- Capítulo 27

Mei a los doce años en multimedia (antes de que le cortaran el cabello) Lo hice yo :3 En el próximo capítulo les daré la imagen de Mei dos años después. :V

- Capítulo 27 - "Vínculos rotos"

Habían pasado dos años desde que Sasuke se fue de la aldea, y dos años desde que Naruto se fue de entrenamiento con Jiraiya. Sakura y yo hemos estado entrenando con la Hokage mientras tanto, faltaba un año más para que el rubio venga cosa que lo agradecía.

En estos dos años he aprendido técnicas y jutsus médicos nuevos. Uno de ellos es el Denki Onsui no Jutsu (Arte de agua eléctrica) es un jutsu que he desarrollado por mi misma al juntar las naturalezas suiton y raiton (agua y rayo). El jutsu consiste en acumular chakra de la naturaleza rayo y luego combinarla con la del agua, formándose agua eléctrica, capaz de inmovilizar, desmayar o incluso matar al oponente según cuanto chakra utilices. Mis límites de ese jutsu eran dos veces como máximo, ya que se necesita mucha cantidad de chakra. Este jutsu no lo puede hacer cualquiera, ya que si no se sabe controlar bien, el agua se descontrola y puede llegar a electrocutar al usuario (en este caso soy yo). 

También he estado leyendo libros sobre mi clan, algo extraño, pero Konoha lo tenía en su biblioteca, he tenido que aprender a sellar mi propio chakra ya que según el libro, al adquirir el Taigaai (N/A: explicación en los primeros capítulos :3) su usuario a partir de los trece años puede descontrolarse por la gran cantidad de chakra que poseen los del clan Shizen y pueden no estar conscientes en sus acciones, destruyendo cosas, etcétera, entonces, he tenido que sellar parte de mi chakra en mi frente, formándose un rombo color agua marino, claramente puedo liberar el chakra tras un sello de manos, es como el Byakugō no Jutsu de godaime hokage, pero la única diferencia es que al acabarse el chakra del sello, nosotros no quedamos debilitados, eso si, hay una posibilidad de descontrolarse, por lo tanto, al liberar el sello, no debemos usar el Taigaai. El año pasado he tenido que sellarlo, ya que ahora tengo catorce años, por lo tanto, el sello está oculto tras mi banda de regulación. Por el momento no he desactivado el sello ya que no ha sido necesario. 

Tsunade continúa siendo mi maestra, con la única diferencia que también entrena a Sakura. Ambas aprendimos a sanar heridas, los venenos y sus antídotos y también adquirimos cierta fuerza monstruosa de ella, yo voy mas avanzada que ella, ya que he empezado antes. 

Pero poco a poco, el momento se va acercando, el momento en el que tengo que irme de la aldea. Así que por el momento actuaba falsamente, aún que nadie sabía que es lo que me pasaba, ni siquiera lo sospechaban.

Yo por el momento ya soy Jounnin, al igual que Hyuga Neji, el resto de nuestra generación, es chunnin. Y por el momento, trabajaba en el hospital. 

En estos momentos me encontraba sanando a un paciente que al parecer había sido atacado en una misión rango B. Los enemigos lograron herirlo, inyectándole un veneno del cual para mí era muy conocido, por lo cual mande a hacerlo con los medicamentos anotados en una libreta. Coloqué una mano sobre su pecho, retirando suavemente una aguja senbon mientras con mi otra mano iba sanando con Shōsen Jutsu (La palma recuperadora). Al acabar sané sus heridas más leves y me dispuse a quitarle el veneno una vez llegado el antídoto. Coloqué mi mano sobre el agua, tomando el antídoto en una bola.

- Necesito ayuda. -les dije- Quiero que lo sujeten bien.

Cuatro médicos se colocaron a cada lado, sosteniéndolo, mientras yo tomaba la bola y la pasaba por su organismo para luego quitarla y desprender el líquido amarillento sobre la cubeta (si, mi veneno es amarillo >.< El veneno morado es el de Sasori), así repetidas veces hasta quitarle la mayoría del veneno.

