❦The night we met❦

Parte única

Debes escuchar la canción 🌜🌻

Pedida y dedicada para Paulie1705 (una maravilla, lo siento si me desvío del tema 😭❤)

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«Supongo que no soy el único viajero que no ha pagado su deuda...»

Emma es (era) un ser fascinante, y la pureza que desprendía su cuerpo ante mis gélidas manos siempre fue palpable. Cuando nos conocimos, la noche nos sumía en sentimientos con fragancia a dalia y amor que sin querer, brotaba del pecho.

Sin tocarnos, sabíamos tanto.

Emma es (era) un ser tan fascinante...que simplemente se fascinaba rápido, fugaz. La primera vez que hablamos, éramos unos completos extraños encantados con el mundo del otro ¿por qué? No lo sé, solo nació de esta forma (así como también murió).

Esa primera vez, a pesar de mi insoportable timidez, me atreví a citarla el día siguiente, porque ya siendo noche no podía exponerla al peligro. Ella, como siempre, fascinada ante mi charla efímera mas amena de la poesía y mis escritos, bajo el farol ambarino, aceptó.

Emma parecía encantada con mi forma de hablar y cómo le expresaba mis emociones acerca de cualquier libro que ella mencionara; yo sólo me encantaba con verla sonreír.

La noche en la que nos conocimos, para ambos, siempre sería mágica. Un encuentro deslumbrante de fortuna y cariño desconocido.

Desde esa noche... Ambos sin querer ya nos queríamos (quizás yo ya la amaba, pero el amor es utopía descarada).

Emma era una mujer devota, y yo, soñador y enamorado sin remedio, me sumergí en su mundo cristiano. Después de años saliendo y regalando besos permanentes e impregnados en mis labios, danco caricias y liberando suspiros por los aires cuando la noche es más fría y los cuerpos se necesitan, sabíamos que era tiempo de casarnos.

A ella nunca le gustó mucho llamar la atención, y a pesar de que sabía que yo tenía los recursos suficientes como para ofrecerle todo lo que ella quisiese, Emma simplemente rechazó.

— Nos casamos en la playa — murmura suavemente, yo ladeo mi cabeza para observarla a mi lado, acurrucada en mi pecho y con los ojos cerrados.

— Ese día figura en la lista de los mejores días de mi vida.

— ¿Los mejores días de tu vida?— me interroga curiosa, frunciendo el ceño ante mis palabras. Yo me limito a reír ante su actuar, ella incluso ahora también sentía celos.

— Todos los de mi lista los pasé junto a ti, cariño.

No mentía en ese aspecto, Emma era un rayo de sol que siempre iluminaba mi vida. Ella es ese pequeño mundo revoltoso que todos necesitan para poseer aquello a lo que llaman felicidad. Emma era mía.

Después de cinco años de casados, y compartiendo noches furtivamente pasionales donde amanecíamos con la esperanza de tener un bebé, a pesar de que las probabilidades para mi esposa eran bajas, siempre nos mantuvo en pie.

Ella era un ser indescifrable, supongo que fue aquello lo que también me llamó la atención. Lo primero es que Emma era diferente. Yo con facilidad sé reconocer cuando una personas se te acerca teniendo algo escondido por la espalda, pero esa noche, donde la vi por primera vez, no pude descifrarla.

Mi esposa simplemente es (era) así, un alma inpoluta.

Me saludó sin motivo aparente.

Me sonrío sin motivo aparente.

Río a mi lado y escuchó mi poesía sin motivo aparente.

Y se enamoró de mí, también, sin motivo aparente.

La noticia de que esperábamos un hijo fue la que la hizo más feliz, ella ansiaba y soñaba con tener un hijo mío. Yo amaba todo lo que Emma me daba. Cuando nos enteramos de aquello simplemente planeamos todo.

Yo rogaba que, si era niña, se pareciera a ella, y si era niño...también, rogaba a nuestro Dios que nazca sano o sana y con la fuerza de su madre. Emma, en cambio, quería que el bebé se parezca a mí. Nuestros desacuerdos culminaban en risas y besos, las caricias de ella también presentes eran satisfechas por mí y nuestras noches de insomnio por la emoción.

Cuando soñábamos cómo sería nuestro pequeño o pequeña, ella nunca se cansaba de describírmelo "de cabello blanco nieve como el tuyo, con ojos color cielo y voz de terciopelo ¡quiero un mini Norman definitivamente! Ah~ pero si termina por heredar una combinación de nuestros ojos... Serían quizás unos azules verdosos, pero no importa qué pase, sea niño o niña, lo amaremos con todas nuestras fuerzas, será nuestra preciosa combinación".

— No llores, cariño— la escucho murmurar de pronto, su voz me suena tan triste, quizás y lea mis pensamientos. Yo no puedo evitarlo, no puedo aceptarlo, siempre termino llorando y con la garganta herida de tanto gritar al recordar los momentos que pasé con ella.

Al recordar la noche en la que nos conocimos.

Estoy furioso, aquel hórrido sentimiento sigue y me corroe, porque de un día a otro, todo se derrumba. Nuestras vidas, nuestros planes y sueños...nuestro futuro.

— Me vengaré, todo está listo, juro que lo haré— mascullo con rencor, pero con el pecho adolorido al verla.

