Capítulo No.45


Jericho miro el lugar, era hermoso, dibujos y pinturas por todos lados, la pared tenía algunos pósters de bandas y dibujos que supuso el había pintado, tenía algunas fotos de Ban y sus amigos, la cama y el ropero.
-¿Te gusta?- dijo Ban
-¿Que si me gusta? Me encanta- dijo Jericho emocionada
-Cada vez que vengo lo arregló de nuevo- dijo el
-Lo entiendo- dijo Jericho, pero su vista se fijó en el dibujo a mano que había en un cuadro diferente, llamaba la atención en cuanto lo veías- ¿eres tú?- dijo Jericho señalandolo, Ban volteo hacia donde señalaba
-Si, hay esta Selion, Senett la hija de Nadja y yo- dijo Ban, Jericho lo miro interesada- la pinté hace tiempo, de pequeños pasábamos mucho tiempo juntos Senett era más apegada a nosotros que sus hermanos por ello decidí pintarla a ella junto a mi hermano y a mi... ella me hizo sentir en casa tal como los demás- dijo feliz
-Me da gusto que todo este así de bien aqui- dijo Jericho sonriendo
-Exactamente, ahora todo está bien- dijo el y la abrazo..

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Después de la cena Ban y Jericho se dirigieron al cuarto, Ban tomó una cobija y una almohada de la cama
-¿A donde vas?- dijo Jericho riendo
-A la sala- dijo Ban sonriendole
-¿Que? ¿No dijiste que esta era nuestra habitación?- dijo ella riendo
-No quiero incomodarte- dijo el y trato de salir pero Jericho lo tomo del brazo
-No es la primera vez que nos toca dormir en la misma habitación, incluso hemos dormido en la misma cama- dijo ella con la ceja alzada
-Bien, traeré el colchón inflable- dijo mientras dejaba sus cosas en la cama, Jericho no dijo nada y lo vio salir de la puerta..
Unos minutos después ambos estaban acostados
-¿Seguro que quieres dormir en el suelo- dijo ella
-Esta bien Jericho- dijo Ban riendo
-Podemos cambiar el lugar- dijo ella y se sentó en la cama
-Papá me mataría si se entera, yo mismo lo haría si te hago caso- dijo riendo tambien sentándose en el colchón inflable
-¿Y si duermes conmigo?- dijo ella y sus mejillas se sonrojaron
-¿Tienes miedo o algo así?- dijo el sonriendo con sorna
-En realidad no, pero se de buena fuente que puede darte un resfrío si duermes en el suelo- dijo ella riendo
-Lo averiguaremos mañana- dijo el volviendo a acostarse
-Como quieras- dijo ella y volvió a acostarse
Ambos se cobijaron y a los pocos minutos se quedaron completamente dormidos

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El primero en despertar como siempre fue Ban, maldecía a Jericho, había despertado con su nariz constipada, ese monstruo tenía razón, no debió dormir en el suelo, la vio dormir de forma placentera con una sonrisa.
Siempre lo iba a creer, Jericho se veía tan angelical cuando estaba así, se metió a bañar mientras ella despertaba y se cambió antes de salir del baño, al salir vio a Jericho recién levantada, con su cabello revuelto y sus ojos aún un poco hinchados, debido a que estaba recién levantada
-Hola monstruo- dijo el sonriendo
-Hola extraño- dijo ella mientras le sonreía cordialmente
-¿Todo bien?- dijo el preocupado
-Sip, y ¿qué tal tu?- dijo sonriendo
-Nada del otro mundo- dijo sonriendo
-¿Te resfriaste no?- dijo riendo
-No, pero un día más en el suelo y lo haré- dijo sonriendo
-Te lo dije- dijo sonriendo y le dio un toque en la nariz, Ban miraba hacia abajo y noto algo extraño, Jericho solo llevaba un camisón y al momento en que ella se puso de puntitas y bajo sus pechos rebotaron
-Carajo- dijo sorprendido mientras se volteaba sonrojado
-¿Todo bien?- dijo Jericho
-Si- dijo el, y sin querer volvió a mirar a sus pechos Jericho, ¡no estaba usando brasier!
-¡Ay Dios!, Ban- dijo ella dándole un golpe en el hombro mientras se abrazaba a sí misma
-¿Cuantas veces has dormido así cuando hemos dormido juntos?- dijo el asustado
-Solo la primera vez, y está- dijo ella riendo- olvidé ponerme el brasier al despertar, lo lamento ¿okey? pero Ban, solo son pechos- dijo riendo mientras caminaba al baño con una toalla y su ropa
-Pero redondos y grandes- dijo Ban riendo
-Idiota- dijo Jericho lanzándole algo del baño mientras Ban reía al verla completamente sonrojada

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Ahí estaban ambos después de aquel incidente mañanero ayudando a Nadia y a Zhivago a cocinar ya que por la noche irían a una casa de retiro como voluntarios a una de las reuniones que tenían mientras convivían con las personas retiradas.
-Es una tradición que tenemos desde hace años- dijo Zhivago
-¿De verdad?- dijo Jericho sonriendo
-Mamá la comenzó y después Nadja y sus hijos se nos unieron- dijo Ban metiendo las galletas al horno
-Me da gusto formar parte de su tradición- dijo Jericho sonriendo y con un brillo en sus ojos
-Esperemos y sean muchos años más los que formes parte cariño- dijo Nadja abrazándola
-Veras que si Nadja- dijo Ban y abrazó a Jericho guiñándole el ojo

