- Capítulo 23

En multimedia Jiraiya ❤ (Maldición, ahora lo extraño T-T)

- Capítulo 23

[Narrador Omnisciente] (N/A: Hagamos como que esto pasa al día siguiente y no después de la tercera parte n-n) 

- Oiga, ¿Cuál es la habitación de Sasuke o Mei-chan? -preguntó Naruto a la recepcionista del hospital.

- Gomennasai, no se permiten visitas. -contestó.

- ¿¡Qué!? ¿No visitas? ¿Está bromeando? -comenzó a gritar.

- Esas son las reglas. 

- Onegai, señorita. -siguió quejándose.

- Naruto, estas en un hospital. Cálmate. -habló Kakashi apareciendo.

Kakashi estaba acompañado de Mei, quien hoy le dieron el alta, por lo tanto tenía su ropa ninja y no la típica bata de hospital. 

- ¡Ay, Kakashi-sensei, Mei-chan! -exclamó corriendo hacia ellos- Quiero pedirle un favor. 

- Alto ahí. -lo paró- Ya sé lo que vas a pedirme, así que he estado buscando a alguien que pueda supervisar sus entrenamientos para la final. 

Naruto se deprimió, enseguida Mei se metió - Cálmate, Kakashi-sensei no lo haría a propósito, además, estoy segura que nos dejará en buenas manos. No es que nos vaya a dejar con un pervertido o algo por el estilo.

- ¡Un segundo! -exclamó el rubio ignorándola- ¿Por qué no me va a entrenar, sensei?!

- Tengo otro asunto pendiente. No tengo tiempo para ti ni para Mei, Naruto. -respondió con su voz monótona.

Naruto se cruzó de brazos, analizándolo con la mirada para luego señalarlo más que furioso - ¡Oiga! ¡Ajá! ¡Usted si va a entrenar a Sasuke, ¿Verdad?! ¡Kakashi-sensei!

- Ya, ya, no te quejes. Escucha, les encontré un mejor maestro que yo. -se excusó.

- ¿Y bien? ¿Quién es? 

- Soy yo. -habló una voz a las espaldas de Naruto.

Naruto se giró y encontró a nada más ni nada menos que a Ebisu, este lo señaló incrédulo.

- ¿¡Eres tú!? -exclamó- ¡Pervertido del closet! 

Mei se sorprendió.

- Cuanta insolencia. -comentó arreglándose los lentes.

- ¡No, no, no,no! ¡Ese,ese,ese! ¡Tipo, tipo! ¡No,no,no,no! -se quejó Naruto apuntándolo temblando.

- ¿Qué dices? ¿Cómo lo llamaste? -preguntó Kakashi sorprendido.

- ¿Seguro Naruto-kun que no te estarás confundiendo? -preguntó la rubia- 

- ¡No! ¡Está bromeando! ¡De toda la gente que pudo haber escogido, escogió a este tipo para entrenarme! ¡Buena broma! ¡El es más débil que yo! 

- ¿Qué te hace decir eso? -preguntó Kakashi aún sin entender.

- ¡Es enserio dattebayo! ¡Debiste haberlo visto! ¡Una vez usé mi jutsu harem con él y se derrotó solo! -exclamó aún señalándolo.

- Hmm. -Mei miró dubitativa a Ebisu.

Ebisu comenzó a temblar y de pronto se abalanzó sobre el rubio tapándole la boca para que no siguiera siendo avergonzado. 

- ¿Jutsu Harem? -preguntó Kakashi.

Naruto quería zafarse del agarre pero no podía.

- Ah, no es nada, solo un jueguillo que tenemos. -dijo nervioso para luego susurrarle al rubio- Te propongo un trato, no dices nada sobre eso y te compro todo lo que quieras comer; BBQ, Ramen, lo que tu digas

^Eso es soborno^ rió para sí misma la rubia ^Esto será divertido^

- ¿Todo lo que quiera? -preguntó en un tono bastante alto- 

- Si ese es el caso quiero que me compres dangos, Ebisu-sensei. -murmuró Mei con una sonrisa inocente mientras que el ninja asentía.

