4| "Gaara; Shukaku"

— Capítulo 4 - "Gaara; Shukaku"

[Narra Mei]

Arena... desde hoy aborrezco la arena. Akatsuki por fin hace su primer movimiento: tenemos que capturar al Bijuu de una cola, el Ichibi, o mejor conocido como "El Shukaku", su Jinchuriki era Gaara. Sabía que si capturábamos al Ichibi, Gaara terminaría muerto, y con ello, Naruto y Sakura me odiarían de por vida, aún que se supone que esa es la idea. Por más que odiara a la aldea, sabía que los únicos culpables de todo eran los de los rangos superiores: El Hokage y los altos mandos, osea el consejo, por eso mismo me costaba odiar a mis ex-compañeros de equipo ya que no tenían nada que ver.

Quitándole importancia al asunto, el líder había decidido enviarme a capturarlo junto a Deidara y a Hiruko, que en realidad era Sasori metido en una marioneta. Cómo por el momento no tenía una pareja en Akatsuki, me enviarían a misiones junto a otro par de miembros.

Silencio... es lo único que se escuchaba además de nuestros cascabeles sonando. Las huellas se marcaban levemente en la arena y ciertamente esto era una pista para encontrarnos, pero si eso llegara a ocurrir, yo avisaría a mis compañeros. 

— El que está en este lugar será el primero por lo visto. —habló Deidara— El que enviamos a eliminar a Orochimaru tendrá que esperar en cualquier caso, nos traicionó, y ha comenzado a actuar, hm.

— Supongo que ya es inútil. —comentó Sasori— Ni yo sé lo que pasa una vez aplicado ese jutsu ¿Estás seguro con que coloque ahí en ese morral bastará? Nuestro enemigo posee al jinchuriki.

— Cada uno de mis jutsu es una obra de arte, pero para estar seguros traje conmigo mi obra maestra, hm. —habló abriendo su bolso y metiendo su mano allí— No podemos arriesgarnos cuando nuestro oponente es el de una sola cola. 

— Y no solo eso. —comenté yo con voz fría— Por lo que me enteré es el Kazekage, no hay que subestimarlo. 

Sinceramente no creo que Deidara pueda derrotar a Gaara con una simple explosión, su defensa es arena, por lo tanto en cuanto él le tire arcilla es obvio que se va a proteger, y teniéndola en completa disposición, ciertamente era un enemigo peligroso, sin embargo, no dudaré en meterme si Deidara llegara a salir "lastimado", después de todo es nuestra misión capturarlo como sea.

(...)

Nos íbamos acercando más y más, incluso puedo ver la enorme muralla de arena frente a nosotros, y muchos shinobi vigilando. Sin embargo, seguía todo en silencio, solo se notaba el sonar de los cascabeles. 

— Guardias. —advertí con el Taigaai en mis ojos.

Todos subimos la mirada, encontrándonos con las suyas. Ellos se pusieron alertas, pero no duró mucho. 

Antes de poder entrar, vimos a un shinobi posándose en frente de nosotros con sangre en sus ropas, y por lo que pude ver, muchos shinobi muertos atrás.

— Buen trabajo, Yūra. —felicitó Sasori— Te acuerdas de mí, supongo.

— Claro, Sasori-san, lo recuerdo. 

— Por supuesto que recuerda, si no fue así el jutsu no hubiera resultado, hm —aclaró Deidara. 

El tal "Yūra" se inclinó ante nosotros. 

— Tus recuerdos han vuelto, eres un sirviente fiel. —comentó mientras el shinobi volvía a ponerse de pié. 

Nos hizo una seña, de que pasemos. Primero fue Deidara, luego Sasori y al final yo. 

Al adentrarnos, Deidara extendió su mano, haciendo que en la boca de esta saliera una bola de arcilla, este la comenzó a moldear.

— Todo está listo. —dijo con un pájaro de arcilla sobre su mano.— Bien, ya está, hm.

— Desde aquí podrán ver, Sasori, Mei. Tranquilos, hm. 

