I. Momento por Circunstancia

(•)

Su puerta tenía seguro. Nadie podía entrar aunque tuviese la llave, pero tampoco era necesario ya que no había ningún alma más en la casa Loud.

Había mucho silencio, pero no era absoluto porque a medida de que te adentras mas en su interior podías escuchar un extraño y pequeño ruido. Sí subías las escaleras difícilmente podías oir la voz de una mujer y un niño. Sin embargo, al llegar al segundo piso y te acercas a la habitación del único hijo varón de la familia puedes escuchar como suenan resortes de la puta cama.

Hacía calor ahí dentro y respirar era difícil.

Fiona se encuentra dentro de un constante transe, tenía la boca abierta y no podía dejar de jadear. Sentía como sus fluidos vaginales mezclados con el líquido preseminal de su pequeño amante caían lentamente por sus muslos, manchando la cama mientras era embestida ferozmente.

Sus lágrimas caen por su rostro. Hace no mucho había perdido su virginidad y aún así sentía un ligero dolor cada vez que era penetrada por Lincoln.

— Lincoln... Por favor... Más despacio, vas a partirme en dos – imploró mirando al niño detrás suya, pero él no parecía reaccionar.

Lincoln se encuentra en lo más primitivo de sus pensamientos ya que no podía pensar y razonar de alguna manera. Solo quería seguir cogiéndose a Fiona usando cada gota de energía que su cuerpo le puede dar, mientras que ella no podía hacer nada para detenerlo.

Con cada embestida, Fiona sentía como el pene de Lincoln quería llegar más profundo en su interior, podía sentir como esa verga golpea su cérvix queriendo entrar en su útero.

Sin dar una señal, el albino chupó su propio dedo medio de su mano derecha para lubricarlo y meterlo lentamente en el ano de la chica, sacándole un susto y un ligero dolor en las paredes de su recto.

— ¡AH! ¡Lincoln! ¡Te he dicho que no me metas los dedos ahí! – exclamó un poco asustada sin dejar de ser penetrada. — ¡Aún no estoy lista!

— Lo siento... – dijo sacando su dedo del trasero. — ¿Puedes levantar tu pierna?

Sin dudarlo un segundo, ella levantó su pierna izquierda y Lincoln la colocó encima de su hombro derecho.

Quería llegar más profundo y en la otra posición no iba a lograrlo. Así que mientras abrazaba la pierna de Fiona, usó su propio peso para introducir lentamente su pene aún más profundo. Solo quería romper su límite sí sabes a lo que me refiero.

En unos segundos Fiona sintió como esa rica verga que la volvía cada vez más loca, atravesó su cérvix y avanzó por su cuello uterino hasta tocar ligeramente su útero por primera vez.

Ambos habían perdieron la razón, ninguno podía pensar en las consecuencias de sus actos o si serían descubiertos. Solo querían coger y coger como unos putos consejos hasta terminar acabados y completamente secos.

Lincoln comenzó a penetrarla tan fuerte y rápido que su cuerpo se encuentra un su maldito límite. Fiona lamía los fluidos que hay en su entrepierna usando su mano al mismo tiempo que jugaba con su clítoris.

Mirándose fijamente a los ojos, ambos llegaron al orgasmo.

Sintiendo un abundante y espeso liquido caliente que fluía en el interior de su vagina, Fiona hizo la cabeza hacia atrás mientras que seguían eyaculando en su interior. Sentía como sus fluidos vaginales y el semen escurrían desde su interior hasta tocar su muslo hasta terminar haciendo un desastre en las sábanas.

Agotado, Lincoln se dejó caer encima de la chica mientras ella lo recibía con sus brazos abiertos con mucho amor.

— Perdón... – dijo sin poder moverse. — Sé que es peligroso correrme adentro y mucho menos sin protección.

— No te preocupes, hoy es un día seguro y además, siempre tomo mis anticonceptivos – dijo la mujer después de darle un beso. — ¿Sabes cuanto nos queda antes que regresen tus padres?

— En dos horas creo...

— Ah... ¿Quieres tomarte un baño frío conmigo? Estoy sudando a chorro y quiero seguir pasando el tiempo que me queda contigo.

— Sí...

Lentamente y con cuidado, Fiona se sentó en la cama sin ninguna intención de soltar a Lincoln mientras sentía como el miembro del chico salía de su vagina.

Hay una simple razón por la cual Fiona se encuentra en casa de su amiga mientras ella no está. Había llamado a Lincoln porque sabía que estaba enfermo y quería saber su estado, pero cuando supo que estaba solo en casa dejó todo lo que hacía para ir a cuidarlo sin ningún problema.

Al ponerse de pié, ayudó a su amante a levantarse para llevárselo al baño para enfriar un poco su cuerpo.

