"Me refiero a que es broma"

Chuuya camina hacia la salida del barrio Suribachi mientras tararea algunos conceptos de física en voz baja, los cuales Kouyou le pidió explícitamente que memorizara, para poder poner en practica ante cualquier ejercicio espontaneo y cruel que ella decida soltarle repentinamente. 

Pero, es una buena maestra.

Antes de comenzar a refrescar los conocimientos primarios que ya tenia, ella le explico y deconstruyo verbalmente el sistema educativo y lo inútil que es, basándose en inculcar profundamente solo el aprendizaje superficial de cada clase, pero prolongarlo a cada uno de los periodos escolares apelando a los conocimientos por edades.

Por supuesto, ella no hizo mas que dedicarle una sonrisa fría y decirle le dará una semana por cada tema para conocer profundamente todo lo que debe saber de el, según Kouyou, tiempo suficiente para memorizar y aprender a emplear las técnicas y conocer la teoría.

Así ha transcurrido el tiempo por casi un año, Chuuya tuvo que despedirse de uno de sus dos antiguos trabajos, y cuando iba viento en popa logro empezar a ganarse un salario decente en el taller de ensamblaje. 

"¿Que tal te va en la escuela, Chuuya?" Le pregunto Arthur esta mañana mientras desayunaban, Chuuya sonrió tontamente y no se sintió taan mal por mentirle, en realidad esta feliz porque finalmente sabe todo lo que debería saber a su edad y es probable, que un poco mas que eso, ya que Kouyou no pierde el tiempo, ella enseña.

Después de un tiempo, realmente se ha ganado se admiración. Chuuya ya la respetaba mas de lo que respetaría a un desconocido cuando hablo con ella la primera vez, pero algo mas profundo y diferente son las ganas de ser su igual. 

Es probable que quiera superarla a ella y sus expectativas. Cuando le dijo que realmente esperaba ser igual o mas experto en mecánica y los negocios.

Kouyou le dedico una mirada impasible y calculadora, después sonrió inocentemente y respondió mientras se encogía de hombros.

"¿Por que no ser mejor?"

Y el, aceptando el reto, decidió que lo sera, sera aun mejor.

— Oh, dios mio. — Jadea Ango, siendo presionado contra la una de las paredes en el cubículo de servicio en el que están, con una mano en el pecho del pelirrojo, puede sentir su corazón acelerado, pero su expresión es lo suficientemente neutral como para no sospechar de ello a primera vista. 

Quizás Ango esta mas bien obsesionado con ese semblante neutral pero ojos brillantes y deseosos en el fondo. Quizás por eso Oda es tan sexy. 

— ¿Lo trajiste? — Pregunta bajo el de ojos azules, son oscuros, como un pedazo de océano. Ango asiente y saca la botellita de su pulcro bolsillo. — Perfecto.

Eso hasta que escuchan pasos en el baño, como, largos pasos, ligeros y espeluznantes. Ango se tensa, apretando los hombros del mas alto. Murmurando una maldición. Oda sonríe con cansancio y cariño. Por supuesto que reconoce esos pasos, los ha escuchado y inconscientemente estudiado y memorizado por todo el maldito año escolar.

— ¡Ehh, Odasaku, Angosaurio! ¡Esa chica esta coqueteando conmigo otra vez! — Chilla el castaño, cierto pelinegro dentro del baño resopla, con pesadez. ¿Por que nunca pueden estar solos...? — ¿Pueden creerlo? Es tan atrevida que acaba de pedirme mi Instagram y me dio su ponche de frutas.

El cerrojo del baño repiquetea al abrirlo, y Ango esta acomodando la solapa de su uniforme al salir, Oda se acerca al lavabo y se mira al espejo para acomodar tranquilamente su cabello. 

En el fondo es un poco vanidoso, o tal vez se preocupa justamente por su aspecto.

— ¿Por que sigues diciéndome Angosaurio? — Inquiere con molestia el pelinegro, apoyándose contra una de las bases de los cubículos, cruzándose de brazos y ligeramente de piernas.

— Obvio, porque me preguntaste que significa mood — Responde con obviedad, llevando una mano con decepción a su cadera.

— Yo tampoco sabia que significaba eso. — Señala el pelirrojo, tarareando pensativo. Dazai suelta una risita alegre.