Cuando me enteré de su muerte al momento de dar a luz, cuando supe que ella no corría riesgos en el parto pero aún así no solo falleció ella, sino que también mi hija Shery, dejé de creer en todo aquello por lo que alguna vez rogué.

Él es el culpable, no hay otra opción, se negó a salvarla y por eso perdí a mis dos pilares para vivir. La pregunta ¿qué demonios se supone que debo hacer? Fue tan sencilla de responder. Vengarme.

— Norman, no lo hagas, fue mi culpa, tuve que ser más fuerte — justifica ella, pero sus palabras solo causan el hervir de mi sangre.

— Las tenía a ustedes y ya no tengo a ninguna... No estás tú, ni nuestra hija — con tan solo hablar la fragilidad de mi existencia sale a flote, y ahora quiero tocar el vientre de Emma...el cual se desvanece y está vacío.

— Norman... — sabe lo que quiero hacer, sabe que la extraño; me duele verla.

— Por favor, solo llévame a la noche donde nos conocimos.

Mi suplicio es roto pero sincero, sus fuerzas para detenerme son nulas y a la vez, falsas.  El fantasma de Emma simplemente está para darme compañía cada noche.

— Por favor.

Ella me observa, está herida, al igual que yo, pero es tan pura que ni siquiera muestra queja al haber perdido a nuestra niña y morir con ella. Solo se levanta, y como si tomara mi mano, me guía hacia aquel pequeño parque de extraño farol ambarino que juntó nuestros caminos.

— Debes vivir, Norman, ya no sigas torturándote conmigo.

— ¿Cómo puedes pedirme eso?— vocifero molesto antes sus palabras, jamás la cambiaría, no está en mis planes olvidarla, yo lo prometí, la amaría por la eternidad — Emma, entiende, no hay ni habrá nadie en mi vida. Solo tú eres la única.

— Basta, por favor.

Su voz se quiebra, y se aferra a mí aunque sabe que no siento nada, ella no pesa y ni siquiera tiene calor corporal como antes, pero sigue siendo mía.

— Te amo, Emma, y prometo que cuando nos reencontremos, te protegeré y no dejaré que te vayas de mi lado — la veo asentir muy sutilmente, y une sus labios (todo es banal, lo sabemos bien) con los míos, doy todo de mí por sentirla, doy todo de mí para abrazar su cintura y unirla más a mi gélido ser... Pero no siento nada.

Esta noche, a diferencia de la primera que nos conocimos, está llena de terror y sus orbes se cristalizan y mantienen lágrimas que están a punto de desbordar por sus mejillas. Yo sé que es imposible, yo sé que estoy obsesionado con su fantasma, mas la necesito como nunca necesité a nadie.

No estaré en paz hasta enfrentar al culpable que nos separó.

Él me quitó a Emma.

Él me quitó a mi pequeña hija.

Él no me quitará la vida. Eso lo haré yo.

— Yo también te amo, Norman.

Sus palabras hacen eco en mi cabeza, y le sonrío con debilidad. Tengo todo listo.

Vuelvo a nuestra casa bañada en líquido inflamable, solo debo lanzar la llama vívida y naranja del fuego para cumplir mi objetivo.

Desde aquí, en una parte de mi alma rota, siento que Emma sonríe triste y acepta lo que me propuse hace años. Al fin y al cabo, pasó tanto tiempo desde que ella se fue de mi lado. Si lo pienso bien, Shery cumpliría diez años este día donde me quitaron todo.

Durante diez años organicé todo, fui un buen cristiano así como lo pedían para ingresar al reino de los cielos, ayudé a todo aquel que lo necesitó y fui como el samaritano que todos quisieran tener.

Fui lo que la iglesia llama "un buen hijo de Dios".

No me las voy a dar de mártir, soy una escoria a diferencia de lo que mi esposa era. Emma definitivamente no merecía acabar así, Emma merecía ser feliz y criar a nuestra niña, cumplir con totalidad su sueño de ser madre y expandir más nuestra familia.

Ella debía ver a nuestros nietos con calma, y yo cada mañana le recitaría las poesías que escribía aunque ella ya se las sepa de memoria.

¿Es que acaso no puede existir un ser tan puro más que tú? ¿Le tuviste celos y por eso me la arrebataste? ¿Te gusta mirar el sufrimiento ajeno? ¿Tú si quiera existes?— murmuro con gracia muerta y sonrisa tranquila, mientras el fantasma de mi amada me observa cariñosa. Emma siempre, a pesar de todo, me apoya en lo que cree correcto — Supongo que no soy el único viajero que no ha pagado su deuda... Tú tampoco pagas deudas y aún así me quitaste todo lo que amaba... Que tú me pagues esta deuda a mí no estaría mal ¿verdad? Porque ahora mismo voy a luchar en los cielos contra tu majestuosidad... Voy a luchar con un Dios que no tiene misericordia, y ganaré.

Las cosas se queman rápido, mi cuerpo desfallece. Estoy a un paso de derrocar a un rey de cielos falsos.

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¡Holi amada y amado lector! Aquí yo otra vez molestándote con mis actualizaciones >////< 💙💛

Verás, te explicaría la historia y su trasfondo ahora mismo...pero eso me lo guardo para "Dear Readers".

¡Muchas gracias por leer, los amo mucho y a cuidarse!🌜🌻

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