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Jeongin cerró los ojos mientras frotaba la tela de la cálida sudadera contra su nariz, su omega ronroneo por el delicioso aroma de alfa que se encontraba impregnado en el, colocándose la capucha suspiro comenzando su camino hacia el mini súper.

Hwang Hyunjin no había salido de la oficina hasta asegurarse de que llevaba puesto el abrigo gris que le pertenecía, y aunque Jeongin se negó repetidas veces, no pudo evitar caer a la tierna expresión de enojo del mayor y con dedicación el omega dejo que el alfa le coloque la sudadera y arregle su cabello con extrema delicadeza.

- Llegas temprano, Yang- sonriendo hacia su compañero Kim Seungmin el omega se encogió de hombros, y es que no se había animado en ir a su casa y estar en peligro de encontrarse con su padre cargando con el aroma de un alfa.

Yendo detrás del mostrador dejo su bolso y se coloco el chaleco que utilizaba en el trabajo y termino por acercarse a Seungmin.

- ¿Necesitas que te ayude en algo antes de iniciar con mi trabajo?- sin embargo cuando trato de acercarse al mayor se sorprendió cuando este se encogió con un pequeño temblor- ¿Minnie?.

Trato de acercarse de nuevo fracasando al notar que el mayor intento ponerse de rodillas.

- No Minnie, no debes hacer eso- con una risa nerviosa salió de detrás de la caja y posicionándose frente al castaño busco su mirada- es solo la sudadera de un alfa.

- T-tiene, feromonas m-muy territoriales- estirando de su labio inferior Jeongin se alejó varios pasos.

- Lo siento Minnie, no pensé que podría afectarte- Seungmin sólo observó al menor con una sonrisa algo nerviosa y movió una mano con desdén.

- No te preocupes Innie, s-solo inicia con tu trabajo- dando un asentimiento de disculpa Jeongin comenzó su recorrido por los pasillos para así ver que producto falta en los estantes.

Colocando los jabones en su respectivo lugar Jeongin se colocó pensativo, su cabeza cuestionandole que haría para no cruzarse con su padre, pedir ayuda a Seungmin no sería muy efectivo ya que cómo él, a su compañero de trabajo tampoco le iba tan bien en su hogar, lo sabía ya que de vez en cuando, la madre del mayor iba a la tienda toda desaliñada y con aroma a tabaco a exigirle a Seungmin dinero, y causar incomodidad en la casa de su compañero era algo que preferiría evitar.

Sus ojos se clavaron en el cielo atravez del cristal de la tienda, las nubes esponjosas y grises aún cubrían parte de la ciudad, pero no había indicios de lluvia.

Jeongin decidió que ese día podía visitar a su madre.

+

Con cuidado, Jeongin acomodo la suave sudadera a un lado suyo, sobre su mochila la cual se hallaba en el seco pastizal, y con cuidado se dejó caer en el pasto, apoyando sus manos en sus rodillas observó la lápida frente suyo.

"Jung Minseok
19 - 03 - 1965
11 - 08 - 2011
A los 46 Años"

Un mes de que su madre halla cumplido 9 años de su fallecimiento, y recién Jeongin se había animado en volver al lugar donde descansaba, ya que un año antes también había faltado por simple cobardía, por miedo a que su madre ya no esté escuchando sus absurdas anécdotas de la vida aburrida que llevaba.

- Ha pasado un tiempo, mamá- sacudiendo la lápida gastada y polvorienta sintió sus manos temblar- uhm, p-pense en que tal vez, tendrías curiosidad de cómo me está yendo.

Jeongin dejó escapar aire tembloroso, nueve años antes, una mañana antes del fatal accidente su madre le había dicho, "Siento que no deberías ir al colegio, ¿no deseas quedarte a descansar hoy?, Jeonginnie", y es que desde la mañana Minseok le había dicho a su adorable hijo, que un mal presentimiento la acompañaba.

Pero ese día era la feria escolar, y Jeongin junto a sus amigos habían preparado muchos juegos y él no se quería permitir faltar, incluso si su corazón de 10 años se encogió a la expresión preocupada de su madre.

Y entonces, a la hora en que su madre debía ir a buscarlo al instituto, un auto yendo a toda velocidad bastó para dejar el cuerpo de su madre inerte, mientras iba cruzando el semáforo.

