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Después de quedarse estático por unos minutos en el muelle, Tsukasa volvió dentro de sí y recordó que tenía que llegar a tiempo para la cena, no necesitaba al servicio ni a sus padres sobre él cuestionando sus decisiones. Comenzó a correr lo más rápido que su uniforme se lo permitía, las pequeñas joyas que colgaban de él tintineando de forma armónica.
Logró llegar al castillo un par de minutos antes, subiendo a su habitación rápidamente para cambiarse a ropas más cómodas y descansar un poco. El muelle estaba cerca del castillo, pero seguía siendo una larga distancia. A pesar de entrenar a diario con la espada y tener buena resistencia, se había cansado, y sería sospechoso si lo encontraban jadeando por aire y lleno de sudor.
Fingió estar ocupado con algunos documentos por si alguien entraba, y minutos después una de las mucamas tocó a su puerta. El príncipe simplemente le respondió que pasara.
— Joven Alteza, su cena.
Tsukasa dejó los papeles en su escritorio y se acercó a la mujer para tomar la bandeja en sus manos mientras le sonreía amablemente.
— Muchas gracias, puedes retirarte.
Ella lo miró preocupada, hizo una reverencia y se fue. A diferencia de los reyes, el Príncipe Heredero y la Princesa Real eran mucho más amables y humildes a comparación, pero esto en lugar de agradar a la mayoría del servicio, los preocupaba. No sabían de qué eran capaces los monarcas si los veían siendo ayudados en sus deberes por el príncipe, y esperaban nunca descubrirlo. De todas formas, Tsukasa nunca permitiría que algo les perjudicara.
Luego de la cena, se recostó boca arriba en su cama, admirando los patrones rojizos del dosel mientras pensaba en los sucesos de ese día. Estaba emocionado por la posibilidad de volver a ver a Rui, pero también había una sensación de incertidumbre a su alrededor. Tsukasa no tenía a nadie con quien hablar al respecto y no podía dejar de pensar en Rui.
El rubio sentía la necesidad de prepararse de algún modo para el próximo con Rui, ya que no estaba seguro de cómo serían las cosas entre ellos. Aunque se esforzara por recordarse a sí mismo que es demasiado pronto para asumir o preocuparse por esas cosas, su estado de ánimo era una mezcla de emociones, desde la emoción hasta la aprensión. Mientras pensaba en todo esto, experimentó una oleada de soledad y comienza a extrañar la cálida presencia de Rui.
La idea de extrañar a alguien y querer verlo hacía que Tsukasa se sienta un poco culpable, como si estuviera siendo demasiado insistente al querer ver a Rui nuevamente. No le pasaba lo mismo con Toya, a quien no veía desde su cumpleaños, hace ya casi ocho meses.
Se sentía avergonzado por experimentar una cantidad tan fuerte de afecto por el tritón, siendo tan poco tiempo el que ha pasado desde que lo conoció, y era extraño para él. Se preguntaba qué era esa extraña necesidad de volver a escuchar la dulce voz de el peli-morado, hablar más con él, tenerlo lo suficientemente cerca como para poder juntar sus hombros o darle un abrazo, ¿su piel estaría cálida fuera del agua? ¿O estaría fría debido al viento?
Se siente confundido acerca de sus sentimientos, pero decidió dejar ir el miedo y abrazar ese extraño sentimiento de necesidad y añoranza, dándose cuenta de que podría estar enamorándose de Rui.
No estaba en contra de eso. A pesar de nunca haber tenido experiencia en relaciones debido a su puesto, claro que conocía lo que era enamorarse. Aunque no había sido la mejor experiencia para él, prefería no recordar todos los detalles.
Ahora que Tsukasa tenía en claro sus sentimientos hacia Rui, el siguiente desafío era cómo actuaría cuando se encontraran nuevamente. Necesitaba descubrir cómo comportarse alrededor de Rui, cómo expresarse de forma sutil y al mismo tiempo tratar de descubrir si Rui, siendo tan parecido a él, sentía lo mismo.
Tsukasa pensó en que una forma de indagar sería preguntarle a Rui directamente pero de forma muy camuflada durante su próximo encuentro. A pesar de que estaba ansioso por ver a Rui nuevamente, también se sentía nervioso debido a que carecía de habilidades sociales. Sabía como comportarse en la corte y todos los procedimientos reales, también cómo dialogar, debatir y llegar a acuerdos con otras naciones y figuras de autoridad, pero fuera de eso, en un entorno menos formal y mucho más relajado, no sabía como mantener una conversación, y era peor cuando él y Rui venían de entornos tan diferentes.
A pesar de sus sentimientos intensos, Tsukasa se esforzó por mantener la calma y centrarse en otras cosas. Se dio cuenta de que controlar sus emociones sería un desafío en su relación con Rui, pero estaba decidido a seguir su corazón.
Luego de haber llegado a sus conclusiones, convenientemente su hermanita entró de forma emocionada y un tanto escandalosa en su habitación, con su elegante pijama rosa puesta, portando una almohada bastante grande y una sonrisa brillante en sus ojos.
— ¡Hermanitoooo!
Saki, sin decir más, entró a la habitación del rubio. Emu siguiéndola por detrás mientras llevaba una bandeja plateada con algunos bocadillos, un contenedor especial, vasos de cristal y una jarra con jugo. Tsukasa se paró rápidamente de su cama y se acercó a su hermana, sosteniendo sus brazos delicadamente y con preocupación.
— ¡Saki! ¿Qué haces aquí? Es tarde, ya deberías estar durmiendo, ¿ya tomaste tus medicamentos?, ¿te sientes bien?