— Si, pero tu no lo preguntaste estúpidamente como Ango, Odasaku. — Dice amigable, Ango resopla, bueno, Dazai a veces es gracioso.

— Bueno, entonces, ¿por que siempre interrumpes cuando...? — Esta a punto de reprochar el pelinegro, Oda lo interrumpe frunciendo el ceño.

— ...cuando estamos solos y pretendemos hacer cosas de nosotros. Ya sabes, eso. — Termina el pelirrojo. Ango a veces puede ser muy directo, y Oda prefiere no poner esa imagen en la cabeza peligrosa de su amigo.

Aparte, el aun es menor que ellos.

— Porque tengo algo importante que decir. — Responde frunciendo el ceño.

— Nosotros también tenemos cosas importantes que hacer. — Contradice, Dazai sonríe burlón.

— ¿Como que? ¿Tener sexo en un baño asqueroso? Ew, no. Prefiero interrumpirlos para que no cometan tal falta a sus principios. Ya saben, soy como su ángel de la guarda. — Oda carraspea ante eso, con un pequeño sonrojo en los pómulos. El también es sensible ante esos temas. — Mas bien, no puedo creer que estén tan desesperados que tengan que hacerlo aquí. 

Señala a su alrededor como si se respondiera por si mismo, con una mueca. Ango pone los ojos en blanco. Tal vez no lo harían si Dazai decidiera interrumpirlos cuando son decentes y van a una habitación.

— Eh, entonces decías, Dazai, ¿Margaret quiere salir contigo? — Tararea el pelirrojo, recomponiéndose de su vergüenza. El castaño hace un puchero por volver a ese tema.

Si, es como, ¡hola! La bese dos veces y ya quiere pedirme matrimonio, por dios. — Se queja, Ango frunce el ceño.

— Entonces tal vez deberías dejarle en claro que solo fue casual. — Se encoge de hombros, es en realidad lo mas factible.

Oda asiente y voltea hacia Dazai, esperando su respuesta, pero en realidad todos saben como va a reaccionar.

— No digas cosas estúpidas, Ango. — Suena sombrío, el pelinegro hace lo que sea para disimular su estremecimiento. Carraspea.

— L-luces reluciente hoy, Dazai. — Balbucea, cambiando súbitamente de tema. Francamente, Ango y Oda saben exactamente la forma de apaciguar a Dazai cuando las cosas se vuelven extrañas y terroríficas. Odasaku asiente, poniendo una mano sobre el hombro de Osamu desde atras.

El castaño boquea, dos veces, retrocede y sus mejillas enrojecen un poco ante la atencion.

— Si, es cierto. — Apoya el pelirrojo, mientras el castaño esta en su ensoñación de color rosa. — ¿Lavaste tu uniforme? — Pregunta suavemente.

— ¿Al fin? — Sigue Ango, asintiendo con cierta esperanza. Dazai sonríe.

— No. — Responde tímidamente. — No se usar la lavadora. 

Y eso es suficiente para Ango. Demasiado.

— ¡¿No sabes usar la lavadora?! — Lo toma de la solapa, Dazai es zarandeando por Ango y hay fuego ardiendo en los ojos del pelinegro. Dazai ríe escandalosamente. — Tu y yo. Hoy. ¡En la lavandería!

Nooo, pero no quiero aprender a usar la lavadora. — Se queja con un puchero, Oda se rasca la nuca. Eso es inaceptable, Ango tiene razón, pero tal vez sus métodos son poco ortodoxos. — En realidad puedo decir porque estoy mas brillante de lo normal. — Cambia a una sonrisa con dientes. Ango alza ambas cejas.

— ¿Mas de lo usual? Siempre pareces emo. — Responde seco. Osamu lleva una mano a su pecho, antes de que se pueda quejar, Oda interrumpe.

— ¿Tiene algo que ver con Chuuya? — Indaga, Dazai hace una mueca, pero Oda puede ver perfectamente el sonrojo en sus mejillas. 

— Chuuya me odia. Pronto tendrá un diplomado en mecánica y nunca puede hablar conmigo porque siempre esta ocupado. — Se resiste a hacer otro puchero porque jamas mostraría sus sentimientos por un hombre como el pelirrojo. Seria mucho mas sospechoso. 

— Hm, deberías estar orgulloso. Tu novio es todo un hombre de negocios. — Espeta sarcásticamente Ango. 

