoció que el Campeón de la Oscuridad tenía un punto. Los muggles progresaron en una escala exponencial, creando armas de destrucción masiva. Claro, el mundo mágico todavía tenía una oportunidad, si hubiera habido una guerra. Las personas que realmente entendían la magia podían hacer cosas maravillosas y terribles con ella, pero era las secuelas de la guerra lo que le preocupaba. La mera idea de paz se habría ido. El sueño de Albus de una utopía mágica habría sido destruido para siempre.

Ahora, mientras los investigadores siguieran encontrando nuevas formas de eludir la vigilancia de los muggles, se evitaría la guerra. Sin embargo, destruir la capital de Francia se habría convertido fácilmente en el primer disparo en una guerra que Albus no estaba seguro de que su gente iba a ganar.

En lugar de luchar contra Gellert, bien podría entender de qué estaba hablando el hombre, "Dime sobre Ragnarök."

"Conoces la profecía tanto como yo, Albus. La primera profecía verdadera, hecha por los dioses antes de que abandonaran este plano de existencia."

"Pensé que estaba roto durante la batalla de Camlann? Todos, incluso la Luz y la Oscuridad pensaron que esto habría sido todo, el enfrentamiento final, pero algo lo detuvo, matando a Merlín y Morgana."

Gellert resopló entretenida: "No es algo, alguien. Morgana estaba tan segura de su victoria, y Merlín estaba tan atrapada en usar a Arthur como arma contra la Oscuridad, que nunca vieron venir a Mordred."

"Mordred? ¿El peón de Morgana?"

"Al principio pensé que sí, pero pasé décadas investigando a Camlann por pura curiosidad. Mordred podría haber comenzado como el peón de la Bruja Negra, pero él fue el único que ganó en ese fatídico día."

Albus se quedó allí estupefacto, "¿Qué? ¿Cómo?"

Gellert le devolvió la sonrisa: "Creo que me lo guardaré para mí. El punto es que todos los que tienen una gota de gota mágica habrían notado una profecía en la escala de Ragnarök que se está rompiendo. ¿Notaste lo que pasó en el anterior? Cuánto daño causó..."

"No tengo idea de lo que estás hablando", negó.

"Oh, vamos. James Potter. El ciervo con la capa de la Muerte, sobreviviendo tres veces de un enigma roto ... ¿no suena eso?"

Albus se puso rígido, "¿Cómo sabes sobre eso?"

"Oh, tengo mis caminos. Pero mantuviste a James Potter de tu lado como una profecía rota, solo para que alguien la rompiera ante ti, y ambos sabemos lo que sucedió entonces... Armar profecías es un negocio muy peligroso, Albus. Y sin embargo, nunca aprendiste tu lección. Todavía mantienes al chico Longbottom como respaldo."

"Cómo es que cualquiera de sus negocios, Gellert."

"Me preocupa cuando Ragnarök está a la vuelta de la esquina. Si rompes una profecía, le haré lo mismo a otro y ambos sabemos lo que sucederá entonces. Una guerra completa entre la Luz y la Oscuridad... De cualquier manera, la humanidad perderá."

Albus tuvo que admitir que Gellert tenía un punto allí. Aún así, habría sido difícil dejarlo ir con algo de décadas de planificación. No es que ya importara. El sueño de Albus era apenas más que eso, ahora.

Gellert, sin embargo, continuó, "Además, ya no es que el acceso a tu chico dorado sea fácil. Augusta Longbottom terminó tirando de muchas cuerdas en el Departamento de Misterios y el gremio del sanador, para buscar su cicatriz. El niño ha estado bajo vigilancia durante un tiempo, no es una posición fácil para canalizar su muerte en un ritual, no con un pequeño ejército de investigadores cerca de él en todo momento. Entonces, deja de pensar en tu estúpido sueño por una vez y ponte en el redil. Muchas cosas están sucediendo a la vez y mi regreso es solo la punta del iceberg."

"Estás sugiriendo una tregua permanente? Después de lo que has hecho?"

"Oh, vamos, Albus. Necesitabas la llamada de atención. Una guerra entre nosotros no logrará nada y tú lo sabes. Probablemente comenzaste a reunir esa Orden tuya, contándoles todo sobre mi regreso y mis planes malvados. Déjame ser sincero y decirte que no tengo planes de apoderarme del mundo."

"Entonces, cuáles son tus planes", Albus no pudo evitar preguntar.

"Ambos sabemos que todavía no estás invertido en esto. Todavía no estás viendo lo que viene..."

"Una vez más, con la profecía, Gellert. Lo entiendo. Ragnarök está llegando,", respondió el ex director con un tono exasperado.

"La Serpiente Mundial está muerta, Albus. Las cosas viejas están volviendo. La desaparición de Jörmungandr ha enviado una señal a todos. Incluso los Goblins han aumentado su entrenamiento. Puedo sentir el mundo conteniendo la respiración, esperando lo inevitable..."

Albus puso los ojos en blanco, "Los Goblins siempre se preparan para el camino, Gellert, es lo que hacen."

"La Bruja Roja ha vuelto, Albus."

"Eso es imposible. Se supone que está muerta."

Gellert hizo una mueca, "No según un asociado mío. Ella fue simplemente desterrada. Ella vendrá por ti, especialmente después de lo que le has hecho."

"Cómo sé que no me estás distrayendo?"

"Te estoy distrayendo. Sin embargo, ella es la amenaza más inmediata, especialmente porque sabe quién está en ese pequeño grupo tuyo. Me pregunto cuántos de ellos sobrevivirán a su ira. Tengo la sensación de que vas a estar muy ocupado últimamente."

Albus miró a su antiguo amigo, "Esto no ha terminado..."

"Por supuesto que no, Albus. Cuando se trata de nosotros, nunca terminará. No hasta 'solo queda ceniza, la escena final, un mundo silencioso, inquietantemente sereno'."

Y así, desapareció, dejando un callejón vacío y Albus temblando ante sus palabras. Lo hicieron temblar tal como lo hicieron cuando Nicholas Flamel se los pronunció hace tantos años. Fue lo que lo hizo reconocer a pesar de sí mismo que las palabras eran ciertas. Después de todo, si solo unos pocos versículos de la profecía le causaron tal reacción, aún debe tener poder sobre el mundo.

Afortunadamente, Albus tenía algo más en lo que concentrarse además de una profecía de fatalidad inevitable. Lily Potter había vuelto y necesitaba prepararse.

AN: Para ser honesto, no estoy seguro acerca de este capítulo. Quería que hubiera otra pequeña confrontación entre Grindelwald y Dumbledore después de que las consecuencias se hubieran manifestado, además de presentar lentamente Ragnarok. Como siempre, déjame saber lo que piensas y si tienes alguna sugerencia.