El rubio posó la palma de su mano sobre la frente de su hermana, tratando de sentir si su temperatura estaba normal o elevada, a lo que ella suspiró un poco avergonzada.
— ¡Woaaah, Tsukasa! Tranquilizate un poco, ¡La señorita Saki se encuentra bien, mejor que nunca!
La chica peli rosa sonrió mientras dejaba la bandeja que traía en una mesa que estaba justo al frente de la cama del príncipe.
— Los medicamentos de la señorita están en el contenedor dorado, debe tomar todas las píldoras que dejé ahí. La cena ya pasó, ¡pero asegúrense de comer un poco más antes de dormir! Ya me retiro, buenas noches a los dos.
Hizo una reverencia juguetona y se fue de la habitación con una sonrisa en su rostro. Tsukasa aún se preguntaba que estaba pasando así que puso su atención nuevamente en Saki, a quién aún sostenía como si se fuese a caer. La expresión de duda en la cara del rubio le saca una risita a la chica, quien le explica el por qué de su presencia.
— ¡Hay que tener una pijamada, hermanito! Hoy me siento muy bien, así que no te preocupes por mí. Estoy fuerte como una roca, ¡nada puede vencerme! WAJAJAJA.
Tsukasa río igual de escandaloso que su hermana. Si algo tenían en común aparte del físico, era la voz tan fuerte y ruidosa con la que podían llegar a hablar. Tsukasa accedió a la pijamada, no podía negarle nada a su pequeña hermanita, y aunque al principio estaba preocupado por la salud de Saki, confiaba en que ella se sentía bien.
Dejó a la rubia sentada en su cama y se fue al baño para cambiar de ropa. Mientras se preparaba para dormir, Tsukasa comenzó a sentirse un poco cansado, pero no le prestó mucha atención a eso, así que una vez estuvo en su ropa para dormir, fue con Saki para darle sus medicamentos y comer los bocadillos que Emu les había dejado. Hablaron un rato sobre nuevos sucesos en el reino, de los cuales Saki se había enterado gracias a las personas del servicio. Al parecer, había llegado una compañía de artistas ambulantes que planeaba quedarse algunos meses ahí.
— ¡Mira, mira! Ellos dos se parecen a nosotros.
Dijo la joven mientras señalaba en el panfleto que había llevado a un par de chicos rubios en ropas bastante llamativas. Parecían gemelos o por lo menos familia, ya que los tonos naranjas y amarillos y el estilo de sus vestidos combinaban el uno con el otro, a diferencia del resto de miembros que tenían colores diferentes. Había una chica con el cabello azul en dos coletas, y otro hombre vestido en tonalidades azules que sostenía un bastón en lo alto.
Saki siguió hablándole a su hermano sobre lo increíble que deberían ser sus presentaciones como para que la palabra hubiese llegado tan rápido al castillo, y se preguntaba si sus obras serían tan buenas como las que él y Emu montaban para ella. Tsukasa solo suspiró alegremente mientras la escuchaba hablar emocionada, él con una sonrisa entrañable en su rostro.
— Si te sigues sintiendo mejor, te llevaré yo mismo el fin de semana para que puedas ver su show, ¿Te parece, Saki?
Tsukasa habló suavemente, cosa que era inusual en él, pero el tema de su hermana, su salud tan frágil y el que ella no pudiera salir tan seguido lo ponía sensible. Saki jadeó emocionada al escuchar las palabras del rubio y se abalanzó para poder abrazarlo, haciendo que Tsukasa entrara en pánico y la sostuviera firmemente para evitar que ambos cayeran.
— ¡AHHHH! ¡Gracias, hermanito! Te prometo que voy a tener mucho más cuidado estos días, ¡así podremos salir juntos!
Tsukasa río alegremente junto a Saki, estando con ella sus pensamientos se alejaban de sus preocupaciones diarias, haciendo que los sentimientos de soledad que experimentaba se desvanecieran por completo. El rubio suspiro contento con su hermanita entre sus brazos, el cansancio de antes volviéndose más fuerte, haciendo que sus párpados pesaran un poco y generándole un bostezo que le contagió a la rubia menor.
Notando esto, y estando somnolienta ella también, Saki le dijo a Tsukasa que fueran a dormir, después de todo, ya era tarde cuando ella llegó a invadir su cuarto. Aunque el príncipe sabía que a la edad de ambos no era completamente normal que como hermanos compartan la misma cama, a Tsukasa realmente no le importó. Apagó las luces y arropó a Saki, luego se recostó a su lado, la cama siendo lo suficientemente grande para ambos y dejando incluso espacio de sobra.
— Mhh, buenas noches, hermanito.
Habló la princesa por última vez en el día hacia su hermano, quedándose dormida casi al instante. Tsukasa vio la silueta de su hermana siendo escasamente iluminada por la luz de luna que filtraba por el ventanal. Ambos encontraban consuelo en la presencia del otro, experimentando una sensación de calma y seguridad que solo en estas situaciones podían llegar a sentir.
— Buenas noches, Saki. Descansa bien.
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Perdonen por la tardanza de este cap, planeaba publicarlo la semana pasada pero me dió bloqueo y tuve dificultades para escribirlo hasta ahora. Espero que les guste <3
Como una pequeña recompensa, si se le puede llamar así, les dejo las edades de personaje que han aparecido hasta ahora.
Tsukasa - 23
Rui - 23
Nene - 22
Emu - 17
Saki - 17
Eso es todo, nos vemos de nuevo en el siguiente capitulo! <3.
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