❦A little death❦

The neighbouhood.

Debes escuchar la canción 🌜🌻

~Contenido sexual~

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La petite mort (la muerte dulce)

Pelearon, con eso empieza todo, con una pelea intensa ante sus ideales (ante el negro y blanco).

Primero es Norman, que llevando la claridad en su cuerpo y bañado en el impoluto blanco por pétalos de gardenias dulces, piensa con total oscuridad, una bien guardada en sus ojitos de manto celestial.

Pero bueno...el cielo también se oscurece ¿verdad?

Luega pasamos a Emma, la linda e inocente Emma, que danza con la vida y habla con las flores; la niña que lleva intenso color en el cuerpo y sonríe radiante cual sol veraniego. Es Emma, quien también, así como los ojos la ven, es pura y parece un angelito caído, con la mente traslúcida porque no oculta nada malo (pero tampoco deja ver claro). Porque es ser acrisolado y bello que también canta lindo para él.

Pero esa noche no, no puede evitar encontrarse frustrada ante los ojos eléctricos de Norman, quien la observa aún severo y frunce el ceño ante la voz que ella uso para hablarle.

-¡Me dijiste que no la aceptarías!- exclama una vez más, encarando con valentía al chico que tiene en frente, y Norman desvía su mirar ante el bonito verde que parece brillar ante el enojo.

-Pero Emma, es lo más justo, es lo que el pueblo quiere- refuta serio, haciendo que ella niegue con fervor y sus cabellos dancen al son del movimiento ejecutado.

-No es bueno matar personas, prometiste que estarías de mi lado.

-Siempre estaré de tu lado, pero entiéndeme esta vez, por favor- anuncia casi desesperado al verla tomar su bolso rápido y salir de su casa, ese pequeño lugar que compartían con dulzura y parece caer a pedazos.

-No, no lo entenderé- asegura ella, con el ceño fruncido y mejillas teñidas en carmín; siente el agarre en su muñeca, es Norman nuevamente, impidiendo que se vaya de su lado.

-Por favor...quédate- murmura cansino, y la niña no puede evitar sonreír triste ante la mirada de cielo roto que decora sus ojos. Toma sus mejillas, deposita un beso suave y fugaz en sus labios, pero nada le impide irse (solo Norman, pero es que él necesita un poco de luz para no ahogarse en oscuridad)

-Adiós.

༻❀༺

Lo que oculta la noche, lo que sabe la luna, lo que murmuran estrellas y presencia el cielo. Amantes corriendo y ojos llenos de deseo.

Nunca pensó que su reconciliación sería de aquella forma, Emma entrando en su oficina, cerrando la puerta con seguro y arrojando el abrigo prominente que ocultaba su diminuto cuerpo, mientras se desnuda completamente, y deja expuesta su blanca tes.

Norman traga pesado ante la imagen generosa que comparte ella, y con delicadeza, como si caminase en la superficie del agua, acorta la distancia ante él (quien se considera un monstruo hórrido a comparación de aquel puro ser) y junta su anatomía desnuda con la suya, la cual está cubierta de prendas que en esa situación, parecen no servir.

Acaricia su cintura con cuidado en demasía, y ve como su cuerpo tiembla ante su toque, y sus labios se separan deseosos.

-Fui injusta contigo...¿verdad?- susurra acurrucada en su pecho, jugando con los mechones levemente largos y blancos de chico, que ahora pasa sus manos por la espalda desnuda de ella.

-Está bien, tuve que ser yo el que te diga que la pena de muerte fue aprobada aquí, en Grace Field- alega él, de la misma forma que ella, con voz suave y aterciopelada, mientras desliza sus labios por el fino cuello blanco de ella, quien lo rodea con sus frágiles brazos.

-Dame esa dulce y corta muerte como antes, en cada noche que compartimos- muerde con aliento caliente su oreja, y las manos de él tiemblan ante el deseo de sentir su cuerpo de muñeca junto al suyo, mas la puerta suena, y Norman con rubor intenso se alarma.

-Es el conserje de...- no habla más, se queda corto por los labios de rojo intenso de Emma, los cuales apresan los suyos y hacen liberar un jadeo estrepitoso por la pelirroja, quien al sentir las manos de Norman por sus senos no puede evitar identificar como su temperatura corporal empieza a aumentar.

-¿Hay alguien allí?- escuchan tras la puerta, y sin duda pero con deseo aún impregnado en su cuerpo, aleja a la fémina que regresó a ser suya, la cubre con su abrigo y con firmeza abre la puerta para salir de allí con Emma, quien ríe sutil ante su actuar.

El conserje de aquel edificio los mira extraño, y decide ignorar aquello.

-Tuve que ser cuidadoso contigo- habla con gracia al verla emocionada y saltando con los tacos del mismo color que sus labios.

-¿Cuidadoso? ¿Por qué deberías serlo?- interroga Emma, aún con su sonrisa burlona y pintoresca.

-No me gusta que nos vean en una situación tan...íntima.

-Mentiroso, lo que no te gusta a ti es que me vean así de expuesta- asegura ella confiada, mientras el brazo del albino rodea sus hombros y ella no puede evitar abrazarlo -Te extrañé tanto, Norman- su voz sale como un hilo fino y sensual, provocativa ante lo que hace poco había ocasionado en él.

-No puedes imaginar lo que yo pasé sin poder estar a tu lado.

