22| "Él nos cuida"

  Para ponerle más sentimiento, coloquen la canción que está en multimedia cuando les avise <'3

— Capítulo 22 - "Él nos cuida" 

Comencé a correr, la oscuridad me inundaba. No sé por que corría, solo lo hacía y ya. 

Sentí como mis pies chocaban contra el suelo frío y mojado, sólo sentía el caer de la lluvia y el dolor de no detenerme, mi respiración se agitaba, buscando oxígeno, sin embargo sentía mis pulmones que dolían por el frío que entraba en mi boca. 

De pronto me detengo, sintiendo dos llantos.

— ¿¡Hikari!? ¿¡Akane?! —grité, sin poder contenerme. Mi rostro se sumió en una mueca de preocupación.

Los llantos cesaron, y el amanecer comenzó a iluminar mis pasos. Sin embargo, no podía avanzar ni retroceder, quedé estancada en ese lugar. 

Una sombra apareció entre los árboles, sólo sé que un montón de cuervos comenzaron a formar una silueta.

— ¿Itachi-kun? —murmuré, audible.

Al escuchar mi murmullo, la silueta comenzó a caminar hacia el lado opuesto del cual me encontraba yo, su coleta se mecía levemente.

— ¡Itachi! —grité, más segura. Éste se giró levemente y me sonrió, sin embargo, no se detuvo.

Comencé a correr, intentando alcanzarlo, sin embargo por más que corría, no parecía estar ni un poco cerca de él.

— ¡Itachi, detente! 

Las lágrimas fluyeron sin poder retenerlas, y su silueta comenzó a  desfigurar, formando unos cuervos que se fueron volando hacia el cielo.

Me dejé caer de rodillas, llorando a más no poder. 

De pronto el cielo se oscureció y comenzaron a caer cascadas de agua, al igual que mis mejillas. Comencé a maldecir, maldecir por no haber podido hacer nada, por ser tan inútil, por dejar que las personas más importantes para mí se perdieran.

Por que después de todo, me las arrebataron. 

Además de haber sido tan inútil como para no defenderlos, no podía ni siquiera vengarlos.

( . . . )

(Coloquen la canción)

Me senté en mi cama despacio, mientras seguía sollozando por el sueño.

"¿Porqué me recuerda todo a él?"

Toqué el collar que me había colocado que era de él, y lo apreté más contra mí, temiendo perderlo.

"Hasta los sueños se ponen en mi contra, no puedo levantarme simulando que era una pesadilla lo que le sucedió, por que mis sueños me lo recuerdan"

— ¡Mei-chan! —gritó Nanako, que sin haberme dado cuenta estaba al lado de las cunas de las bebés.

Me limpié rápidamente las lágrimas.

— ¿Qué sucede? —pregunté mirándola.

— Vine a ver a las bebés, estaban llorando y tú parecías estar en un sueño profundo. —dijo— No te desperté por que debías estar cansada.

Con que era eso.. — Está bien, gracias.

— ¿Porqué llorabas? —preguntó preocupada— Cuando entré te vi sollozando dormida, y murmurabas el nombre de Itachi.

Apreté los puños contra las sábanas. — Nada... Sólo un sueño.

— Quiero que sepas, Mei-chan, que para lo que sea, tus hijas están aquí, y yo también.

Asentí, sabiendo que ellas no podrían comprenderlo aún.

— Está bien, Nanako, no hace falta que te quedes a cuidar de las niñas, sigue con lo tuyo.

— Según Tobi, Sasuke-kun solicitó que se reunieran  los miembros que quedaron de Akatsuki, parece que su equipo Taka, quiere hablar con ustedes, o como dice Tobi, proponernos algo.

Asentí. — Está bien.

— Etto.. —murmuró— ¿Puedo quedarme a cuidar a las niñas? No es que me interesara mucho el tema, y tu tienes que participar, después de todo..

— Si, está bien. —la corté, sin tener ganas de escucharla— Por favor, Nanako, ¿Podrías retirarte? Gracias.

Ésta suspiró y asintió. — Vendré media hora antes de la reunión, hasta ése entonces.

Sin hacerle caso, me situé junto a las cunas, miré un punto fijo de la cuna, esperando sentir la puerta cerrarse, cosa que sucedió un par de minutos después.

Hikari y Akane dormían, a pesar de todo, ellas eran muy tranquilas. Y lo agradecía eternamente.

Supongo que ambas heredaron la actitud de él, suspiré cansinamente. 

Aún no podía asimilarlo del todo, simplemente, no tenerlo conmigo se me hacía extremadamente doloroso, y no creo poder soportarlo, sin embargo, lo tenía que hacer, por que si no lo hacía, me hundiría mucho más en la oscuridad, por que antes de que él muriese, él me sostenía para no caer del todo, pero ahora que no está, no sé que haré. 

