Jungkook

Mi cuarto de baño estaba lleno con productos para el cabello de niños, le habia comprado a Sari un montón de cosas, su cabello es mas rizado que él mio por lo que debo tener mas cuidado. Tiene su peineta especial, asi como una infinidad de moños de todos los colores para que ella eligiera.

Yo me habia duchado antes de despertarla, ya despues le tocaba su baño, luego la sentaba en el lavabo para peinarla, ahora esta hablando con su mamá mientras observo el como hacerle unas pequeñas coletas para sujetarlas con su coleta mayor.

—¿Estas portándote bien mi vida?

—Si mami, mi papi me cuida bien, ¿ya nacio mi hermano?

—Aun falta pequeña. ¿ya quieres volver a casa?

—No, estoy pasándomela bien con mi papi, mañana iremos a chicago le tomaran fotos.

—No te envie ropa de invierno.

—Le compre abrigos, Prada estuvo encantado de mandarle ropa a Sari.

—No la malacostumbres Jeon.

—No pasa nada mami, se que Chanyeol no puede comprarme cosas iguales, pero igual lo amo.

Me aguante un poco la risa, ella lo dijo con inocencia. No tengo nada en contra de Chanyeol si debo añadir.

Termine su peinado, colgó y nos fuimos al gimnasio, llegué para comprar el desayuno, ya que no había hecho mucha despensa, nunca estoy en casa, es raro que compre más allá de fruta.

Llegamos y entró corriendo con su bolsa de comida y mochila.

—¿Quién viene ahí? SI ES LA ESTRELLA DE ESTE LUGAR, acompañada de su padre — rodé lo ojos.

—¡!TIO NAMI!

Namjoon se quito los guantes para bajar del ring y cargar a mi pequeña, ella lo abrazo y lleno de besos en el rostro.

—¿Cómo esta la omega más hermosa de todo el mundo?

—Bien tío, compre waffles y gimbap para el desayuno ¿quieres?

—Namjoon esta entrenando Sari, no puede comer aún, ya damela.

Namjoon la abrazo y restrego su mejilla contra ella, yo le gruñi.

—¿Sabias que tu tío ya tendrá un bebé también? —Mire que su pareja venia caminando y al escucharme negó con la cabeza —ya no serás su pequeña.

—¿Es verdad? —lo tomo del rostro.

—Te voy a matar por esto Jeon —Namjoon suspiro —si princesa, pronto seré papá.

Se removió en sus brazos para bajarse, y correr hacia mi, yo la abrace.

—Eres demasiado celoso Kookie  —Jin llego y me dio un beso en la mejilla, acaricio la cabeza de Sari —tu tío Namjoon jamás te dejará de querer Sari, él tiene amor para nuestro cachorro y para ti.

—No entiendo como es que tienes un omega tan genial siendo que solo eres un alfa sin chiste —Namjoon me gruño mientras tomaba agua.

—Son sus músculos —sonríe Jin —¿quieres sentir a mi cachorro Sari?

—¿Se mueve como el de mamá?

Jin asintió, mi pequeña se acerco y toco el vientre del omega abriendo sus ojitos y después encogiendo loa hombros soltando una risita nerviosa.

—Se mueve mucho.

—Es porque le agradas.

Estaba concentrado en mi pequeña cuando un agradable olor a cereza llegó a mi nariz, no dude en mirar al omega que nos veía desde la entrada con demasiada curiosidad, ayer note que tenía una linda sonrisa mientras jugaba con Sari y no pude evitar mirarlos un poco.

—Creo que también le agradas a alguien Kookie —Sari miro a Jimin o corrió con él, algo le decía de su almuerzo y este asentía —y a Sari también le agrada.

—Es un niño Jin.

—Solo eres Seis años mayor, no es mucha diferencia.

—Es un rotundo no —Bese su mejilla —Iré a prepararme.

Jimin.

Es imposible, debe de tener un lado malo, no por nada en los medios lo pintan así, además que en las entrevistas que da se le nota lo altanero que es.

No puede ser así de tierno, no sabia que tenia una hija siquiera, no es un dato que abunde de él. Según mi papá es porque no quiere que su hija tenga la atención de los medios de esa manera.

Ahora que lo vi con el omega de Namjoon fue otro golpe más, este se nota el aprecio que le tiene, pregunte con algunos de loa chicos y todos solo hablan bien de él.

—Hola.

—Hola Señor Park —Sari estaba sentada en mi regazo mientras almorzábamos —¿quiere un waffle?

—Ya desayune linda, ¿crees que pueda hablar un poco con Jimin?

—Si, voy a buscar a  mi papi.

Sari se bajo y corrió hacia las áreas de entrenamiento. Mi padre espero hasta que salió para volver hablar.

—Serás la niñera de Sarang.

—¿Qué? ¡No! ¡De ninguna manera!

—Vienes a trabajar y necesitamos que alguien la vigile en Chicago, así que tu iras, Jin les ayudaba pero por su embarazo no puede viajar en avión.

—No es justo, tienen más personal, tu solo quieres mantenerme vigilado.

—Vienes a trabajar, pero tómalo como las vacaciones que no tuviste. Viajar a Chicago es un premio y la niña es muy tranquila, tienes todo fácil.

No pude decir nada más, no quiero ir a un lugar donde está congelado todo.

Me la pase acomodando las toallas y vendas, no quería que la pequeña me viera de mañana humor, no es de ella la culpa.

De nuevo el olor a Sándalo lleno los vestidores, yo me paralice intente moverme pero mis pies no me obedecían si izquierda o derecha, ya cuando reaccione él estaba frente de mi.

—Sabia que estabas aquí —me regala una sonrisa que no hace más que acrecentar lo sexy que es — tu aroma es muy fuerte —claro que es fuerte cuando él se acerca.

—¿Quieres una toalla?

¿Una toalla?

¿Eso es lo mejor que se te ocurre?

Y desde cuando le hablas informal.

Concéntrate y deja de verle los brazos.

—Si, también —tomo la toalla y se la puso en los hombros, para cruzar sus brazos sobre su pecho haciendo que lubrique —pero quería pedirte disculpas por el vuelo de mañana, se que no estaba en tus planes viajar y menos que te pusieran a cuidar a una cachorra, si no estuviera desesperado no te incomodaba.

—¿Incomodar? No, no para nada, Sari es una omega muy linda, no me dará problemas, además nunca he ido a Chicago será una nueva experiencia, será mucho mejor que estar aquí acomodando toallas y vendas.

¿Qué me pasa? ¿soy imbécil?

—Me alegra porque Sari te adora, por cierto —metió la mano a su bolsillo del short de entrenamiento lo cual estiro la tela marcando un enorme bulto, saco una tarjeta negra y me la extendió — saldrás temprano hoy y vas a comprar lo que necesites para el viaje, Sari y yo lo hicimos ayer, de saber que vendrías te hubiera llevado de compras.

Estoy seguro que debo decir algo.

—La clave es 0512, mañana me la entregas —se dio la media vuelta y alza su brazo — te espero mañana Chimi.