39
Todo su alrededor giró en una sola persona para Jeongin. Por un simple y pequeño momento creyó desconectarse de su cuerpo, el casi inexistente ruido fue remplazado por la nada misma mientras sus ojos no lograban enfocar otra persona más que ese hombre a metros suyo con la cicatriz cruzando sus labios.
Era él.
La causa muerte de Kkami. Era ese hombre.
Quien daba la orden de todo, quien no hizo más que reír a ver a sus hombres matar a un inocente animal y apuñalar a un omega que solo intentaba defenderse. Hyunjin ya le había dicho que se trataba de Riki, y a pesar de todo lo que hizo el alfa estaba ahí, frente a ellos, como si el poder de Hyunjin fuera insignificante y él tuviera el mando de todo.
Y el verlo ahí, parado y ofreciendo una sonrisa tan arrogante y calmada sin mostrarse ni un poco afectado de estar en terreno prohibido y con su más grande enemigo a unos pasos suyo.
Jeongin por un momento temió. Temió que realmente ese hombre fuera mucho más poderoso de lo que Hyunjin pudiera manejar.
La tensión en la habitación se volvió insoportable, los omega temblando en su sitio se escogieron con el solo respirar del aroma furioso e irritado de Hwang Hyunjin. Quien por más que intentaba reaccionar, la rabia y la sorpresa de ver a ese hombre tan solo a un metro lo tuvo rígido en su lugar, a espera de que haga lo que tenia que hacer para explicar su presencia en aquel club.
Para Hyunjin ya no cabía duda. Había una inevitable superioridad en ese hombre, sin importar cuantos lo temen a él, o la seguridad que pudiera poseer. Riki parecía ir por encima de todo eso.
Y ver detrás de la silueta de aquel hombre a sus guardias totalmente muertos en el suelo se lo dejo bien claro.
Por fin eso hizo reaccionar a Hyunjin; quien extendió una sonrisa vacía e irritada por sus labios mientras hacía un ademán con su arma detrás del alfa.
- Estas logrando adelantar tu muerte, no es muy agradable que te metas con los míos, Riki- el alfa hizo una expresión de fingida confusión mientras volteaba a ver detrás suyo.
- ¡Oh!, ellos...- soltó una exclamación de regaño-. Les dije a mis hombres que no sean tan duros...supongo que están algo acelerados, te pido y los perdones.
Hyunjin deslizó su pulgar por la palanca de seguro de su revolver con lentas y pensativas caricias. Repasó y escudriñó el rostro de Riki e intentó encontrar respuestas en aquella sonrisa torcida y los ojos destellando burla.
Pero nada, ni una maldita señal de algo.
Levantando su arma volvió a su casi ya superada costumbre de frotar su arma contra su nuca. Sin poder evitarlo y con insistencia rascó sobre su cabello sintiendo la absurda sensación de que eso lo ayudaría a pensar mejor.
Riki extendió una sonrisa al ver sus movimientos.
- ¿Qué pasaría si apretarás el gatillo por accidente?.
Hyunjin siguió con la mirada a Riki avanzar por la habitación con pasos lentos y firmes, volteó a ver a los omegas en un rincón totalmente aterrados, y acercándose a una de ellos deslizó sus dedos por al cabello largo y azabache de la mujer quien se quedó congelada con la acción.
- Probablemente contentaría a muchos- respondió tajante.
Riki volvió a voltear hacia él y siguió avanzando dejando en paz al grupo de omegas. Hyunjin evitó mostrarse afectado al caer en cuenta que estaba avanzando hasta ellos de forma lenta, pasando entre sus socios y ofreciendo sonrisas amables como un invitado más a la fiesta.
Llegó hasta el sofá al lado derecho de ellos y se detuvo ahí, a sólo un metro y terminando por apoyarse en el respaldo del mueble con las manos dentro de los bolsillos.
- Te sorprenderá escuchar que a mí me pondría triste tu partida- hizo un puchero triste en los labios que irritó a Hyunjin.
- ¿Sí?, realmente estoy sorprendido, ¿Podrías decirme tus razones?- Riki asintió con una expresión de por qué no.
- Así es, pues sería triste verte partir antes de completar mi venganza. Eso sería un mal chiste para mi plan- Hyunjin enarcó una ceja para después asentir comprendiendo.
- Ya veo...me esforzaré para no morir aún, entonces. Deberías apresurarte, por que si no muerdes tú primero, yo podría deborarte de un bocado- insinuó con una sonrisa amable.
Riki lo observó por varios segundos, Hyunjin no apartó la mirada ni de broma, ignoraba toda la atención del salón a excepción de Jeongin. No podía ni siquiera intentar pasar de las emociones aterradas e inestables de su omega, estaba entrando en pánico y eso desestabilizaba su firmeza por momentos.
Solo deseaba que aguante un poco más, solo un poco.
Riki formó una sonrisa mientras volvía a enderezarse y avanzar. Eso puso más alerta a Hyunjin quien pudo divisar por el rabillo del ojo a Minho estirar de Jisung y colocarlo detrás suyo. Sin embargo Jeongin no se movió ni un centímetro.
Hyunjin maldijo internamente, su omega verdaderamente estaba congelado, sin poder reaccionar, probablemente apenas estaba pudiendo sostenerse de pie y captar lo que sucedía a su alrededor.
Sí, definitivamente aún captaba que sucedía, por que su corazón y respiración se volvía más pesada e inestable con cada paso que daba Riki.
- No te preocupes...el siguiente paso esta cerca, tan cerca como no te imaginas. Así que yo propongo que te prepares- Riki hizo una mueca pensativa para luego asentir con firmeza como si estuviera confirmando algo-. En serio deberías prepararte, Hwang Hyunjin.
Hyunjin apenas pudo tolerar aquella situación cuando vio a ese alfa detenerse justo frente a Jeongin y apenas a centímetros suyo. Y cuando su mano se elevo para tocar a un aterrado omega Hyunjin soltó un fuerte e irritado gruñido mientras subía el arma de golpe.
Avanzando un pequeño paso presionó el caño contra la cabeza del mayor mientras le retiraba el seguro. Observó con severidad a Riki voltear aun con una sonrisa mientras su mano se hallaba congelada en el aire.
- Deberías ser un poco más inteligente, si tan solo llegas a rozarlo te volaré la cabeza, Izumi Riki- el alfa parpadeó subiendo las manos con una falsa acción de paz mientras retrocedía unos pasos.
- Solo quería verlo reaccionar, creo que esta algo sorprendido- murmuró con un destello de burla.
Avanzando Hyunjin no bajó el arma hasta detenerse frente a Jeongin y tener de frente al alfa mayor. Ladeando la cabeza bajó lentamente del cañón.
- Yo me ocuparé de los míos, tú deberías hacer lo mismo.
Riki se encogió de hombros mientras descendía las manos y la sonrisa se remplazaba por una mueca sería, sus ojos se volvieron calculadores mientras parecía buscar las palabras correctas a lo siguiente que iba a decir.
- El día antes de ese incendio...- Hyunjin no parpadeó ante la sola mención, tampoco sintió una sensación de nada por la expresión repentinamente vacía y carente de emociones-. Era el cumpleaños de uno de mis hijos, el mayor. Ya que mi jefe se encontraba tan ocupado ese día y me mantenía ocupado a mí, no pudimos hacer siquiera un almuerzo. Hasta el día siguiente donde mi esposa junto a mis hijos fueron a aquel supermercado para comprar bocadillos.
Riki soltó una ligera risa, era sorprendente lo bien que sabía fingir calma cuando sus ojos demostraba el mismísimo infierno del rencor.
- ¿Por qué ellos tuvieron que ser incluidos en aquella venganza?. ¿Por qué mis dos niños y mi mujer?- los voz fue dura, chispeante, con un toque de odio y dolor que mantuvo alerta a Hyunjin.
Riki soltó un bufido consciente de que Hyunjin no respondería. Volvió a la acción de deslizar sus manos dentro de sus bolsillos y soltó un pequeño sonido burlón y sarcástico.
- Maté al estúpido perro de tu omega y fuiste a torturar a uno de mis mejores hombres hasta los gritos. ¿Por qué crees que tu dolor por un animal se asemeja al mío?- Hyunjin soltó un bufido sorprendido e incrédulo.
Avanzó los pasos que lo superaba del mayor y ladeó la cabeza mirándolo de cerca, recibiendo cada destello de odio y burla de Izumi Riki mientras sus manos se alzaban a cada lado del contrario en una postura de obviedad.
- ¿Por qué crees?- susurró, el alfa no respondió mientras su mandíbula se tensaba-. Por qué ese animal no solo me pertenecía a mí, era el mejor amigo de mi omega, ¿y qué crees?, tu amiguito a quien torture no solo mató a un animal, si no también hirió lo que me pertenece- Hyunjin enarcó una ceja confundido-. ¿O es que acaso se te pasó al buscar información mía que al meterte conmigo debes cuidar una regla?.
- Vamos Hwang, deberías estar tan consciente ahora que esa regla será lo más irrelevante en este juego. ¿O no es de esa forma que actuaron ustedes al matar a mi familia?- Hyunjin se encogió de hombros.
- Es una lastima que no hayas sabido ver la realidad de las cosas en un principio. La persona que mató a los tuyos ya está muerta, y creo que no hace falta aclarar que yo no tuve nada que ver- Riki hizo una mueca incrédula-. Pero que más le haremos, ya iniciaste esto y creo que también debería advertir que estés preparado, muy preparado.