- Sigo trabajando en el instituto, i-igual que hace un año, sólo que no pude decírtelo, es un trabajo estable, no te preocupes, mamá, cuando tenía 18 años, te prometí ir a la universidad...n-no pude lograrlo, lo siento.

Sintiendo sus mejillas mojadas no hizo más que descender la mirada al notar su llanto.

- El año próximo, ¿m-me permitirás intentarlo de nuevo?, ¿esperaras?, mamá no se está cansando de mí, ¿cierto?- un doloroso sollozo escapó de sus labios, su corazón encogiéndose al recordar la última mirada, llena de preocupación y pesar de su madre, tal vez si él se hubiera quedado a su lado, su madre hubiera tenido un destino diferente, definitivamente hubiera sido así.

Sorbiendo su nariz con comenzó a arrancar las secas plantas del suelo.

- ¿No es un sitio agradable, cierto?, c-cuando vuelva, traeré muchas rosas, le daré algo de color, rosas que no se comparan con la belleza de mamá- halago nostálgico, llevando la mirada al oscuro cielo, dejo que la suave brisa golpee su rostro, el frío abrazando sus mojadas mejillas.

Se permitió estar en silencio por varios minutos, sacando las últimas lágrimas de sus ojos.

Sus ojos fueron a parar en la sudadera, mordiendo su labio inferior mientras volvía su mirada en la lápida.

- Debería contártelo, ¿cierto?, siempre decías que para tener una pareja mamá debe aceptarlo primero- murmuró tímidamente- n-no estoy insinuando tener una pareja- aclaro rápidamente, la fuerte imagen de la expresión pícara y amorosa de su madre cuando decía que le gustaba un chico de su salón, golpeo su mente- a mamá siempre le gustaba sacar conclusiones precipitadas.

Tomando la sudadera lo abrazó contra su pecho.

- Aún no se nada de él, me dijo que su nombre es Hwang Hyunjin, él parece ser muy misterioso, ¿debería dejar de verlo?, si mamá me dice que es malo, yo obedecere esta vez- susurro bajito- este abrigo es suyo, él no quería que pase frío, f-fue un lindo detalle, ¿cierto?- dejo que la pregunta se contestase sola, frotando la suave tela contra su mejilla con la paz abrazandolo junto al embriagante aroma.

Girando Jeongin termino por caer sobre el suelo, apoyando su cabeza en su bolso y sintiendo la yerba seca picarlo, pero estaba cómodo, observando el cielo oscuro sin estrellas, apenas una suave luz de la tímida luna alumbrando su mundo.

Sus ojos se cerraron dejándose envolver por aquel aroma que se le estaba volviendo adictivo, sintiéndose somnoliento y cansado.

- ¿P-puedo pedirle un último favor, madre?.

Cuando su cuerpo se relajó y el párpado le pesó solo se permitió murmurar.

- Y-ya no pidas fotos a papá.

+

- ¿Qué hacemos aquí, Hwang?- el alfa ignoro el quejido de su guardia observando la silueta del omega dentro de aquella tienda, viéndolo ir de un lado para el otro, sus dedos jugaban con la gruesa bala de su revólver, absorto en cómo una pequeña sonrisa se formaba en el rostro de su ángel cada que ayudaba a un cliente o hablaba con aquel chico alto del mostrador.

Y le jodía.

Por qué conocía tan poco a Yang Jeongin que no sabía que intenciones tenían sus bonitas sonrisas, ni siquiera entendía por qué sonreía, ¿tal vez el omega notaba el desconcierto de los clientes hacia él?, porque Hyunjin desde su asiento al otro lado de la calle se daba cuenta de las sonrisas totalmente idiotizados de los clientes cada que el omega les sonreía aparentemente amable.

Remojando sus labios se impaciencio, ya darían las nueve de la noche y Yang Jeongin aún seguía en su lugar de trabajo cómo si el alfa más temido del país no lo estuviera esperando afuera.

Si tan solo supiera.

- Vale, sí te quieres comer unas malditas papitas, me lo dices y bajo a comprarte, mierda- sus ojos se voltearon al escuchar de nuevo a Changbin gruñir con frustración.

- O mejor tú ahogate en tus polvitos y deja de chillar, carajo, debí traer a Minho- Changbin se volteó en el asiento delantero observando a su jefe.

- Claro, el chico que habla veinticuatro siete de sus gatos encima de mí, no aguantarías Hwang- Hyunjin volvió a poner los ojos en blanco, solo por que Changbin tenía razón y en menos de un suspiro terminaría arrojando a Minho fuera de la camioneta.