Supongo que ellas evitarán hundirme. Sonreí inconscientemente, ambas son muy especiales para mi, si no pude proteger a mi clan, a nii-san, a oka-san a oto-san, a Akane, a Itachi, sin dudas a ellas las protegeré hasta que no respire. 

Me mantendré aquí hasta la reunión, pasaban mucho más tiempo con Nanako y menos conmigo, y se supone que yo soy la madre. Pero supongo que el soporte que me sostenía se destrozó.

Alcé en mis brazos a Hikari, despertándola, sin embargo Akane no se despertó.

Ésta me miraba con ojos curiosos y me sonrió al reconocerme.

— Ohayo, Hikari. —sonreí tiernamente— Nee, eres igual a tu padre, ¿Sabías? 

La niña, como si me entendiese sonrió aún más. 

— Espero que algún día lo conozcan, tú y tu hermana. —besé su frente y esta tocó mi rostro.

Mantuve mi mirada en su orbes ónix, sin duda, se parecía mucho a Itachi.

La dejé en su cuna, luego miré a Akane, quien seguía en un profundo sueño.

— Creo que la dejaré dormir, si salió a mi, lo más probable es que se enoje. —sonreí divertida, hablándole a Hikari como si ella pudiese entenderme. 

Me agaché en la cuna de mi bebé rubia y besé su frente, ésta se removió, más no se despertó.

Acaricié la mejilla de Hikari, y ésta cerró sus ojitos, durmiéndose.

Me senté en mi cama, pegué las rodillas a mi cuerpo y las abracé. Metí mi cabeza dentro de ellas. Sentí un tacto en mi cabeza, saqué la cabeza confundida, sin embargo no había nadie. 

De pronto el aire se hizo acogedor, tal y como me sentía cuando estaba entre sus brazos, sonreí inconscientemente mientras sentía mis mejillas mojarse, una ventisca pasó haciendo que mis lágrimas se secaran.

A pesar de todo, él estaría aquí cuidándonos. 

— Como te extraño, Ita-kun. —mantuve mi sonrisa, sintiendo su presencia en la habitación.

Me recosté en mi cama y cerré los ojos, al fin pudiendo dormir en paz. 

( . . . )

(Pueden quitarla)

Era de noche, estaban todos los de Taka y de Akatsuki sólo Tobi, Kisame y yo.

Sasuke se sentó en un "trono" que había en los lados de la mesa de piedra en la que estábamos.

El equipo Taka estaba en el lado izquierdo de la mesa, y Sasuke en la esquina, sentado, y nosotros, los miembros de Akatsuki, nos encontrábamos a la derecha, yo al lado de Tobi, y al lado de éste, estaba Kisame.

— Falta un miembro de Akatsuki. —habló Sasuke.

— Está ocupada. —me adelanté hablando fríamente, haciendo que éste me mirara.

— Tsk, como sea. —me miró con sospecha, y luego miró al frente— Nosotros, Taka, vamos a destruir a Konoha. 

Tobi se sentó en la mesa, mirando fijamente a Sasuke. 

— Eso dices, ¿Pero cómo vas a tratar de hacerlo? 

— Vamos a asesinar a los ancianos. —habló— Los otros no son de nuestro interés inmediato.

Lo miré interesada.

— Si apuntas alto, los de abajo les harán de escudo. —habló Kisame— No será fácil. Ustedes, los llamados "Taka", no tienen fuerza suficiente para eso. 

— Kisame-sempai. —interrumpió Suigetsu— No deberías subestimarnos. Todavía no hemos acabado nuestro último juego. Esta vez, voy en serio...

— ¡Detente, Suigetsu! —exclamó Juugo.

Suigetsu saltó por sobre la mesa, se desplazó sobre esta hasta llegar a Kisame, donde lo quiso atacar, pero Óbito frenó el ataque con el brazo, dejando a Suigetsu sorprendido.

— ¡Sasuke! No los has entrenado bien. —reprochó Tobi.

— ¡Suigetsu! —gritó la pelirroja— ¿Eres estúpido? Este no es el lugar. 

El susodicho se giró y le respondió groseramente. — ¡Mi objetivo es su Samehada! ¡Estoy con Sasuke solo para poder obtener eso! 

— Sasuke... —llamó Juugo— ¿Qué vas a hacer?

— Muy bien... Ve por él si es lo que quieres, Suigetsu. Probablemente aún no puedes vencerlo.

Kisame soltó una risita.

— Oh... Muchas gracias, Sasuke. Sólo espera, pronto te daré unas sabrosas escamas de tiburón. 