Hizo dos sellos y el pájaro de arcilla se agrandó. Deidara saltó y se subió sobre su ave.

— Déjenme a mí. —comentó sacándose su sombrero— Atacaré desde arriba. Hermoso ¿no? ¿Que opinan de mi creación, hm? 

— Solo no me hagas esperar mucho, Deidara. 

Deidara soltó una risilla, mientras yo me quedaba en silencio.

— ¿Algo que aportar, Mei? —preguntó Deidara, mirándome.

— El jinchuriki tiene como defensa la arena. —comenté sin inmutarme— Cabe decir que es muy hábil, es débil cuerpo a cuerpo, pero creo que ambos están en las mismas condiciones.

Antes de retomar vuelo, Deidara gruñó al percatarse de mi tono burlón. 

Ambos se empleaban en ataques a larga distancia, y Gaara se defiende con la arena en los ataques a media o corta distancia, un enemigo al que no hay que subestimar. En cambio Deidara lo único que hacía era pirotecnia, no tenía nada con que defenderse, por lo tanto esa era una ventaja hacia el enemigo. 

Desactivé el Taigaai y activé el Sharingan, alerta a cualquier movimiento. Me senté en el suelo con una pierna plegada y la otra estirada, con mi codo reposando en la plegada. 

Se sintieron explosiones, por lo tanto determinaba que Deidara había logrado infiltrarse. Sonreí de lado.

— Conociendo a Deidara.. —comencé a hablar en un tono tranquilo— Esto durará para rato. 

— Puede ser. —respondió.

De un momento a otro, arriba de la aldea comenzó a hacerse notar arena. Por lo tanto esto indicaba que la pelea había comenzado. 

— Oh, van a aplastar a Deidara, no podía dejar de armar todo un espectáculo. Yūra, tienes que irte. Si te encuentran aquí se complicarán las cosas. 

 — Hai, Sasori-san.—desapareció.

— El espectáculo empezara cuándo Deidara se digne a hacer su pirotecnia. —comenté a mi compañero.

Sasori me miró de reojo, asintiendo. 

— Date prisa, Deidara. —murmuró— Sabes que no me gusta tener que esperar. 

Minutos después, las explosiones que mi compañero decía ser arte, comenzó, o mejor dicho, el show de los fuegos artificiales.

(...)

Todo había acabado, lo sé por que a último momento activé mi Taigaai y observé a Deidara con Gaara en el pico del ave. Y cabe decir que Deidara perdió un brazo, lo que se me hizo extremadamente gracioso, sin embargo, no mostré mueca alguna. Es obvio que luego Kakuzu le cosería el brazo, y si no, lo tendría que hacer yo, un tremendo fastidio. 

Explosiones se divisaron en el cielo, los shinobi de la aldea se pusieron a atacar con flechas explosivas, o algo así me pareció ver. Pero luego se detuvieron. 

— Misión cumplida. —susurré lo suficientemente alto como para que Sasori me escuchara.

— Listo, misión cumplida, hm —informó Deidara sobrevolando en nuestra dirección.

— Llegas tarde. ¡Te dije que no me hicieras esperar! 

La cola de Hiruko iba a impactar contra la cabeza de Deidara, si este no se hubiera agachado quizá en estos momentos estaría muerto, algo que quería ver, sería bonito verlo decapitado.

— Tranquilo, gruñón. —comentó y luego miró a Gaara—  Ese chico era demasiado fuerte, hm.

Quería burlarme, sin embargo, Sasori habló primero. 

— Lo sé, tal vez la próxima vez nos escuches. —recriminó Sasori.

— ¿Ya está todo listo? —preguntó. 

— Por supuesto. —afirmó con un tono obvio— He tenido mucho tiempo. Ha diferencia de ti, yo si sé lo que estoy haciendo.

— Hm, muy bien.

— Es mejor irnos, en cualquier momento aparecerán por aquí. —atisbé sin rastro de sentimiento alguno.

— Entonces vámonos, hm. 

Deidara se bajó de su ave de arcilla y emprendimos camino con el ave y el jinchuriki a la par. 

