Gildarts observaba toda la escena con una gran rabia, podía sentir como el suelo podía moverse y algunas motas de polvo levitaban alrededor suya. Mientras tanto Natsu calentaba el ambiente provocando que todos empezaran a respirar mas constantemente y el sudor apareciera en sus frentes.

—Malnacido...como le pase algo a Kana...—el mago apretaba los puños pensando en ver sufrir a su hija.

Este miraba serio, el filo del cuchillo rozaba la fina piel de la joven que sentía como podía ser cortada como si fuera un trozo de papel. Los tres se miraban fijamente, sin perder el contacto visual. Pero entonces Natsu escupió a gran velocidad una pequeña y diminuta llama que impacto en la mano de este haciendo que soltara el cuchillo que cayo al suelo.

Momento que Gildarts aprovecho para posicionarse a unos centímetros suya y golpearlo contra la pared. Natsu desato a Kana. El mago se acerco hasta la persona que casi mata a su hija. Estaba sentado en el suelo con una herida en el rostro, sangre surgía de un corte en la cabeza y apenas podía moverse debido al puñetazo.

—Maldita rata...escoria...basura...—apretó con fuerza su brazo de metal haciendo salir pequeñas chispas.

Para su sorpresa, este esbozó una sonrisa.

—¿Yo?...¿escoria?, ¿basura?...¿y vosotros dos que sois?—pregunto acomodándose un poco en la pared. Aquella pregunta enfureció a estos.

—¿Como te atreves después de lo que has hecho?—Natsu dio un par de pasos.

Entonces este hablo.

—Gildarts...el embaucador de mujeres...vas de pueblo en pueblo...conquistando a bellezas...mi madre viuda cayo en tus redes...y luego te largaste dejando a ella un agujero en su corazón. Y tu Kana...¿cuantas veces has jugado con el corazón de un hombre para beber gratis y luego lo has deshechado?—pregunto con algo de rabia en su tono.

El silencio reino entonces.

—Si...Kana...piensalo, ¿recuerdas sus rostros?, ¿sus nombres?, algunos se quedaron prendados de ti y deseaban estar contigo por tu manera de ser. Y luego una vez que bebiste gratis...zas...los dejaste por otro...mi amigo Elias...estuvo enamorado de ti, una persona tímida, buena persona, alegre...se enamoro de ti y quería pasar tiempo contigo. Aquella cita en el lago fue maravillosa para él, pero le abandonaste como a basura. ¿Sabes donde esta él?. Se suicido y esta muerto—explico con aún más rabia.

Una sacudida dio paso a que algunas personas entraran al lugar. Eran los del Consejo que venían a arrestarlo tras ser avisados. No se resistió, puso sus manos juntas para que le colocaran los grilletes. Los tres aún estaban en shock tras lo escuchado, como paralizados.

—Mi madre...se echo a la bebida y murió tras una sobredosis. Algún día...vais a pagar por todo el daño ocasionado—dijo al pasar por el lado de Gildarts.

Lo metieron en el furgón y fue llevado ante los ojos de estos que aún seguían callados. La vuelta al gremio fue silenciosa, Natsu no podía imaginar que ellos hubieran provocado aquello. No entendía mucho del amor pero si del dolor y aquellos sucesos pusieron en peligro la vida de la maga que por poco estuvo  a punto de morir.

Cuando llegaron al gremio fueron abrazados por sus amigos pero no sentían nada. Natsu se fue a un rincón pensando en lo ocurrido. Suspiro y se tomo su bebida tratando de olvidar todo eso.

Continuara.