• Capítulo 14
— Capítulo 14.
(Narra Mei)
Luego de la pelea contra Kakashi sensei fuimos de nuevo al bosque donde estaban mis compañeros aún trepando. Me senté en las raíces de un árbol, totalmente agotada.
Dejé escapar un sonoro suspiro mientras apoyaba la cabeza en el árbol, trabajar con el Sharingan era más difícil de lo que parecía, y esto es nuevo para mí, por lo cual debía entrenar más y más para acostumbrarme a su presencia y no caer rendida como pasó hoy.
Miré a mis amigos que seguían intentando escalar, Naruto y Sasuke corrían mientras que el primero al presenciar que se iba a caer con el kunai dejó una marca un poquito más arriba de la marca anterior mientras que el segundo mencionado seguía hasta llegar unos metros más arriba.
El ojiazul cayó del árbol con gran agilidad sentándose en el suelo y respirando agitadamente.
Sasuke un poco más y se cae, pero dejó la marca metros arriba, este con agilidad escaló los árboles para abajo.
Parecía que su rivalidad les daba fuerza para continuar.
(Narrador Omnisciente)
Naruto gruñó enojado mientras negaba con la cabeza. Parecía concentrado, pero no duró mucho.
— Oye, Naruto —lo llamó Sasuke.
El mencionado lo miró con una venita en la frente y los ojos en blanco.
— ¡Ah! ¡Sasuke!, ¿qué estás haciendo? —le gritó— ¡Trataba de concentrar mi chakra!
— Mhm, pues... —murmuró dubitativo— Resulta que...
— ¿Resulta que qué? —cruzó sus brazos, mirándolo de forma extraña.
Al de ojos oscuros le agarró un tic en el ojo, haciéndole notar que le iba a costar decir lo que pensaba.
— Bueno, es que... tú le pediste a Sakura un consejo cuando estuvo aquí, ¿qué fue lo que te dijo, Naruto? —desvió la mirada.
Naruto abrió los ojos, sorprendido, y luego sonrió de par en par. — Ah, no te lo diré.
El Uchiha lo miró con los ojos en blanco y un tic en el ojo izquierdo.
Ambos continuaron su ejercicio.
— Sasuke. —Mei lo llamó al ver que su amigo sería egoísta.
El mencionado la miró, sin expresión.
— Concéntrate en el árbol. —aconsejó para luego suspirar— Ese es el secreto.
— Hmp.
( . . . )
(Narra Mei)
Nos encontrábamos en la casa del señor Tazuna, era hora de la cena y todos estábamos comiendo. Naruto y Sasuke comían rápido.
El viejo rió mientras se rascaba la nuca. — Esto es grandioso, han pasado generaciones desde la última vez que tuvimos tantos invitados a la mesa.
Mis dos amigos se levantaron de la mesa con el plato en alto y gritaron — ¡Quiero un poco más!
Ambos se fulminaron con la mirada mientras que mi hermana los miraba confundida.
Metí una cucharada de arroz en mi boca mientras miraba al par. Es increíble que hasta por comer compitan.
Ambos comenzaron a vomitar, la cara de Sakura se transformó de confundida a enfadada, incluso se le podía notar una venita en su frente.
Los miré con asco.
— ¡¿Para que comen tanto si luego van a vomitarlo todo?!
— No vomiten. —murmuré con asco.
— Tengo que comer. —murmuró Sasuke limpiándose la boca.
— Tengo que comer más que él, es la única manera de ser más fuerte y vencerlo. —el rubio comentaba receloso.
— Si, es cierto. —asintió el sensei— Pero vomitar no te ayudará.
( . . . )
Estábamos aún en la mesa, mientras que nosotros tomábamos el té.
Sakura se puso a ver una imagen que había en la casa.
— Disculpe, esta fotografía está rota, ¿hay alguna razón? —preguntó— Inari, estuviste observando durante toda la cena, parece que había alguien en la fotografía pero parece que la rompieron a propósito, eso es un poco extraño, ¿no creen?
