eighteen

Theo y yo nos despedimos rápidamente de todos nuestros amigos antes de volver a mi casa. Para cuando abro la puerta principal, Theo ya tiene los labios en mi cuello y me está besando y mordiendo el cuello. Cierro la puerta principal detrás de nosotros.

Mis labios están en los de Theo y él me está agarrando la cintura para acercar mi cuerpo al suyo. Nos estamos besando frenéticamente, con las manos agarrando la ropa y jadeando por el aire.

Me detengo y me rio en silencio. -¿Hay alguien en casa? -Llamo.

Cuando nadie responde, devuelvo mis labios a los de Theo.

Matthew está en casa de sus amigos y mi madre está fuera con algunas de sus amigas, así que Theo y yo tenemos la casa para nosotros durante al menos otra hora más o menos.

Yo llevo a Theo a la escalera para que podamos subir a mi habitación. Me presiona contra la pared y deja que sus labios bajen cada vez más. Theo besa la mandíbula, por mi cuello y hasta la clavícula. Me chupa el cuello justo encima de la clavícula, un punto que me vuelve loca.

-Theo -exhalo, mi voz suena necesitada.

Él murmura en mi cuello y continúa besándome el cuello de una manera que me hace querer cometer muchos y muchos pecados.

-Deberíamos... -Me cerraron los ojos. -Deberíamos ir arriba.

Theo se retira y yo abro los ojos y lo miro. Sonríe: -¿Entonces no quieres que te folle en las escaleras?

-No, no, sí quiero -digo. -Pero cualquiera podría entrar.

-Diría que podríamos ser rápidos, pero quiero tomarme mi tiempo contigo esta noche -susurra Theo, con los labios rozando los míos.

Cojo los labios de Theo con los míos mientras me presiona contra la pared. Suspira en su boca cuando mi espalda golpea la pared fría. Las manos de Theo suben hasta mis hombros y está empujando lentamente mi chaqueta negra. Arco mi espalda y aprieto nuestros cuerpos aún más cerca para que mi chaqueta caiga al suelo. Theo me empuja contra la pared con las manos en mis caderas.

Mi mano va desde la parte posterior de su cuello hasta sus abdominales. Bajo la mano y atrajo la aparente dureza de Theo a través de sus pantalones. Theo gime contra mis labios al contacto.

Inclineo ligeramente la cabeza hacia un lado. -¿Está bien? -Susurro.

-Dios, Alex -gime Theo, -Sí, está bien -Levanta mi mano para tapar mi mandíbula e inclina mi cabeza hacia él. Theo rompe nuestros labios y cambia ligeramente las caderas.

Muevo mi mano hacia arriba y hacia abajo sobre la tela de los pantalones de Theo y él sujeta una mano en la parte pequeña de mi espalda y trata de acercarnos aún más a pesar del hecho de que no hay una pulgada de espacio entre nosotros.

Dejo mi mano libre del lado de Theo y nos doy la vuelta para que la espalda de Theo esté contra la pared en lugar de la mía.

-Alex -Theo prácticamente gime.

-Dime que me detenga -digo, mirándolo.

Theo descansa su cabeza en la pared detrás de él. -No quiero que pares -dice Theo.

Toco el miembro de Theo con la mano y lo beso de nuevo. Theo va a profundizar el beso, pero yo me alejo y él persigue mis labios con los suyos. Alejo la mano y Theo gime por la pérdida de contacto. Me arrastro mi mano por su bíceps y agarro su mano, entrelazando nuestros dedos. Llevo a Theo por las escaleras y por el pasillo hasta mi habitación.

La puerta de mi dormitorio apenas está cerrada antes de que los labios de Theo vuelvan a los míos y lo estoy empujando de nuevo a mi cama.

Theo se acuesta contra mis almohadas y yo me subo encima de él, a horcajadas sobre su regazo. Mi vestido ajustado sube hasta la parte superior de mis muslos. Los ojos de Theo corren por mi cuerpo antes de volver a caer sobre mis ojos. Me saca el pelo de la cara y pasa sus dedos por él.

-Eres tan hermosa -murmura Theo.

No digo nada, sino que me choco los labios contra los suyos. Theo tararea en respuesta, sus manos se asientan rápidamente en mis caderas. Muerro mis caderas sobre Theo y él inhala bruscamente, su agarre apretándome.

Mis manos se desplazan hacia los botones de su camisa y rápidamente la desabrocho y meto las manos por los abdominales de Theo.

