Pov Nina:
La chica que tanto había amado desapareció sin dejar rastro.

Una vez que Jeff me transformó, tuve la libertad suficiente para salir y buscarla por donde sea.

Ya estaba cansada de no saber nada de ella.

Más de un mes y muchos dijeron qué tal vez ya estaría muerta. Si eso era verdad, vengaría su muerte.

Ella solía decirme que nunca dejara que los demás me cambiaran, que siempre los ignorara y que me mantuviera calmada ante cualquier situación.

No le hice caso y ahora estoy aquí, matando personas sin parar porque es divertido. Pero ella sigue siendo mi objetivo principal.

Yo era su admiradora secreta. Aunque no era la única.

Tenía a mis sospechosos y ahora solo quedaba uno; Samuel Sanders. Ya le había perdido la pista, es del único que desconozco la ubicación de su casa.

—¡Agggh! —me quejé por el golpe contra el suelo, Jeff me había tirado sin darme cuenta—.

—Joder, Nina, ¿en qué coño estás pensando? —me dio una patada en el estómago, siempre lo hace cuando no le hago caso o le hago enojar—. Que buena aprendiz resultaste.

—Maldita sea, Jeff —me puse de pie molesta—. Admito que me distraje pero no siempre debes patearme —apreté los dientes—.

—Siempre es lo mismo, ¿qué te trae así?

Mis comportamientos ya han sido extraños para él.

Matar solamente a chicos para después revisar cada rincón de su casa.

Evitar entrenamientos o distraerme en estos.

Evitar salidas a matar los dos juntos.

Andar por la ciudad sin preocuparme demasiado de que alguien me reconozca.

O simplemente de la nada gritar el nombre de _____.

—¡_____! —salí de mis pensamientos gritando su nombre, de nuevo—.

—Ya me tienes harto con tu _____, ¿quién mierda es? ¿Acaso tu distracción?

—¡Joder, si! —lo miré y él solamente se calmó un poco—.

—¿Quién es? —preguntó confundido—.

—Una amiga que desapareció —me encogí de hombros y ambos nos miramos sin decir nada ni estar molestos—.

—Entiendo —hizo una pausa—. ¿Desde hace cuánto?

—Desde hace más de un mes —suspiré—. Dicen que está muerta pero quiero verlo yo misma o al menos saber la verdad.

—¿Y qué haces con ello? —se cruzó de brazos—.

—He matado a tres de mis cuatro sospechosos y ninguno sabe sobre ella, revisé totalmente sus casas pero no había nada.

—¿Y dónde está el cuarto? —preguntó y yo me sorprendí de que le importara—.

—No lo sé, trato de localizarlo.

—Lo localizaremos —dio media vuelta y comenzó a caminar hacia lo profundo del bosque—.

—¡Jeff! —corrí para ponerme frente a él—.

—¿Qué? —frunció el ceño molesto—.

—No sabemos si está aquí o en otra ciudad.

—¿Y eso importa? Entre más cadáveres, mejor.

Fue así como fui arrastrada por una masacre enorme. Cada día cuatro muertos más, ninguno era o sabía de Samuel Sanders.

Pasó una semana y las personas ya estaban haciendo su caos lleno de pánico. Patéticos.

Jeff y yo estábamos arriba de un árbol, descansando mientras mirábamos el sendero que daba al lago abandonado; era pequeño pero aún tenía agua.

—No hagas ruido, viene alguien —dijo Jeff y miré a la persona—.

—Es él —murmuré para que solo Jeff me escuchara—. No lo ataquemos, solo hay que seguirlo.

Jeff asintió y esperamos en sigilo arriba del árbol hasta que Samuel pasó por allí. Iba tarareando una canción, era demasiado familiar.

F L A S H B A C K

—Y el brillo del sol fue un gran resplandor~ —terminó de cantar _____—. Adoro esa canción, desde que era una niña —rió un poco—.

—Tú la inventaste, por esa razón la adoras —sonreí y golpeé levemente su hombro—.

—Tú no inventaste a Jeff The Killer y lo adoras —se cruzó de brazos con una sonrisa—.

—No pero... emm... es un creepypasta —negué divertida—. No cuenta.

—Estás obsesionada con él —tomó sus cosas ya que el timbre a clases había sonado—.

—No estoy obsesionada con él —imité su acción—. Tengo otra obsesión.

—Seguro —rodó los ojos y rió—. ¿Qué chico anime es?

—No es ningún chico anime.

—Si, ajá —se agachó para recoger un pequeño papel que se le había caído—. Oh, esta es nueva.

—¿Tu admirador? —la miré con una sonrisa pícara; era claro que yo había sido—.

—Si —hizo una pausa—. Quisiera conocerlo y saber si realmente le gusto.

—Algún día lo harás —la tomé de los hombros y comencé a caminar hacia nuestras aulas—. Ahora debemos irnos.