Caminaron completamente desnudos por el pasillo hasta entrar en el baño dejando la puerta dejando la puerta entre abierta.

Seguido, Fiona abrió el grifo del agua fría y esperó pacientemente a que se llenara la tina mientras que Lincoln descansa en su regazo. Cuando la bañera se llenó de agua, lentamente se metieron juntos sintiendo al instante el bajón de temperatura.

Después de remojarse por unos segundos, la mujer comenzó a enjabonar su cuerpo y el de su pequeño amante.

— ¿Y porque tus padres te dejaron solo?

— Hoy es el día del mes que visítanos a mi abuelo, yo no podía ir porque no me sentía muy bien y les dije que estaría bien sin ellos...

— Oh bueno, espero que mi medicina haya funcionado ¿No crees cariño? – dijo luego de darle un beso en la boca.

— Si... No debimos besarnos cuando te enfermaste el otro día.

— No solo me besaste ese día – decía con una sonrisa mientras limpiaba sus pechos. — Además, es una buena manera para que nuestros cuerpos sean más fuertes.

— Si...

— Tienes sueño ¿Verdad?

Lincoln asintió con su cabeza intentando mantenerse despierto, pero cada vez era más difícil porque prácticamente estaba acabado.

Unos minutos después, Fiona terminó de enjuagar su cuerpo y salió de la bañera para tomar la toalla anaranjada del chico. Luego de secarse un poco, ayudó a Lincoln a salir de la tina. Seguido, se arrodilló para estar a la altura del chico y comenzó a secar cara rincon del cuerpo del chico con mucho gusto.

Cuando terminó, ambos salieron del baño y regresaron juntos a la habitación.

Fiona se tomó su tiempo en cambiar las sábanas sucias de la cama para que el chico pudiera dormir sin ninguna molestía. También, lo ayudó a ponerse su pijama y lo recostó para que descanse después del tremendo cogidón que le metió Lincoln.

Viendo que estaba cómodo en su cama ,la chica comenzó a vestirse.

Se inclinó para tomar del suelo sus panties de color celeste y lentamente se los ponía dejando que el chico viera su jugosos y firmes glúteos. Seguido, tomó su brassier de color magenta y mientras se volvía a poner su sostén, veía a Lincoln con una simple sonrisa llena de cariño.

Sin embargo, antes de seguir vistiéndose, Fiona se sentó en la cama mientras tomaba su mochila del suelo. Cuando miró la hora en el reloj de su teléfono, sacó una pastilla anticonceptiva y se lo tragó sin dudarlo un segundo.

Después de ponerse sus tenis converse de color negro, Fiona se puso un vestido corto entallado de patrones horizontales del mismo color que ropa interior haciendo que resalte su candente cuerpo, mostrando sus hombros desnudos y sus lindas piernas que solo el pequeño Lincoln podía tocar.

— Esperaré con ansias cuando te recuperes, pero sí lo logras antes de este domingo dejaré que me cojas todas las veces que tú quieras – dijo Fiona después de darle un beso en los labios. — Soy tuya en cuerpo y alma Lincoln.

Cuando notó que Lincoln estaba apunto de dormirse, Fiona salió de la habitación con cuidado en no hacer tanto ruido. Mientras bajaba por las escaleras, vió por la ventana como la familia del chico habían llegado a la casa antes de lo previsto. Rápidamente, salió por la puerta trasera porque sería casi imposible inventar una buena excusa en esa situación. Obviamente, no le podía decir a su amiga que había venido a su hogar a visitar a su hermano menor y que después cogieron como animales en celo, vestida de una manera provocativa y con el cabello aún mojado.

Luego de cerrar la puerta trasera, caminó hasta salir del patio y llegó a la vieja camioneta de la familia Loud. Cuando se aseguró de que nadie dentro de la casa la haya visto, sacó de su mochila una sudadera gris y se alejó del hogar mientras se ponía la prenda para no ser reconocida.

Hay una razón por la cual Fiona tiene relaciones sexuales con el hermano menor de su amiga y que personalmente son unos de mis propios fetiches siendo las circunstancias y el contexto.

Lo digo porque hasta incluso en los vídeos galantes que vez en las noches para sentir placer y librarse del estrés hay por lo menos un contexto, ya que las historias que he leído de está índole no tiene una pizca de contexto y ya empieza literalmente con los vergazos.

_____________________________

Si quieres que plasme tus peculiares gustos en está historia corta, pon tu opinión en los comentarios.

Sin embargo, no voy a poner a segundos y a terceros porque es la única manera para ser más rápido con los capítulos pagados de sexo.

Posdata: no me sigan preguntando por las otras historias ya que nesesito mucho tiempo con el control de calidad y las razones para que encuadre con el contexto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top