Sus ojos volvieron a la tienda, notando que incluso el chico alto con cara aniñada se estaba colocando su abrigo mientras iba hacia una puerta detrás del mostrador y desaparecía en su interior.

A la mierda todo.

- Vuelvo pronto- y cuando hizo el amago de bajar Changbin no tardo en estirarse tomando su muñeca y jalando de él, lo miró com molestia siendo correspondido por la misma mirada.

- Quien carajos crees que eres, ¿un maldito estudiaste?, eres Hwang Hyunjin jefe de la mafia más temida y buscada, ¿y quieres bajarte a comprar unas malditas papitas en un barrio de mala suerte?, no me jodas Hwang- con un gruñido Hyunjin no tardó en soltarse bruscamente del agarre del mayor.

- Me importa una mierda si hasta el papa esta esperando por mi cabeza haya afuera, dije que vuelvo pronto- sentenció y dejando al mayor con la palabra en la boca bajo del auto dando un portazo que mínimo, despertó a su chófer que ya estaba roncando en el asiento delantero.

Mirando de reojo a cada lado de las calles se aseguró de que todo esté tranquilo y cruzó la acera hasta el otro lado, no tardando en remojar sus labios cómo todas la veces que lo hacía al saber que se encontraría con Yang Jeongin.

Jeongin por otro lado, apoyado en el mostrador, observaba confuso el aparato telefónico de su amigo, el cual en ese momento producía una pequeña melodía, una canción la cual Jeongin no conocía pero le estaba agradando, sólo que no sabía cómo averiguar el nombre de la canción, o mejor dicho prender el teléfono.

Salio de su trance al escuchar el tintineo de la puerta dando a entender que había un nuevo cliente en la tienda.

- Ya estamos cerran...- las palabras murieron en su boca al igual que su corazón dejó de latir por un momento.

Con fuerza, una oleada de calor abrazo su cuerpo mientras sus mejillas ardían, llevando las manos detrás de su espalda mientras el alfa Hwang disminuía la distancia entre ellos, sus ojos recorrieron con timidez cada parte de su vestimenta, en ese momento, un elegante traje hacia lucir sus largas piernas, su omega no tardó en ronronear cuando subió la mirada hasta los ojos del alfa y este lo observaba con los ojos oscuros y brillantes, una media sonrisa casi divertida que avergonzó al menor.

- C-cerrando, e-estamos cerrando- repitio avergonzado, emocionado, intimidado y confundido, tantas preguntas y emociones, avergonzado porque ahora el alfa sabía algo más de él, trabajar en una tienda de la que nadie sabe no era algo de que presumir y tampoco algo que deseaba que ese alfa supiera.

Y tampoco entendía su presencia en su lugar de trabajo, por que no creía que era un lugar donde el mayor hacía sus compras, ya que cuando lo vio entrar no le cabía duda de que el dinero podría ser algo que no le faltara, fue cómo ver a un super modelo en medio de tanta chuchería.

- Por fin- Jeongin se mostró confundido mientras ladeaba la cabeza al suspiro dramático y cansado del alfa.

¿Por fin?.

- ¿Por fin?- Hyunjin asintió acercándose un poco más, hasta colocarse frente al omega y verlo apegarse al mostrador sin escape.

- Te estaba esperando, creí que nunca saldrías- sin poder evitarlo, una pequeña sonrisa se extendió en los labios del menor, señalándose con timidez mientras Hyunjin terminaba por apoyar los brazos en el mostrador.

- ¿A mí?- Hyunjin podría sentirse agobiado, pudo haber rodado los ojos, pero la timidez y el desconcierto del pequeño ángel sólo le causó satisfacción, y un raro vuelco con su pecho, su corazón haciendo algo más que bombardear sangre.

- ¿J-jeongin?- Hyunjin nunca se había sentido tan ligero cómo en ese momento que el menor lo empujó casi con brusquedad y terminó retrocediendo varios pasos.

Jeongin en cambio giro avergonzado mientras Seungmin lo observaba entre confundido y temeroso, sobre todo asustado.

- Si soy- se estaba confirmando más a si mismo que a su compañero, ya que estando cerca del mayor incluso había olvidado su nombre.

- ¿Aún te falta un cliente?- murmuró bajito el omega mayor, sintiéndose intimidado y pequeño bajo la mirada analítica del alfa detrás de su menor.

- O-oh sí, yo me encargo de cerrar.

