— ¡Rosebelle! —Phill llamó a su dulce esposa.

—Voy en un segundo. —Respondió la joven con una sonrisa.

Rosebell tenía todo lo que una vez anheló. Ahora estana casada, alejada de todos a quienes dañó, o que la dañaron. Un inmenso mar los separaba, lo cual agradecía profundamente. Se encontraba en Hollywood, cumpliendo su sueño de ser esposa de un famoso actor.

Se habían conocido por internet, ella estaba encantada, y él tampoco tardó en enamorarse perdidamente de ella. Se casaron en unos meses y ahora vivían felizmente casados. Muchos creyeron que su futuro estaría lleno de sufrimiento, pero fue todo lo contrario.

—Oh, cariño, —Rosebell tocó su pecho conmovida— ¿lo preparaste para mí?

—Aprendí en internet una receta de tarta, y creí que te gustaría. —Phill besó su mejilla de una forma tan dulce.

Rosebell no había llegado a ser su esposa fácilmente. Su esposo, Phill Wood tenía bastante fama, y el saber secretos de él la había dejado helada.

"—Debes saber que, probablemente esto será difícil, —le dijo— yo antes fui actor porno, y vas a toparte con chicas que digan que han estado conmigo, pero quiero que sepas que no estuve ni estoy interesado en ellas, solo fue trabajo, una simple actuación. Te amo, y estoy seguro de que, estando contigo, jamás volveré a ponerme frente a algún reflector."

Ella le contó de su pasado, lo cual le sorprendió bastante a su esposo, pero eso no fue un impedimento para el amor que se tenían.

Por otra parte, cerca de ahí, Namjoon y Jessie acomodaban los muebles de su nueva casa. Aún no se habían casado, querían tomar esa decisión muy pronto, quizá cuando se consideraran listo para afrontar las responsabilidades de formar una familia propia.

—Gracias, bebé. —Jessie sonrió al mayor tomando la botella de agua.

—No es nada, ¿falta algo? —Namjoon revisó a su alrededor, todo parecía estar en orden.

—Falta tu mesa de tronco, —Jessie rió— la cual costó más que mis riñones.

—Por favor, jess, admite que esa mesa es linda. —Abrazó a la menor besando de forma sonora sus mejillas.

Todos merecen un final feliz. Quizá porque la sociedad tiene una forma distinta de ver las cosas, creen que quien lastima debe sufrir hasta el infierno. Pero eran personas después de todo.

¿Quién tiene la posición correcta para juzgar a otros estando limpio de error alguno?

Nadie. Ni siquiera aquellos que se consideran santos lo fueron desde su nacimiento. Nadie tiene derecho a sufrir sin piedad.

———cortísimo porque
no tenía mucho que escribir
de ellos 😔

¡el siguiente es el último capítulo!
puede que me tarde en publicarlo
porque no lo he escrito 🌻

#stayinhome 💗🎀

Edit:
¡gracias por los 13.8k! 😍
no estoy llorando, tú estás llorando 😢

Apenas voy viendo esto, literalmente llenaron mi bandeja de estas cosas, ¿qué no tienen algo que hacer?,
por dios.