El alfa lo observó por un momento más, vio distintas emocionas cruzar por sus ojos, parecía evaluar aquella situación y vacilar en que más decir antes de finalmente volver a extender una sonrisa socarrona y relajada en sus labios.
- Entonces, moveré las últimas piezas y volveremos a encontrarnos, Hwang Hyunjin- el jefe no dijo nada, se mantuvo neutral mientras veía avanzar a Riki por el salón y pasaba sobre el cuerpo tendido en el suelo.
Siguió hasta detenerse frente a la puerta y volver a voltear. Por que después de todo el bastardo no podía irse así de de fácil, no cuando no tocó ni un pelo de los presentes cuando se supone debía ser así.
Hyunjin vio crecer su sonrisa mientras una aura de superioridad abrazaba su cuerpo.
- No me gusta irme de un escenario sin dejar mi huella en él. Por lo que espero te guste la pequeña pieza sorpresa que incluí en la partida.
Los sentidos de Hyunjin se activaron al instante, lo único que le importó saber es que Jeongin estaba bien detrás suyo. Y claro que aún tenía las emociones al limite y el terror paralizaba su cuerpo pero seguía respirando, al menos lo hacía, su aroma dulce y dolorosamente aterrado aún llenaba la habitación.
Pero al menos en ese momento eso era normal, no había nada fuera de lo común que alerte a Hyunjin por la reciente advertencia.
Extendió una falsa y última sonrisa hacia el alfa para finalmente dejarlo ir. Cuando la puerta se cerró detrás suyo sus hombros bajaron y un suspiro pesado y tenso abandonó sus labios mientras cerraba los ojos por varios segundos.
Todo estaba mal, todo iba en peor. Ya no sabía siquiera que estaba ocurriendo a su al rededor, no sabía quién sería el próximo afectado, de que es lo que hablaba Riki hace solo un momento.
De que magnitud era el golpe que se aproximaba.
Abriendo los ojos Hyunjin volteó de una vez. De nuevo y como era de costumbre cruzó miradas con Minho, cuando este asintió para él sintió un peso menos en sus hombros.
La verdad era que sin el mayor Hyunjin no sabría que hacer, no se veía a sí mismo pudiendo controlarlo todo como lo hacía estando con Minho. Cuando el alfa mayor le daba ideas y se movía de forma que lograba complacerlo simplemente Hyunjin recordaba lo necesario e importante que era Lee Minho en su vida.
De la misma forma en que lo era Changbin. Y él estaba seguro que Minho estaba cumpliendo dos roles en una persona para tapar ese vacío que dejó Seo en Hyunjin.
Volteando hacia Jeongin se acercó a él para tomar su rostro entre sus manos, apenas logró escuchar a Minho comenzando a echar a los presentes del lugar mientras sus ojos buscaban las del menor.
- Jeongin, ya no esta, se fue- aclaró subiendo la cabeza del omega para que lo mire.
Se alivió cuando Jeongin parpadeó y descendió su mirada mientras su labio inferior temblaba, era una reacción, no una muy buena pero después de todo era mejor que estar en un estado de shock. Deslizó sus brazos por el cuerpo del menor y lo abrazó contra su torso dejando que las manos contrarias se aferren a sus hombros y su rostro se esconda en su pecho con un pequeño y doloroso quejido.
- Ya ya, esta bien, ángel.
Jeongin soltó un pequeño gimoteo antes de frotar su rostro por el pecho del alfa hasta apoyar la cabeza contra su hombro dejándose calmar, aceptando las manos acariciando su cuerpo y el aroma más relajado y dulce de Hyunjin.
Jisung se apoyó contra la puerta observando a Minho por el pasillo casi empujando a los alfas hacia la salida mientras estos se volteaba a ver los cuerpos en el suelo de forma curiosa. Cuando todos salieron de una vez Minho se volteó con un suspiro cansado.
La cual no fue aliviador a encontrar el rostro de fingida inocencia de Jisung en el marco de la puerta.
Acercándose a pasos firmes se detuvo justo frente a él y sin usar fuerza le dio un golpecito en la frente con el dedo índice.
- Eres demasiado terco, ¿acaso olvidaste todo lo que platicamos?- Jisung soltó un bufido mientras frotaba su frente al sentirlo cosquillear.
- Yo no acepte nada, que te conste- haciendo una mueca incrédula Minho negó avanzando a un lado del omega.
- Deberíamos irnos ya, jefe. Aun no sabemos si estamos seguros aquí dentro.
Hyunjin frotó la espalda del omega dejando que este se aleje de él y se restriegue el rostro adormilado. Volteando a ver al mayor asintió.
- Vámonos y llama al dueño para que se deshaga de los cuerpos- Minho asintió haciéndose a un lado cuando Hyunjin avanzó llevándose a Jeongin con él.
Volteando hacia Jisung lo halló mirando el cuerpo de Suho en el suelo, su ceño levemente fruncido ya le daba una pista de que rondaba por su mente.
- No creo...que haya deseado que muera- Jisung entrelazó sus manos y los frotó nervioso-. Ahora me siento un poco culpable.
- No está muerto por que tú lo quisiste o no. Fue por que a Hyunjin le apeteció y eso no hubieras podido evitar ni cerrando la boca.
Jisung le ofreció una mirada dudosa antes de asentir levemente y voltear de una vez hacia la salida caminando por el pasillo sin mirar atrás. Minho volteó a mirar por una última vez los cuerpos antes de suspirar y seguir al omega sin perder el tiempo.
+
Cuatro días. Habían pasado cuatro días de aquello y hasta el momento ninguno era consciente de cuál fue la advertencia de Riki en el club.
Hyunjin y Jeongin no fueron a la casa desde ese día. El alfa dio la orden de que el personal no trabaje hasta nuevo aviso y la abuela Kim fue a pasar el tiempo con una vieja amiga en la ciudad de Busan.
Ellos se trasladaron temporalmente en otra propiedad de los Hwang.
Y si, esa propiedad tenía como dueña a Yeji, Hwang Yeji.
La alfa era especialmente dulce. Jeongin la tenía merodeando a su alrededor como un fangirl y él un mismísimo idol. Lo halagada, hacia preguntas por montones y chillaba cada que Jeongin simplemente respiraba.
Al principio fue divertido, luego resultó algo incómodo, y cuando pasó cuatro días al lado de la mayor Jeongin se sintió exhausto.
Ni siquiera le faltó abrir la boca para que Hyunjin jale a su hermana al otro extremo de la casa y la amenace de forma cruda de que no podía acercarse a él al menos que sea para algo de vida o muerte.
Así que mientras Yeji volvía a su rutina de ir al trabajo y hacer sus deberes como cualquier adulta. Jeongin y Hyunjin disfrutaban el tiempo a solas en la casa, sin personal, sin la abuela Kim, Byungchan o Jisung. Por qué bueno, Minho nunca resultó ser realmente molesto para Hyunjin, el mayor era como un gato silencioso que no hacía notar mucho su presencia.
En ese momento Jeongin se encontraba aferrándose a una manta sentado en en suelo frente al cristal que conducía al patio. Observaba en silencio totalmente ensimismado en la nieve caer sobre el pasto ya casi inexistente y cubriendo la tapa cerrada de la piscina. Ya era invierno y había un frío de horrores, el omega llevaba puesto un suéter y encima de este una sudadera, pantalones de algodón y calcetines gruesos.
Había tomado una taza de chocolate caliente y ahora esperaba ahí sentado a que Hyunjin vuelva del trabajo. Jeongin no sabía que era lo que especialmente hacía, deducía que juntaba aliados, veía el control de la organización y daba órdenes de que hacer, era lo que se supone hacia un líder, mantener todo bajó control.
Y a su cuidado estaba Minho, Hyunjin había dicho que no era necesario un equipo de guardias cuando Minho estaba presente. Y Jeongin le creyó cuando desde esa tarde que había llegado el alfa mayor no había hablado mucho y hacía vigilancia cada un minuto a los alrededores de la casa, como un verdadero guardia de seguridad.
Y en ese mismo momento volvía a ingresar con pasos firmes al salón, Jeongin extendió una sonrisa divertida cuando el alfa repasó toda la habitación hasta hallarlo sentado detrás del sofá algo oculto.
Sus facciones se relajaron mientras se acercaba y se arrodillada a su lado abrazando sus piernas.
- ¿Todo bien?- Minho no lo miró, tampoco fue la voz más dulce, pero la pregunta lo era, Jeongin en definitiva era consciente que el mayor sin intentarlo, se preocupaba y actuaba amable con quien lo merecía.
- Ujum, prepare chocolate caliente y ya no siento frío. ¿Usted está bien?, ha salido muchas veces bajo la nieve.
Eso era notorio, solo bastaba con mirar el cabello azabache del alfa y ya notarás puntos de escarcha entre los mechones. Mimho se encogió de hombros con la vista perdida en la nieve cayendo afuera del cristal.
- Supongo que estoy acostumbrado- Jeongin asintió para luego sonreír entretenido.
- Sin embargo Jisung hyung contó que usted se enfermó al solo pasar un tiempo cerca del agua helada.
- Oye, eso le pasa a cualquiera, ahora realmente estoy abrigado- Jeongin asintió ante la actitud defensiva para no molestarlo más.
Retirando la manta de su hombro Jeongin lo extendió frente suyo y volteando hacia el alfa se inclinó para dejarlo caer al rededor de sus hombros ajustándolo a su cuerpo. Minho rápidamente se fue un poco para atrás intentando evitar esa acción pero no lo consiguió.
- Vamos, omega hace frío.