- ¿S-seguro?- Seungmin no quiso sonar tan desconfiado, pero no pudo evitarlo, el alfa en la tienda enserio desprendía feromonas tan dominantes y él no entendía cómo Jeongin se encontraba tranquilo y seguro.

Rodando los ojos Hyunjin avanzó los pasos que el menor lo habia empujado y posó su mano en su cintura, atrayendolo a él posesivamente, disfrutando del dulce aroma la cual se encontraba algo inestable por los nervios de Jeongin.

- S-sí, esta bien hyung, puede irse tranquilo- con la tensión en su cuerpo Seungmin tomó su teléfono dando varias reverencias al alfa que incluso parecía pasar de su presencia y salió casi corriendo de la tienda.

Con el corazón inestable Jeongin no supo que hacer, bajando la mirada observó cómo la mano del mayor dejaba suaves caricias en su abdomen, el tibio aliento golpeando su nuca.

- ¿La sudadera?- mordiendo su labio inferior con nervios Jeongin se alejó un poco para poder girar, sintiendo cómo los dedos del mayor está vez se aferraban a su espalda.

Encontrandose con la mirada tranquila y expectante del mayor se sintió un poco mejor.

- ¿Venía a buscar eso?, l-lo siento, lo dejé en mi casa- Jeongin se sintió ansioso cuando el ceño del mayor se frunció- ¿lo necesitaba?.

- ¿Por qué lo dejaste?.

- Lo puse a lavar- susurró apenas, sintiéndose presionado cuando el mayor se mostró más confundido.

- No estaba sucio, y aunque lo esté debiste traerlo- Hyunjin observó cómo una mueca culpable comenzaba a aparecer en el rostro del omega, pero necesitaba saber el porqué no lo traía consigo, tal vez, Jeongin tenía pareja y se lo había quitado, y si era así, su presencia en esa tienda era insignificante.

- L-lo siento- alzando una ceja se inclinó más cerca del omega, Jeongin tembló intimidado, sintiendo los ojos del mayor analizarlo con seriedad.

- ¿No me dirás?- sus manos temblorosas se apoyaron en los hombros del alfa, buscando de alguna manera alejarse.

- ¿Q-qué?, ¿hay algún problema?- se arrepintió de no haberlo traído, en realidad no lo había lavado, al llegar a su casa casi amaneciendo luego de quedarse dormido en el cementerio, no hubo problema en escabullirse a su habitación y esconder la sudadera, pero en el mediodía a la hora de ingresar a su turno, su padre se encontraba en la cocina sin intención de moverse, y no se podía arriesgar a que el aroma de Hyunjin llegue hasta él.

- Dime porqué no lo traes, la verdad- exigió, firme incluso si el omega temblaba, sus ojos huyendo de los suyos.

Sin aguantar la presión Jeongin solto un quejido, bajando la mirada mientras se encogia cerca del mostrador, ni siquiera estaba usando la voz de mano y el menor ya estaba quejándose del terror.

- A m-mi padre, no le gusta, él es...s-sobreprotector- Jeongin sabía, su excusa había sido tan pobre y poco creíble, aunque no era del todo mentira, sólo que no podía decirle que temía que su padre vuelva a descargar su furia en él.

Hyunjin chasqueo la lengua con molestia, hasta ese punto el menor no podía mentirle, entonces se preguntaba porque no podía creerle.

- Llévalo puesto la próxima vez, ¿bien?- en vez de asentir Jeongin observo al mayor con nervios, sintiéndose más relajado al ver que la mueca molesta había desaparecido.

- ¿Próxima vez?- pregunto, apenas susurrando, pero que fue captado al instante por el mayor.

Alejándose del cuerpo tembloroso del menor Hyunjin señaló la puerta detrás del mostrador.

- Agarra tu cosas, ángel, te llevaré a casa.

Algo confundido y con pasos torpes Jeongin obedeció, yendo detrás del mostrador tomó con rapidez su bolso la cual sólo lo traía por si llevaba muchos envases de ramen, sin embargo ese día no se había tomado el tiempo de ir a su tienda favorita, por lo que tratando de no llamar la atención del alfa colocó en la caja el dinero suficiente para dos envases de ramen y buscando entre los pasillos no tardó en guardarlo en su mochila.

Apagando las luces se acercó al mayor cargando las llaves de repuesto consigo, siendo la luz de la luna la única alternativa para observar el rostro sereno del mayor, quien se encontraba apoyado en la puerta fuera de la tienda.

