🎍 Capítulo 53 🎍

Sowon paseaba por el supermercado, la lista que Seok Jin le había comprado parecía infinita, el último pasillo era de artículos de limpieza. Tomó los que necesitaba, habían muchos que la veían con sonrisas nerviosas, su belleza cada vez se hacía menos común. Sonreía a todos amigable, nunca había sentido esa clase de sensación de haber logrado algo o ser importante fuera de su universidad. Se formó en la fila para pagar, había tanta gente que estaba considerando irse y volver más tarde.

—Oh querida, —una mujer de mediana edad se acercó— eres muy linda.

—Muchas gracias, señora, —asintió Sowon nerviosa— ¿la he visto en alguna parte? Me resulta muy familiar.

—Oh, no lo creo... —Sonrió la mujer con ternura.

—So Ji Hye, —Sowon cubrió su rostro sorprendida— usted fué Miss Corea en los setentas, fue mi modelo a seguir cuando participaba en concursos de belleza, no puedo creerlo, ¿puedo tomarme una foto con usted?

—Cariño, estoy muy vieja para esas cosas, —rió— pero si insistes.

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Vaya, quien diría que me toparía con una leyenda en el supermercado, Sowon meditaba mientras veía con orgullo su foto con miss Corea 1975, hasta las bolsas del supermercado se le hicieron ligeras de la emoción que sentía, no puedo esperar para mostrársela a Jin. Entró a su apartamento luego de poner la clave, por unos segundos sintió la presencia de alguien más, pero el pasillo estaba tan solitario como un desierto. Se encogió de hombros y entró a la casa con su teléfono en mano.

Detrás de una de las macetas gigantes del pasillo se encontraba Eun Woo cubriendo su boca, ¿qué hace ella aquí?, se preguntaba sorprendido. No quería hacerle pensar que la estaba siguiendo o algo así, por eso se había ocultado. Si llega a enterarse que vivo con Somi en el mismo edificio que ella será un trago amargo para todos, se levantó para entrar a su apartamento silenciosamente.

Sowon llamó a Seok Jin, normalmente llegaba antes de las ocho cuando salía con sus amigos, estaba preocupada de que algo le hubiese pasado. El contacto al que usted llamó... nada, era bastante extraño que no contestara sus llamadas. Estaba por salir cuando alguien entró, Seok Jin había llegado.

—Amor, estaba a punto de llamar... —Las palabras de Sowon fueron interrumpidas por los labios ágiles de Seok Jin.

Se movían con rapidez sobre los suyos, a Sowon le sobresaltó que la besara de esa forma, normalmente era él quien trataba de seguir el ritmo, pero ahora ponía el ritmo. Comenzó a quitarse su ropa, levantó a Sowon llevándola a la cama, en donde la dejó caer con suavidad mientras besaba su abdomen con besos húmedos, Sowon no tardó en retorcerse por el hermoso placer al que la llevaba su novio.

—A veces también me gusta ser quien castiga. —Susurró en el oído de Sowon, quien sintió escalofríos en todo su cuerpo.

La ropa caía al piso con el paso de los segundos, la mirada de Seok Jin en el cuerpo de ella la hizo sentir verguenza, como si quisiera tener más que darle. Se cubrió el rostro sonrojada, habían tenido sexo muchas veces, pero nunca con algo de luz. Seok Jin sonrió.

— ¿Por qué te averguenzas, hermosa? —Retiró lentamente las manos de Sowon en su rostro.

—No tengo un cuerpo bonito, y tampoco tengo muchos pechos, —Sowon evitó la mirada del mayor— soy decepcionante.

Oh, So Jung, —Jin besó su cuello— no sabes lo que dices. Eres tan perfecta, que me haces sentir insignificante, porque... —besó los pezones de la menor succcionándolos y rodeando su lengua sobre ellos— me encantan tus pechos pequeños, —su lengua viajó hasta la cintura de ella— me encantas tanto que estoy volviéndome loco, linda.


Sowon gimió al sentir la lengua de Seok Jin sobre sus plieges, los cuales se encontraban pegajosos por los fluidos que salían de ella. Su vista se ponía borrosa y sus ojos casi en blanco, por dios, amaba tanto a ese hombre. Sus manos no sabían que hacer, encajaba las uñas en su palma apretando su puño por el placer que la llenaba. Seok Jin se detuvo, dejó un beso en los labios vaginales de ella y acomodó las piernas de Sowon a los costados de su cocxís. Estaba por ponerse el preservativo cuando Sowon lo detuvo.

Quiero que... t-te corras en... mí. —Apenas podía hablar, había tenido su primer orgasmo.

—Con mucho gusto, linda. —Seok Jin dejó el condón en el piso.

—Pero házlo desp... ¡Ah~! —Apenas había entrado la punta y Sowon ya estaba gritando, por dios, sentía que en cualquier momento su entrada se partiría en dos.

Seok Jin rió. Entró por completo en ella lentamente, la menor no dejaba de gemir y arquear su espalda por las distintas sensaciones que llegaban al borde, su cabeza estaba en blanco, el miembro de su novio era el culpable de la sumisión que mostraba. Las embestidas comenzaron a acelerarse, los gemidos de ambos llenaban la habitación, juraban que estos se escuchaban hasta la otra habitación. Sowon maldijo en voz alta al sentir el clímax aproximarse. Los fluidos de Sowon llenaron el miembro de Seok Jin, pero él no se detuvo, aún no se había corrido.

Se recostó sobre ella sin detener sus embestidas, las piernas de Sowon temblaban ante la sensación del nudo en su vientre, sus ojos lagrimeaban por el orgasmo que se expandía en su ser. Las piernas de Sowon rodearon la espalda del mayor, sus paredes se contrajeron ante el segundo clímax, Seok Jin gimió el nombre de la menor al sentir que iba a correrse, la menor sonrió echando su cabeza hacia atrás. El semen de Seok Jin llenó las paredes de Sowon, sus respiraciones agitadas podían escucharse con claridad.

—Idiota, —Sowon le dió un golpecito a la espalda de Seok Jin— ¿por qué no me dijiste que cojías tan bien? Y yo tomando el papel de activa todo este tiempo.

—Me gusta hacerlo, —salió de ella recostándose a su lado— pero prefiero tus manos y boca en mi miembro, me encanta cuando tomas el control como toda una chica mala.

—Ay amor. —Sowon abrazó al mayor sonrojada.

—Y, por favor, no vuelvas a decir que eres decepcionante, —acarició el trasero de la menor sobresaltándola— eres lo mejor que me pudo haber pasado. Y me encanta tus nalgitas, porque son todas mías y puedo cubrir cada una con mis manos.

—Las tuyas parecen de gelatina. —Comentó Sowon riendo.

—Parece que alguien no quiere dormir hoy... —Jin sonrió deslizando sus dedos hasta la entrada de Sowon. Sin duda ninguno de los dos dormiría hasta la madrugada.






















——hi, babies, i love'ya,
perdonen la desaparision y murision u.u













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