- Vaya Vaya, no tenía idea de que se conocieran tanto. 

Ebisu comenzó a reír mientras le daba palmadas en la cabeza al Uzumaki. - Si, de tiempo atrás. 

- Pero sigo sin entender por qué tiene que ser él. Digo, cualquier otro. 

- Si no hubiera sido Kakashi-san el que me pidió este favor jamás hubiera considerado entrenarte.

- Pues no lo hagas. -mencionó de brazos cruzados.

- Ya tranquilos, basta. Ustedes dos cálmense. -Kakashi se agachó a la altura del rubio para luego susurrarle- Escucha Naruto, estas en un error sobre Ebisu sensei. Un tutor privado que entrena solo a la elite, francamente es mejor maestro que yo.

^Hm, un tutor privado que solo entrena a la elite no es mejor sensei que el ninja que copia^ pensó la rubia ^pero no me interesa, yo lo tuve entrenándome a mí desde hace mucho tiempo, por una vez que no me entrene no me hará nada^

- Cómo sea Naruto. -recobró la compostura- Debo decirte de los cuatro gennin del equipo siete, tu eres el que necesita trabajar más en sus habilidades básicas. En eso es lo que te enfoques en esta ocasión. Mei necesita mejorar su uso de chakra, pero no es nada que no pueda mejorar.

- ¡Espere un segundo! -exclamó- ¿Quiere decir que no soy tan bueno como Sasuke, Sakura-chan o Mei-chan?

Kakashi suspiró cansado. - Naruto, no importa en cuantas habilidades estés especializado, los fundamentos son ... fundamentales, y los tuyos pueden mejorar. Si realmente quieres hacerte más fuerte, entonces solo cállate y pon atención. Muy bien, Ebisu-sensei los dejo en sus manos. 

- Haré lo que pueda. -mencionó-

Luego de que se valla Kakashi, Ebisu comentó que deberían irse.

[Narra Mei]

Naruto está siendo exagerado, a mí tampoco me agrada que Kakashi-sensei no me entrene, pero él ya me entrenó con lo que realmente debería saber. Ahora me toca cambiar de sensei y comprendo sus razones. 

- Está bien. -me llamó la atención- Pero no le creo. ¡Todo esto es una locura! ¡Aún que necesite trabajar en mis fundamentos, ¿cómo rayos se supone que voy a mejorar si me está enseñando un maestro que es más débil que yo?!

- Disculpa, ¿A quién estás llamando débil?

- ¡Tú! ¿A quién crees? ¿Quién más esta aquí parado? 

^Técnicamente estoy aquí yo también, pero haré como si no le diera importancia^

- Todo esto es gracias al ridículo e inapropiado jutsu tuyo que me tomó por sorpresa, es todo. Yo no me precipitaría en juzgar mis habilidades basándome en un incidente que pasó hace mucho tiempo. 

- Era que terminaste inconsciente y tirado en el suelo. -concluyó el rubio.

Alcé una ceja, incrédula. 

- Muy bien, Naruto. Pongámoslo a prueba ¿Te parece? 

- Mhm?

Ebisu sensei se agachó a la altura del rubio.

- Naruto, intenta escapar, junto a Mei. De verdad quiero que intenten correr tan rápido como puedan, si escapan, renunciaré a ser su entrenador.

- ¿Es una promesa? -preguntó el rubio.

- Claro, y es más, como deseas tanto que Kakashi-san sea tu entrenador, puedo encargarme de algunos de sus asuntos para que él pueda entrenarlos.

- ¿Si? ¿Enserio? 

- Claro, un jounnin de elite jamás falta a su palabra. Pero eso dependerá de una cosa, que puedan escapar de mí. 

- Vaya este es el trato más fácil que he echo. -comenzó a correr hacia la ventana- ¡Hasta luego, tarado! ¡Ven, Mei-chan!

Suspiré con aburrimiento. - No pienso hacer esta ridiculez. 

- Tal y como lo esperé de ti, Mei-chan. -comentó con su típico tono de respetuoso- 

- Hm, bueno. Yo iré a comer dangos, cuando acabe iré al puesto de Ichiraku ramen. Cuándo acaben de jugar nos vemos allá. -comenté con pizca de aburrimiento pero casi saboreando el delicioso dango casero.- Nos vemos.