F I N D E L F L A S H B A C K

Jeff bajó con cuidado del árbol y yo hice lo mismo cuando salí de mis pensamientos. Samuel caminaba rápido, no era porque nos había escuchado, siempre había caminado rápido.

Con algo de trabajo logramos seguirle el paso sin ser vistos o escuchados. Llegó al lago abandonado y bajó por la pequeña colina que había después de este.

—Jeff, ¿hay algo allá abajo? —pregunté mientras nos acercábamos al inicio de la colina—.

—Una estructura destruida, parece una pequeña casa o un cuarto.

Bajamos cuando vimos que Samuel entró a la estructura abandonada. Mi corazón comenzó a palpitar rápido; ella estaba allí.

Entramos sin hacer ruido, revisamos cada una de las pocas habitaciones que habían. Unas súplicas hicieron que nos sobresaltáramos, _____, era su voz, sus maldiciones.

Estaba por correr hacia la habitación de los ruidos pero Jeff me tomó fuertemente del brazo.

—Debes ser paciente para atacar a tu víctima.

—Pero está dañándola —me solté de su agarre con brusquedad—.

—Nina, lleva aquí más de un mes, le ha hecho de todo.

Admito que Jeff tiene razón. ¿Desde cuando se volvió tan listo y analizador? Siempre es improvisado.

—Haré mucho ruido, lo matarás y después iremos por esa tal _____.

Asentí y nuestro plan se puso en marcha.
Me puse del otro lado de la habitación, al menos tenía una puerta y no podía ser vista. Miré a Jeff y asentí.

Jeff guardó su cuchillo en su sudadera y comenzó a tirar cualquier cosa que veía frente a él. Las súplicas se detuvieron y Samuel no tardó en salir armado con un cuchillo.

—¿¡Quién eres tú!? —preguntó alterado mientras le apuntaba a Jeff—.

—Mi nombre es Jeff The Killer —alzó las manos en modo de rendición—. Me tropecé con tus cosas y ahora Nina ya va a matarte —bajó las manos e hizo una mueca de aburrimiento luego de rodar los ojos—.

—¿Eh? —estaba por girarse pero le corté el cuello—.

Tiró el cuchillo y llevó sus manos a su cuello para tratar de evitar que saliera la sangre.

—No, eso nunca funciona —comentó Jeff cruzándose de brazos y rió—.

Entré a la habitación, la miré en el suelo vendada de los ojos y atada de las manos en su espalda. Solo traía un sostén.

—Mierda —dije y me quité la falda, que bien que siempre llevo short—.

—¿Qué? —preguntó Jeff entrando a la habitación—. Te lo dije.

—¡No la mires! —lo miré molesta—.

—Nina, no siento nada al ver a esta chica así —se cruzó de brazos molesto—. Iré deshaciéndome del cadáver del chico —se fue—.

—¿Q-quién es? —preguntó _____ en un tono de alegría—. ¿N-nina?

Mi corazón volvió a palpitar rápido. Me recuerda y está feliz porque estoy aquí.

—Yes, my princess —la desaté pero no le quité la venda que cubría sus ojos—.

—Oh, Nina —estaba por quitarse la venda pero la detuve—. ¿Nina?

—Quítatela cuando termine de vestirte.

Ella asintió algo nerviosa. Le puse mi falda y después me quité mi sudadera para ponérsela.

—Quiero decirte que mi apariencia no es muy agradable —dije mientras tomaba sus manos y las llevaba a su venda—. Vas a tenerme miedo, pero antes quiero decir que yo... yo era tu admirador secreto.

—¿Qué? —poco a poco se quitó la venda—.

Al principio noté sorpresa, luego miedo y finalmente confusión. Tocó mi rostro y volvió a tener miedo.

—N-Nina —estaba en shock—.

—Y para arruinar más esto... —suspiré—. Soy una asesina.

Miré hacia otro lado y sentí un cálido abrazo de su parte. Correspondí y ella lloró en mi blusa.

—Salió cara —comenté y escuché una risa de su parte—.

—Sigues siendo la misma —se apartó y me golpeó levemente el brazo—. Físicamente no pero... no importa —negó con una sonrisa—.

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La presentación con Jeff tuvo casi la misma reacción que con la mía.

Jeff dijo que ella estaría con nosotros, no quería que dijera algo, además, sus padres ya se habían mudado y yo no tenía contacto con ellos. Le mentí diciendo que estaban muertos.

Aprendió a matar, pero lo hace cuando es necesario, a mi me deja hacerlo por diversión pero ella no lo hace.

Poco a poco nos alejamos de Jeff.

Pero lo mejor de todo es que estamos juntas.

Sea donde sea, estamos juntas.

Nadie puede tocarla o le cortaré el cuello.

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Si quieren pueden leer el final alternativo uwu

Espero les guste este pequeño One Shot sobre el libro que cancelé (mejores amigas por siempre)

Chau <3