- Listo. Lo único que sobra para eliminar el resto es darle de tomar el antídoto. -les dije secándome una gota de sudor de mi mejilla- El paciente está fuera de peligro.

- Arigato, Mei-hime. -agradeció uno de los médicos.- Sin sus conocimientos no habríamos podido extraerle la senbon y el veneno.

Asentí. - Nos vemos.

Comencé a caminar a la salida, encontrándome con Sakura.

- Felicitaciones, Mei-chan. -sonrió- Otro logro más en el hospital.

- Lo sé. -la pasé de largo- Si no te molesta quiero estar a solas, gracias.

Sin esperar su respuesta caminé hasta el puesto de dangos, ya reconstruido por el ataque a la aldea. Pedí una docena, comenzando a comérmelos junto al té. Al acabar dejé el pago sobre la mesa, yéndome de ahí, pero al pasar por una vereda, me detuve al escuchar una conversación.

- Estoy pensando que a Mei se le rompió el sello. -escuché la voz de Kakashi.

- ¿Por qué lo crees? -escuché otra a la que no pude identificar.

- Mei solía ser extrovertida y alegre.. ahora es fría y deprimida.

- Déjala, debe ser por la muerte de Oshiro Akane. -apreté los puños. 

- No lo sé, ella nunca ha sido así. -murmuró con su voz cansada.

Sin poder escuchar más, me largué de ahí. 

(...) 

Eran las una de la mañana, y aún no lograba conciliar el sueño. Seguía viviendo en la casa de Sakura, la única diferencia es que no veía mucho a sus padres y ella se la pasaba entrenando con Tsunade. 

Me levanté de la cama y caminé hacia la ventana, el aire era caliente y la luna estaba más brillante. Me senté en el marco observando la vista a Konoha, si pudiese en estos momentos estaría destruyendo esta miserable aldea, solo que aún no tengo el poder para hacerlo. 

- Mei-chan. -me llamó una voz.

Me giré de golpe, casi cayéndome de la ventana, con una mano en el pecho. Al darme cuenta de quien era suspiré de alivio.

- Maldición, me has asustado. -respondí.

- ¿Estás lista? 

- Si. -suspiré abrazándolo, el me lo devolvió.- ¿Cuándo me iré, Ita-kun?

- Mañana a la noche. -avisó- Vendré a recogerte a las afueras de Konoha. Empaca toda tu ropa y cosas que creas necesarias, lleva comida, el viaje de acá a la guarida es largo.

- Hai. -asentí.

Itachi me dio un beso corto en los labios. - Te has vuelto más fuerte. 

Sonreí de lado, egocéntrica. - Lo sé. 

- Hm, y con más ego.

Fruncí el ceño, el sonrió mientras soltaba una risita. Me dio un último beso y su cuerpo desapareció en un montón de cuervos. 

- Mañana a las dos de la mañana. -avisó.

- Hai. -asentí. 

Sin más, me volví a acostar en mi cama, en un exitoso intento de volver a dormir.

Al otro día fue la misma rutina de siempre; Entrenamiento, Trabajo en el Hospital, Dangos, Casa. Eran las doce en punto, por lo tanto me dispuse a acomodar mis pertenencias en mi mochila. No me preocupaba por Sakura, ella estaba aún entrenando con Tsunade, ella solía salir a las una y media y de ahí venía a casa. 

Comencé a meter mi ropa de entrenamiento usual y un par de conjuntos más. Luego compraría más cosas. Bajé las escaleras, yendo a la cocina. 

- ¿Qué haces, Mei? -preguntó Mebuki.

- Oh, nada. Solo tengo hambre y quiero comer los dangos arriba. -saqué de la heladera dos docenas de dangos.- No te preocupes.

