Wouldn't change a thing.

VIOLET

Había ido a la fiesta de mi amiga para entretenerme.

Jamás había ido a unos quince, estos días estaba en la mierda con Kris, habíamos terminado de nuevo.

Kris, Kris, Kris. ¿Qué podía hacer contigo? Probablemente esta noche la disfrutaría y me pondría loca.

Había pensado en invitarlo, incluso fui con mi amiga Kate a su casa para irnos con él a la fiesta, pero no estaba.

Si tan solo él hubiese estado...

—Entonces... ¿Vamos a comprar licor? —dijo uno de mis amigos, todos querían tomar.

Yo por otro lado estaba indecisa, cuando tomaba no me podía controlar, era como que a mi mente se le cruzaban los cables y hacia todo lo contrario a lo que haría en sano juicio.

Aún así, no pude rechazar el licor cuando lo pusieron en la mesa, siempre me había gustado todo tipo de trago, quizás es una descendencia familiar, ya que la mayoría en mi familia tienen arranques de alcohólicos.

Me pasaba igual, por eso casi no bebía, no quería convertirme en una adicta al alcohol.

Era tres de septiembre. El día que mandé todo a la mierda.

Estaba sentada en una de las mesas, mis amigos estaban a mi alrededor, miraba mi celular constantemente esperando un mensaje de Kris, cualquier signo vital.

Yo era muy orgullosa, si él no me hablaba, yo no lo haría. Tal vez eso fue lo que pasó, mi orgullo.

—Vamos a bailar —me invitó una de mis amigas y así lo hice, me puse felizmente a bailar y tomar todo lo que me ofrecieron.

No sabía que hora era, pero estaba abochornada y muy prendida.

—Dijo Rick que quiere un beso tuyo —me informó uno de mis compañeros, yo lo miré raro.

—No —me reí —, eso no es de Dios.

—Solo es un beso, dáselo, desde hace tiempo lo quiere.

¿Besar a otro? Me parecía absurda la idea, Kris ya besaba muy bien y por meses es el único chico al que había besado.

—¡Traigan más alcohol! —grité dejando que me llenarán la boca directamente con el chorro de la botella.

—Hey —Rick puso una mano en mi pierna, cosa que me hizo sentir incómoda.

Parecía un acosador.

—¿Qué? —me removí en la silla.

—Es solo un beso —insistió.

De pronto la idea no sonaba tan estúpida, estaba aquí, sola, sin Kris, sin nadie que me besara.

—No se —dudé.

Kris y yo no estábamos juntos de momento, pero vamos, era el único chico que tenía en la mente. ¿Cómo besaría a alguien más sin pensar en él?.

—¿Qué pasa? —preguntó mi amigo a mi lado.

Yo lo señalé con los ojos entrecerrados.

—Rick me quiere besar.

—Vámonos —Kate me tomó del brazo.

—No —me solté —, todavía no me quiero ir. Kris siempre está con su celular y cualquier cosa que yo hago siempre pelea, no me entiende.

—Estás borracha Violet.

—Un poquito —hice una seña con los dedos.

—¿Y tú quieres besar a Rick?.

—Para que no moleste más —acepté. Pero en el fondo sabía que era para "demostrar" que no estaba enamorada, ni despechada y que era "fuerte".

Simplemente me levanté un poco, seguía entre sí si, o no, mis compañeros me estaban alentando para que lo hiciera.

Era solo un beso, no era importante. Era peor si me veían dando un abrazo, los abrazos si me parecen íntimos.

Me acerqué a la boca de Rick, no era provocativa y no me causaba nada, pero ese tipo me molestaba desde hacía tiempo, ya era hora de que cortara el rollo.

—¿Si te beso no molestaras más? —indagué poniendo cara como si fuera a besar un sapo.

—Lo prometo —susurró tirando su aliento a licor.

Y sin más, lo besé. Gran error.

El beso no duró nada, pero no tuve sino que tocar sus labios para saber que no me gustaría besarlo de nuevo, besaba mal, muy mal.

Me dió un poco de asco, no lo iba a negar, besaba mejor un perro.

El chico frente a mi estaba ilusionado, yo lo miraba con rareza, y en toda la noche no me acerqué más a él.

Definitivamente no habrían labios mejor que los de Kris.

—Hay un chico afuera buscándote, Violet —me informó uno de los presentes.

Estaba muy enojada con Kris, me había roto el corazón al irse como siempre que peleábamos, no podía quedarse a hablar las cosas y buscar una solución, siempre tenía que irse.

Me hice la digna, la orgullosa.

—No quiero verlo.

—Ve —me insistió el chico, era uno de sus amigos.

Al final me tomó de la mano y me sacó a la fuerza. Tenía miedo de Kris, tenía miedo de amarlo.

—¿Qué quieres? —pregunté seca.

—¿Cómo que qué quiero? Vengo por ti, me han dicho que estás como loca.

—Estoy bien, no te preocupes por mi, no somos nada.

—Te estabas besando con gente. ¿No es así?.

—Ya te fueron a contar —rodé los ojos —, soy libre. ¿No ves?.

—¿De verdad quieres esto? —preguntó con los ojos observándome de una forma peculiar.

—Estoy bien —no lo estaba, sin él no estaba bien.

—Vamos a mi casa.

—No voy a ir —me hice la digna de nuevo.

—Vamos Violet, no puedes irte sola.

Al final me fui caminando hasta mi casa, con él y su amigo siguiéndome.

—¿Puedes dejar el puto orgullo? —preguntó cuando íbamos llegando.

—¿Puedes dejar tu intensidad? Me asfixias.

—Oh, lo siento, no sabía que era un estorbo.

—Lo eres —otra mentira —, me siento bien así —otra vez mentí —, sin ti me siento libre.

Él me miró, con el corazón roto.

—Llévame a tu casa —cambié de parecer —, pero solo dormiré.

—No te haría nada después de saber lo que se.

—Ya lo veremos.

Llegamos a su casa y no tardamos en entrar, me acosté en su cama.

—¿Me vas a coger? —pregunté observando como se cambiaba antes de acostarse.

—No voy a cogerte nunca más —contestó tirándose a un lado, dándome la espalda.

—¿Te vas a poner en ese modo?.

—Vete a coger a Rick —fue lo único que respondió.

—Hey —le moví el hombro. Él no se giró —, Kris...

—Duérmete, mañana te llevo a casa.

—Quiero hablar.

—Y yo quiero que te calles.

No dije ni una palabra más, lo había jodido, había jodido todo.