Capítulo 2

Lo sostenía fuerte de la mano, aún con el temor de que su pequeño hermano viniera con él. Caminaban con la luz del sol empezando a salir cada vez más velos por un camino marcado que los llevaría hasta él templo del gran rey de los dioses a recibir las respuestas que él de ojos es,real da necesitaba. Incluso llegaba a darle ternura como los ojos es,real da de su hermano menor brillaban ante cada maravilla que observaba, daba saltitos mientras caminaba igual que cuando era solo un pequeño de 5 años y no dejaba de jalar su toga cuando observaba animales que no eran solo ovejas y burros.

—¡Mira hermano una vaca!—

—No grites zel o asustaras a los animales — el menor soltó una risilla cerrando los labios y siguió con el camino

—Lo lamento— susurró divertido aferrándose a la mano de su hermano sin dejar de caminar, era una maravilla ante los ojos de zeldris, pastos verdes llenos de flores rosadas o amarillas que no había en su pueblo, o que estaban demasiado lejos de su casa, animales, niños jugando con lo que parecían perros, herreros construyendo algunas armas, mujeres con togas blancas y coronas de flores doradas en la cabeza. Se estaba divirtiendo e incluso cuando la noche cayó y ellos no se detuvieron pese al cansancio no pudo evitar seguir sonriendo.

Inclusive cuando llegaron al Barranco no demostró miedo, y eso que sus piernas temblaban como gelatina ante la idea de cruzar

—Descuida, ponte detrás de mi— susurro su hermano para no hacer eco y llamar la atención de bandidos nocturnos. No dudo en caerle caso de inmediato observo como meliodas tomaba un árbol seco por ahí sin mucho esfuerzo y luego lo derribaba para formar un puente improvisado. Luego de hacer eso, él de ojos esmeralda le hizo una seña y zeldris aún con sus piernas temblando se acercó —¿Te gustaría que te cargue?—

—S-Si— respondió intentando que su voz de niño no delatara su temor a caer y morir. Meliodas no lo dudo, lo tomo fuerte subiéndolo a su espalda solo para lograr que su hermano se sintiera cómodo y cruzó el árbol con extremo cuidado suponiendo que traía a su familia sobre él. Apenas tocaron piedra otra vez para seguir con su camino escuchó un pequeño ronquido. Al voltear la cara sus ojos verdes captaron algo que le hizo sonreír, zeldris ahora dormía sobre su espalda y sería algo inhumano despertarlo. No tuvo de otra más que seguir caminando con el menor en brazos para que disfrutara de su sueño

No duro mucho pues a los 20 minutos de estar caminando sin descanso con su hermano en brazos, un fuerte trueno despertó a zeldris que levantó su cabeza algo adormilado y jaloneo la toga de meliodas pidiéndole que lo bajara. La lluvia fría que siguió después de eso bastó para despertarlo de el pequeño descanso que se había tomado. El viento era feroz, casi como si quisiera hacerlos retroceder y regresar por su camino hacia su casa, la lluvia los mantenía empapados y el frío era inminente, pero si eso los detuvo. Para cubrirlo un poco, el blondo le colocó la ligera capa ahora mojada a zeldris, mínimo para se cubriera un poco. Se habrían detenido en alguna cueva o refugio de no ser porque vieron un dibujo tallado en piedra que indicaban que ya estaban más que cerca del templo de Melia.

—Ya casi llegamos — murmuro avanzando un poco rápido para poder avanzar de aquella lluvia con éxito y finalizar con llegar a un manto verde. Ahí estaba otra vez, el camino en el que habían salido y un enorme templo de piedra frente a ellos. Cansado y consuelo, zeldris le dedicó una sonrisa a meliodas que se la regresó y luego finalmente entraron a el templo empezando a secarse lo más que podían para no entrar tan empapados. Luego se dieron la vuelta para adentrarse más y lo que vieron caído los hace salir despavoridos

Todo estaba oscuro, casi en exceso, la enorme estatua del Dios del rayo estaba alta que ni la luz de la luna podría revelar su temible rostro. Quizá había sido mala idea tomar el atajo del acantilado para llegar esa misma noche, ahora se exponían a una oscuridad y no tenían velas como para continuar. Lo único que hizo que meliodas no retrocediera, fue ver el mismo símbolo del sol tallado en oro que permanecía en la toga del dios. Le dedicó una mirada indecisa a su hermano, sacó la medalla algo apenado y luego se puso de rodillas cerrando los ojos y hablando con el corazón

—Oh poderoso melia, por favor, escucha y responde ante mi súplica — comenzó— Debo saber, quien soy yo y a donde pertenezco. No quiero seguir haciendo daño con mi fuerza—

—Mel— zeldris no pudo ni moverse para abrazarlo. Derrape te un terrible viento justo como el que los había asustado tierras antes entró a él tembló volando la manta de zeldris y su capa hasta dejarla en una esquina, haciendo que cabellos tanto azabaches como rubios se movieran de un lado a otro confundido

¡Pam!

