Aquella mañana se presentaba mucho mejor, aunque había dormido menos horas, su cuerpo se encontraba ya mucho mejor y descansado. Kana se dio una larga ducha mientras estiraba el cuerpo para terminar de relajar sus músculos. Luego se vistió para salir a dar una vuelta a despejarse cuando llamaron a la puerta.

—Hola.

—¿Natsu?, ¿qué haces aquí?—pregunto sorprendida.

—Quería verte, estaba algo preocupado—dijo entrando.

—Estoy bien, no tienes de que preocuparte.

—Después del ataque...apenas he podido dormir—se sentó en uno de los sofás.

—Yo tampoco, vivir algo así de cerca...

—¿Puedo hacer algo para ayudarte?—pregunto.

Ella se sentó a su lado.

—Tranquilo, es algo que debo superar sola, pero agradezco mucho tu ayuda.

Los siguientes minutos fueron más tranquilos ya que hablaron sobre como el gremio había cambiado, querían no tocar más el tema, para Natsu era suficiente el saber que ella estaba más calmada. Por algún motivo que desconocía, sentía que ahora podría dormir mejor.

—Oye,¿quieres que comamos juntos?, así te pago por salvarme y de paso me haces de guardaespaldas—dijo ella con una sonrisa.

—Claro—no había desayunado por ir a verla. Ahora que lo mencionaba, tenía mucha hambre.

Kana se arreglo como si de una cita se tratase, le vendría bien tomar un poco el aire, además de estar acompañada por alguien tan fuerte como Natsu. El dragon slayer ya estaba pensando en la comida que se iba a meter entre pecho y espalda, se le empezaba a hacer la boca agua.

Aunque primero para mala suerte de este, fueron a ver muchas tiendas ya que le encantaba ir de compras para ver la última moda. Incluso en una de ellas vieron a Juvia, la dependienta estaba asustada porque había nombrado a Gray y ya la consideraba una rival en el amor.

—Por fin aquí—Natsu sentía como sus piernas ahora podían descansar.

—Lamento lo que ha pasado pero necesitaba ver ropa—se reía ella viendo la cara de este.

Mientras tanto, lejos de allí unas personas paseaban por un largo pasillo examinando unos documentos que portaban en sus manos. Iban vestidos con túnicas blancas.

—¿Ya se sabe algo del día?.

—No, no se ha confirmado la fecha pero seguramente sea muy pronto.

—Cada vez se producen más incidentes de estos.

—Si, pero es nuestro deber...—una explosión cerca suya los tira al suelo.

—¿Qué demonios ha sido eso?—pregunto su compañero poniéndose en pie.

Cuando se disipó la nube de polvo apareció una figura, se trataba de una persona, aunque sus ojos eran de color rojo.

—Kana...Kana...—un humo salía de su boca.

Los dos hombres horrorizados vieron como este se abalanzo sobre ellos y los mato de un solo tajo en su cuello.

A las afueras de la prisión, una mujer joven y de aspecto muy hermoso esbozaba una sonrisa mientras en su mano sostenía una pequeña bolsa. El plan había salido a la perfección, ahora quedaba comprobar los resultados de su experimento. Vio salir a lo que un día fue humano del recinto y dirigirse a toda velocidad hacia Magnolia, donde aguardaba su objetivo.

—¿Crees que funcionara?—un hombre apareció ante ella.

—Si de verdad esas piedras son tan poderosas, si, nos resultarán de mucha ayuda para destruir el gremio de Fairy Tail. Todo sea por nuestro señor...Zeref...

Continuara...

¿Qué relación tienen estos con Zeref?, ¿qué planean hacer con esos cristales?, ¿Alguien morirá en el próximo capítulo?.

Mantente a la espera ;)