- Yo ya estaba por calcinarme allí dentro- bromeó ante la mirada dudosa del mayor-. Usted debería entrar en calor por un momento, de seguro volverá a salir en unos minutos y será mejor que lo haga sintiéndose cálido.
Minho lo observó unos segundos antes de voltear de nuevo hacia el patio y soltar un bufido.
- Eres demasiado amable, si yo hubiera tenido la manta desde un principio era probable que no te lo iba a dar a ti- Jeongin soltó una pequeña risa divertida mientras hacía un ademán sin importancia.
- Esta bien, aveces es bueno ser egoísta.
- Tú no lo eres ni por un segundo- atacó, rápidamente recibiendo un mohin divertido y culpable. Minho negó-. No es algo que eliges, lo haces naturalmente, ¿por qué?.
- Bueno, debe haber una persona en un millón quien tenga el rol de pensar y preocuparse por los demás antes que de sí mismo. Realmente yo no me siento muy útil con las personas de mi entorno y me complace mucho ayudar y que las personas reciban mi ayuda de buena manera- el omega se encogió de hombros-. Es algo que tengo.
Minho soltó una ligera risa sorprendiendo al menor.
- Es hasta indignante lo bien que logras complementar con Hyunjin. Parece ser él quien cuida de ti, pero es solo una débil y vulnerable alma que sigue existiendo por ti y el cuidado que le das- Jeongin ladeó la cabeza mientras un sonrojo se extendía por sus mejillas-. Si fueras una persona egoísta, hubieras chocado con la personalidad de Hwang en el momento en que se conocieron.
Jeongin jugo con sus dedos mientras soltaba una risa tímida.
- Yo...supongo que es un halago, muchas gracias- el alfa volvió a encogerse de hombros.
El menor se mantuvo un lapso de tiempo en silencio antes de que una pregunta se presente en su cabeza.
- Cuando conocí a Hyunjin hyung él parecía saber de mí desde ya- Jeongin volteó hacia el alfa-. ¿Usted sabe por qué?.
Minho indagó en sus recuerdos. En aquel momento donde había una deuda con una nueva pandilla de mafiosos que por coincidencia tenía al esposo de la directora Moon como jefe y miembro. Y ellos habían ido hasta a ella como solución a sus problemas de atraer al enemigo hasta el colegio con ayuda de la directora.
Claro que mucho iba a omitir al omega.
- Teníamos asuntos que saldar en el instituto en que trabajabas. Hwang te vio días después de que comenzamos a frecuentar allí- soltó una exclamación burlona al recordar-. Ni siquiera te tuvo de cerca y ya quedó flechado como un idiota. Ya luego investigó de ti sin escrúpulos y comenzó a llamarte ángel incluso si yo ya averigüe tu nombre. Supongo que se enamoró de tu apariencia en un principio.
Jeongin inevitablemente se sintió halagado, su pecho se infló de algo que le supo orgullo y fortuna mientras su piel se sintió caliente de la timidez. Abrazando sus piernas contra su pecho volvió a soltar una risa de pura ternura.
- Ya que muchos me halagaban diciendo que era el retrato de mi madre versión hombre, me siento más que halagado y contento con esta información.
Minho inevitablemente se tenso, observó de reojo al omega y luego volvió la vista al patio.
Hyunjin realmente no le había dicho nada aún.
Mordiendo su labio inferior tuvo como pendiente esa situación, jefe o no, Hyunjin no se salvaría de él si continuaba comportándose de forma tan idiota.
- Cuando fui a tu casa a que Hyunjin resuelva tus dudas, encontré un retrato de tu madre en una habitación, supongo que era la tuya. Ella era realmente hermosa- Jeongin mordisqueó su labio inferior mientras asentía.
- Ella lo era, y tan dulce. No recuerdo ni una sola ocasión que me haya regañado por más rebelde que sea- Jeongin se encogió de hombros con una ligera vergüenza-. Aunque bueno, romper mis crayones por diversión fue uno de mis peores crímenes de niño.
Minho formó una sonrisa divertida como respuesta.
- Hyung...¿Usted tiene familia?- Jeongin observó de reojo al mayor esperando una reacción que delate si su pregunta estuvo fuera de lugar.
Pero Minho se mostró igual de impasible y tranquilo.
- Lo tengo, madre y padre. Trabajan en Khangpae, pero nunca los veo. Creo que están instalados en Ulsan, solo los he visitado una vez desde que me uní a la organización, fue incómodo y silencioso ya que no somos realmente cercanos- se encogió de hombros-. Supongo que no seremos hasta el final una familia unida, así que ya no volví a verlos.
- ¿Por qué no fueron cercanos desde un principio?- Jeongin preguntó tímidamente.
- Ellos me tuvieron de forma forzosa al ser presionados por sus padres a concebir un hijo, durante el embarazo de mi madre el padre de Jinah los rapto, ellos tenían empleos que daban un buen conocimiento y sería un buen material para Khangpae. Mi madre no pudo realizar un aborto por que yo ya iba por el tercer mes, así que decidieron tenerme y darme en adopción- Jeongin ladeó la cabeza sorprendido.
- E-entonces, ¿cómo esta aquí de nuevo?- Minho sonrió ligeramente divertido y melancólico.
- Aquí viene lo divertido. Entre al jardín de infantes, y ¿qué crees?- Jeongin parpadeó-. Hyunjin también iba en mi instituto.
Oh.
- Nos hicimos grandes amigos, Hyunjin era un grano en el culo y yo tenía que soportarlo por que me seguía a todos lados. Lo gracioso aquí es que cuando él intento alejarse fue mi turno de perseguirlo- Jeongin sonrió ligeramente enternecido-. No supe en qué mundo estaba metido Hyunjin hasta que él cumplió los quince años y se rompió frente mío, él me confesó en que situación estaba, lo mucho que estaba sufriendo y me decía no soportarlo más- Jeongin sintió su corazón encogerse, su labio inferior tembló mientras escuchaba a Minho soltar un sonido distraído a su lado-. Supongo que como tú, también termine sorprendido de lo bien que una persona puede fingir que todo está bien.
Minho remojó sus labios antes de seguir. Dejó al menor digerir la información y estabilizar su emociones mientras la aura de tristeza lo envolvía como una penumbra.
- Cuando Hyunjin intentó alejarse terminó siendo por que él se había presentado como alfa. Lo que era la esperanza a ser una vida ligeramente normal como beta, decayó de golpe cuando se reveló su jerarquía y Jinah lo festejó entregando su puesto a Hyunjin como jefe de Khangpae de golpe y sin compasión. Entonces él decidió que tenerme en su vida ya no estaba ni de cerca de ser su elección. Es desde entonces que yo fui quien comenzó a seguirlo, lo seguí hasta su casa, su madre me recibió en la puerta y me mandó a la mierda. Supuse que ese sería el final. Pero Jinah decidió investigarme para saber quien era el mocoso que acosaba con tanta insistencia a su heredero.
Jeongin ya podía anticipar el final de esa historia.
- Descubrió que era hijo de una pareja en su organización. Y me buscó. Me contó las nuevas a mí y me ofreció estar a compañía de Hyunjin si aceptaba unirme a la organización. Fue un tiempo difícil, yo simplemente no pude negarme al recordar en que estado había dejado a quien era mi mejor amigo, y cuando Hyunjin y mis padres se enteraron de mi estupidez no hubo más que decepción en sus rostros.
Jeongin volteó a mirar al alfa inevitablemente, mientras el poseía un nudo en su garganta Minho siguió mostrándose impasible, aún con la mirada puesta en el patio la cual ya estaba siendo cubierto por la noche.
- Mis padres me arrojaron gritos al aire todo lo que hicieron para alejarme de ese mundo para que yo al final decida ir hacia este en mi voluntad. Y Hyunjin me gritó hasta el llanto que era un idiota, incluso recuerdo que me golpeó, no fue su culpa, fue la mía al ir hasta él con la noticia cuando Hwang apenas se había presentado como alfa hacia unas semanas- Minho soltó un suspiro exhausto-. Es esa la verdadera historia, tengo a mis padres pero realmente no hay lazo emocional entre nosotros, creo que es simple empatía.
- ¿Qué ocurrió con sus padres adoptivos?- Minho se encogió de hombros.
- Me privaron de volver a verlos, Hyunjin me hizo el favor de averiguar y resulta que fueron pagados para no ir por la policía, y realmente era eso o hablar y terminar asesinados. Me alivia que hayan sido inteligentes- Jeongin asintió lentamente de acuerdo con el alfa.
- Estoy sorprendido...siento que al conocer a Hyunjin hyung, a Changbin hyung, Jisung hyung y ahora a usted. Puedo ver que la apariencia es una simple fachada, todos sin excepción siempre pasan por su propio tormento con una fuerza sorprendente. Usted sin duda también me sorprendió.
Minho volteó a verlo, y cuando Jeongin le presto atención el alfa se permitió sonreírme de forma genuina.
- Y tú. Como todos, tú fuiste y eres tan fuerte.
Jeongin se sonrojó mientras asentía con firmeza y agradecimiento.
Soltando un largo suspiro Minho se estiró con los brazos al aire mientras dejaba caer la manta al suelo. Se puso de pie estirando las piernas antes de hablar.
- Bien. Creo que de nuevo toca vigilar, Hyunjin debería llegar en cualquier momento. Así que no te preocupes y abrígate bien antes de recibirlo, para que no se vuelva loco- Jeongin soltó una pequeña risa mientras asentía a la orden.
- Tenga cuidado, hyung- Minho asintió como respuesta y se volteó alejándose del salón hasta que Jeongin escuchó la puerta principal abrir y cerrarse segundos después.
