Melanny no podía dejar de mirar los cuerpos colgados boca abajo, Eda difícil decir si estaban vivos o muertos.

—Son terrestres—Dijo Clarke.

Cientos de terrestres estaba encerrados en jaulas diminutas, desesperados por salir de alli. Las chicas observaban todas las jaulas hasta que una les llamó la atención, se agacharon para verlo. Anya.

Su cara están llenas de heridas al igual que su cuerpo y parecía cansada.

—Anya—Dijo Clarke.

—Tranquila, te sacaremos de aquí.

Ambas chicas se pusieron a buscar una forma de sacarlas hasta que encontraron una pala acá, Clarke la cogió y le dio un golpe seco al candado haciendo que esta cayera y la jaula se abriera.

El sonido de la puerta las sobresalto.

—No me jodas—Dijo Melanny.

Clarke corrió al final de las jaulas y Melanny se decidió por entrar en la misma jaula que Anya.

Una mujer vestida de enfermera entró a la habitación, paseo cerca de donde las chicas estaban escondidas y Melanny contuvo la respiración.

La mujer inspeccionó algunas jaulas y luego se marchó del lugar.

—¡Ahora!—Dijo Clarke.

Se dirigió a coger a Anya por uno de sus brazos y Melanny hizo lo mismo con el otro.

Abrieron una puerta que era demasiado pesada.

—¿Que es esto?—Dijo Melanny.

Era una habitación pequeña y vieja con un gran ventilador en la pared, entonces se escuchó una sirena sonar.

—¿Que es eso?—Pregunto Anya.

—No lo sé—Respondió Clarke.

En ese momento las placas del suelo se abrieron y las tres chicas callaron a por un tubo metálico hasta algo duro y frío.

—¡Dios Mio!—Exclamó Clarke al ver donde habíamos caído.

Las chicas habían amortiguada en un montón de personas heridas y con la piel grisácea.

—Anya dame la Mano—Dijo Melanny.

Las dos chicas tomaron su mano y la sacaron de allí.

Ella se paró y se recostó sobre la pared mientras Melanny y Clarke buscaban una salida.

—Hemos salido—Deducio Clarke.

—Por fin— Dijo Melanny.

La rubia se acercó a examinar la puerta.

—Tenemos que irnos.

—No dejare a los míos—Respondió Anya.

—Los nuestros también están ahí dentro, tienen armas, cuando salgamos de aquí juntas..

—No estamos juntas—Le respondió Anya.

La discusión cesó gracias a unas voces que se escucharon al final del túnel.

—Viene alguien—Dijo Melanny.

—Son los exploradores—Respondió la rubia.

Las tres chicas se metieron rápidamente en uno de los carros de metal para simular que no estaban vivas.

Los exploradores comenzaron a abalanzar cuerpos al carro donde se encontraban.

¿Y ahora que?