El castaño ignora audazmente eso, acomodando un mechón de pelo detrás de su oreja. 

— En realidad voy a volver a Yokohama, por un tiempo. — Tararea secamente, ambos parpadean con algo de sorpresa.

— ¿Para las vacaciones? — Cuestiona inquieto Ango. — Pensé que ibas a ir a ese campamento con nosotros. 

El castaño suspira. 

— Si, esa era la idea. — Murmura sombrío, iba a estar un par de días en el campamento, después se escaparía para ver a Chuuya en Yokohama lo que restaba de las vacaciones, pero parece que tendrá que ir directamente a Yokohama. — Mi padre quiere que pase navidad en casa. Dice tener algo importante que 'informarme'.

— ¿Y desde cuando, tu, haces caso a un llamado de tu padre? — Bueno, Oda no quería decirlo así, por lo que Ango lo dijo por el. Osamu pasa saliva y sus pómulos visiblemente toman un color rojo.

Oh. — Dice la pareja al mismo tiempo, intercambiando miradas. — Parece que si se trataba de Chuuya después de todo. — Dazai hace una mueca avergonzada ante la conclusión del pelinegro, pero aun no niega nada.

— Era bastante previsible. — Observa el pelirrojo. 

— ¡No ire a Yokohama por Chuuya! — Espeta entre dientes Dazai.

— Tal vez es que estas obsesionado con el, incluso dibujas su cara en clases. — Señala Odasaku, con una mano en la barbilla.

— Mi padre esta convocándome, es todo. — Tose ligeramente en su puño, cerrando sus ojos con molestia.

Por supuesto. Y no es como que yo pretendiera tener sexo con Sakunosuke hace veinte minutos. — Dice secamente el pelinegro.

Esta vez es Oda quien tose, cubriendo un pequeño sonrojo.

Babosa: 

Foto.

Algún día por el infierno voy a tener uno de esos. 

El castaño, algunas horas mas tarde, acostado miserablemente en la alfombra afelpada de Rampo, sonríe con cara de tonto al recibir un mensaje de Chuuya. Es la foto de un auto. Un Lexus deportivo, siendo ligeramente ambiguo. 

El vehículo es de color plateado y es descapotable. Parece que Chuuya tomo la foto desde el taller de ensamblaje de su familia, o para ser mas específicos, de Kouyou.

Yo:

¿Tienes algun fetiche por los autos? 

 solo este mes me has enviado veinte fotos de autos diferentes que quieres tener.


Babosa:

vete a la mierda

Prefiero tener muchos autos a una despensa llena de cangrejo enlatado.

Yo:

golpe bajo, chibi.

yo pensaba compartirte un poco de cangrejo :(.

puedes invitar a tu novio el chico alba.


Sonríe, guarda su teléfono cuando Atsushi, Rampo y Kunikida entran a la habitación con una tonelada de comida Tai. Por supuesto, Atsushi cargándolo todo.

— ¡Llego la comida! — Dice alegremente Rampo. Arrancando un recipiente de fideos del peliblanco, Atsushi se queja.

Kunikida saca una libreta de anotaciones espontaneas (ese es literalmente su nombre) y carraspea.

— Los cuatro recipientes de tallarines son de Rampo, el Pad Thai de Dazai, el otro recipiente para mi, y según indicaciones de Rampo, lo que sobre es de Atsushi.

— ¡Oye, Rampo-san, debes compartir los tallarines! — Chilla el peliblanco, pero Rampo ya va por su segundo plato.

Ño. — Responde mientras mastica, empujando rápidamente todo el contenido y toma el tercero.

Dazai sonríe, tomando su propia comida, cuando la abre, lo hurga con una mueca.

Ehh, Kunikida, te dije que cambiaras el pulpo por cangrejo. — Hace un puchero. Empujando el plato lejos de el y tomando uno de los recipientes de tallarines. 

— Pues no te lo comas, comete lo demás. — Responde sencillo el rubio, Osamu niega.

— ¿Y saborear el horrible pulpo en mi arroz y camarones? Primero muerto. — Hace una mueca de asco. — Atsushi, comételo tu.

— ¡No le hagas asco a la comida, idi...! — El rubio censura su propia groseria, apretando los puños y levantando su mano. Dazai esquiva burlonamente un golpe en la nuca por parte de Kunikida.

