—Tae~

Taehyun se removió buscando seguir durmiendo tras el llamado del menor y volteó a verlo algo molesto por despertarlo temprano, aunque ni siquiera tenía noción de la hora y ni siquiera sabía si era tarde.

—Tyunnie, despierta~

Tae se sentó recto en la cama, mientras con una mano hecha un puño se restregaba los ojos, hizo un sonido de afirmación en señal de "que sucede?" y Beomgyu rió. A los ojos de Beomgyu ese gesto era muy tierno y en serio lo veía como un gatito mimado, demasiado lindo...

—Te traje el desayuno aunque debería haber traído el almuerzo porque son las dos de la tarde— y Taehyun abrió los ojos como platos, mierda. Tenía que terminar la canción ayer, pero se quedó dormido y ahora su jefe lo iba a matar.

Se levantó de la cama como si fuera flash o algo así y corrió por toda la habitación buscando sus pantalones, cuando los encontró se los colocó y paseo por toda la habitación, tropesando de vez en cuando gracias al desorden de esta, en busca de su camiseta. Beomgyu no pudo evitar soltar una carcajada y detenerlo, era demasiado lindo.

—Ya hable con nuestro jefe y te dio tiempo hasta pasado mañana para terminar la canción— Taehyun lo observó con una mirada incrédula y es que aún no terminaba de creerlo—. Le dije que estabas resfriado, que por el cansancio te dormiste todo el día de ayer y tenías mucha fiebre. Y creo que funcionó porque te atraso el plazo de entrega, ¿no?— Beomgyu sonrió dejando notar por la luz del sol que contrarestaba con su rostro gracias a la ventana detrás de él, un marcado hoyuelo en su mejilla que Taehyun no pudo evitar tocar con su dedo. ¡Todo lo lindo atraía a Tae! Si no lo tocaba era un pecado, nadie se resistiría.

—Gracias...— susurró algo sonrojado y Beomgyu negó con la cabeza. Dejó la bandeja que traía consigo sobre la cama y le hizo una señal a Tae para que se acercara, Taehyun corrió a sentarse en la cama frente a Beomgyu para comenzar a desayunar. Si, desayunar a las dos de la tarde, ¿pero que más da? Es comida al fin y al cabo.

—¡Esto es delicioso!— Beomgyu se sonrojó al instante al oír el comentario del mayor en referencia sus panqueques y Tae lo observó como si fuera lo más lindo que existe en el mundo. Para él lo era.

— G- G- Gracias— dijo algo nervioso el menor—, es la primera vez que los hago, Yeonjun hyung me ayudó a prepararlos.

Taehyun entendía porque quería a Beomgyu; el menor siempre estaba con él en todo momento, buscando una solución a sus problemas o haciendo cosas pequeñas como lo era el desayuno para él. Además era bueno en todo lo que hacía.

El chico de cabello castaño, ojos grandes, con labios finos y mejillas poco regordetas era lo que el más quería. Él era su osito, su Gyunnie, su pequeño, su bebé, el chico que le gustaba y su novio. Él era todo para Taehyun, incluso esa sonrisa que Beomgyu amaba era por él, todo su mundo estaba formado por Beomgyu.

Taehyun le pertenecía completamente a Beomgyu y el menor aún parecía no darse cuenta. ¡Joder! Se lo gritaría en su cara si pudiera, pero quería que el menor lo notase por si solo.

—Dejame decirte que estan muy buenos— y Beomgyu sonrió, Taehyun dejó un casto beso en sus labios debido al grito que había pegado Kai en el pasillo. Esos dos no paraban.

—¡Soobin hyung, quedamos en que ibamos a estar bien!

—¡Soobin Hyung mis cojones, dime oppa!—espeto molesto Soobin.

—¡No quiero, idiota!— y lo único que se escuchó luego de eso fue un portazo.

—¡Seré idiota pero tu ayer no dejabas de besar a este idiota!—gritó Soobin y el menor gritó un "callate" para no volver a hablar. Todos sabían de su relación así que decirlo a los cuatro vientos no iba a afectar a nadie, bueno sí, a sus vecinos.

Soobin abrió la puerta del cuarto de Tae, pero así como entró salió lentamente del cuarto con la mirada de Taehyun y Beomgyu interrogándolo.

—Siento haber molestado...—y cerró finalmente la puerta. Beomgyu y Taehyun agacharon la cabeza avergonzados, aunque no estaban haciendo nada malo, solo estaban tomados de las manos. Tae agarró una de las botas militares que pensaba ponerse y corrió a la entrada de la habitación. Cuando visualizó a Soobin de espalda se la lanzó dándole de lleno a su espalda y haciendo que se encoja en su lugar.

—¡Para la próxima toca, imbécil!— y bueno, después lo único que todos miraban era como Soobin quería tirar la puerta del cuarto de Taehyun mientras decía cualquier tipo de insultos.

Mientras, dentro de la habitación, Taehyun estaba apoyado sobre la puerta. La tranca estaba puesta pero tenía miedo de que el mayor realmente tirara la puerta, luego se acordó de que el mayor tenía patas de pollo y se le pasó. Tae observó como Beomgyu solo reía por todo lo que había pasado en segundos.

Lindo... Ojalá se diera cuenta rápido.

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