Compañeros en batalla

Alguna vez aquel caballero rosa y dorado fue un gran guerrero, luchaba a escudo y espada junto a la guerrera Undyne. Poco a poco su rango fue aumentando hasta ser el líder de su escuadrón, que fuera líder no lo colocaba más alto que la guerrera ya que esta tenía mucha más experiencia de batalla. Ambos pasaban entrenando de manera platónica en los grandes patios del castillo, el arco y la flecha eran sus mejores habilidades y por eso debía mejorar el combate cuerpo a cuerpo.

En la última guerra dada entre humanos y monstruos hubo un feroz enfrentamiento, muchas vidas fueron perdidas... y muchas fueron salvadas gracias a las rápidas acciones de los diferentes escuadrones. Undyne chocaba fieramente su espada con el capitán de los humanos, espada con espada, mientras el sonido del metal chocando era resonador durante la batalla. El escuadrón de Mettaton era el encargado de apartar a los civiles y a los heridos del lugar, a lo lejos pudo ver a la guerrera Azul y Dorada con dificultades. Tomo uno de los caballos que encontró y rápidamente se subió saliendo al galope a auxiliar a su compañera, claro que la guerrera no pedía ayuda eso ni soñarlo. Bajándose del caballo dejo que este arrollarla al humano y lo dejara en una mala posición para que Undyne terminara con él...

Debemos darnos prisa o cerraran el castillo!!!... -grito la guerrera sacando su espada del cuerpo sin vida del capitán humano-

Te llevo... -sonreía mientras sube a un caballo y le extiende su mano para que subiera detrás de ella y rápidamente ir al castillo-

Al llegar las grandes puertas ya se habían cerrado, ahora debían planear alguna forma de poder entrar. Con ayuda de catapultas derribaron la puerta de madera luego de varios golpes con grandes piedras, en la parte superior no había arqueros, sino vigías que tiraron agua hirviendo al ver que la puerta se había abierto. El agua era un modo para que sus armaduras les quemaran la piel, uno de los monstruos se vio afectado por aquello y el instinto de Mettaton por proteger a los demás intervino. Se lanzó antes de que el agua Hirviendo callera sobre ambos, se protegiera y al monstruo con su escudo el cual ahora quemaba su mano un poco debido al metal caliente.

Mientras se ocupaban de los vigías quienes comenzaron a lanzar flechas lograron apartar al monstruo herido y ponerlo a salvo, solo tenía quemaduras en algunas partes pero estaría bien, en cambio Mettaton no corrió la misma suerte. Volviendo a la batalla el vapor caliente del agua quemo su rostro cuando lo atraparon entrando al castillo nuevamente, el calor era insoportable y abrasador, podía sentir su rostro derretirse tan solo con el vapor.

Un fuerte grito de desesperación se escuchó haciendo estremecer a todo aquel que estaba cerca de él, un grito lleno de dolor que se transmitía atreves de la piel haciendo erizar a cualquiera por debajo de su fría armadura. Al oírlo Undyne corrió encontrando al caballero desvanecido en el piso, el dolor había sido insoportable. Rápidamente ordeno que lo sacaran de allí, debían mantenerlo con vida.

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