Cuando la puerta fue cerrada fue que pudo girar hacia el mayor balanceándose sobre sus pies.

- No es necesario que me lleve a casa, yo uhm, puedo ir sólo- murmuró suave, esperando que el mayor acepte, no deseaba llegar a casa con Hyunjin, no temía que su padre pudiera hacer algo al mayor, porque eso sería realmente absurdo de pensar, más bien temía por lo que a él le podía pasar al entrar a su casa.

- Te llevaré a casa- repitió, Jeongin exhalo con presión, mirando sus pies negó suavemente.

- S-sí yo no estoy de acuerdo, no puede hacerlo alfa- eso desconcertó al mayor, quien observó sin pestañear al menor, la posición nerviosa y temerosa fustrandole.

- ¿Qué?- tensandose Jeongin dio varias reverencias al alfa, retrocediendo pequeños pasos.

- Q-quiero ir solo a casa, lo s-siento- el omega no supo cómo lo hizo, sólo se apresuró en girar sin observar al mayor y caminó con pasos rápidos hacia su hogar, estaba cerca, Hyunjin ya no insistiría y podía lograr que su padre no se enfade.

Cuando ya había caminado más de una cuadra, se atrevió a girar, a lo lejos viendo la tienda y ninguna silueta a su lado, pasando saliva siguió su camino con su mirada gacha.

El alfa había venido a verlo y él terminó botandolo.

El omega se preguntó cómo el alfa pudo encontrarlo, había dicho que lo estaba esperando, ¿debería preguntárselo?, Jeongin aún se aferraba al "próxima vez" de Hwang Hyunjin.

Jeongin se detuvo frente a su puerta observando las luces encendidas desde el pequeño y roto ventanal de su salón, con cuidado se acercó a este pegando sus ojos en el vidrio, su corazón acelerándose al poder apreciar la puerta de su habitación abierta, y buscando con la mirada no hallo algún indicio de su padre.

Alejándose tomó varias bocanadas de aire.

¿Y sí entró a su habitación?, ¿y si lo está esperando para castigarlo?, ¿habrá encontrado la sudadera?.

Claro que tuvo que hacerlo, ni siquiera en lo bajo de sus pocas prendas podía ser un lugar seguro, y tampoco el aroma del alfa era suave, su aroma era fuerte y fácil de impregnarse, su habitación entera puede estar oliendo a él.

Fue demasiado tonto.

- ¿No entrarás?- con fuerza sus dedos se aferraron a las cuerdas de su mochila, soltando un bajo quejido del susto, un pequeño temblor sacudiendo su cuerpo.

Girando observó con un pequeño puchero al alfa Hwang.

- M-me asustó- con las manos en los bolsillos de su pantalón Hyunjin se acercó, deteniéndose a unos centímetros del menor- ¿me siguió?.

- ¿Es tu casa o planeas robar?- abriendo los ojos en grande Jeongin negó con las manos energéticamente.

- Y-yo nunca...es mi casa- paseando la mirada por la humilde entrada de la residencia Hyunjin frunció el ceño.

- Entonces, ¿por qué no querías que te acompañará?, ¿te da vergüenza tu hogar?- Jeongin suspiro acentuado su puchero.

- No saques conclusiones, e-enserio sólo quería venir sólo.

- ¿Entonces sólo preferiste pasar de mi presencia luego de esperarte?- con el corazón golpeando sus oídos Jeongin busco una respuesta, él no quiso dejar al mayor sólo.

Era su situación demasiado complicada.

- N-no...yo l-lo siento, uhm...-

- Mi sudadera, traelo, apenas lo tenga me iré- Hyunjin no se inmutó a la mirada confundida y ansiosa del menor, al menos no demostró emoción, debía saber que impedía su presencia en ese lugar.

- P-pero...e-está mojado- susurro cómo último recurso, temblando cuando escucho al mayor exhalar.

- Traelo, Jeongin- quejandose Jeongin giro caminando torpemente hacia su puerta, enserio no quería hacerlo, pero su omega se negaba a desobedecer al alfa.

Y cuando su mano tomó el pomo no fue necesario abrirlo cuando este se deslizó de su mano y la puerta se abrió bruscamente frente suyo.

Temblando se alejó varios pasos.

- ¿P-papá?.

N/A: Gracias por los 100 votos, ando inspirada, que decirles aaa🧚‍♀️

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