Mebuki asintió, sin preocuparse de la dos docenas que tomé. Ya que ella sabe mi amor por los dangos.

Subí de nuevo las escaleras, metiendo el pequeño taper con los dangos en mi mochila. Deje la mochila cerrada arriba de mi cama. Me metí a bañar, en un intento de quitar toda la tensión de mi cuerpo y los nervios. Al terminar, salí y me vestí, la ropa que usaba era diferente a la de hace dos años. Mi blusa era roja, traía unos short negros y tenía unos zapatos ninja como los de Sakura en negro y en mis manos unos guantes rojos sin dedos. Mis expresiones se han vuelto más maduras para una chica de catorce años como yo, mis ojos alegres se han puesto más gélidos, mientras que mis labios solo le han dedicado sonrisas a Itachi. 

Al terminar de cambiarme, me coloqué la cadena del clan Uchiha que Itachi una vez me regaló. Me peiné el mechón de pelo -que años atrás me arreglaron, ya que los mechones estaban des-prolijos- y me lo dejé caer en frente. Tomé la banda de regulación, colocándola sobre el sello, en mi frente, dejando caer mi mechón sobre ella. Admiré una vez más mi habitación, dispuesta a dejarla, sin antes mirar el reloj -1 a.m-, abrí la ventana y me tiré de esta, cayendo al suelo e inmediatamente caminando hacia la salida. 

- ¿Mei-chan? -preguntó una voz femenina. Cerré los ojos, dándome cuenta de quien era.

- ¿No deberías estar con Tsunade-hime? -le pregunté. 

- Y tú deberías estar durmiendo. -me habló.

Abrí los ojos y me giré para enfrentarla. - Debería, al igual que tú. 

Comenzó a llorar. - ¿Planeabas irte?

- No planeaba, lo planeo. -afirmé. 

- ¡¿Por qué te vas?! ¡¿Acaso esta aldea no es lo suficiente para ti?! -comenzó a elevar su voz.

Cerré los ojos, respirando profundamente. 

- ¡Responde! -gritó.

- ¡No! ¡No lo es! -le respondí del mismo modo. Luego me relajé.- Ya no puedo seguir más en esta aldea, Sakura. Cada vez que la veo.. cada vez que veo a toda esa gente siendo feliz, me dan ganas de destruirla. Y me pregunto.. ¿Por qué no puedo serlo? 

- Si te quedaras.. -respondió en un murmullo- ¡Si te quedaras podrías ser feliz!

Reí sin gracia. - Por favor, Sakura. ¿Para que quedarme en la aldea que me mintió?

- ¿De qué hablas? -murmuró.

- Hm. Konohagakure me mintió desde los seis años. -respondí con simpleza- Me borraron la memoria, me privaron de mi felicidad. 

- ¿Planeas dejar a tu familia? -preguntó.

- ¡Mi familia está muerta! -elevé el tono de voz, ella quedó en shock- ¡Me borraron la memoria, todo por que querían evitar la guerra. Pensaron que podría traicionarlos sabiendo la verdad, pero ¿Sabes una cosa? No creyeron que esto sería peor si me borraban la memoria. Tu ni Naruto entenderían esto.

- Si me explicaras, entendería. -susurró.

- El dolor no puede ser comprendido mediante palabras, tendrías que experimentar el verdadero dolor. -murmuré mirándola a los ojos- (N/A: Creo que soné como Nagato xD)

- ¿Cómo lo sabes si nunca lo has intentado? 