Jeongin volvió su atención a la nieve cayendo por unos segundos más, la noche terminaba por hacerse presente y el frío cada vez era más insoportable. Poniéndose de pie fue a la habitación de huéspedes que le pertenecía a Hyunjin y a él. Buscando dentro de la bolsa que compartían juntos tomó una campera celeste con mangas color crema y se lo colocó para así poder volver al salón más tranquilo para esperar a Hyunjin.
Tomó asiento en el sofá, se cruzó de piernas sobre este y esperó en esa posición a que su alfa llegue.
Fueron al rededor de 15 minutos cuando no hubo señal de nada, y un minuto más para que su teléfono resuene en su melodía habitual por alguna parte del salón.
Poniéndose de pie comenzó a seguir el sonido hasta hallarlo detrás del sofá casi escondiéndose debajo. Inclinándose tomó el aparato entre sus dedos y observó la pantalla averiguando quien lo estaba llamando.
Seungmin.
Volviendo hasta el sofá Jeongin se dejó caer sobre este al mismo tiempo que descolgaba la llamada.
- Hola- saludo comenzando a jugar con él cierre de su campera.
- ¡Tú tonto!, ¿no piensas llamarme para confirmar que no estas muerto?- Jeongin hizo una mueca apenado.
- No he estado concentrado, lo lamento- escuchó un largo suspiro al otro lado de la línea.
- Como sea, tonto. En unos días Chris hyung tendrá una reunión con algunos socios y mencionó que el jefe irá. ¿Quieres venir a quedarte conmigo?.
- Claro, no veo el por qué no. Aunque debería preguntar primero a hyung sobre lo que piensa.
Apenas terminó de hablar Jeongin escucho la puerta principal abrirse. Luego ruidos sordos en la entrada, seguido de pasos y en cuestión de segundos Hyunjin ingresaba al salón con tranquilidad. Al instante en que Jeongin lo visualizó palmó a su lado invitando a que se siente.
- No puede decir que no, o lo noqueare por que no me ha dejado verte por semanas.
Jeongin sonrió divertido mientras el alfa caía a su lado envolviendo su cuerpo en cuestión de segundos. Un suspiro satisfecho abandonó sus labios al ser estrujado de forma tan cálida y reconfortante.
- Hyung, Seungmin dice que va a noquearlo por que no lo deja verme- Jeongin no borró su sonrisa divertida incluso si escuchó un jadeo exaltado al otro lado.
- ¡Pero no le digas, tonto!- riendo Jeongin dejó que el alfa lo estruje contra su pecho mientras sus labios dejaban besos contra su cabeza hasta su sien.
- ¿Para qué verlo a él si me tienes a mí?- fue lo que murmuró Hyunjin volviendo a sacar un jadeo indignado al omega al otro lado de la línea.
- Creo que si iré, Seungmin. Te avisaré en unos días así que no te preocupes- murmuró en una respuesta más seria mientras escuchaba al mayor soltar un sonido afirmativo.
- Bien, no es un creo, debes venir. Jisung también estará, así que ya sabes.
Jeongin respondió con otra afirmación, siempre se le era difícil mantener una conversación estable con Seungmin cuando estaba con su alfa. Y era peor cuando lo tenía todo meloso besando su piel como si fuera el bocadillo del día.
Como en ese momento que daba infinitos besos en su cuello apenas descubierto por las capas de ropa. Besos que aparte de hacer chasquidos Jeongin no le faltó confirmar que Seungmin lo escuchaba cuando ya un chillido de lamento se oyó en la línea.
- ¿Por qué siempre me hacen esto a mí?, ¿es que humillan al pobre?, ¡¿es eso?!- el omega hizo una mueca divertida y culpable ante la voz irritada mientras escuchaba una risa burlona de parte del alfa contra su piel.
- No es así, sabes que a hyung le gusta hacer su escena- Jeongin cerró los ojos sin poder controlar el aleteo emocionado de su corazón al sentir los labios del mayor sobre su marca, besando y chupando de forma leve-. B-bien, me iré ahora. ¡Nos vemos pronto!.
Colgando de una vez Jeongin dejó escapar el aire retenido mientras se derretía de una vez entre los brazos de Hyunjin. Su cabeza cayó contra el hombro del más alto disfrutando la atención en aquella zona tan placentera y cosquilleante.
- Hyung debería dejar de hacer eso- regañó realmente sin ganas.
Hyunjin no respondió, más enfocado en aquella zona tan suave y embriagante, la piel como la ropa del omega olía tan bien, tan a él, cálido y dulce. Frotando su nariz en el espacio entre su nuez y mentón dejo descansar la cabeza en esa posición, permitiendo que el omega deslice sus dedos sobre su cabeza dejando pequeñas caricias.
- La nariz de hyung esta helada- Jeongin murmuró bajito, sintiendo el tacto frío del alfa en su piel. Evitó reír cuando Hyunjin solo soltó un murmullo en respuesta-. Debería ir a darse una ducha caliente y abrigarse, alfa.
- Ya estoy entrando en calor- Jeongin se resignó ante la respuesta indiscutible y dejó que el mayor siga frotando sus pieles y apretujarlo a su antojo.
Jeongin no supo cuanto tiempo pasó, pero para cuando fue consciente Hyunjin ya estaba casi dormido entre sus piernas mientras él se encontraba recostado completamente en el cómodo mueble. La cabeza del alfa descansaba contra su pecho y en esa posición se le era cómodo acariciar la cabeza de Hyunjin y jugar con su cabello azabache.
Sus ojos fijos en el techo se mantuvieron ahí mientras deslizaba los dedos por el rostro del alfa, su pulgar frotó con cariño en la suave mejilla de Hyunjin sintiendo su cálido aliento chocar contra su palma. El aroma del alfa se apreciaba tan relajado, el sonido casi inexistente del viento chocando contra los vidrios y el calor de sus cuerpos era motivo suficiente para crear una escena tan relajante y cálida.
El omega por eso creyó que Hyunjin ya debería estar rindiéndose al sueño. Pero le sorprendió saber que no era así al escuchar su voz baja y ligeramente ronca.
- Jeongin...- el menor parpadeó y bajo la mirada a la cabeza descansando en su pecho.
Hizo un pequeño mohin antes de hablar.
- Hyunjin.
No pudo evitar relajarse cuando una risa sacudió el cuerpo del alfa, algo débil y torpe pero Jeongin entendió que probablemente era por la somnolencia. Espero paciente a que él alfa continúe.
- Ángel- sonriendo pequeño siguió con sus caricias en el rostro del mayor.
- Hyung.
Hyunjin se mantuvo en silencio por unos segundos. Jeongin podría haber sido paciente si las sensaciones de inquietud y tristeza no se hubieran apoderado de su corazón. El nudo se hizo presente en su garganta mientras sus caricias se detenían, permitiendo que él rostro del alfa se voltee y sus ojos se encuentren.
Apretó los labios preocupado cuando encontró sus ojos tristes.
- ¿Qué ocurre, alfa?- Hyunjin apoyó las manos a cada lado de su cuerpo y estirándose se acercó más a su rostro hasta el punto de rozar sus narices.
Y fue ahí cuando Jeongin lo olió, el aliento a alcohol.
Ladeando la cabeza permitió que la nariz del alfa se acaricie contra la suya. Hyunjin cerró los ojos con una expresión tan vulnerable mientras el omega intentaba pensar en que paso dar para entender esa situación.
- Hyung...¿no fue a trabajar hoy?- decidió preguntar.
Hyunjin asintió.
- Fui...esos viejos exigieron tomar unas rondas, ¿huelo tan mal?- Jeongin sonrió ligeramente.
- Nada fuerte, esta bien- con cautela el menor subió la mano, su palma se deslizó en el rostro del alfa y con una ligera caricia ahueco la mejilla de Hyunjin y permitió que este se frote contra su piel con tanta concentración y ternura.
Fue una acción de varios segundos antes que Hyunjin vuelva a abrir los ojos y mirarlo con una concentración pensativa. Donde la indecisión y la inquietud seguían presentes en su mirada, intentando decirle algo, o dudando si verdaderamente debía hacerlo.
Jeongin ya no se sentía capaz de mostrarse inmutable, no cuando se trataba de su alfa vulnerable. Sin embargo sería estúpido entrar en la desesperación, una pareja vulnerable nunca traía buenos resultados.
Así que se concentró unos segundos en la lenta respiración de Hyunjin, su aliento olía entre una mezcla de alcohol y menta, probablemente había chupado un caramelo con esperanza de quitarse el aliento, lo cual no funcionó mucho.
Finalmente pudo formular una oración.
- Sabe que no debe dudar conmigo, cualquier cosa yo le ayudare, si no es eso lo que quiere; simplemente estaré aquí para usted, no iré a ningún lado.
La mirada de Hyunjin se volvió más triste por alguna razón.
- Hyung- Jeongin murmuró preocupado-. Puede decirme.
- ¿Estás seguro?- el omega parpadeó dudoso ante la pregunta, Hyunjin siguió formulando-. ¿No iras a ningún lado?.
El omega relajó sus facciones mientras asentía.
- A ningún lado, alfa.
- ¿Y no me odiarás?.
El omega frunció ligeramente el ceño, claro que desde un principio esa conversación no sabia divertido; pero ahora más que nunca la seriedad de la situación tenía a su corazón desbocado y apuntó de estallarle.