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Ban miró a Jericho bajar las escaleras, llevaba un vestido color rosa, el cual combinaba con todo su ser, a pesar de que ella se empeñase en utilizar negro o morado, aquel color la hacía lucir, un poco de maquillaje en su cara y unos tacones color carmín que resaltaban la pequeña corona de flores que llevaba
-¿Se ve radiante no?- preguntó su padre
-Más que eso- dijo Ban emocionado
-Solo hay una palabra que pueda definirla ahora- dijo su padre
-Wow- dijo Ban sonriente hacia Jericho, esta los miro sonriendo
-¿Acaso tan mal se ve?- dijo sonrojada debido a las miradas recibidas
-¿Es broma cierto?- dijo Ban molesto
-Te ves hermosa Jericho- dijo Zhivago y la ayudó a bajar
-Gracias señor Zhivago, todo es gracias a la señora Nadja- dijo Jericho sonriente
-Cariño que dices- dijo Nadja bajando- yo solo te preste unas cosas- dijo sonriendo
-Hablando de hermosas- dijo Ban y la ayudó a bajar mientras le susurraba al odio- Gracias- ella solo le guiñó el ojo, mientras arrastraba a Zhivago con una excusa de aquel lugar
-Te ves hermosa y no lo dudes por favor- dijo Ban
-Tu también te ves guapo- dijo ella y le acomodo la corbata mientras sonreía
-Es hora de irnos- dijo mientras hacía su mayor esfuerzo por dejar de ver a Jericho

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Las horas habían pasado y ambos habían servido tantos platos de comida que habían perdido la cuenta, no solo a las personas retiradas sino también a otros voluntarios y a algunos familiares que acudían aquel día de felicidad en aquel lugar, todo era música y colores.
-Me encanta esto- dijo Jericho mirando alrededor
-A mi igual, de verdad lo extrañaba- dijo el y ambos miraron el lugar
-Vayan a divertirse- dijo Zhivago tras ellos
-Pero- dijo Jericho
-A divertirse- dijo el hombre y les guiño el ojo, Ban tomo de la mano a Jericho y la guió a la pista, donde bailaban una canción la cual Jericho jamás había escuchado
-Deja que tu cuerpo te guíe- dijo Ban y la tomó de la cintura mientras bailaba con ella, al principio ella lo pisó algunas veces
-Discúlpame- dijo avergonzada
-Relájate- susurró en su oído y entonces Jericho lo hizo, sabía que aquella música era Tango, pero jamás lo había bailado, Ban parecía ser un profesional al momento de hacerlo, sus movimientos eran finos y elegantes, ella disfrutaba aquel momento, a pesar de que ambos jamás habían bailado juntos parecían 2 piezas del rompecabezas que encajaban a la perfección, cuando el la guiaba tocando su cintura o cuando extendía sus brazos y le daba una vuelta y luego la sostenía fuerte contra su pecho, era una sinergia sin igual, agradecía interiormente a Nadja por darle aquel vestido y agradecía que Ban hubiera traído un hermoso traje, se veía guapísimo, al final ambos se miraron fijamente buscándose... casi queriendo besarse, pero los aplausos los detuvieron...
-Bailan genial- dijo una señora
-Muchas gracias- dijeron ambos
Se fueron a sentar tomados de la mano mientras se sonreían...
-No entiendo como siempre estar contigo implica una aventura- dijo Jericho
-Lo mismo pienso de ti- dijo el
Ambos miraron como algunas personas iban a acercarse a ellos
-Corre- dijo Ban mientras la jalaba, Jericho recogió su vestido y comenzó a correr junto a Ban quien la tenía de la mano, no sabía quiénes eran o qué querían, pero en realidad sólo quería disfrutar aquel momento, ambos reían mientras veían a aquellas personas perseguirlos
-Vamos Jericho- dijo Ban riendo mientras trataba de que ella le siguiera el paso
-Si no tuviera tacones sería más fácil- dijo ella mientras reía
-Se puede arreglar- dijo el y le sacó ambos tacones de un jalón
Ambos corrían por aquel verde pasto el cual aún estaba mojado haciendo que el vestido y los pies de Jericho se mancharan
-Ven acá monstruo- dijo el y la cargo mientras corría con ella en su espalda, entraron a una parte de aquel lugar y encontraron un pequeño armario en el cual ambos se escondieron
-Esto está demasiado apretado- dijo Jericho susurrando
-Imagínate cuán pequeño es- dijo el susurrando mientras reía despacio
-Lo se- dijo ella, volteó a ver a Ban y él ya la veía
-¿Alguna vez alguien te ha dicho que eres hermosa?- dijo y le acomodo el cabello tras su oreja
-Si, muchas veces- dijo ella vacilando
-Vaya, supongo que ellos también lo ven- dijo Ban
-¿El que?- dijo ella sonrojada
-Lo que yo veo- dijo Ban y se acercó a ella
-¿Y que es lo que ves?- dijo Jericho y se acercó a el
-A ti- dijo y la tomó de las mejillas para después besarla...
Ambos se fundieron en ese beso, Jericho lo abrazo fuerte por los hombros, había extrañado esa sensación, de verdad creyó que no quería volver a sentirla, pero, ahora que lo hacia, no sabía si quería no volver a sentirla.. y Ban, tenia la misma sensación en ese momento...
No importaba nada ni nadie, solo ellos dos, ahora mismo el mundo solo era Ban y Jericho, el zorro de la avaricia y la muñeca de porcelana, el extraño y su pequeño monstruo que era prácticamente un milagro para el, no importaban los ruidos que había afuera de aquel maldito ropero o que ambos fueran descubiertos... ambos se sentían completos

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