El terrible sonido de un rayo hizo que ambos se cubrieran. Luz que los encandilo, las antorchas se encendieron iluminando su camino y solo para finalizar, escucharon un fuerte y hondo bostezo como si un gigante estuviera despertando de un largo sueño. Alzaron la cabeza casi al mismo tiempo y se quedaron congelados cuando la estatua a la que le pedía plegarias abrió los ojos y le sonreía a ambos

—Mi meliodas, mi hijo— estiró su mano de yeso asustando más a ambos hermanos

—¡Gyaaaaaa corre zel!— gritó el mayor completamente aterrorizado levantándose del suelo dispuesto a salir de ahí cuando repentinamente las manos lo tomaron de su bolso y lo alzaron en el aire asustándolo aún más —¡Gyaaaaa!—

—¡Hey! ¡Ese es mi hermano no el tuyo!— gritó el pequeño niño intentando perder el miedo y dando saltos para alcanzar a el rubio que estaba aún pataleando para liberarse

—Calma hijo— río un poco la estatua ignorando los saltos de zeldris y colocando a meliodas en la palma de su mano. Apenas hizo esto meliodas se levantó dispuesto a aventarse con tal de escapar. No pudo hacerlo pues la mano volvía a tratarlo cada que intentaba salta r que incluso llegó a aferrarse de su dedo meñique mientras lo sacudía de un lado a otro para safar su agarre—¿Cual es la prisa? — lo atrapó entre su manos sin permitirle salir —Después de todos estos años, ¿si saludas a tu viejo padre?— es fue suficiente para que el blondo dejara de moverse y sacara la cabeza por un pequeño hueco

—¿Padre?—

—¡¿Padre?!—gritó incluso el menor que dejó de saltar para verlo todo. La estatua del Dios le guiñó un ojo a él de cabellos negros y luego asintió con la cabeza. No era un gigante que quería comerlos como su mente pensaba

—¿Acaso no sabías que tu padre es famoso? ¡Pues no solo eso!— el aire que causó su grito sacudió los cabellos de meliodas —Pero cómo haz crecido— lo admiro en la palma de su mano viéndolo de arriba a abajo con detenimiento —Tienes mis ojos, y la fuerte barbilla de tu madre— acaricio esa parte dándole cosquillas y luego bajándolo a el suelo siendo rápidamente abrazado por su hermano menor

—Pero no entiendo, si tu eres mi padres eso me convierte a mi...—

—Te convierte en un Dios —

—Un dios—

—¿¡Un Dios!?— gritó zeldris anonadado mirando como meliodas se iba de espaldas hasta caer con los ojos terriblemente abiertos. No cualquier día te Sabas cuenta que deberías de estar en el monte Olimpo en vez de en el mundo de los mortales. Incluso el blondo se halo sus cabellos con algo de desperdicios mirando intercalada,entre a él que creía su familia y a su recién descubierto padre

—Oye querías respuestas y por Melias ya tienes edad para saber la verdad— se alzó de hombros la estatua intentando calmar un poco el shock que le había dado a su hijo

—¿Y por qué me dejaste aquí? ¿No me querías?—apenas dijo esto, el dios tomando el cuerpo de piedra hizo una expresión triste y negó con la cabeza

—Claro que te queríamos, tú madre y yo te amamos y te queremos mucho, pero una noche un malvado te robo y te convirtió en mortal— escupió esas palabras con odio al recordar la fatídica noche en la que su hijo desapareció —Y solo los dioses pueden vivir en el olimpo—

—¿Y no hay nada que puedas hacer? —

—Yo no puedo meliodas. Pero tu si—lo señaló con su enorme mano emocionado ligeramente al blondo

—Haré lo que me digas—

—Meliodas, si demuestras ser un héroe verdadero volverás a ser un dios—

—¡Claro! —golpeó su frente con la palma de su mano—Un héroe—formó una mueca—¿Y como me convierto en un héroe? —preguntó hacia la estatua ignorando la expresión incrédula de su hermano menor

