•06•

Fui al área de maquinaria, todos al verme  tenían una mirada de duda y asombro en su rostro, apuesto a que pensaban que colapsaria.

- ¿Estas bien, Hamilton?- cuestionó Mack llegando junto a mi

- Mejor que nunca- asenti con rapidez

- Bien, preparen protocolos de emergencia, ¡Y nadie puede acercarce al agua!- ordenó Mack

- Me hubiera gustado ese protocolo desde un inicio- murmure para mi bajando de las escaleras

- _____- Dj me llamo, así que me acerque a el- ¿Qué no es imposible que esa cosa viniera hasta la superficie?- pregunto confundido

- Mención de esto sólo una vez y apuesto a que lo recordarás, la parte que encontramos del mar, la termoclina, es una pequeña parte de todo un inmenso mundo marino, te apuesto a que hay cosas peores que un megalodon- explique sería

- Pero eso no responde mi pregunta- fruncio el ceño

- Es porque no es importante- dije encogiendome de hombros

Tenía una idea en mi mente de como esa cosa había cruzado, pero ya no había nada que hacer, estaba en nuestro mundo.

- _____, se como cruzó- Jaxx apuntó a su computadora- ¡Vengan a ver!- llamo a los demás- Cuando el sumergible subió, la capa de la termoclina estaba intacta y estaba a un grado centígrado, pero un minuto después, cuando el evolución subió, la temperatura aumento a veinticinco grados

- Abriendo una puerta entre la termoclina y nuestro océano- comente obteniendo un asentimiento por parte de Jaxx

- Un tiburón como este, pudo haber pasado por ahí- aseguró la chica- Es mas, veinte tiburones

Abrí mis ojos muy ampliamente.- Lo dices teóricamente, ¿Verdad?

- Si, tranquila- sonrió a medias

Escuche pasos detrás de mi, me gire un poco, topandome con Jonas. El cual ya estaba junto a mi.

- ¿Alguna idea?- lo mire atenta

El asintió.- Cuando el Meg golpeó al Origen rompió una fuente hidrotermal- respondió Jonás

- Esas pueden liberar millones de litros por minutos, el calor de esa fuente, se abrió paso por la capa de agua congelada- explicó el Dr. Mimway

- ¿Abrimos una super autopista para tiburones gigantes?- cuestionó Morris

- Sólo uno, señor, ¿No lo escucho?- cuestióne mirandolo mal

- Ella tiene razón, después de que esa cosa paso, la termoclina volvió a su temperatura normal y se cerró- explicó Jaxx

- Si, pero no antes de que una máquina asesina prehistórica decidiera subir a saludar a todos- dijo Dj con sarcasmo

- Perdemos el tiempo, esa cosa está allá afuera- hablo Jonas con un tono serio- Debemos exterminarla

- No- dije de incendios atrayendo la atención de mi grupo

- ¿Qué?- cuestionó Jonas

- Lo que hago es investigar nueva vida en el mar, cosa que no me agrada mucho. Perdí a Toshi ahí abajo, pero descubrimos al Meg, se lo que puede hacer, pero primero nosotros investigaremos. Necesitamos opciones no letales para cazarlo- comente con prisa

- ¿Para el Meg o para nosotros?- pregunto Jonas con seriedad- Tu dijiste una vez que todos los tiburones son iguales y sólo quiere una cosa... comer

Aunque quisiera negarlo, había dicho eso, eran cazadores natos y estaríamos en el mundo del megalodon.

Una señal de alerta sono en el lugar, uno de los hombres que revisaba las señales de botes, informó que tres habían caído.

- Es el Meg- aseguró Jonas- Hay que llegar allá ahora

- ¿Todos?- pregunte confundida

- Todos- dijo Morris

[...]

Ahora cruzabamos el océano en un gran bote, estaba recargada en la orilla del barandal, dándole la espalda al mar y mirando al blanco piso del barco.

- ¿Porque no miras?- pregunto Morris sentadoce junto a mi

- ¿Bromea?- levanté mi mirada- ¿No entiende que tengo Talasofobia? No colapsó por profesionalismo, Señor Morris, así que le pido que me deje y no estorbe- me levanté sin mirar a mi alrededor.

Minuros después, Jaxx informó que habíamos llegado, tuve que mirar, pues todos lo hacían. Frente a nosotros había pedazos de un bote destruido y algunos tiburones pequeños sin aletas.

- Eran cazadores- comente ladeando un poco la cabeza

- _____ tiene razón, ellos les cortan las aletas y los lanzan al agua para que mueran, todo por un plato de sopa- explicó el Dr. Minway

- Me parece que el Meg los vengo- comentó picando un brazo del agua

Me gire de inmediato.- Puede sólo dejar eso- pedí con prisa, mientras trataba de respirar, puesto que ese recuerdo volvía a mi

*
El día era soleado en la playa, mi hermana y yo habíamos decidido venir a surfear, su concurso se aproximaba y yo le ayudaba con eso.
Nuestras tablas estaba enseradas y nosotras listas para entrar, amaba el mar, sentir el agua fresca rozar mi piel, era asombroso.
Entramos corriendo, nos gustaba hacer carreras en las olas, para después, recostarnos sobre la tabla y ver a los peces y corales debajo de nosotros.

- ¿Lista, Alana?- pregunte con una sonrisa

- Siempre lo estoy- asintió y se levantó

Una ola venía, era alta, las preferidas de mi hermana, nos preparamos, nadamos un poco y al acercarce la ola, logramos pararnos sobre ella con las tablas.

[...]

El tiempo paso, Alana seguía practicando, la gente apenas comenzaba a llegar, yo decidí quedarme a descansar sobre mi tabla, mientras mi hermana seguía en lo suyo. Mire un poco debajo de mi, observando a los peces pasar entre mis pies, pero algo no andaba bien, se movían muy rápido, como si huyeran de algo.

Me gire un poco y ahí lo vi, siguiendo a Alana, un tiburón blanco. No sabía que hacer, así que mi logica me abandonó.

- ¡Alana, cuidado!- grite apuntando detrás de ella

Mi hermana giró, se distrajo y cayó de su tabla, yo no lo dude y baje de la mía, nadando con rapidez hacia donde estaba, el tiburón la seguía, se acercaba cada vez más.

- ¡_____!- grito con dificultad, pues el agua no le permitía hablar y nadar al mismo tiempo

- ¡Todo estará bien!- asegure nadando aún más rápido

Sacando todas mis fuerzas, logre llegar con mi hermana, permiti que ella nadara delante de mi, pues una ola muy alta nos alcanzaría y así fue.
Debajo del agua, vi al tiburón acercarce a mi, sus ojos negros penetrantes fueron mi pesadilla en ese momento, su mandíbula se abrió tanto que pensé que iría directo a mi cara, pero no fue así, y me tomo por la cintura, dejando un rastro de sangre.

[...]

No supe como es que sobreviví, pero desperté en el hospital, con una gran venda en mi vientre. Mi hermana tenía las lágrimas marcadas en sus mejillas, al igual que mi madre y mi hermano, los cuales dormían. Mire al otro lado, topandome con la ventana, la cual daba directo al mar, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y mi corazón acelerarce, desde ese día, todo cambio en mi.

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