- ¿Qué es lo que ocurre?- la preocupación y confusión ya fue evidente en su voz-. Alfa, cualquier cosa simplemente no debe pensarlo mucho, no soy de cristal o alguien irracional. Puedo manejarlo, ¿sí?.
Hyunjin lo observó por varios segundos, Jeongin encontró un sin fin de emociones en su mirada antes de que la resignación se haga presente, y aunque esperó de una vez alguna señal de lo que sucedía por su cabeza, el alfa simplemente se puso de pie saliendo de encima suyo.
Alerta imitó su acción, pero aún sentado en el sofá. Siguió con la mirada a Hyunjin ir hacia él pasillo sin ninguna palabra y perderse en las habitaciones ante su mirada. Dudoso se puso de pie también, siguiendo sus pasos hasta hallar al alfa en la habitación que compartían. Lo encontró rebuscando algo entre su bolsón hasta finalmente retirar una carpeta.
Hyunjin pareció muy consciente de su presencia mientras aferraba el objeto entre sus dos manos y volteaba hasta él con una expresión de extrema duda e inquietud.
Avanzando más allá del marco de la puerta se plantó a una distancia prudente mientras ladeaba la cabeza.
- ¿Qué hay dentro?- Jeongin siguió recibiendo la misma mirada, se sintió evaluado, la mirada del alfa repasó una mil veces todo su rostro hasta finalmente pasar saliva y abrir la boca.
- Te he estado ocultando algo- Jeongin estaba creyendo que eso no debía ser lo primero que lo altere.
Asintiendo lento y torpe el omega pasó saliva.
- ¿Sí?- el alfa asintió, parecía ser una conversación tan estúpida, aunque en realidad se debía a los niveles de nervios que recorrían el cuerpo de ambos como una mala sensación para el momento.
Hyunjin tenso la mandíbula antes de seguir.
- Lo siento, ángel- Jeongin parpadeó con un nudo en la garganta.
Odió aquella disculpa, era tan baja y dolorosa que causó estragos a todo su cuerpo, incluso sin ser realmente consciente de todo el contexto.
No pudo responder, siguió con la mirada el brazo del alfa extender hacia él la carpeta y la duda lo consumió junto al miedo. Alternó la vista en la carpeta hasta los ojos de Hyunjin unas mil veces antes de pasar saliva y dar un paso para finalmente tomar el objeto.
Apretujándo el cartón oscuro y frío dio una última mirada a Hyunjin, deseando encontrar la respuesta en aquella mirada en que tanto confianza y no buscarlo dentro de aquella carpeta por él mismo.
Se resignó al recibir una mirada vacía y afligida.
Descendiendo la mirada tomó con más firmeza la carpeta, incluso con los dedos temblorosos lo extendió frente suyo y abrió la tapa de una vez por todas.
Sosteniendo el objeto en una mano se permitió acercar la mano a las fotos que escondía el interior. El cuerpo entero se le erizó mientras tomaba las fotografías con una calidad cegante, seria absurdo intentar ignorar lo primero que te atrapaba de aquellas imágenes.
Lo cual era sangre, tanta sangre que le resultó irreal.
Repasó una de las fotos con el nudo creciendo en su estómago hasta su garganta. Hasta finalmente ver la silueta siguiendo del rostro.
Su padre. O bueno, padrastro.
Todo su interior se revolvió al ver aquel estado lamentable. No se adelantó a buscar la mirada del alfa, al contrario dejó caer la carpeta para poder seguir su escaneo, paso a la siguiente imagen, sin embargo supo que no sería una gran idea ver las fotos con tanta atención.
Absolutamente todo era un proceso de como su padre pasó de un rostro aterrado y limpio a uno moribundo y cubierto con capas de sangre hasta dar una imagen de ser tinta roja abrazando su piel y ropa.
La respiración finalmente se le agolpó en la garganta. Su respiración se mostró acelerada mientras finalmente dejaba caer todas las fotografías al suelo, ignorando como estas se esparcian, solamente apretando los puños a cada lado de su cuerpo mientras intentaba retener las arcadas y las inmensas ganas de vomitar.
- Lo siento- escuchó una nueva disculpa, sin embargo no pudo tomarlo en cuenta.
En cambio dejó que las lágrimas resbalen por sus mejilla mientras tragaba el nudo del llanto y buscaba su voz.
- C-cuando yo le dije...que lo deje en paz, ¿esto fue lo que hizo?- Hyunjin se tensó en su sitio, con la vista perdida en el suelo, en las fotografías sin corresponder la mirada cristalizada del omega.
- Lo siento- Jeongin apretó los labios, intentaba con todas las fuerzas no generar alguna emoción negativa, o terminaría inconsciente o devolviendo toda la comida del día.
Pero nada ayudaba a su tarea, mucho menos que Hyunjin no le esté dedicando ni una sola mirada.
- H-hyung me preguntó si podía matarlo o no, cuando le dije que no, ¿a usted simplemente no le importó?.
Esa situación en definitiva no ayudaba en nada a la estabilidad de Jeongin, no podía intentar tranquilizar un poco sus arcadas o el latir frenético de su corazón cuando Hyunjin literalmente evitaba su mirada, cuando las emociones del alfa se encontraban tan neutrales y la situación le gritaba que el alfa había asesinado a alguien que probablemente no se lo merecía por simple gusto.
Y fue peor cuando Hyunjin volvió a abrir la boca con otra disculpa.
- Lo siento...yo realmente lo siento- Jeongin abrió la boca casi de forma estupefacta para finalmente soltar un sonido incrédulo y roto.
- ¡Se sigue disculpando pero no me explica por qué lo hizo!- sollozo en medio del pánico-. S-su disculpa no lo va a traer de vuelta...n-no va a enmendar lo que le hizo...-
- No me estoy disculpando por lo que le hice a ese hombre- Jeongin cerró la boca sin palabras ante la voz dura. Finalmente Hyunjin le ofreció una mirada, y Jeongin supo que no había espacio para reclamos por sus acciones en ese momento, sus ojos delataban una gran frialdad mientras la tensión se apoderaba de su cuerpo-. No estoy si quiera cerca de mostrarme arrepentido de lo que hice.
Jeongin se estremeció inevitablemente, intentó una vez más entender, su mente buscó cubrir con cualquier situación las acciones crueles del alfa pero nada podía taparlo. Simplemente no podía cubrir las acciones cuando ni él estaba siquiera cerca de enterado de que cruzaba por la mente de Hyunjin.
Se quedó totalmente inmóvil, observando con las lágrimas bajando por sus mejillas a Hyunjin avanzar sobre las fotos esparcidas en el suelo hasta plantarse frente suyo. Lo que le dio paso a hablar fue recibir un ligero ablandamiento en los ojos del alfa.
- E-entonces...¿por qué se disculpa?- susurró, con la voz ahogada y rota.
No movió ni un músculo cuando la mano de Hyunjin cayó sobre su mejilla, retiró las lágrimas frías con tanta suavidad y cariño que Jeongin por un momento percibió una escena tan diferente. Como si hace un momento Hyunjin no le acabará de enseñar fotos de haber torturado a su padrastro sin aparente razón, como si el alfa no hubiera hecho sangrar hasta los gritos a Jinho con aquellas manos que ahora acariciaban su rostro.
Simplemente parecía un escenario dulce donde su alfa le repartía caricias llenas de cariño a su piel.
Aguantando el nudo que seguía creciendo dentro suyo Jeongin se mantuvo expectante a los movimientos del alfa. Intentando ignorar lo reconfortante de las caricias y la tristeza en su mirada.
Su labio inferior tembló cuando finalmente Hyunjin habló.
- No me disculpo por lo que yo le hice a ese hombre. Me disculpo por lo que ese hombre te hizo a ti, ángel.
Jeongin parpadeó, las lágrimas nublaron ligeramente su vista mientras intentaba comprender. Por un momento descendió la mirada observando a un lado de Hyunjin, sus ojos cayendo a una de las fotos de Yang Jinho inconsciente con la sangre cubriendo la mitad de su rostro gracias a una herida en la ceja izquierda.
Le costó unos buenos segundos para formar una teoría. Volviendo la mirada hasta el alfa pasó saliva antes de hablar.
- H-hay...una razón por la que lo hizo- murmuró con la voz rota-. E-es esa razón que no me quiso decir el día que volvía de su casa, ¿es así?.
Bastó una mirada cautelosa y un leve cosquilleo nervioso antes de Jeongin recibir un asentimiento.
El menor se tomó un momento para exhalar aire contenido y remojar sus labios calientes y temblorosos. Descendió la mirada e intentó encontrar alguna fuente factible para hacer hablar a Hyunjin. Y que más que usar el golpe más doloroso, que era después de todo la realidad.
- Hyung, lo que sea que usted sabe y lo esta guardando, muy dentro suyo debe ser consciente de que soy merecedor de saberlo. Cualquier cosa por muy dolorosa que sea- Hyunjin apretó los dientes y volvió a apartar la mirada, como si mirar al menor lo haría ceder sin pensarlo.
- Creo que no es el momento, ángel- Jeongin frunció ligeramente el ceño.
- ¿Por qué no lo sería?, en un futuro o ahora, de cualquier forma no creo que mi reacción cambie a lo que me está ocultando- Hyunjin remojó sus labios nervioso, no tenía una excusa convincente realmente.
Así que decidió ir con la verdad.
- Tú sabes de mi dolor no por que yo te lo haya contado, si no estuvieras soñando con mi pasado probablemente nunca te habías enterado de lo que yo había pasado- Jeongin evitó mostrarse afectado por eso. Se mantuvo neutral cuando Hyunjin volvía a mirarlo-. Esta escena no es muy diferente, no soy capaz de hacerte saber algo que va a generarte mucho dolor.