Miré apenada al pequeño tras la intromisión de mi hermana, este retenía todas las lágrimas.
Kakashi-sensei miró a la señora Tsunami —la hija del señor Tazuna— buscando respuesta alguna.
— Era mi esposo. —contestó.
— En esta tierra solían llamarlo héroe. —Tazuna explicó.
Inari se levantó de la mesa.
— Inari, ¡¿a dónde te diriges?! —gritó Tsunami mirando hacia donde el pequeño se había marchado.
La señora abrió la puerta y miró enojada a su padre. — ¡Padre, no puedes hablar de él enfrente de Inari y lo sabes!
Esto es incómodo.
Salió de la habitación cerrando la puerta.
Miré con atención al viejo.
— Inari es tan... digo, ¿qué pasa con él? —Sakura volvió a preguntar.
"Deberías dejar de meter tu nariz donde no te llaman..." pensé.
— Seguramente hay una historia atrás.
— No era su padre real, él llegó a nuestra familia después. —Tazuna explicó— Nos trajo mucha felicidad, él e Inari estuvieron muy apegados en esos días. Inari solía reírse por todo. Pero luego, todo terminó, jamás volvió a reír ni a sonreír, y desde ese día todo cambió. La palabra valor fue robada de esta Isla, nos dejaron sintiéndonos impotentes y sin esperanza e Inari fue quien mas lo sufrió y desde ese día, desde que eso pasó...
— ¿Qué pasó con Inari? —Kakashi miró al anciano.
Enfoqué mi mirada en la mesa.
Vuelve, Tora.
Parpadeé, totalmente desestabilizada. ¿Qué fue eso?
Parecía la voz de una niña.
¿Tora? ¿Quién es Tora?
— Desde entonces Inari cambió, al igual que Tsunami y toda esta gente, perdimos toda la esperanza.
Miré confundida la situación, ¿ya contó todo?
Me siento mal por no haber escuchado la historia, pero es que es todo tan extraño.
Los observé apenada. — Chicos, disculpen, pero iré a mi habitación.
— ¿Estás bien?
— Si, si. —murmuré parándome, aún algo confundida— Continúen en lo suyo.
( . . . )
Me acosté sobre el futón. Seguía sin poder dejar de pensar en aquella voz.
El nombre de aquella persona se me hacía imposible de olvidar.
Me levanté y me cambié el pijama por mi ropa de entrenamiento habitual, abrí la pequeña ventana que había y salté.
Llegué hasta el piso y corrí hacia el bosque donde anteriormente había estado entrenando con mi sensei.
No sé cuanto tiempo estuve entrenando pero si sé que estoy agotadísima, pude perfeccionar mi puntería con el Sharingan, a tal punto en que no le erraba a nada, mis patadas y golpes eran más potentes, ya que las cargaba con chakra —dejando mis piernas con rasguños y moretones.
Había intentado perfeccionar mis jutsus para poder utilizar la mínima cantidad posible de chakra, cosa que aún no tengo perfeccionado.
Decidí dejar de malgastar mi Sharingan y utilizar mi modo normal, no todo quiero hacerlo con él. Admito que la puntería con el dojutsu es muchísimo mas fácil, puesto que ahora le erraba a todos los puntos.
Caí al pasto rendida, mi respiración estaba agitada y sentía mi pulso acelerado, estaba totalmente agotada, mi chakra había rebasado los límites.
No me quedaba energía para realizar jutsus, ni siquiera uno. Gruñí al ver que amanecía, intenté estar despierta pero no funcionó ya que me quedé dormida sobre el pasto sin darme cuenta.
Recuerdo haberme despertado por un movimiento, había abierto los ojos mirando todo borroso, solo reconocí una cabellera gris, pero luego no recuerdo nada.
Me senté en el futón... espera, ¿futón?, Yo estaba en el bosque...
Oh, ya entiendo.
Kakashi-sensei me encontró dormida en el bosque y me trajo hasta aquí.
Me dirigí afuera encontrándome con la mirada de todos.