- Nos vemos. -comentó y luego agregó una pizca de burla- No tardaré mucho, lo prometo. Pero cuánto mas me tarde terminarás comiendo más y más dangos.

- Hm. -articulé con una sonrisa de lado.

Se preguntarán como conozco a Ebisu... bueno técnicamente, Kakashi-sensei me presentó a todos su jounnin amigos. Conozco a Ebisu-sensei, a Kurenai-sensei, a Asuma-sensei, Gai-sensei, y se puede decir que también conocía a Anko-sensei, lo único que me contó Kakashi es que tiene el mismo amor por los dangos que yo. (N/A: Para no decir que está igual de loca que ella XD) También conocí a más senseis pero en estos momentos no logro recordar sus nombres o simplemente algunos estaban en misión y lo único que sabía eran sus nombres.

Al llegar entré y saludé a la chica que atendía, esta me recibía casi todos los días.

- Ohayo, Mei-chan. -me saludó- 

Me senté en una mesa y enseguida ella vino.

- ¿Que ocurrió que no viniste por cinco días seguidos? -me preguntó preocupada.

Ayaka Cho, debe estar a punto de llegar a los cuarenta años, sin embargo, se conservaba bien, parecía tener alrededor de los treinta años a pesar de su edad. Sus ojos eran cafés y su cabello era negro, era una simple aldeana más de Konohagakure, tenía una pequeña hija llamada Kotone, y por lo que me enteré, su padre era un ninja, por lo que murió en una misión de alto rango siendo chunnin.

- No te preocupes, Aya-chan. -le sonreí- Fueron los exámenes chunnin, durante esos días tuve que pasar por el bosque de la muerte y luego de eso tuve que pelear en un examen preliminar, el tercer examen será en un mes. 

Ella me sonrió. - Está bien, me alegra que no te haya pasado nada. ¿Lo mismo de siempre?

Mis ojos brillaron para luego gritar entusiasmada - ¡Hai! ¡Pero esta vez dame el triple de dangos, Aya-chan!

Ayaka sonrió tiernamente. - Ahora mismo te lo traigo, Mei-chan. Ah y por cierto, la casa invita.

- ¡Arigato, Aya-chan! -sonreí abiertamente-

Minutos después me trajo  casi dos docenas de dangos y medio junto con el té.

- ¡Itadakimasu! -exclamé-

Comencé a comer bolita por bolita. Los dangos eran mi perdición. (N/A: A quien habrá salido 7u7 Ita-kun la acostumbró a comer dangos, aun que no lo crean xD Obviamente teniendo los recuerdos vacíos su amor por los dangos viene desde antes entonces es como que una entidad (xd) la trajo derechita a los dangos XDD)

Luego de terminar de comer mis preciados dangos - que luego de unos veinte minutos, Anko-sensei se encontraba también en el local comiéndolos, no los míos, claro está, si no no llegaba a presentarse en los exámenes chunnin en un mes- 

Bueno, sigamos, luego de acabar con mis dangos, me despedí de Ayaka y Anko sensei.

[...]

Nos encontrábamos en las aguas termales, yo me tuve que hacer pasar por hombre ya que no eran mixtas. ¿Se preguntarán que pasó? Bueno, Naruto perdió contra Ebisu sensei, este lo pudo alcanzar y el rubio no le quedó otra que dejar que Ebisu nos entrene, después de todo eso, nos llevó a comer ramen, donde nos explicó que Sasuke y Sakura tenían un mejor rendimiento de chakra y podían hacer la misma cantidad de clones y técnicas que ambos sin gastar chakra de más. Eso lo aceptaba, después de todo, quedé inconsciente gracias a eso, gastar chakra de mas, pero ¿Qué Sasuke y Sakura eran mejores que yo? Eso si que no. 

- Oye, podrías explicarme por que me trajiste hasta estas aguas termales? ¿El baño es parte de nuestro entrenamiento? -preguntó Naruto- No es que me moleste mojar mis pies después de las..