Jeongin sintió un escalofrío, y aquella voz en su cabeza comenzó a asustarlo al repetirle que aquel secreto que Hyunjin tanto se negaba a contar lo iba a devastar en niveles que no conocía. Y le daba miedo; tenía tanto miedo que por un momento el nudo de emociones y pánico se plantaron en su garganta y le impidieron hablar.
Dio unos tres intentos para poder pasar saliva y tomar una bocanada de aire.
No debía ser cobarde, no debía esperar que Hyunjin siga creando una bola de cristal para protegerlo de la vida. A veces simplemente debía afrontarlo todo.
Así que retuvo el llanto aterrado y el temblor antes de hablar.
- De igual manera, deseo saberlo, alfa. Si no es usted puedo escucharlo de otra boca- el rostro de Hyunjin se contrajo en una mueca inconforme, ni un poco de acuerdo o contento con las palabras del omega. Pero Jeongin siguió-. Ese día fue con Minho hyung, él lo sabe, ¿cierto?.
Hyunjin exhaló y frotó su rostro con frustración. Se quedó observando al omega por unos segundos, aparte de los temblores y la mirada cristalizada Jeongin se mantenía erguido y firme, con la posición expectante y pareciendo capaz de dar un paso más adelante que todo.
Mordisqueó su labio inferior con la última alternativa convincente rondando por su mente.
- Te vas a arrepentir.
Jeongin se tenso de forma evidente, una vez más asustado a la voz vulnerable y llena de advertencias. Hyunjin lo observaba con una intensidad esperanzante, delatando el deseo que tenia de escucharlo retractarse.
Pero asintiendo lentamente Jeongin no lo hizo.
- Tal vez, pero sabré la verdad, ¿cierto?.
Los ojos de Hyunjin fueron adquiriendo una frialdad y desilusión. Sus manos que antes sostenían su rostro lo dejaron ir en cuestión de segundos. Jeongin no insistió, no quiso convencerlo a que lo acepte, o el convencido sería él, sabía bien.
Así que solo se dedicó a seguir a su alfa. Sintiendo el corazón del mayor latir de forma frenética dentro suyo, tal vez pensando en aquel secreto, en la reacción del omega, en donde lo estaría llevando.
Por más que Hyunjin intentó mantener distancia, volvió a acercarse al omega cuando llegaron a la entrada. Jeongin no dijo nada cuando tomó el abrigo largo y grande del perchero del vestíbulo y lo paso por sus brazos con una suavidad y firmeza sorprendente.
Cuando lo terminó de abrochar y enredar una bufanda al rededor de su cuello volvió a tomar distancia.
Jeongin lo siguió con torpeza hasta el auto una vez estuvieron fuera de la casa, había una cantidad considerable de nieve y el frío no tardó en abrazar sus mejillas las cuales se escondieron dentro de la tela en su cuello.
Pasando sobre la nieve con pequeños saltos entró al auto cuando Hyunjin lo abrió por él. Acomodándose en el asiento del copiloto su mirada no pudo evitar caer en el retrovisor a un lado. No se sorprendió al hallar a Minho en el costado de la casa, sin embargo lo que lo dejo pensativo fue la mirada perdida que le ofrecía al auto.
Hyunjin lo sacó de cualquier pensamiento al estrellar la puerta al entrar al auto. No encendió el motor al instante, en cambio aferró las manos en el volante y sus ojos se perdieron en la nieve cayendo afuera por unos largos segundos de ausencia.
Y luego reaccionó.
- ¿Estás seguro?- Jeongin negó sin ganas.
- No.
- Ángel...-
- No lo estoy, alfa. Sin embargo si no lo escuchó ahora sé que no tendré el valor después.
Hyunjin volteó a mirarlo por unos segundos, pareció tan perdido a sus ojos que por un momento Jeongin quiso dar paso a la pena, aceptar aquel sentimiento de protección que el alfa intentaba poner en acción, y simplemente quedarse en casa relajándose en los brazos de Hyunjin.
Pero eso era sin dudas intentar vivir en una burbuja.
Hyunjin pareció rendirse mientras encendía el motor y avanzaba dentro de la carretera sin refutar algo más.
- Aún no a muerto, ese hombre- Jeongin abrió los ojos sorprendido.
- ¿No?- el omega apreció una pequeña risa sarcástica y carente de emoción departe del alfa.
- Es literalmente la yerba mala que nunca muere, vaya peste- Jeongin juntó sus manos ante la voz ácida y llena de resentimiento.
Se mantuvo en silencio el resto del camino. Fue un viaje largo pero que para Jeongin resultó casi un recorrido de un minuto, pareció parpadear cuando Hyunjin estacionó de nuevo detrás de un edificio abandonado. La soledad y frialdad de la noche era lo único que podía percibirse fuera de las empapadas ventanas del vehículo.
Y cuando bajó para seguir a Hyunjin casi gimoteó ante el frío insoportable y las nieblas a causa de la temperatura. Se apresuró hasta Hyunjin y buscó ansioso un poco de calidez en sus manos.
Se alivió cuando Hyunjin acepto su agarre y pronto lo tenía entrelazado con sus dedos y guiándolo al interior del edificio. Todo el interior era oscuridad y suciedad, había una gran cantidad de objetos abandonados y descompuestos repartidos por cada habitación o salón.
Jeongin se aferró con más fuerza cuando Hyunjin lo guió derecho a un pasillo sin atajos y en el final de este Jeongin pudo apreciar a un hombre sentado frente a un puerta cerrada. El hombre parecía estar revisando su teléfono mientras se balanceaba en la silla, en una clara imagen de aburrimiento.
Cuando sus pasos fueron percibidos para aquel desconocido no tardó en subir la mirada alerta antes de levantarse en una profunda reverencia al notar la presencia del jefe.
Hyunjin se detuvo frente a su guardia y alterno la vista en la puerta hasta el hombre.
- Parece ser un trabajo aburrido, ¿cierto?- el guardia negó en pánico.
- ¡No es así, jefe!- colocando los ojos en blanco Hyunjin hizo un ademán con la cabeza apuntando la puerta.
- ¿Sigue vivo?- el guardia asintió con una expresión de duda.
- Hace casi una hora despertó y comenzó su griterío del día, pero en un momento se detuvo. Parece estar inconsciente de nuevo.
Hyunjin asintió para luego soltar un suspiro largo y voltear unos segundos para observar al omega. No hubo nada más que hacer, por que a pesar del terror y el susto que generaban pequeños titiriteos Jeongin le devolvió la mirada y se vio más que dispuesto.
Maldiciendo internamente avanzó de una vez dentro de la habitación estirando a su omega con él.
Jeongin no dijo nada cuando Hyunjin soltó su mano para avanzar por el cuarto casi a oscuras. Le sorprendió sentir la calidez del lugar, la cual se debía a los dos botes prendidos en llamas en el interior a cada extremo de la habitación generando luz.
Pero apesar de la iluminación y la calidez, el aroma y la imagen tétrica del lugar no daba paso al disfrute.
Lo primero que podía apreciar era el aroma tan tóxico y enfermó que Jeongin tuvo que contener un quejido del asco. No era de sorprender que la sangre y el aroma de un alfa enfermo se mezclen y creen un desastre de olores. Pero eso no evitaba que sea algo tan enfermizo y asfixiante.
Llevando la mirada el centro lo segundo para apreciar, y lo primordial de la escena era Yang Jinho. Jeongin se quedó congelado en su sitio, no pudo hacer más que quedarse observando el cuerpo de quien él creyó por años era su padre. El cuerpo lo tenía teñido en sangre y la cabeza cayendo hacia el frente dejaba gotas de sangre goteando al suelo.
Totalmente amarrado a una silla y sacudiéndose en un llanto tan silencioso que no era de sorprender que el guardia afuera no lo estuviera escuchando.
Jeongin sintió náuseas. Su cuerpo comenzó a sudar frío y su corazón se estrujaba por el pánico y el desagrado de ese lugar, de ver a ese hombre, de oler aquel extraño y desagradable aroma a metálico y peste. Y sobre todo al escuchar el llanto de alguien que está sufriendo de forma tormentosa, tal vez el dolor físico estaba carcomiendo al alfa.
Por un momento la pena lo lleno. El deseo de pedir a Hyunjin que lo deje libre ya estaba bailando en la punta de su lengua necesitado por implorar por aquel hombre que por más que lo hizo sufrir Jeongin creía que no merecía aquello.
Pero no pudo ni siquiera abrir la boca cuando Hyunjin se plantó frente a la silla y pateó con dureza las patas de la silla para hacer reaccionar al mayor.
- Vamos, deja de lloriquear. Tienes visita.
Jeongin sintió un escalofrío cuando el llanto se detuvo de golpe, vio el cuerpo de Jinho sacudirse en una respiración acelerada, fue consciente que había comenzado a agitarse, su cuerpo titiritó y se encogió como si intentará protegerse.
Entonces el omega entendió, estaba aterrado por la presencia de Hyunjin.
Avanzó unos pasos dudosos, aun a una distancia prudente y lejana donde ambos alfas no pudieran alterarse.
Juntando sus manos heladas carraspeó torpemente, su voz podría salir o muy mal si no se preparaba.
No supo que decir, como llamar a ese hombre, ¿papá?, ¿señor Yang?, ¿Yang Jinho?.
Todo le sabía tan extraño y la vez incorrecto.
Pero sabía que debía decir algo al no conseguir reacción departe del mayor.
