Final


Jimin.

—¿Nos quedaremos aquí todo el tiempo?

Mire a Jungkook que estaba sosteniendo el volante, frente a lo que era su casa cuando joven. Llegamos hace media hora pero el no quería bajar, yo espere a que se calmara, el lazo me hacia sentir todo el estrés que tenía, por lo mismo no quería presionarlo, pero al menos debía tomar una decisión.

—No quiero ser un imbécil.

—Eso no lo puedes evitar, digo te conocí siendo uno.

Una risa nasal salió al fin, respiro hondo y miro al techo del auto.

—Yo solo quería acostarme contigo, ¿en que momento te volviste mi soporte?

—En el momento en que te enamoraste primero.

—Cierto —tomo mi mano y la beso —vamos entonces.

Salimos finalmente del auto, seguíamos tomados de la mano, cuando llegamos al porche, toco el timbre y esperamos unos segundos, hasta que escuchamos la perilla moverse y girar mostrando a un alfa algo cansado.

—¿Jungkook?

—Hola papá —su vista se fue directo a mi y nuestras manos unidas —él es Jimin, mi omega.

—Si, lo vi en televisión —se movió —pasen.

No hubo abrazo de reconciliación, pero creo que espero demasiado, no tienen la misma relación que mi padre y yo. Cuando entramos todo era tan pulcro, ordenado, aunque los muebles eran algo rústicos se conservaban en un estado impecable. Lo seguimos hasta lo que es una sala pequeña.

—Iré por tu madre.

—Si esta recostada, no la molestes, puedo esperar.

—Ella ya no quiere estar recostada, esta en el jardín, siéntense.

El señor salió y yo me puse a ver los cuadros encima de una repisa en la pared junto a un enorme ventanal, todos eran recortes de las peleas ganadas de Jungkook, donde se mostraba su foto victorioso, habia otra vitrina llena de las revistas donde salió, además de mas recortes, y alguna de la mercancía que salía con su foto.

—Debí venir antes —toco la vitrina y el dolor en su pecho me hizo querer llorar —en verdad soy un tonto.

—Estas aquí —lo abrazo parándome de puntas — es el primer paso.

—¿Kookie?

Ambos miramos a la entrada y la mujer venia con un pequeño tanque de oxigeno en un carrito, traía un pequeño sombrero que ocultaba su falta de cabello, a pesar que no era mucho mayor que mi madre su apariencia era de alguien muy grande, Jungkook camino hasta ella para ayudarla a caminar al solfa, la diferencia de tamaños es impresionante. La mujer se santo y tomo la mano de su hijo para jalarlo hacia ella.

—Perdóname mi niño—lloro y yo también me quebré.

—Voy al sanitario.

El padre me indico por donde, no quería llorar, se que es inevitable pero no lo siento del todo correcto, así que me trate de calmarme me lave el rostro y volví a la sala, el padre de Jungkook no estaba en la sala, pero su madre hablaba con él de manera normal, como si los años no hubieran pasado, como si el dolor de lo vivido se hubiera borrado.

—Jimin —ella me miro extendiendo su mano —ven aquí—Tome su mano, se sentía algo helada pero con una calidez que no podría explicar —eres muy hermoso.

—Gracias —incline mi cabeza algo apenado.

—Mi hijo eligió muy bien a su pareja, ¿Cuánto tiempo tienes?

—¿Qué?

—Tu cachorro —toco mi vientre —¿Cuánto tiempo tienes de gestación?

—Yo, yo no.

Quede muy quieto y saque mi teléfono, mirando la fecha, mi celo debió ser hace mas de dos semanas, pero con todo el ajetreo no me había dado cuenta, Jungkook igual había estado muy tranquilo en cuanto a su libido.

—Por lo que veo ninguno lo sabia —Jungkook estaba a su lado con los ojos muy abiertos —deberían de estar un poco mas emocionados, parecen asustados.

—Yo —sujete mi vientre —hace unos meses, perdi un cachorro, me dijeron que concebir seria muy delicado, que me tomaría demasiado tiempo, no esperábamos un cachorro ahora.

—La madre luna no se equivoca, ese no era su tiempo, ahora siéntate y cuéntame ¿Cómo es que será la boda?



Jungkook

Jimin y mi madre estaban hablando sobre los detalles de la boda, de como seria el carácter de nuestro cachorro, le mostro fotos de cuando era bebe y se le notaba radiante a ambos, mi padre no había estado en la misma habitación que yo desde que llegamos, le traía el medicamento a mi madre la observaba un segundo y se volvía a ir, yo decidí que era mejor dejar que Jimin encantara mas a mi madre, mientras subía a la que era mi habitación.

La casa estaba casi igual de cuando era un niño, se habían reemplazado varios muebles, pero supongo que es normal por el paso del tiempo, pero las marcas de mi crecimiento en las paredes, algunos rayones, incluso una silla rota que habia sido producto de una travesura mia seguían en la casa. Por lo que me dio curiosidad de mirar mi habitación.

El cartel de "peligro" seguía y cuando entre, algunas cajas ocupaban las paredes donde los posters de mis idolos de la UFC estaban, mi saco viejo de boxeo estaba en mi closet vacío, pero por lo demás estaba casi igual, salvo los montones mas de recortes de periódicos enmarcados, mis derrotas, mis escándalos, mis logros, mis entrevistas donde decía mis metas y posters de mis peleas de campeonato.