Ambos no aguantan más, y el deseo y la pasión en esos momentos no ayudan a la dignidad, así que Emma (la intrépida y curiosa Emma) siente no poder más, y se adentra con él a un motel.

Es barato y casi olvidado, acompañado de la mala atención, ya que el recepcionista es frío con ellos y les da la llave de la habitación casi por los aires, pero la pasión consume, y le restan importancia a ese hecho.

-Amigo...deberías limpiarte el rostro- comenta con risas que Norman solo ignora, y que Emma apoya.

-¿Desde cuando usas labial rojo?- interroga el joven de cabellos blancos, arrinconando el cuerpo desnudo de ella contra la pared que parece desplomarse en cualquier momento.

-Desde que supe que no podría vivir sin tu oscuridad- murmura Emma simple, lamiendo con sutileza la comisura de los labios de albino, quien no aguanta más, y va quitándose la corbata que parece ahorcarlo.

Emma, en tanto, recuesta su cuerpo en la cama que agradece ser cómoda, mientras pasa sus manos delicadas y pequeñas por su piel suavemente, al sentir la mirada oscurecida en deseo del albino.

-Shakespeare se refiere a "a little death" en sus obras como ese punto del clímax en un orgasmo, como si sintieras "una pequeña muerte"- susurra con calma y cariño la pelirroja, sintiendo el cuerpo del joven sobre ella, y unen sus labios como si de ese beso dependieran. Es dulce, etéreo, y que los llevaría más lejos que el mismo cielo que lo ve todo, que atesora todo.

-Hazme sentir así, quiero que me lleves a esa pequeña muerte- comenta entre jadeos la voz femenina, sintiendo la perennes embestidas que regala Norman a su parte baja, mientras el calor abruma en ambos y los sonidos lascivos colman la habitación pequeña que consiguieron.

En esos momentos, a Norman no le importa mucho si las melodías fuertes y deseosas que se liberan de la boca rosa de su amada aturden a todo aquel que duerme, solo quiere darle un poco más del placer que ella puede sentir. Incluso si...

-Tócame allí- susurra en suplicio él, cerca a su oreja, parando su labor y sonriendo ante las mejillas rojas y labios húmedos de Emma, quien yace con la respiración rápida y asiente devota ante el pedido.

Y es que ella, mientras pasa sus manos por la intimidad de él y lo lleva a un mundo vívido, sonríe gloriosa ante la sumisión de Norman que consigue hacerla volar un poco más alto, y es que es él quien ahora suscita palabras eróticas mientras acaricia su rostro.

-Hazme sentir algo...hazme sentir humano- murmura con dificultad, y como si el nombre de Emma fuese un mantra, lo nombra con necesidad y amor.

Es hora de tomar el cosmos, así lo quieren ambos, y sin esperar un poco más unen sus cuerpos con los alientos finales de aquella noche impregnada en deseo.

Es Emma y el vaivén de sus caderas, y Norman tomándola con fuerza para poder llegar, y lo hacen, finalizan con el clímax ansiado, con la pequeña muerte en el cuerpo de Emma. Y es que Norman es el único que sabe que, después de hacer el amor de la forma más pura y artística que pueden llegar a hacer, después de gemidos liberados y besos uniendo labios, es el cuerpo de su mujer que cae en ese lapso donde pareciese estar muerta y viva a la vez.

No abre los ojos, solo jadea bajo su cuerpo y no deja de hacerlo, mientras él deposita besos en su cuello para llegar a sus labios, ahogándola un poquito más en placer.

-Gracias a ti...puedo sentir mucho más- murmura casi en delirio, hasta que ella abre sus ojos verdes con cariño y acaricia sus mejillas, lo recuesta en su pecho y deja que se funda con el latir de su corazón.

-Shakespeare tenía razón, es como si murieses dulcemente, y despiertes débil- murmura la niña con sonrisa linda, sintiendo un poco de la oscuridad de Norman impregnada en su piel, acariciándola y recorriendo su cuerpo con fervor.

-¿Estás bien?- pregunta dulce y preocupado, tomando las mejillas de la chica las cuales continúan calientes -Hoy quizás exageramos.

-Nada de eso, hoy fue especial- anuncia con gracia, aunque sus muslos estén entumecidos y mojados por él. Norman no puede hacer nada más que cubrirla con la sábana blanca y acurrucarla un poco más hacía su anatomía fundida en pasión.

-¿Soy un poco más humano?- pregunta como niño, y Emma asiente alegre y besa los labios del albino con suavidad.

-Claro que lo eres, y no porque yo pienses distinto a mí te hace un monstruo, porque en el fondo, Norman...tú eres un poco de luz que todos necesitan, como también eres un poco de oscuridad la cual yo necesito.

El blanco y negro siempre impolutos y perfectos, uniendo labios y suavemente danzando, solo duermen.

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Lo sé, muy muy tarde para actualizar ¡perdón! 😫

Pero todo tiene explicación, estuve un poco mal de salud hace una semana, y las tareas virtuales me tuvieron llena (estoy mejor de salud, no obstante. Solo es debilidad corporal) <(°^°)>

Sí, también sé que tuve que actualizar "Jueves", el song-fic que prometí darles, pero esta canción vino muy muy rápido, y yo no puedo dejar escapar ideas (por más eróticas que sean) >//<

Además es The Neighbourhood ¡mi banda favorita! Tuve que hacerlo rápido >/u/<

¡Muchas gracias por leer, los quiero mucho!🌜🌻

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