- Y-yo...estoy aquí- murmuró bajito, casi sin aliento.
Jeongin apenas parpadeó cuando la cabeza del alfa se levantó con brusquedad. Se contuvo para no retroceder o hacer algún sonido cuando sus ojos se encontraron con la mirada de Jinho, por un momento creyó no poder retener las arcadas; todo el rostro del alfa estaba cubierto de sangre y cortadas, sus mejillas y labios se vieron casi expuestas por carne viva y su ojo derecho se encontraba con grandes hematomas que provocaban tener el ojo más pequeño que el otro.
Pero aun con aquel aspecto lamentable Jeongin incluso pudo apreciar la mirada brillar y la emoción filtrarse en sus ojos.
- ¿B-bebé?, ¿eres tú?, ¿e-en serio eres tú?- Jeongin abrió los ojos y apretó los labios asqueado, se tambaleó hacia atrás con pequeños pasos con pura negación a esas simples palabras que intentaban ser dulces pero no le daban más que repulsión.
No pudo responder, no era capaz con el nudo de repulsión en su garganta. Y ni siquiera iba poder hacerlo ya que un golpe de Hyunjin contra el rostro del alfa fue suficiente para dejarlo mudo y paralizado.
Retrocedió un paso más mientras escuchaba a Hyunjin gruñir lleno de rabia e irritabilidad. Mientras Jinho escupía sangre con pequeños gimoteos de dolor Hyunjin se frotaba los nudillos con sangre casi aterrado de que estén manchados.
- Tienes suerte que no fueron los testículos- Jinho pareció congelarse ante la voz helada-. ¿No te había dicho que no lo llames así?.
Jeongin aún pasmado observó a Jinho comenzar a sollozar, se le era imposible entender como podía estar aún consciente, con aquellas heridas, con la sangre escapando de estos como cascada. Pero Jinho parecía no querer obedecer ni a la muerte.
De nuevo habló, con la voz rota pero fuerte.
- ¡Hijo, debes irte!, ¡corre lejos de este monstruo!...n-no sabes las cosas horribles que hace, v-va a manipularte y te hará lo mismo que a mí, ¡mira como dejó a tu padre!...
Jeongin se mantuvo en silencio, observando con pena al alfa esforzarse por gritar palabras inútiles, viéndolo sollozar mientras Hyunjin soltaba un bufido incrédulo a su lado, parecía más indignado por estar siendo acusado por el mismo Jinho que por las acusaciones.
- Vaya que tienes agallas- Hyunjin chasqueó la lengua mientras volvía a patear la silla obligando al alfa en callarse de una vez-. No lo traje para que le hagas un circo, él quiere saber la verdad, esa que me contaste en tu humilde hogar, ¿por qué no te esfuerzas un poco y le dices de una vez tu secreto a tu amado hijo?.
Jinho negó con la cabeza desesperadamente, parecía no querer escuchar a Hyunjin de ningún modo y como era de esperarse al jefe eso le enfureció.
Entonces Jeongin decidió intervenir de una vez, ver una escena de tortura aún no estaba en sus acciones favoritas. Así que dando dos pequeños pasos de nuevo carraspeó por segunda vez.
- Hyung dice que aún hay cosas que yo no sé. Usted...¿podría aclararlo todo para mí?- Jinho reaccionó ante su voz, ofreciéndole una mirada brillante y suave.
- É-el te miente, bebé...-
Antes de que Hyunjin reaccioné Jeongin lo hizo avanzando un paso más mientras se erguia con una confianza casi perdida.
- N-no me llame así, por favor. Yo sigo siendo amable por que usted es un ser humano como yo y comete errores, p-pero aún no olvido todo lo que me hizo e intento hacerme- el mayor intentó abrir la boca para refutar pero Jeongin no le permitió-. Si me dice la verdad...veré si hay oportunidad de dejarlo libre.
- No voy a hacer eso- Hyunjin aclaró con brusquedad logrando hacer encoger a Jinho sin ninguna esperanza.
Jeongin le ofreció una mirada suplicante a Hyunjin, avanzando un pequeño paso más para que este le preste total atención y lo tome en cuenta. Tuvieron una pequeña batalla de miradas antes de que Hyunjin apreté los dientes con fuerza y suelte un gruñido irritado cediendo.
- Ya que- volviendo su atención hasta Jinho el omega intentó transmitirle confianza con su silencio.
Jinho descendió la mirada al suelo y se quedó en un silencio asfixiante por un tiempo. Jeongin por un momento tuvo que prestar atención al movimiento insistente del zapato del alfa y en el arma que se apreciaba en el bolsillo de su abrigo. Cualquier cosa servía para no observar el cuerpo lamentable del alfa mayor.
Cuando pareció que nada iba a suceder Jinho finalmente realizó un pequeño asentimiento como si estuviera convenciéndose de algo.
- Bien, estoy seguro que comprenderás, Jeonginnie...esto debió ser así desde un principio.
El omega no dijo nada, por un momento aquellas palabras le sabían amargas y desagradables, y algo le decía que no era ni el comienzo de lo que iba a escuchar.
Apretando sus dedos ansioso Jeongin hizo un ademán con la cabeza.
- P-puede comenzar.
Hyunjin avanzó sin ningún ruido lejos de su víctima. Casi deslizándose rodeó el cuerpo del omega y posándose detrás suyo y a su costado metió las manos dentro del bolsillo de su abrigo, por un momento se permitió acariciar el gatillo de su arma con nervios e intranquilidad.
Jinho tomó varias bocanadas de aire antes de hablar.
- B-bien...mi nombre verdadero no es Yang Jinho, en realidad soy Han Bisoo.
Bueno, definitivamente ya empezaban mal.
- E-entonces, ¿no llevo su apellido?- Bisoo negó.
- Es el apellido de tu padre biológico- Jeongin entre abrió los labios sorprendido.
Su padre...hasta ahora él no se había puesto a pensar en la realidad de su vida. Era obvio que al enterarse de que ese hombre...Han Bisoo no era su padre biológico, debía pensar en que el verdadero estaba por ahí, en cualquier parte de Corea o del mundo. Pero no lo hizo hasta ese momento, era en ese instante en que recordaba no saber el paradero de su verdadero padre la cual por alguna razón llevaba en su apellido.
- ¿Sabe quien es?, ¿Usted sabe?- pregunto esperanzado.
Y la esperanza creció al verlo asentir y encogerse de hombros.
- Así es, lo conocí.
- ¿Sí?, ¿entonces donde está?...-
La voz murió en su garganta cuando algo hizo click en su cabeza: lo conocí.
- Claro que luego lo maté cuando tu madre se vino conmigo.
Jeongin parpadeó desorientado, se preguntó si había escuchado bien, por un momento creyó que no. Bisoo se veía muy relajado, como si para una persona tan cobarde y lamentable como él era normal decir que había asesinado a alguien.
Su labio inferior tembló mientras abría y cerraba la boca sin saber como responder a eso.
- ¿Q-qué?...por ¿p-por qué lo mató?- preguntó sin aliento.
Bisoo volvió a encogerse de hombros, descolocando una vez más al omega.
- Él no quiso dejarlos ir conmigo, se aferró tanto aquel día que no me dejó opción.
Apenas estaba siendo el comienzo, solo el comienzo y Jeongin ya sentía que comenzaba a sudar frío, sus ojos se movieron desorientados en el suelo intentando procesar esa pequeña pero importante información. Bisoo le decía todo y nada a la vez, por que él en definitiva no lograba entender.
- Y-y mamá...¿mamá lo aceptó?, ¿ella simplemente lo hizo?.
- Minseok no tenía opción, por que ella sabia que debía ser así...bueno apenas lo estaba aceptando...supongo- Jeongin ya comenzaba a creer que no estaba enterado de nada, y mucho más al no entender ni el principio de esos monosílabos.
- E-entonces...usted mató a mi padre por simple molestia...¿y n-no por qué haya sido un hombre malo?- Jinho pareció desorientado.
- ¡Claro que era malo!, ¡no me dejaba traerte conmigo!.
Inevitablemente eso contestó muchas preguntas, como la principal, que en definitiva su padre había sido un hombre inocente siendo asesinado por un hombre aleatoriamente loco.
Jeongin sintió que podría desmayarse en cualquier momento. Su pecho subía y bajaba con rapidez mientras una pregunta, esa que ahora no parecía tan ridícula se formulaba en su cabeza, como un balde de agua fría.
- U-usted...¿Usted secuestro a mi madre y a mí?- formuló casi sin aliento.
Bisoo volvió a negar desorientado, como si no creyera lo que Jeongin le estuviera acusando. Y Jeongin probablemente se hubiera sentido aliviado si no hubiera escuchado las siguientes palabras.
- Es que no fue un secuestro, los lleve conmigo por que debió ser así, tú desde un principio debías venir conmigo, bebé. Es por eso que tuve que matarlo, no me dejaba opción, solo retrasaba lo nuestro- y aunque Bisoo seguía dando la verdad con extraños mensajes, a Jeongin no se le hizo difícil captar lo primordial.
Ese hombre en serio secuestro a su madre, a él. Mató a su padre solo para poder tenerlos a ellos, ¿por qué?, ¿cuál era su razón?, ¿por qué hizo algo así?.
Él simplemente no lograba comprender.
- Y-yo...no entiendo, de verdad no entiendo- admitió en un hilo de voz tembloroso.
Bisoo suspiro en calma, como si esperaba eso. Y Jeongin siguió sin comprender.