— Ahora si ya no regresaré nunca. —murmuró para sí mismo Sasori, sin embargo logré oírlo.

Deidara se colocó de nuevo su sombrero mientras sentía varios chakras detenerse. 

Sonreí de lado al ver que habían caído.

— Suena como que alguien acaba de caer en tu trampa, Danna, hm. 

— Por supuesto. Justo ese es el chiste de las trampas. 

— En eso tienes mucha razón. 

Estornudé. 

Deidara me miró de reojo. — Parece que tienes un resfriado, hm.

— No ha sido nada, solo un simple estornudo. 

— Hm, o alguien está hablando de ti.

— Quizá. —respondí seca.

Sentí un chakra poniéndose en movimiento, lo reconocí como uno de los hermanos de Gaara.

— Un chakra se ha puesto en movimiento. —articulé mirando de reojo hacia atrás, sin ningún döjutsu activo.— Es titiritero, ya tienes un nuevo oponente, Sasori-san.

— Hm. 

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó Deidara brusco— Sin tu querido döjutsu no puedes percibir chakras, hm.

— No solamente tengo los döjutsu, Deidara. —murmuré sin perder la calma— Al ser de un clan como el Shizen, también me especializo en ser ninja sensor.

— Para ser una niñita de quince años eres bastante astuta. —murmuró Sasori.

— Depende de quien lo diga, Sasori-san. —murmuré. 

Deidara se limitó a gruñir por lo bajo. 

(...)

Nos detuvimos, ya de día. 

— Sasori, ¿Qué sucede?

— No me explico como es posible que nos siguieran.

La razón era que al ver mis advertencias pusieron huellas de más para confundirlos. 

— No se muevan. —dijo una voz ajena.

Los tres le dirigimos una mirada.

— Al fin los conozco. —miró a su hermano—  ¡Liberen a Gaara ahora!

— Deidara, adelántense. —saltó hacia enfrente de Kankuro.

Sonreí de lado, sus marionetas no servirán contra Danna, Sasori-san es un maestro en las marionetas, o mejor dicho, en las muñecas. 

Kankuro desenvolvió sus pergaminos. — ¿Quieres ver un show de títeres?

Tres muñecas salieron de los pergaminos, conocidos como "Cuervo" "Hormiga negra" y "Salamandra", pobrecillo, ¿Acaso no sabe que Sasori-san sabe los fuertes y debilidades de las tres marionetas? Él las creó.

— ¡Lo repito, entréguenme a Gaara ahora! 

(...)

Una de sus marionetas estaba ya atravesada por la cola de Hiruko, mientras Deidara y yo estábamos en su pájaro de arcilla.

— Te mueves tan rápido como El Cuervo, estoy impresionado. —habló Kankuro.

— La araña debe ser tan rápida como la mosca. —murmuró Sasori.

— Ya recuerdo, hm. Se supone que este Jinchuriki tiene un par de hermanos, y uno de ellos es maestro en títeres. Ese debes ser tú, supongo, hm. Te llamas.. ¿Kantaro? ¿no? o ¿Kanpachi? o algo así.

— ¡Soy Kankuro! —gritó.

Kankuro zafó del agarre a la marioneta y la volvió a unir con los hilos de chakra. Iba a atentar contra nosotros, pero Sasori lo volvió a estampar en el suelo. 

— Olvídate de ellos, tu oponente soy yo. —murmuró— ¡Deidara, quita esa cara de baboso y váyanse! ¡Váyanse de aquí!

— ¡Bien! Te lo dejo a tu criterio, hm. —le dijo para luego susurrarme— Y a ti no te dice nada, hm. 

Lo miré con indiferencia mientras este retomaba vuelo. 

— ¡¿A donde van?! —sentí que gritaron.

— Dije-que-tu-oponente-soy-yo. —remarcó, impidiéndole el paso. 

(...)

— Danna, se te hizo tarde, hm. ¿Qué pasó? Creí que no te gustaba hacer esperar a la gente.