Theo comienza a mover mis caderas por mí, moviendo mis caderas contra él. Como llevo un vestido, hay muy poca tela entre nosotros, y tengo que tirar hacia atrás y descansar la cabeza contra la de Theo mientras capto el aliento.

Él muele nuestras caderas con especial fuerza y no puedo evitar gemir contra su cuello.

-¿Vamos a burlarnos el uno del otro toda la noche o quieres que te folle? -Theo me susurra al oído.

Cuando no respondo de inmediato, Theo vuelve a girar mis caderas contra las suyas y me quejo con el contacto.

-Quiero que me folles -exhalo. -Por favor, Theo.

Theo nos da la rueda para que esté encima de mí. Me da un beso rápido antes de levantarse y quitarse de hombros la camisa antes de desabrochar sus pantalones y desecharlos en el suelo de mi dormitorio. Abro la cremallera de mi vestido y lo pongo sobre mi cabeza, tirándolo con el resto de nuestra ropa.

Theo vuelve a la cama y se asienta encima de mí, apóyándose con los brazos.

-¿Estás segura de que quieres esto? -Él pregunta, mirándome a los ojos.

Aseno con la manera, -Por favor.

-¿Qué quieres? -Theo continúa.

-Te quiero a ti -digo, sintiendo que su mirada me atraviesa.

Theo me besa. Esta vez es más suave, o al menos comienza de esa manera. Él profundiza el beso y yo lo beso de vuelta, queriendo cada pedacito de Theo que tiene para ofrecer. Me muerde el labio inferior y desliza su mano entre mis muslos.

Me tira de la ropa interior con una mano y desliza los dedos por mi hendidura. Inhalo bruscamente y subo las caderas hacia su mano.

-Mi chica necesitada -se burla Theo.

Corre los dedos hacia arriba y hacia abajo unas cuantas veces antes de pasar el pulgar por encima de mi clítoris.

-Theo -le ruego.

Theo me besa la comisura de la boca antes de meter un dedo dentro. Me quedo sin aliento al contacto y Theo empieza a besarme el cuello. Trabaja un segundo dedo y está moviendo sus dedos hacia dentro y hacia fuera minuciosamente lentamente.

Mi ritmo cardíaco ya está empezando a acelerarse.

Quiero a Theo más cerca.

Él saca los dedos y yo lloriqueo por la pérdida. -¿Estás lista? -Theo pregunta.

-Sí -asentí rápidamente, con los dedos cavando en su espalda.

Theo se acaricia unas cuantas veces antes de alinearse con mi entrada y empujar dentro. Ambos jadeamos con la sensación inicial, nuestras frentes juntas. Está todo el camino antes de tirar hacia atrás y estrellarnos las caderas.

Me está follando duro y despacio. Puedo sentir cada uno de los nervios que terminan en mi cuerpo mientras Theo entra y sale de mí, murmurando blasfemias y mi nombre.

Theo cambia ligeramente su ángulo y mi espalda se arquea, lo que hace que estemos aún más cerca.

-Lo estás tomando tan bien -dice Theo, con la respiración pesada.

Mis ojos se cierran y golpeo la cabeza contra las almohadas mientras Theo me folla sin descanso. Mantiene su ritmo durante un rato, dándome todo lo que tiene.

Mis piernas están envueltas alrededor de la cintura de Theo, pero él levanta una de mis piernas sobre su hombro antes de volver a empujarme.

Lloro por el nuevo sentimiento. Está llegando a todos los puntos correctos y no voy a durar mucho más.

Theo está gimiendo mi nombre una y otra vez, mezclado con varios elogios. Estoy haciendo ruido y repitiendo su nombre. Solo puedo esperar que nadie vuelva a casa ahora mismo porque los dos estamos siendo muy ruidosos.

-Theo, yo...

-Córrete, amor -dice, -te tengo.

Él presiona sus labios contra los míos y me besa mientras caigo por el borde. Estoy gimiendo contra sus labios y mis piernas están temblando, pero Theo sale de mi altura antes de que se levante y termine con mi estómago.

Lanza un hechizo de limpieza y un hechizo anticonceptivo antes de lanzar su varita a través de la habitación y se acuesta a mi lado.

Meto la cabeza sobre su pecho y trato de regular mi respiración. Puedo escuchar cada latido del corazón de Theo, y late fuerte.

Theo presiona un beso contra mi cabello y me envuelve el brazo alrededor de la cintura. Suspiro y me conformo con él, con las piernas enredadas debajo de las sábanas.

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