- Es normal, viniste a mi a muy temprana edad. Tal vez debí actuar antes, pero yo tampoco era consciente en ese momento, así que supongo que soy mitad culpable- el omega soltó aire ya agotado con el hablar tan incomprensible.
- ¿De qué no era consciente?- exigió saber.
A Bisoo le brillaron los ojos, parecía ser su parte favorita del relato, y a Jeongin inevitablemente se le erizó la piel.
Y supo segundos después que para él, no fue su parte favorita.
- ¿De qué más, bebé?, de qué eres mi omega, ¡mi alma gemela!.
Jeongin se tenso, su cuerpo entero se enfrió a la misma temperatura que esa noche de invierno y pudo jurar que Hyunjin se tensó de la misma forma. Sus sentidos casi no cooperaron mientras escuchaba a Bisoo suspirar con ilusión. Algo más que pánico y desconcierto se removió dentro suyo.
- Debes estar sorprendido, yo lo supe apenas te vi, tenías apenas un año y tu ibas en la guardería que fundó mi hermana, cada que iba de visita te veía ahí, con las mejillas regordetas y ese aroma a leche que tanto me gustaba. Pero no te confundas, ahora incluso hueles mucho mejor, ahora eres tan maduro pero sigues igual de bonito como en tu niñez.
Jeongin parpadeó comenzando a marearse, su cuerpo pareció no responderle y se preguntó si lo mejor sería ceder de una vez y caer al suelo.
- Cada que iba a visitarte y tú solo jugabas conmigo comencé a comprender, te acercabas solo a mí y reías de forma tan linda cuando te llenaba de mi aroma. No podía ser otra cosa, incluso me sorprendí que el destino me halla entregado algo tan bonito como mi pareja de vida- Jeongin se sintió enfermo, el sudor recorrió su cuello mientras intentaba buscar aire-. Me daban unas ganas de llenarte de besos, me alegre tanto de encontrarte...-
- ¡Cállate!.
Jeongin llevo una mano a su pecho y sollozo lleno de pánico, del asco y la ansiedad retenida mientras las malas sensaciones iban creciendo con solo recibir una mirada de absoluta confusión y dolor. Ni siquiera hubiera podido seguir de pie si el terror no lo tuviera paralizado en su sitio.
- Omega...¿Estás bien?, ¿por qué?...-
- ¡Y-yo solo era un bebé!- sollozó sin poder retenerse, las lágrimas seguían nublando su vista mientras se preguntaba como podía la mirada de ese hombre seguir mostrándose confundida, como si no supiera la razón de su reacción-. ¡Eres asqueroso!, monstruo enfermo, ¡¿cómo pudiste besar y mirar a un bebé con esas intenciones?!.
Sin embargo Bisoo, siguió confundido, una confusión tan enfermiza que Jeongin apretó el puño en su pecho con arcadas.
- ¡Tuviste deseos retorcidos y secuestraste a mi madre y a mí!, ¿y quieres llamarle a eso destino?- el omega respiró airado-. Mamá pudo no haber tenido un destino tan trágico si hubiera permanecido a salvo, con su pareja, con su hijo a salvo. ¿Por qué creíste que yo te aceptaría una vez supiera la verdad?, ¡¿es qué estás tan loco?!.
Probablemente había perdido aliento en esas últimas palabras. La frustración, el dolor, el asco y la impresión se revolvieron dentro suyo en una explosión de sensaciones que lo hicieron sentir enfermo, que lo hizo creer que el sabor de asco en su boca no desaparecería y la imagen de ese hombre acosándolo cuando solo era un bebé se quedaría por siempre.
Y fue peor, fue peor cuando Bisoo no pareció ni cerca de estar afectado y la confusión siguió tiñendo su rostro.
- También fui yo quien mató a tu madre, ella también quería interponerse...pero bebé, realmente no logro comprender, siempre fuiste tan dulce y éstas tan lleno de comprensión, ¿por que reaccionas de esta forma ahora?, ¿por qué no estás feliz?...
Probablemente Bisoo siguió hablando, siguió soltando palabras que a él les supo cuerdas, que para Han Bisoo, un pedófilo y asesino eran las explicaciones seguras y permisibles para aquella locura que él llamaba almas gemelas.
Jeongin decía probablemente, por que en ese momento recuerda que por un instante ya no escuchó nada, es decir, no logró captar lo que siguió después de: También fui yo quien mató a tu madre.
Jeongin recuerda con solidez ese día, pero en su mente de infante y llena de inocencia al omega siempre le convenció creer que la mueca preocupada de su madre aquel día fue un simple mal presentimiento.
Pero ahora pareció como una bofetada, como si un telón se hubiera abierto frente a sus ojos.
Ella sabia, ella siempre supo lo que pasaría ese día.
Ella sabia que ese día Han Bisoo intentaría algo, que si su hijo iba a la escuela y le permitía ser desconocedor del crimen el alfa actuaría.
Y sin embargo Jeongin en una inútil mente de infante solo pudo pensar en su festival escolar, y la dejó sola. Dejó sola a su madre en el infierno de casa donde vivían con un loco quien Jeongin en ese entonces llamaba papá, donde ella habrá luchado en su último aliento para no ser cazada.
Donde ella seguro lucho para no permitir un destino atroz para su pequeño hijo.
Cuando Jeongin sintió el dolor punzante en su garganta supo que ya estaba volviendo en si, cuando el nudo resultó asfixiante y la mirada confusa y preocupada de Bisoo lo recibió pudo abrir la boca buscando aire.
Apenas pudo percibir las lágrimas deslizarse sobre sus mejillas de manera lenta y silenciosa. Aunque intentó y quiso decir algo antes de quebrarse, no pudo. Tuvo que romperse, estalló en un sollozo ahogado mientras cubría su rostro y se tambaleaba dos pasos hacia atrás, no tomó importancia a que probablemente hubiera caído si los brazos de Hyunjin detrás suyo no lo hubieran detenido.
Escucho al hombre en la silla llamarlo preocupado, pero en pequeños momentos su mente volvía desconectarse y el sonido de sus sollozos eran remplazados por las imágenes de sus recuerdos donde su madre siempre lo observó con un destello de oscuridad y preocupación.
Donde en cada despedida para ir al colegio ella siempre se aferraba a él por una hora y le repetía lo mucho que lo amaba, por que mientras para Jeongin era un hasta luego para Minseok ya era un adiós y con suerte un hasta pronto.
Sintió que las lágrimas ya nublaron toda su visión cuando volvió a escuchar a Hyunjin llamarlo, y luego por momentos escuchaba la voz de su madre hacerlo.
Incluso podía ver su rostro ofrecerle una sonrisa afable y murmurarle que no era su culpa.
Por que su madre nunca lo hubiera culpado, ella era la mujer más dulce y bondadosa del mundo.
Y recordar eso en aquella realidad solo logro destrozarlo más.
Así que cuando pudo percibir de nuevo el cuarto opaco y sus sollozos ahogados se permitió voltear hacia Hyunjin y deslizar su mano al rededor de su cuerpo, los sollozos se ahogaron en el abrigo por un momento, por un momento dejó que los brazos de Hyunjin se aferren a él y le den las fuerzas y sostén para mantenerse de pie y seguir.
Cuando por un momento entré los hipidos pudo juntar aire y sintió que lo tenía entre sus dedos exhaló en un tembloroso sollozo ahogado para así apartarse.
Empujó a Hyunjin varios centímetros lejos suyo y dejó caer la mano fuera del bolsillo de su abrigo.
Hyunjin apenas pudo extender sus manos y parpadear antes de que Jeongin se voltee hacia el preocupado y desorientado Bisoo en la silla.
Fue la primera vez que Jeongin no sintió ninguna sensación, aquel pinchazo de recriminación que solía recibir cada que hacía o presenciaba algo incorrecto o sangriento.
Fue la primera vez que no lo sintió, y fue la primera vez que las sensaciones de liberación y alivio recorrieron su piel al ver el rostro de una persona contraerse del terror a causa de él, aunque bueno.
También era la primera vez que levantaba un arma frente a alguien de forma voluntaria.
Por un pequeño instante, donde se aseguró de disfrutarlo y contar los segundos suficientes donde Han Bisoo palidecía del terror y gritaba en una suplica en vano. Dejó que todo vaya en orden, dejó que el alfa que le arrebato a su familia caiga en cuenta lo mal que salió su plan, que sea consciente que el niño sumiso y dulce que creyó controlar lo estaba apuntando con un arma.
Cuando escuchó de nuevo, aquel asqueroso y enfermizo apodo se dijo que era suficiente.
¡A él nadie que no fuera su madre o Hyunjin podían llamarlo bebé!.
Y como su alfa le enseñó, retiró el seguro y exhalando apretó el gatillo del arma a dirección de la cabeza de Han Bisoo.
Observó como cámara lenta la bala enterrarse en su frente, la sangre escurrir de la herida y la vida irse de aquel monstruo que creyó poder cazarlo.
Por primera vez, Yang Jeongin sintió el placer y alivio de asesinar a alguien...y ups, probablemente parte de la culpa la tenía Hyunjin.
JEJEJE, andaba re desaparecida, pero ya todos saben, tareas y exámenes, les juro que odio aaaaaa.
Aun tengo la meta de acabar Melifluo antes del 2022 🦾.
En fin, espero les haya gustado el capítulo, ya saben, voten en los MAMA, para los que no vieron la guía lo deje en mi tablero de mensajes de mi perfil :)
Tomen awa, duerman bien, y estudien para que no sean igual de inútiles que yo jaja xd.
Buen día o noche a la hora que lean esto, los tqm 💗.
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