- Bien. Te contaré. Cuándo tuve cinco años de edad, Orochimaru aniquiló a todo el clan Shizen, mi clan. Vi morir frente a mis ojos a mi hermano mayor y miré a mi madre muerta. Luego de eso, Konoha me encontró y me trajo aquí, donde Sandaime Hokage me ofreció como hogar la casa de los Uchiha hasta que mi padre, Uchiha Daiki, viniera de su misión. Uchiha Mikoto y Uchiha Fugaku me abrieron los brazos en su casa, conocí a sus dos hijos, Uchiha Itachi y Uchiha Sasuke. -Sakura quedó en shock- ► Había pasado un año y vivía con mi padre, un día fui con mi padre a una de esas reuniones del clan, mientras yo me quedaba en la misma banca de siempre. Itachi me regaló el collar que llevo en el cuello, además de regalarme mi primer beso. Esa misma noche sucedió, él masacró al clan Uchiha, y con ello, a mi padre, exceptuándonos a Sasuke y a mí. Sandaime Hokage y Jiraiya sennin creyeron que si despertaba con sed de venganza sería un peligro, por lo tanto, Jiraiya me selló los recuerdos que tenía, mientras el Hokage actuaba como si nada hubiese pasado, ofreciéndome un hogar, el tuyo. Cuándo Orochimaru mató a Hiruzen Sarutobi, me contó todo mi pasado. Hice un trato con Itachi, yo entrenaría dos años con Tsunade y luego me iría con él. ¿Cual es tu respuesta ahora? ¿Crees comprenderme?

Sakura calló.

- No hace falta que lo pienses, Sakura. -hablé- Ni tu ni Naruto están en condiciones de decir que lo comprenden. 

- ¡Entonces, con mi último suspiro, te traeré de regreso a la aldea! -exclamó llorando- ¡Y no seré la única detrás de ti, Naruto también irá por ti!

- Entonces entrenaré hasta desfallecer. -sonreí egocéntrica- Pero te juro, Sakura, que de aquí a lo que me resta, no tocaré la aldea.

- Ya veremos eso. -respondió limpiándose las lágrimas.- Ya veremos si tu juramento servirá para dentro de unos años, vamos a ver si no vuelves a la aldea o te arrepientes.

- Bien. -cambié mi mirada a desafiante- Suerte con ello, Sakura.

- ¿Por qué todos lo que quiero se van? -me preguntó con la voz quebrada- Primero Sasuke-kun y luego tú.

- Tu no sabes lo que es verdaderamente el dolor de perder a una persona. -le dije, dándome media vuelta- Al menos a nosotros dos podrás volvernos a ver, pero a mi familia nada la traerá de nuevo a la vida, ni tampoco a Akane-chan. 

Cerré mis ojos, sintiendo la mirada de Sakura a mis espaldas. Los abrí con mi sharingan de tres aspas, miré hacia atrás. La de pelo rosa al ver mis ojos quedó petrificada. Y sin más la metí en un genjutsu dejándola desmayada, y en el mismo banco del cual Sasuke la dejó.

Caminé hacia la salida, sin molestarme en quitar mi banda de regulación, la necesitaba para tapar mi sello. En la entrada divisé a Itachi. 

- ¿Lo viste todo? -le pregunté seria.

- Hai. Debes estar preparada, quizás mañana ya estén detrás de ti. -me respondió.

- Lo sé. -suspiré- Recuerdo cuando tu hermano se fue de la aldea, gran revuelo armaron. Y al final, no lo lograron traer. La mayoría del equipo terminó en el hospital.

- Ven, vamos, llegaremos en dos o tres días. -me dijo. 

- Hai. -asentí caminando a su lado.

De un momento a otro,  desaparecimos de entre los árboles. 

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Hola ^^ Nuevo capítulo :'3 ¿Qué les pareció? ¿Creen que Mei aprovechó bien el momento en el que Naruto no estaba en la aldea? ¿O creen que fue muy dura con Sakura? ¿Qué piensan de los nuevos jutsus de Mei? ¿Creen que fue muy obsesivo? :S 

Los últimos capítulos serán algo cortos por que el contenido es poco y además de que ya está por terminarse. (?) 

¡Ya somos 8k de leídas! :D Yeiih:* Gracias por todo :3

Voten y comenten su opinión. Saludos, SophiiaB. 







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