— ¿Qué...? ¿Qué me pasó? —pregunté tocándome la cabeza.
— Estuviste en medio del bosque dormida. —informó Kakashi-sensei— Te traje hasta aquí. Naruto aún no regresa, ¿vienes?
— Claro.
Luego de un rato íbamos caminando por el bosque, nos habíamos separado, Sasuke y yo íbamos por un lado.
Pasamos al lado de una mujer sin darle importancia.
Sasuke paró y yo me detuve también, confundida. Él dirigió una mirada sospechosa. Miré al frente y vi a Naruto sentado en el suelo.
— Vaya, he visto muchas cosas raras durante mi vida, pero esta se lleva las palmas. —el rubio habló.
Sasuke le pegó en la cabeza.
— ¡Ah! Oye, ¿por qué hiciste eso?, ¡ya basta! —chilló.
— ¿Se te olvidó el desayuno? —le preguntó de brazos cruzados— Eres un perdedor.
Naruto rió mientras que Sasuke gruñía. Los miré confundida.
( . . . )
(Narrador Omnisciente)
— ¡Naruto! —llamó una pelirrosa junto a Kakashi— Conociendo a Naruto puede estar en todos lados. Y Sasuke al igual que Mei no han vuelto tampoco, me pregunto donde estarán.
Una kunai cayó a los pies de sensei y alumna. Ambos miraron hacia arriba, encontrándose con el rubio recostado en la rama.
— Wow, ¿Naruto puede escalar tan alto usando su chakra? —admiró— Es grandioso.
Kakashi suspiró. La rubia, sonriendo, apareció al lado del peli-plata.
—¿Qué opinan de eso? Estoy muy arriba para ustedes, digo, es muy grande la distancia —rió e intentó pararse pero estuvo a punto de caerse.
El Hatake se preocupó y Sakura gritó. Pero al estar por caerse se sostuvo con chakra desde la rama quedando boca abajo.
— Solo bromeaba. —comenzó a reír— ¡Cayeron!
— ¡Estábamos preocupados por ti, Naruto! —la pelirrosa gritó.
— ¿Por qué sospecho que todo esto va a acabar mal? — Kakashi murmuró para sí mismo.
"Una de dos, o está aplicando menos cantidad de chakra, o se está desconcentrando" pensó Mei mirando al rubio.
De pronto los pies de Naruto se despegaron de la madera.
Kakashi abrió los ojos asustado mientras que Sakura cerraba los ojos. Mei solo tenía una sonrisa en su rostro.
— ¡Ay! ¡Tenías que hacerte el gracioso!, ¿verdad, Naruto? —Sakura gritó enfadada al ver cómo su compañero se caía.
Mientras Naruto gritaba, el Uchiha apareció y corrió por el árbol, sujetando a tiempo al Uzumaki mientras que este quedaba casi en la misma posición que había hecho con anterioridad el rubio.
— Realmente eres todo un mediocre, Naruto.
— ¿Sasuke?
— ¡Muy bien, Sasuke! —chilló Sakura— ¡Eres el mejor!
— Si continúo cuerdo para cuando termine su entrenamiento, va a ser un milagro. —murmuró Kakashi sonriendo.
(Narra Mei)
Me pasé el resto de la tarde entrenando, había creado cinco clones de sombra que peleaban contra mí. A la cabeza se me venía la imagen de Zabuza.
"Ustedes realmente no han aprendido nada ¿verdad?, siguen jugando su jueguito, fingiendo ser ninja, cuando yo tenía su edad, ésta mano ya había triturado a muchos oponentes"
La ira me carcomía, ¿por que tenía que ser tan desalmado?
Él cree que estamos fingiendo, en la próxima batalla le demostraré el verdadero poder de Mei Haruno.
De un golpe eliminé a todos mis clones.
Fue tanta mi furia, que mandé chakra a mis puños para acabar de una vez a mis otros yo.
( . . . )
Capítulo Editado.
Los capítulos editados llevarán un • al principio del título.
Saludos, SophiiaB.
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