—Primero, debes buscar a Hawk, el entrenador de heroe—formó una expresión como la de una Rey proclamando caballero a alguien

—Buscar a hawk. Si—empezó a avanzar completamente ido en la ilusión de las respuestas que había conseguido, pero su sandalia se rompió y tropezó cayendo al sueño

—Cuidado aún no es momento de volar —se burló al igual que su hermano menor que lo ayudó a ponerse de pie de un momento a otro. El dios se concentró mucho haciendo un pequeño puchero, se rasco sacando algo de polvo de su cabeza de yeso y cuando la iluminación fue a su mente chocó las palmas y sonrió—Casi lo olvidaba—

—¿Qué? —de un momento a otro el enorme ser de yeso se llevó dos dedos a la boca, los hizo sonar en un chiflado que resonó por los oídos de los dos hermanos y luego antes sus ojos una esfera de luz relinchidos se hizo presente. La luz se volvió alas, el duelo de los sonidos se hizo presente y antes sus ojos apareció un bello pegado que aterrizó perfectamente y luego sacudió un poco sus patas

—Su nombre es wild y es todo tuyo—el caballo miró bien a ambas personas irreconocibles frente a él, olfateo un poco los cabellos del blondo y antes de que se hubiera previsto, el caballo lo tomó del hombro, azoto su cabeza contra la suya dándole un mareo doloroso y empezó a relinchar emocionado—Parece que te extrañó—

—¡Pegaso! —

—¿Quieres subir, zel? —

—Si—Asintió emocionado el menor siendo tomado en brazos de su mayor con facilidad pese a su edad y luego lo subió en el caballo con alas que lo paseo solo un poco mientras la estatua y el humano seguían hablando

—Él te llevara hasta donde esta hawk—

—Lo haré padre, me convertiré en héroe y me convertiré otra vez en un dios—se subió en el pegaso, se aseguró de que su hermano estuviera bien sujetado al animal y tras darle un ligero golpe, el animal salió galopando y alzó el vuelo dejando que el dios que tomaba posesión de la estatua se recargara en su silla de yeso y sonriera hacia aquel que se iba cada vez más alto

—Se que lo harás, hijo—un trueno retumbó en la cima, un rayo electrocuto toda la sala, el fuego de las antorchas se apago de un momento a otro como si nunca hubieran estado encendidas y el espíritu del dios abandono la estatua terrenal para volver a el Olimpo con nuevas noticias que darle al resto de dioses

Y así fue como un viaje empezó, los lobos aullaron al ver al animal con alas y algunos granjeros despiertos a esa hora admiraban la escena sin creer lo que veían. Serían llamados locos en algún momento, serían aquellos que escribirían en una roca lo que habían visto y darían único a mitos de los animales de los dioses pero daba igual

Meliodas no podía contener su sonrisa y aunque zeldris se estaba divirtiendo, no tardo en recargarse en el alado animal y cerrar los ojos para dormir profundamente. El de ojos verdes lo miró con ternura, le pidio con delicadeza al pegado que disminuyera la velocidad y cuando fueron a un ritmo tranquilo, fijo su vista verde hacia abajo observando el mundo desde un ángulo diferente. Desde la grandes a la que siempre estuvo destinado a pertenecer, suspiro tranquilo, miró al cielo y luego... Abrió los ojos de la impresión y se rasgo la nuca con nerviosismo

—O-Oye...wild ¿cierto? —el pegado relincho en respuesta y volteo a ver a su dueño—¿Donde vive ese entrenador de héroes? —casi al mismo tiempo, ambos parpadearon con incredulidad y el pegado se quedó estancado en el aire. ¿Hacia dónde debían de ir?

Mientras tanto en el hermoso cielo estrellado que cubría aquel mundo, las estrellas estaban cada vez más cerca la una de la otra y la inevitable unión que marcaría un antes y un después parecía estar cerca

*
Llegaron a una isla lejana cubierta de neblina que la hacía ver tenebrosa y algo húmeda, aterrizaron con sutiles a, despertando por el choque a el niño de cabellos azabache y toga algo caída por abrir los ojos tras largas horas en las que el pegaso y su hermano no sabían hacia dónde ir. Meliodas rasco su nuca algo nervioso, le dedico una mirada al animal con alas que asintió y empezó a andar a su lado sin mirar a el niño que se tallaba sus pequeños ojos verdes intentando despertar y siguieron un camino bien puesto que no estaba tan cubierto por la maleza.