- ¡Naruto! ¿A donde crees que vas? -preguntó enfadado- ¡Ese es el baño de mujeres! ¡No permitiré ningún comportamiento vergonzoso jovencito! 

Naruto había seguido de largo, este giró; lo miró incrédulo y pensativo,  se posó frente a él. 

- ¿Que te pasa, por que me ves así? 

- Ah, por nada, a todo esto ¿Qué rayos estamos haciendo aquí? ¿Vas a enseñarme como lavarme detrás de las orejas?

Ebisu se acomodó sus lentes. - No, pero es cierto, es parte de tu entrenamiento. 

Lo observé con sospecha, al igual que Naruto.

[...]

- Justo aquí, este es el lugar.

- ¿Un baño? Bueno, ¿Y ahora qué?

- No me hables en ese tono -regañó Ebisu- como te lo dije antes, todo es parte de tu entrenamiento. 

- Bueno tal vez deberías explicarlo desde el principio. ¿Para que estamos entrenando? 

Ebisu rió mientras se acomodaba los lentes. - Voy a enseñarles como caminar sobre el agua. 

- ¿¡Qué!? 

Suspiré aburrida. Era casi lo mismo que el árbol, nada mas que un poquitín más difícil. 

Naruto miró a Ebisu como intentando buscar algún indicio de broma en su rostro.

- ¿Y ahora qué?

- ¿Realmente esperas que te crea, que tu sabes caminar sobre el agua? 

- ¡Claro que lo sé! -le gritó- De acuerdo a lo que me dijo Kakashi-san han estado entrenando trepar un árbol sin el uso de las manos, ¿cierto? pero esto es una variación de esto .

- Yo ya lo sabía. -murmuré para mí misma. 

- No lo sé, eso fue hace mucho tiempo, no soy bueno recordando cosas que pasaron hace tanto.

- Bueno trepar árboles es la clave para acumular chakra en los puntos de contacto y luego mantenerlo en un flujo constante de descarga, por supuesto los árboles son objetos estáticos así que el flujo de descarga se mantiene constante.. cómo sea, es un gran ejercicio para desarrollar el control básico de chakra. Ahora para caminar sobre el agua no solo debes acumular chakra en los puntos de contacto, también debes ajustar constantemente el flujo de descarga con el objeto de mantener tu equilibrio y permanecer en la superficie inconstante del agua. Esto es obviamente más difícil que solo mantener un flujo fijo de chakra pero de eso se trata todo el control de chakra, de poder tener un flujo de descarga fijo o variable ¿Me entendiste? 

Naruto estaba con los brazos cruzados y una mirada de "No entendí nada", yo estaba con una mueca de aburrimiento en la cara, típico de mí, pero ciertamente no entendí absolutamente nada de lo que explicó, debe ser lo mismo que lo del árbol.

- Eso espero. 

- Bueno, creo que sería más sencillo si te lo demuestro. -hizo la seña de manos para concentrar el chakra- Luego, cuidadosamente calibra la cantidad de descarga que sea necesaria en cada pié para mantener el equilibrio -comenzó a caminar sobre el agua- Así, ¿ves? Así es como se hace.

- ¡Super! -exclamó.

Hizo la seña de manos e intentó hacer lo que Ebisu hizo, nada más que con el efecto contrario, claramente.. no hace falta que lo diga, estamos en las aguas termales, el agua está super caliente, por lo tanto.. Naruto no saldrá blanco de esta, va a morir asado. 

Luego volvió a intentarlo, con los mismos resultados. 

- ¿No vas a intentarlo, Mei-chan? -me preguntó el sensei ya casi llegando al amanecer y viendo a Naruto caerse millones de veces.

- Mhm, supongo. -me encogí de hombros.

Me paré frente a las aguas. Hice el sello del tigre.

^¿Tiene que ser lo mismo verdad? Entonces esto es pan comido^ pensé arrogante.

Concentré chakra en mis pies, una vez que lo sentí listo me preparé para caminar como si fuese un árbol. Comencé a caminar tranquilamente, de vez en cuando mis pies se hundían, pero luego lograba mantener el equilibrio. Al llegar a una distancia apropiada, comencé a correr de nuevo hacia la orilla, ya en tierra firme deshice el sello y me crucé de brazos frente al sensei.