Deidara estaba sentado en una mini cueva, mientras yo estaba parada al lado de ella. (de la cueva, obviamente, no hablo de Deidara) Sasori se venía acercando.

— Así es. Pero el tiempo vuela cuándo te diviertes. 

Lo miré con curiosidad.

— ¿De qué estás hablando? —preguntó serio.

— Ah, no importa. Tu ya acabaste con tu misión, ¿correcto? Ya tienes al Ichibi. Una vez que termines todo será mi turno. —Deidara se levantó. 

— Si, pero Sasori, al que tu persigues. 

— Aún no sé en donde está, sería más sencillo si me saliera al paso. 

— Bueno, supongo que sí. ¿Qué clase de Jinchuriki dijiste que era? 

— Eso no importa, aún que no podamos encontrarlo nadie se quejará. Siempre y cuando pueda atrapar otro.

Miré la parte inferior de la tela de Hiruko, parece que logró quitarle un pedazo, puesto que con el viento se levantó y se reflejó la mandíbula de la marioneta. 

— ¿Nadie está herido verdad? —pregunté sin emoción, después de todo debía servir de algo.

— No. —negaron ambos.

— Bien, vámonos. —ordené.

(...)  

Por fin habíamos llegado a la guarida, estábamos enfrente de ella, a unos metros sobre una roca. 

— Al fin llegamos, hm.

— Vamos.

Los tres saltamos hasta el agua y luego comenzamos a caminar, con el ave enfrente de nosotros, adelantándose.

Nos detuvimos en frente y Deidara hizo la posición de manos para abrir la roca. El anillo hizo contacto con el sello que estaba pegado a ella y la roca subió. Nos adentramos con el ave pisándonos los talones.

Este paró en frente de nosotros, aterrizando. 

— Llegan tarde. —El holograma de Pain apareció.— Debemos darnos prisa. 

— Resulta que el Jinchuriki era más poderoso de lo que esperábamos. —habló Deidara.

La roca se bajó. 

El ave desenrolló su cola y el cuerpo moribundo de Gaara cayó hacia el suelo, el pájaro desapareció en una bola de humo mientras el holograma de Pain se acercaba en frente del Jinchuriki.

El líder hizo las señas correspondientes y apoyó su mano en la tierra de manera brusca, mientras salía una escultura que se hacía llamar "Gedō Mazō " (Estatua demoníaca del camino exterior), Deidara, Sasori y yo nos quitamos los sombreros. 

— Bien, reúnanse. —llamó a mis compañeros.

Los hologramas de los demás aparecieron en cada dedo correspondiente al anillo, nosotros tres nos posamos en los lugares correspondientes, mientras yo ocupaba el lugar que le pertenecía a Orochimaru.

— De acuerdo. ¿Comenzamos? 

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¡Hola! Nuevo capítulo, y esta vez les traigo la captura del Shukaku :3 ¿Cómo les pareció? 

Quizá esperaban más, pero .. Este capítulo fue más largo que los anteriores, denme créditos por eso (?) Okay, no. (Para que sepan los anteriores capítulos no sobrepasaban las 1500 palabras y este rebasa las 2000) 

Técnicamente este capítulo vendría a ser relleno pero.. ¡Aparecieron Sasori y Deidara! O-O

¡Apareció el sexy pelirrojo y la rubia diva!

Estoy feliz por que ya tengo 100 seguidores y en la primera temporada ya casi llego a los 1k de votos y ya hay 10k de vistas <'3 Juro que estoy emocionada, y acá no falta mucho para los cien votos, de verdad, estoy ultra mega feliz. Además agradezco los lindos comentarios que hacen, y si ven alguna falta o algo que corregir, les pido que no duden en avisarme <3 

Creo que la segunda temporada voy a narrarlo con el punto de vista de Mei, hasta previo aviso creo que no cambiaré la forma de narrar :3 (No es por que se me dificulte ni nada, pero creo que es más cómodo para mí narrarlo como si yo fuese Mei) 

Voten y comenten su opinión, onegai :D 

» SaludosSophiiaB ♥ «



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