— A Akatsuki también le falta poder. —dijo Tobi después de haber des-inmovilizado la espada del mitad-tiburón.— Me gustaría evitar escaramuzas innecesarias. 

Suigetsu se sentó con su brazo rodeando su espada. — Hhmp, entonces no deberían criticar a los demás.

— Tenemos intereses comunes. —habló Óbito mirando al que recientemente habló— A partir de ahora, Taka trabajará junto con Akatsuki.

— ¿Y qué hay para nosotros? —interrumpió Sasuke.

— Les daremos un Bijuu.. 

— ¿Bijuu? —preguntó el azabache.

— ¿No sabes sobre ellos? 

La pelirroja se metió. — ¡Lo sé! Es como el Kyuubi, con chakra que se manifiesta físicamente como colas, son mons-..

— ¿En otras palabras? —Sasuke interrumpió.

— Son monstruos de chakra. —explicó Obito— Originalmente, Shodaime Hokage obtuvo varios de ellos, y los mantuvo bajo su control. Cada vez que había amenaza de una gran guerra ninja, el Hokage Hashirama los usó para mantener el balance de poder, y los distribuyó en varios países comenzando con las cinco grandes naciones, como prueba de alianzas o acuerdos. Podrías llamarlo el arma definitiva de Chakra. No es una mala propuesta. 

— Eso es bastante generoso. 

— Sin embargo, si traicionan a Akatsuki, van a morir por eso. 

— Hmph. 

— Hay nueve Bijuu en este mundo. —hablé— Akatsuki hasta ahora ha obtenido seis, así que faltan tres. 

— Akatsuki y Taka se dividirán para cazar a los tres que restan. Ese es nuestro objetivo inmediato. 

— Todavía no tienen al Kyuubi, ¿cierto?

— Taka capturará al Hachibi. —habló Obito pasando de su pregunta— Akatsuki cazará al resto, incluido Naruto.

( . . . )

— Sasuke. —lo llamé, al ver como estaba apunto de entrar a la cueva. Los miembros sobrantes me miraron raro, a excepción de la pelirroja, que me miró con rabia.

Éste se giró y me miró, esperando que hablara.

— Quiero enseñarte algo. —dije— Ya sabes, se trata sobre él.

Sus ojos ónix, iguales a los de su hermano, me miraron desconfiados.

— Está bien. —miró a su equipo, y sin esperar a que éste les dijera algo, Suigetsu tomó a la pelirroja que se quería abalanzar sobre mí, y junto con Juugo se marcharon.

— Vaya que a donde quieras que vayas encuentras admiradoras. —murmuré burlona, caminando a la guarida— Sígueme.

Caminé unos cuantos pasillos, con los pasos de él pisándome los talones. Al llegar a la habitación, la abrí, mirando a Nanako que se encontraba ahí le hice una seña para que luego que entrara Sasuke se fuera, esta asintió.

Le dejé paso al azabache, quien entró con desconfianza, escaneó la habitación y luego a Nanako salir de ella, su mirada pasó a las dos cunas que se encontraban al rincón de la habitación, quedando muy sorprendido, éste se acerco hacia ellas y las miró, aún con sorpresa.

Cerré la puerta. — Si, son de él, y mías. La rubia se llama Akane, y la morocha, Hikari.

Sasuke quedó en silencio.

— Son tus sobrinas.

— Deberás estar muy afectada. —murmuró.

— Lo extraño como no te das una idea. —murmuré, acercándome a las niñas, que se encontraban despiertas, mirando a su tío.

— Lo vengaré. —murmuró— Ahora tengo dos razones más para hacerlo.

— ¿No te importa destruir la aldea por la cual Itachi se sacrificó? —pregunté con los ojos cristalizados.

— Me importa destruir la aldea que mató a Itachi. —dijo, mirándome con frialdad, para luego salir.

Yo solté un suspiro. 

"Lo siento mucho, Itachi-kun, no voy a poder detener a tu hermano".

(. . .)

¡Nuevo Capítulo!

No quiero poner excusas ni nada, así que pasemos directamente al capítulo.

Con la canción "Yura Yura" —la de multimedia— lloré al escribir la escena la cual se manifiesta Itachi, realmente me sentí tocada y perforó mi kokoro</3

Sin dudas, ésa escena fue mi favorita del capítulo.

¡Sasuke ya se enteró que tiene dos sobrinas!

Ahora aumentaron sus ganas de venganza u_u

Shoremos <'3

¿Creen que todo se tranquilizó, que ya no habrán más tristezas? ¡Se equivocan! A lo largo de lo que queda de la novela verán >:D 

Tranquilas, las niñas estarán bien..

Espero les haya gustado este capítulo.

Voten y comenten su opinión.

Saludos, SophiiaB.




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