- ¡Increíble, Mei-chan! -gritó asombrado el rubio- ¿Cómo lo haces?

- Intenté lo mismo que en lo del árbol. -mencioné- No es muy difícil, se necesita equilibrar bien el chakra en los pies, si no tienes un buen equilibrio del chakra, te caerás, así como tu te caíste. 

- Eres cruel. -lloriqueó con aura depresiva.

- Ya, ya. -mencionó- Es mejor que sigas practicando, Naruto.

Naruto seguía intentándolo, cayéndose en el intento. Mientras Ebisu sensei estaba algo.. pensativo. 

- Vaya, como que comienzo a entender esto. -murmuró Naruto casi-parado, claro, sin llegarlo a estar del todo.

Me senté en el suelo, observando a mi rubio amigo. Sonreí triste, el siempre se esfuerza con que todos lo acepten, aún que no tenga un padre y una madre que estén para él, yo creo que con sus amigos basta, no quiero ser egoísta, estoy segura que si sus padres estuvieran vivos él no pasaría las atrocidades que vivió, pero.. él está aprendiendo cosas y es una excelente persona, sin dudas mi mejor amigo. Estoy segura, que en el futuro, el se convertirá en el Hokage, no dudo de ello. Me recosté en el suelo, aún mirándolo, con una sonrisa más alegre, quitando la tristeza. Me están cambiando, es bonito sentir la cálida sensación en el pecho, pero, a la vez lo siento tan nostálgico y conocido, tengo miedo que todo esto cambie, tengo miedo que algo pase y no pueda volver a cambiar. Tengo miedo de lo que pase en el futuro. No podría soportar que las personas queridas por mí, se vayan y no los pueda volver a ver. Pero a la vez, es bonito sentirse querida.

De un momento a otro, Naruto se cayó. Miré en dirección adonde apunto antes de caerse. Un anciano estaba riendo pervertida-mente mientras veía al baño de mujeres. 

- ¿Está husmeando en el baño de mujeres, viejo? -comenzó a correr hacia él- ¡No permitiré ningún comportamiento vergonzoso!

- Ay, por favor. -murmuró haciendo una seña de manos apareciendo un sapo debajo de él.

- Ah? pero que rayos? 

El sapo estiró su lengua, atrapando al sensei y estampándolo en el suelo. Me enderecé en mi sitio, mirando incrédula en aquella dirección. ¿Qué es todo esto? El sapo volvió a meter su lengua.

- ¿Qué sucede contigo? Cálmate, no querrás que nos atrapen, baka.

Naruto lo miraba con pizca de curiosidad y a la vez enojo. Lo miré curiosa, este tipo parece que no solo es un vejete, si no que también es fuerte. 

En cuestión de resumen, el vejete se llamaba Jiraiya, uno de los tres sannin. Naruto y yo ya le habíamos puesto un sobrenombre "Ero-sennin". Después de que Naruto lo acosara y yo le diera todo el trabajo a él por encontrarlo, terminó aceptando el echo de que nos entrenaría -claro está que anteriormente nos rechazó sin tener ninguna pizca de interés en entrenarnos-. Bueno, según tengo entendido, Naruto no podía caminar sobre el agua por el simple hecho de que en su sello del Kyuubi tenía el sello que Orochimaru en los exámenes chunnin le había inculcado, por ello mismo no tenía un buen control de chakra. El sannin le quitó el sello y Naruto probó intentarlo, lo que le salió perfectamente, aún que fue algo infantil ya que me sacó la lengua diciendo "Pude hacerlo, ¿Viste eso, Mei-chan? No eres la única que puede caminar sobre el agua" y bueno, un montón de cosas más pero no dirigidas a mí. Antes de eso me olvidé decirles que Jiraiya-sennin ya sabe que soy una chica  y no un chico, pero, sigo con el Henge ya que seguíamos en los baños termales. Jiraiya intentó que Naruto haga el Kuchiyose no Jutsu, antes haciendo un pacto con los sapos, claramente el no me hizo hacer el pacto de invocación ya que según el, ese no era mi animal, aún que no le encuentro lógica, tampoco lo es el de Naruto. Bueno, continuemos, Ero-sennin al ver que Naruto solo podía hacer simples renacuajos le hizo una prueba de vida o muerte, donde al caer por un acantilado pudo invocar al jefe sapo, Gamabunta-sama. Este sin poder creer que un niñato como el rubio pudiese invocarlo, Naruto-kun somete a Gamabunta-sama a una prueba, que si el no se caía de su lomo mientras el sapo se movía por todas partes, el sapo jefe tendría que llamarlo "Señor", ya que este no le tenía nada de respeto, ni que fuese su invocador.  Pero cuándo ganó la prueba, el rubio se desmayó y cuándo iba a caer, el jefe sapo lo sostuvo con su lengua, salvándole de una posible muerte. Y bueno, el rubio terminó en el hospital, por lo que quedaba tres días para el examen chunnin y yo no había practicado nada. 