—Este lugar parece olvidado—jadeo el blondo mirando todo tan descuidado, pasto tan alto que tenían que abrirlo para poder pasar y árboles realmente frondosos que tapaban el cielo ligeramente azulado por el nuevo amanecer. Suspiro liberando un vapor cálido de sus labios formando una nube blanca—¿Seguro que es aquí? —el pegaso relincho en respuesta afirmativa, había recibido las indicaciones de su creador después de visitar la quinta isla equivocada.

Siguieron caminando en un lugar de penumbras en completo silencio, hasta que ese sonido inexistente fue reemplazado completamente por las risas de unas femeninas cerca de ahí. Caminaron con algo de confusión buscando a las dueñas de aquellos sonidos cantaron es y dulces, apartaron algunos arbustos para tener mayor accesibilidad a las mujeres y cuando ellas se presentaron, una clara sorpresa se había apropiado de los ojos de ambos humanos. Era una chica hermosa que tenía un cabello largo completamente hecho de agua, una que tenía flores y arbustos como pelo y otra que parecía tener hojas y piel de árbol

—¡Heeek!¡Heek!—escucho los sonidos de lo que parecía ser un porcino a su lado. Se separó del arbusto mirando un redondo trasero rosado junto a una colista enroscada que parecía moverse y luego sonrió con ternura, seguro se había quedado atascado entre las ramas y no podía salir de ahí

—Oh, ¿te quedaste atrapado? —lo jalo del trasero, lo saco de entre los arbustos, y lo que encontró fue un rostro rojo y enojado del cerdito que había querido ayudar

—¡Oye! ¿¡Qué te pasa!? ¡Vete de aquí entrometido! —

—¡Gyaaaaaa! —las mujeres soltaron un respingo al escuchar el grito de meliodas, miraron con miedo cuando el cerdito salió corriendo de entre los arbustos y empezaron a correr al verse vistas por él

—Nenas, corazones, vidas mías—salto encima de la de cabello de flores con una sonrisa y la derrumbó al suelo—¡Te tengo!—

¡PUFF!

La mujer se convirtió en un arbusto espinoso lleno de flores que hizo saltar lejos al cerdito. Apenas se vio libre, este corrió por la chica de agua que solo se aventó al río y se convirtió en una manto líquido que me correo agua en la cara al de piel rosada y finalmente cuando logró capturar a la última, esta se convirtió en un árbol con pequeñas flores azules mientras el cerdito chocaba con su madera. Se estremeció por el golpe, se acarició su frente con su pata y luego sonrió lleno de orgullo mientras se recargaba en el árbol

—Ninfas coquetas—cerró sus ojos—No pueden vivir sin mi—

—¡Hmmm! —de un golpe, una de las ramas cobro vida, golpeó fuerte a el pequeño porcino que salió disparado hacia donde había estado originalmente, a los pies del blondo. Se levantó con un gruñido divertido y se sobo su trasero con su pata frunciendo su ceño

—Solo lo decía en sentido figurado—exclamo. Pará cuando sus ojos negros miraron a el niño de cabellos negros que no deja de burlarse de él y el blondo que no sabía que decir, maldijo el nombre de cada dios que conocía y soltó un chillido. Esperaba que no vinieran a molestarlo otra vez, estaba muy ocupado siendo golpeado por las ninfas a cada rato

*
Y hasta aquí el capítulo xd

Yo se que me tarde mucho, pero en mi excusa, estuve algo ocupada con la escuela, mis problemas de cuando quiero irme a la mierda y más proyectos que llegan de venir a mi cabeza jaja ;u;

Pero bueno. Estamos de regreso con esta historia al igual que con cuestión de edad, así que cuando salga la nueva historia (Si, trejo es pendeja y ya está sacando otra pero ustedes la van a disfrutar así que solo rueguen por mi :u) será actualizada de nuevo

Y claro, si es que mis padres no llegan a castigarme jaja

En fin. ¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Cómo ven nuestro querido entrenador de héroes es nada más que hawk XD. Les aseguro que los hará reír mucho su personaje

En otra cosas ¿a poco no es adorable ver a meliodas y zeldris juntos >w<?

Les aseguro que esto tiene mucho toque tierno y cónico así que espero les guste

Sin más que decir nos veremos luego y disculpen faltas de ortografía

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top