—Mi orgullo me quito todo esto —mi padre entro con las manos en los bolsillos —por lo que vengo aquí de vez en cuando recordándome todo lo que me perdi, mirarte crecer sin nosotros, saber que me demostraste que siempre fuiste un alfa increíble y que aun sin tus padres, eres una maravillosa y exitosa persona — se le corto un poco la voz —perdón por ser tan idiota y no valorarte.

—Mucho tiempo espere que esto pasara, verte sufrir, verte estar arrepentido de todo, pensé que me haría sentir mejor, pero no, lo único que quiero ahora es que mi madre este bien lo que le resta de estar con nosotros, y para eso, necesito a mi padre.

Saco su cartera y me mostro un papel algo arrugado, cuando lo desdoble, era una foto de Sarang de bebe, una que le mostré a mi madre la única vez que intente involucrarlos.

—Esa niña tiene tu mirada traviesa, es preciosa.

—Lo es, le encantaría saber que tiene más abuelos.

Se acerco y me dio un fuerte abrazo, uno que no pensé que fuera a sentirse tan bien.

Meses después...

Nos encontramos aquí desde el nuevo Gimnasio "GOLDEN" donde no solo se entrenan los nuevos talentos de la UFC, si no que tambien el dueño y ex luchador Jeon Jungkook, abrió el programa de apoyo a jóvenes de pocos recursos que desean incursionar en el deporte...

Los flashes estaban por todos lados, como siempre la prensa estaba en primera fila, pero esta vez yo los habia llamado.

—¿Por qué el cambio de rubro?

—En realidad no cambie, sigo haciendo lo que me gusta, pero de una manera diferente.

—¿No es muy joven para retirarse? ¿Su lesión fue tan grave?

—Aun puedo luchar, pero decidí no hacerlo, quiero seguir en esto, pero tambien quiero hacer otras cosas, mi familia es una prioridad que sobrepasa todo.

—¿Ya sabe que será su cachorro?

—Pensamos mantenerlo en sorpresa y lo que la madre luna decida, un nuevo Jeon estará con nosotros pronto.

La prensa estaba ansiosa de muchos detalles, ya que mi boda fue privada, donde solo asistió mi familia y amigos cercanos, no se dio a conocer el lugar ni la fecha, solo se anuncio que Park Jimin era mi esposo y que me retiraría de la UFC de manera oficial como luchador.

Los últimos meses de mi madre ella fue feliz con su nieta Sarang, con la atención de mi omega y acompañándonos en todos los detalles para la boda, una semana despues de casarme ella falleció, pidiéndome que nunca dejara de ser como era y tampoco dejara que mi padre se encierre en su mundo. Así que lo meti como el manager de la liga infantil de Kick Boxing, donde Sarang participaba cada semana.

—¡Llegue! ¿Dónde estas?

—¡En la sala!

Entre y estaba con la laptop en la barriga miraba con el ceño fruncido la pantalla mientras se mordía el dedo. Cuando llegue hasta él le bese la sien y me sente a su lado mirando la página donde estaba abierta.

—¿Crocs?

—Si, porque quiero salir y no puedo atarme los malditos zapatos, tu hijo no me deja moverme tranquilo, siento que si me inclino lo suficiente rodare y no habrá quien me detenga.

—No estas enorme, creo que exageras, mi pequeño cachorro apenas pesa el kilo y medio en tu barriga es renacuajo.

—Cargaló tu entonces, yo quiero dormir boca abajo y moverme normalmente.

—Yo noto que te mueves bien.

Me empujo volviendo a lo suyo, todo su embarazo la paso en reposo, el doctor dijo que era mejor que no tentara a la suerte por lo que entendía que estuviera de un humor tan voluble, sus padres venían seguido a verlo pero se desesperaba no hacer mas cosas.

—Por cierto —me mostro una foto de un ultrasonido.

—Ese no es nuestro cachorro.

—No, es de Yoongi, ¿puedes creerlo? El bestia embarazo a Hoseok, según él es lo mas cercano a una marca que tendrá —arrojo el teléfono — creí que solo los alfas eran tan neandertales, para hacer algo así.

—Yo también te amo.

—Sabes a lo que me refiero.

—Lo se —lo bese — mi duda es, ¿Cómo es que un omega dominante termino así con un Beta?

—Yoongi es muy persuasivo.

—Ese cachorro, tendrá un par de padres muy interesantes.

Pero no podía decir mucho, yo me deje encantar por un omega que me detestaba, que se gano el amor de mi hija mas pronto que él mio, y que ahora me esta haciendo el alfa mas feliz en toda la tierra.

—¿Jungkook?

—Dime.

—Quiero un helado.

—Te traje dos litros de fresa,

—Ay te amo, últimamente es el sabor que más me gusta...








Yo se, Yo se, no querian que terminara, pero siento que el final fue adecuado, ademas siempre existen los extras, pero eso ya hasta que este fic llegue a las 50k, porque debemos detalles del Yoonseok, debemos saber ¿como hicieron ese cachorro?.

en verdad agradezco el apoyo, no tengo la menor idea de como es que termine haciendo este fic, pero como siempre ha sido un placer escribirlo y ver lo bonito que son mis lectoras.

Como siempre todos los detalles extras e informacion de futuros proyectos en el canal de whatsapp.

BESOS EN LA COLA!!!!

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