- ¡Maldición, Ero-sennin! -exclamé notablemente furiosa- ¡Faltan tres días para los exámenes chunnin y no he entrenado nada!

- Tranquila, Mei. -mencionó tranquilo- Te enseñaré un jutsu que fue hecho por el mismo Yondaime Hokage, planeo enseñárselo a Naruto, aún que no creo que en tres días logres hacerlo. Su nombre es el Rasengan.

- ¿Enserio? -pregunté incrédula- ¡Y lo dices así de sencillo! ¡No lograré hacerlo en tres días!

Ya instintivamente me iba a rendir, pero Jiraiya me detuvo.

- Quizá puedas acelerar el proceso. -murmuró pensativo- ¿Puedes hacer como mínimo cuatro clones?

- H-Hai. -murmuré confusa- No soy tan buena como Naruto-kun pero, si puedo. 

Hice el sello para luego murmurar. - Tajuu Kage Bunshin no Jutsu (Técnica Jutsu clones de sombra)

Inmediatamente a mis costado aparecieron cuatro clones míos, contándonos en total éramos cinco. 

Jiraiya me explicó el proceso, primero debía hacer explotar un globo de agua, me pareció una ridiculez, pero si el lo decía era por que debía servir de algo. Todas mis yo teníamos un globo como mínimo. Al pasar las horas, el globo seguía moviéndose, sin explotar. Apliqué un poco más de chakra, al igual que mis clones, eran como las cinco de la tarde cuándo al fin uno de mis clones lo explotó.

Deshice mis kage bunshin, sentándome en el pasto con la respiración agitada. 

- Bien, es mejor que vuelvas a casa. Mañana continuarás con tu entrenamiento. Ven al campo de entrenamiento número seis para tu entrenamiento a las siete de la mañana.

- Está bien. -murmuré parándome- Arigato, ero-sennin. 

Tomé mis cosas -que era un bolso con mis cosas necesarias- y partí a mi casa. Me saqué las sandalias e inmediatamente me fui a mi habitación, me senté en el suelo de esta. Instantáneamente recordé las señales de manos del Kuchiyose no Jutsu. Jiraiya-sennin nos había advertido que no hagamos los sellos sin antes no haber tenido un pacto con el animal, pero me daba curiosidad. 

Mordí mi dedo, y coloqué la sangre en ambas palmas. Comencé a hacer los sellos.

Jabalí → Perro → Pájaro → Mono → Carnero


Apoyé mi mano en el suelo, pero de un momento a otro comenzaba a caer en un abismo. Cerré los ojos, esperando a ser absorbida, pero sin embargo, esto nunca llegó, tan solo recibí un impacto. Había caído de trasero. Abrí los ojos. 

Un tigre se encontraba enfrente mío. Era hermoso, su pelaje era blanco como la nieve, sus ojos eran azules, y sus rayas eran negras. 

- ¿Quien eres? -gruñó.

No me sorprendí en lo absoluto al ver que podía hablar, puesto que Gamabunta era igual.

- M-Me llamo Mei. -mencioné intimidada- ¿En donde estoy?

