Azul

VIOLET

Allí estaba yo, parada afuera de su casa, con mi vestido azul, con la cara empapada en lágrimas. 

"He dejado de amarte" esas palabras resonaban en mi mente. ¿Cómo me dejaba de amar así de la nada?.

—Vete —me pidió —, no quiero verte.

Observé como fijó la vista en su celular y sonreía mientras contestaba mensajes.

—Hablemos —rogué sin poder controlar las lágrimas —, yo se que podemos arreglar esto, puedo hacer que vuelvas a confiar en mi, puedo hacer que vuelvas a amarme.

—No te creo nada, te lo dije, te dije que el día que me fuera era porque ya no sentía nada, ya no siento nada por ti.

—Tengamos algo sano, algo mutuo y lindo...

—No quiero nada contigo.

—Bésame.

—¿Qué?.

—Bésame y si después de eso no sientes nada, me iré.

—Estás loca.

—Dame una oportunidad, Kris —sollocé —, por favor.

—No te la mereces, Violet.

—¿Es por otra chica? —pregunté desesperada. No, no podía ser, no podía estar con nadie más que no fuera yo.

Él tenía que amarme, él me amaba, solo no lo aceptaba.

—No es por nadie, pero no quiero estar contigo.

—¿Por qué? Se que me equivoqué pero —me limpié las lágrimas —, podemos arreglarlo, por favor Kris.

—No vuelvas —pidió mirando su celular de nuevo.

—Kris...

—¿Qué? —respondió con brusquedad.

—Por favor, perdoname...

—No Violet, no estoy dispuesto a arriesgarme de nuevo, tampoco quiero.

—¿Ya no me quieres?.

—No.

—Kris, no digas eso —sollocé de nuevo.

—¿Te duele la verdad? Me dijiste que las relaciones son pasajeras, pues si, tenias razón, acepta la realidad.

—No me dejes por favor —lloré de nuevo —, por favor no me dejes, yo te amo.

—Voy a entrar a mi casa, vete —volvió a poner su vista en su celular.

—No voy a irme hasta que hablemos —lo escuché suspirar.

—No hay más que hablar, Violet —dijo —, no vamos a volver nunca, jamás.

—¿Jamás? —me preocupé. Lo amaba, lo quería conmigo, era mi todo...

—No puedo volver a quererte, no puedo amarte, ya no siento nada. Entiende por favor.

—¿Ya nisiquiera te parezco atractiva?.

—Ya no me pareces la gran cosa —su respuesta fue un asesinato en vida.

—Cobarde —recité —, solo debías quererme un poco más, pero no, tenias que irte, tenias que hacer lo mismo que todos. Cobarde.

—¿Cobarde por proteger mi propio corazón? ¿Cobarde por decirte la verdad? ¿Cobarde por no seguir amando una mala persona?.

—Estaba confundida.

—Pues no quiero ser parte de tus confusiones de mierda, me merezco mucho más.

—Traté de darte todo.

—No fue suficiente.

—Tú dijiste que era el amor de tu vida. ¿Cómo olvidas al amor de tu vida en una semana?.

—El amor de mi vida la perdí hace mucho, tú no eres la persona de la que me enamoré, pensé que eras madura y seria, pero no, eres la típica niña que juega con todos.

—Ya volví cariño, soy yo —me señalé —, yo soy tu primer amor, el amor de tu vida.

—Ya no lo eres, Violet. No eres más que mi ex, la que más daño me hizo.

—No te haré daño nunca más, lo prometo.

—No lo harás, ya no estarás en mi vida para que no puedas hacerlo.

—Me dijiste que me darías la oportunidad.

—No puedo dártela sabiendo que todos los días recuerdo todo el daño que me hiciste.

—Yo no quería.

—Tú misma lo dijiste.

—Perdón —susurré —, ¿tengo que arrodillarme para que me creas?.

—Te arrodillas y me largo. Yo jamás permitiría que te humillaras de semejante manera.

—¿Por qué te acostabas conmigo si no sentías nada? ¿Por qué me confundías de esa forma? —sollocé de nuevo —, estoy llorando en un puto andén. Estoy llorando frente a ti, rogando perdón frente a ti. ¿Cómo no puedes tener un poco de humanidad? Yo nunca te hice esto, yo si te perdonaba cuando te equivocabas.

—Porque mis errores jamás fueron tan fuerte como los tuyos. Me quité los guantes de boxeo, Violet, ya no me interesa pelear contigo.

—¡Te subí a la cima conmigo!.

—De nada me servía si me tirabas constantemente.

—Pero yo te tendía la mano, Kris. Tú no me las estás tendiendo, tu me lanzaste a la nada y no me devolviste a la cima.

—Escala hasta alcanzarla tu misma, esto es lo que te mereces.

—Nadie se merece algo así...

—Tú si, tenias razón, eres la villana de mi historia. Te odio.

—¿Qué?.

—Te odio, te aborrezco, eres mi peor error y la peor relación que he tenido en mi vida. Me arrepiento de haber perdido mi virginidad contigo y de haberte quitado la tuya, de haber gastado quince meses de mi vida con alguien tan perra como tú.

Lloré, lloré y lloré. Creo que nunca en mi vida había llorado tanto. Ni cuando sucedió la muerte de mi abuela, ni cuando me abandonó mi padre, ni cuando abusaron de mi...

Todos los momentos de mi vida pasaron a segundo plano.

—Me voy —dije entre sollozos aún, empecé a caminar de regreso a casa, sola, con el corazón roto y vacío.

¿Por qué tiene que ser así conmigo? Yo juro que lo intenté, intente amarlo cuando debía amarlo pero mi puto miedo no me dejaba.

Tenía miedo de que se fuera y al final lo hizo.

Estoy cayéndome a pedazos por tu ausencia.

—Dios... —hablé a la nada entre gritos—, ¡quítame este dolor de mierda!. Por favor, no quiero sentir nada por él, no quiero sentir nada por nadie.

Me dolía, me dolía el pecho, tenía la nariz tapada y unas inmensas ganas de golpearme a mi misma.

Estúpida, mil veces estúpida. ¿Por qué antes no pensé esto? ¿Por qué no lo vi venir?.

Él fue todo y nada, estoy hundiéndome en el hábito de amarte, Kris.

Quisiera que esta historia tuviera segunda parte, quisiera que este no fuera el final. El destino me tendrá otra jugada, o simplemente tendré que acostumbrarme a vivir sin él.

Amor propio, es la única salida, es mi único boleto a vivir en paz.

Los siguientes días fui al instituto, mi cara hinchada de las lágrimas y no hablé mucho. Estuve una semana entera sin comer, mi madre se preocupó.

—¿Te pasa algo?.

—Kris —mencioné —, lo amo Kate, lo amo tanto —se me aguaron los ojos.

No hablé más del tema, había visto a Kris más de una vez en el instituto, era el infierno no poder acercarme.

—Hey —una chica me llamó —, acabo de ver a tu novio con una chica.

—Ya no es mi novio —aclaré —, ¿que chica era?.

—La rubia que va a unos grados más abajo que tu.

—No la conozco.

—Si la conoces, la tienes en facebook, se llama Atenea Walker.

Si la tenía agregada, incluso había reaccionado a sus historias un par de veces, y la había mencionado una vez para informar un rumor.

Ahora era ella, era ella el amor de su vida.

Y tú ya me olvidaste, ya tienes otra...