 Atsushi come felizmente su arroz, pulpo y camarones.  

— ¿Decías algo, Kunikida-kun? Seguro que la directora estará muy interesada en saberlo. — Suelta varias risitas juguetonas al conocer de primera mano la política anti groserías del instituto. El mas alto lo ignora con un gruñido.

El teléfono de Dazai vibra en su bolsillo, traga sus tallarines y lleva mas a su boca, leyendo el mensaje en la previsualización.


Babosa:

¿Compartirme tu cangrejo? Compárteme esta.

Y ademas, ew, Albatross tiene como treinta años, raro.


— ¿Y como esta Chuuya-san, Dazai san? — Indaga Atsushi, amenizando un tema de conversación, Osamu se ahoga con sus tallarines y traga para despues toser, solo pretendiendo esconder su incomodidad. Los otros dos presentes en la sala bufan divertidos, Kunikida lo hace mas que nada como una oportunidad para vengarse de Dazai

— El esta bien — Responde sencillo, resoplando como si decir eso fuese un gran esfuerzo, practicamente tratando de comunicarle a Atsushi que cierre la maldita boca o sera sofocado el resto de su vida. Guarda el teléfono otra vez y finge estar sumido en su comida.

— Tengo una pregunta — La sonrisa tensa de Dazai no detiene la curiosidad obscenamente mal disimulada del albino.  — Ustedes están... ¿saliendo? — Suena tan inocente, y Osamu no quiere responder esa pregunta a pesar de que le enternezca la expresión que utiliza Atsushi. Suelta un mugido y ladea su cabeza, sin responder. — ¿El te gusta?

Eso es peor.

— Debes ser mas especifico, Atsushi-kun. A Dazai le gusta casi cualquier persona que vea en donde sea a un radio de quince metros, en especial mujeres — Rampo resopla con diversión.

— Es la persona mas promiscua que conozco — Mastica Kunikida.

Esto es diferente. El esta enamorado, Chuuya no es como los demás chicos. — Prácticamente grita Rampo.

— Por supuesto que esta enamorado — Coincide el rubio, sin inmutarse ante los quejidos llorosos de Osamu, quien se zarandea a si mismo balanceándose como si todo su cuerpo negara cualquier comentario, excepto su cabeza.

— Pero el no quiere aceptarlo — Se burla Rampo, sorbe lo ultimo de sus fideo y apunta a Osamu con los palillos.

— Es un mocoso — Añade consecuentemente el rubio. Atsushi sonríe con tensa cordialidad.

— Opino que hablemos de otra cosa — Ruega el castaño y Atsushi boquea como pescado como si fuera a decir algo.

— Hablemos de que a Chuuya también le gustas — Niega Rampo, Kunikida asiente escribiendo en su libreta y concuerda distraídamente.

— Eso no es un crimen

— ¿Por que no lo invitas a salir? — Inquiere mascando una sonrisa burlona, Osamu frunce sus cejas. Un tic empieza a nacer en ellas. — Si es que el no lo hace primero.

— ¿Donde esta Akiko para darme apoyo emocional?— Muge Osamu, evitando la pregunta, Rampo tiene una sonrisa cruelmente astuta.

— Ella nos apoyaría — Acierta, Atsushi puede afirmar eso, Kunikida también.

— Tiene razon, lo haria — Asiente el rubio.

— No hay nadie de tu lado, invítalo a salir y bésalo — Indica Rampo, sencillo. Como si fuera tan simple. — Salgan dos meses y luego follatelo. Después nos cuentas como fue. — Dice reclinando su espalda contra la base de su cama, cruzando sus brazos detrás de su cabeza con relajación.

Atsushi se ruboriza latentemente.

— Eso suena bien. — Acepta el castaño, con las mejillas levemente sonrosadas y una expresión soñadora. — Volver a besar a Chuuya...

— ¿Lo ves? Ellos están enamorados. — Finaliza Rampo, Kunikida puede afirmar eso, Atsushi también.


Babosa:

hey

cuando dije lo de compartir lo digo sin el trasfondo puramente sexual.

pero si quieres.

Unos minutos después sin respuesta, Chuuya vuelve a escribir. 

Babosa:

me refiero a que aun es broma 

jaja

Gracias por leer 🥺💕

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