- En el bosque de los tigres. -mencionó- Me sorprende que un humano haya podido entrar. Me llamo Kichiro. 

(N/A: Kichiro significa Hijo Afortunado)

- Un gusto, Kichiro-sama. -saludé poniéndome de pié.

Kichiro era mediano, me llegaba un poco más de media cabeza, era un tigre hermoso. 

- ¿Tu apellido?

- Haruno es el apellido de mi familia adoptiva. No recuerdo nada desde antes de mis seis años.

- Comprendo.

^Esta chica es.. sin dudas es una, su cabello rubio y ojos marrones la delatan.^ pensó el tigre. 

El tigre hizo una reverencia. - Sígueme. 

Asentí, confusa por su repentino cambio de humor.

- Te presentaré a mi abuelo. -comenzó a hablar, mientras caminaba a su lado- Él es por así decirlo, el gran líder de los tigres. Mi padre es el que pronto lo será, Souta. El viejo anda en sus últimas. 

- Gomen por interrumpirte, Kichiro-sama. -murmuré apenada- Pero.. ¿Que haremos?

- Te llevaré con mi abuelo quién te hará firmar el contrato para que puedas invocarnos o al contrario, nosotros invocarte a ti.

- Entiendo. 

Me emocionaba la idea de poder tener un animal de invocación.

Luego de una charla con el tigre mayor, quien se llamaba Tomoya, me hicieron firmar el contrato de sangre. Mordí mi pulgar y escribí con letras Kanji mi nombre, el jefe tigre me dijo que no hacía falta colocar mi apellido, pero no me dijo las razones. (N/A: Más adelante sabrán por qué)

La charla que me dio no era tan importante, solo me explicó cosas que ya sabía, ya que lo había explicado con anterioridad Ero-sennin. Qué el tamaño del tigre al que invocase era dependiendo del chakra que colocaba en el sello, que tanto yo como ellos nos podíamos invocar, y que por el momento no me diría mi apellido, ya que ello podría afectar mi estado y posiblemente me lleve a un estado de coma y menos de la mitad iba en parte de que podría morir, me asustó de sobremanera no saber si podré recordar alguna vez, pero Tomoya-sama me tranquilizó diciéndome que poco a poco iba a ir recordando pedazos de mi vida, a lo que el se refería es que no podía recordar todo de golpe.

[...]

Miré a Ero-sennin respirando con dificultad. 

- ¿Seguro que funcionará? -le pregunté después de ver como mis clones se habían esfumado.

La siguiente prueba consistía en reventar una pelotita de lona, si con el globo se me dificultó, imagínense con la pelota. Si empezamos a las 7 a.m, terminé a las 17 p.m, casi el doble de lo que me costó el globo. Ahora el sensei quería que pudiese hacer ambas combinaciones, quería que una a los dos procesos en uno solo, pero no funcionaba, siempre terminaba explotándome en la cara.

- Es mejor que descanses. Mañana te veré aquí más temprano, ya que son los exámenes. -mencionó- A las cuatro a.m te quiero aquí, duérmete temprano.

- H-Hai, arigato, ero-sennin. -dije luego de despedirme.

Al llegar a mi casa, hice la misma rutina de siempre. Me quité los zapatos y luego comencé a comer la comida que me dejaron mis 'padres', ya que no se encontraban en casa, extrañamente Sakura-chan tampoco. Al terminar lave los trastes y luego me duché y me cambié para dormir, pero claramente tenía una mejor idea.

Mordí mi pulgar y comencé a hacer los sellos. - Kuchiyose no Jutsu.

Apoyé mi mano en el suelo y de ahí salió Kichiro-sama.

- Mei-sama. -hizo una reverencia- ¿A que me ha llamado?

- Quiero que me invoques en el bosque, onegai. Quiero seguir entrenando.

- Hai. -asintió-

Desapareció en una bola de humo, y luego de unos minutos, sentí un leve mareo, encontrándome sentada en frente del tigre anteriormente invocado. 

- Ero-sennin, en este caso Jiraiya, uno de los sannin, me hizo poner en práctica el rasengan, sin embargo solo termino con las manos magulladas y con la cara roja por haberme explotado sin fines de veces en mi cara.

Al terminar de explicar, Kichiro-sama me ayudó a entrenar y ciertamente lo agradecía.

[...]

- Ero-sennin. -lo llamé una vez en el campo de entrenamiento- ¿Me podría mostrar de nuevo el Rasengan?

- Claro.

En su mano izquierda logró hacer una bola de chakra color azul.

Comencé a reunir chakra aplicando ambos procesos. Al tenerla hecha y sin una pizca de querer explotar, corrí hacia un árbol, estampando el rasengan en él, casi al momento se escuchó una explosión y mi respiración agitada. Miré en dirección a ero-sennin, este me miraba incrédulo y sorprendido, de momento a otro, su rasengan se esfumó de su mano (multimedia *-*) 

- Buen trabajo. -me felicitó aún shokeado- Estuve equivocado, si lo lograste dominar en tres días.

- Ciertamente estuve entrenando ayer. -sonreí inocente- No es lo único que conseguí, sensei.

Jiraiya me miró esperando una demostración.

- Conseguí mi contrato de sangre, ciertamente, ya lo firmé. -sonreí.

Jiraiya quedó paralizado. Mordí mi pulgar y repetí los procesos, invocando a un mediano Kichiro-sama.

- ¿Para que me ha llamado, Mei-sama? -preguntó amablemente.

- Oh, nada. Kichiro-sama, solo para hacerle una demostración al ero-sennin.

- Ah, comprendo. -nos hizo una reverencia a ambos- Entonces me despido.

En una bola de humo, desapareció.

- Estoy seguro que en un futuro serás una excelente shinobi, Mei. -murmuró con una sonrisa el sannin.

- Arigato. -sonreí orgullosa de mí misma- Y también, por entrenarme.

- No te preocupes, Naruto debe estar en el hospital. Es mejor que te vayas a tu casa.

Puso una cara pervertida. - Además que debo seguir investigando, ¡Hace tres días dejé la investigación! Está inconcluso aún, bueno, me despido.

Comenzó a correr en dirección a las aguas termales. Comencé a reír mientras negaba con la cabeza.

Caminé a mi casa, y ya adentro, me desprendí de todo y me tiré a la cama, durmiéndome al instante, hace días que no dormía bien.

Continuará..

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Hola!! La espera fue mucha, y me disculpo, tal y como prometí (aún que demasiado tarde) Aquí está el capítulo número.. ¡23! Aún recuerdo cuándo hace pocos meses comenzaba a escribir el primer capítulo *se limpia lágrima imaginaria*. Quiero decirles que los/as amo y les agradezco por seguir esta historia, que realmente creí que nadie la leería. Y les agradezco a los lectores que me siguen desde el principio de la historia y también a los que hace poco se unieron, y realmente espero que ellos estén de aquí a cuando se acabe por completo esta trilogía <'3 ¡Les agradezco todo!

Y bueno, ya que recién voy por Naruto Shippuden (por el capítulo trescientos setenta y pico) y aún sigo llorando con la muerte de Neji, Itachi, etcétera. Y sigo odiando a Sakura -.- ¡Ya regresó Sasuke-kun! *grito fangirl* Y quiero decirles, que sigo imaginando el final de la segunda temporada, que quiero decirles que... ¡Alargaré el final de la secuela! ¡Yeiih! Se me ocurrió todo en estos últimos capítulos que he estado viendo en Naruto Shippuden, pero quien sabe, quizá cambie de opinión y lo alargue más, claramente sin aburrirlas, puesto que la segunda parte de Naruto es muy larga y lo que menos quiero es que sea puro relleno. Y acabo de crear otro Trailer de la segunda temporada, que está muchísimo mejor que el viejo que hice, y .. como no saben nada no les diré. 

*PD: Quiero decirles que a partir de este capítulo pueden comentar libremente sus preguntas, puede ser dudas de la historia, preguntas para mí o para algún personaje, entonces en estos capítulos se las responderé*

*PD2: Gracias por los 6k de leídas y por los 600 votos <3*

Así que gracias por todo, y ¡Feliz Navidad! :3 SophiiaB *-*











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