🍑 Capítulo 52 🍑

—No sean idiotas. —Una voz conocida llegó a los oídos de Eunha.

Bajó el cómic de lentamente de su rostro, su mirada viajó hasta la mesa frente a ella, una chica estaba sentada junto a otros cinco chicos. Su sonrisa se amplió, así que no eres del todo una bebé, cariño, pensó susurrando a la vez. Jessie comía alegre junto Jimin, Yoongi, Seok Jin, Jungkook y otro desconocido para ella, a quien aseguraba haber visto antes.

—No creí que usaría esto, —revisó las esquinas de las paredes— parece que puedo divertirme un poco mientras mamá no vea.

Llamó a uno de los empleados, mierda, es muy guapo, se dijo al ver como el chico se acercaba rápidamente a su mesa. Por un momento olvidó lo que haría. ¡Eunha reacciona!

—Uhm, ¿podrías hacerme un favor? —Hizo su mejor expresión de ternura.

—Claro, —respondió el chico sonriente— ¿en qué puedo ayudarle?

—Necesito que lleves tarta de fresa a la mesa cinco, pero quiero escribir una nota primero, ya sabes para que sea especial. —Sonrió.

—Le llamaré en cuanto esté lista, por favor espere un poco, ¿sí? —El chico giró levemente su rostro con un toque de lindura. ¡Es muy lindo!, gritó dentro de sí.

Eunha sacó un micrófono miniatura de su bolso, no sabes cuando puede ser interesante escuchar las conversaciones de alguien sin su conocimiento, pensó mientras arreglaba su aparato concentrada. El empleado le hizo una seña para que pasara a la caja, guardó sus cosas y se apresuró a ir. Le entregó la tarjeta rápidamente con intención de que el chico no la tomara bien y cayera al piso, eso fué exactamente lo que pasó. Aprovechó esos segundos en los que el chico recogía la tarjeta para poner el micrófono diminuto debajo del plato de la tarta. Sonrió.

—Perdona, —cubrió su boca con los dedos finjiendo estar sorprendida— soy muy torpe.

—Descuida, —el chico sonrió— debí poner más atención a tu mano.

Ella es linda, pensó el chico sin borrar la sonrisa. Le entregó el ticket haciendo una reverencia a la vez. Eunha agradeció con una reverencia, no se atrevía a pedirle en número a ese chico, pensaba que terminaría como otro en su lista de exnovios. Cruzó la puerta fantaseando con aquel chico misterioso.

💪

—Entonces le dije que si no cambiaba su actitud se fuera a la... —la voz de Hoseok fue interrumpida por el mesero, quien dejó una tarta de fresa en el centro de la mesa.

—Uhm, —Jungkook llamó la atención del mesero— nosotros...

— ¡Gracias por el detalle! —Jessie le dió un codazo a Jungkook.

El mesero hizo una reverencia sonriente. Todos siguieron al tipo con la mirada hasta que este llegó a la caja, se les hacía extraño que les regalaran una tarta de fresa, normalmente eran constantemente regañados por el gerente por hacer mucho ruido. Jessie se atrevió a tomar la primera rebanada de pastel mientras que los demás esperaban expectantes a que se desmayara o muriera envenenada.

—No creo que comerlo sea correcto, —Jimin señaló la tarta— ¿y si tiene algún veneno o algo así?

—Eso solo pasa en las películas, —Jessie rió— pero si no quieren yo lo tomo con mucho gusto.

—Como sea, —Jin se recargó en la silla— Jess, ¿vas a participar en el festival?

—Ah, como chingas, —Yoongi rodeó su cabeza— ¿cuántas veces le preguntas a la semana?

— ¿Qué? —Se defendió— Parece que soy el único interesado en que Jessie demuestre que es muy talentosa ante todos ellos que la desprecian y molestan por su pero, me preocupo por ella y lo que pasa a su alrededor.

—Si no estuvieras con la jirafa diría que estás enamorado de Jess, —Hoseok opinó sonriente, aunque no iba por buen camino— te pasas casi todo el día preguntando por ella y nos regañas cuando se va sola a casa, ¿no es eso lo que hace un novio? No creo que hagas tanto por tu novia como lo haces con Sowon, —sonrió— ¿o acaso quieres acostarte con ella?

— ¡Cierra el hocíco, maldita yegua! —Exclamó Jin levantándose del asiento— No hables de mí como si me conocieras, al único en esta mesa que le importa el sexo eres tú.

— ¡Ya! —Jessie se levantó— ¿Qué les pasa a ustedes dos?

Seok Jin dejó dinero sobre la mesa y salió del local; odiaba que sacaran conclusiones de él, más cuando involucraban a su novia, no quería que su amada Sowon estuviese en la boca de alguno de sus amigos de esa manera. Todos imitaron la acción de Jin, Hoseok se apresuró a reír una vez que lo vió afuera.

— ¿Dije algo malo, princesa rosa? —Hoseok se acercó lentamente a él.

—Lo único que tengo que decir es que quiero a Jessie como quiero a todos mis amigos, me preocupo por ellos como una madre porque creo que ese es mi deber por ser el mayor, tuviste razón al decir que no hago lo mismo con Sowon, la veo como mi esposa y no tengo porque preguntar por ella porque está a mi lado cada mañana luciendo más hermosa que cualquier otro ser viviente, —Jin le lanzó una mirada arrogante— creo que ese es tu problema.

— ¿De qué hablas? —Hoseok apretó sus labios, sabía lo que se avecinaba.

—El problema eres tú, todo lo que hago te parece mal porque tiene que ver con tus celos enfermizos, ¿realmente soy yo quien está enamorado de Jessie ó quieres ocultar tu verdad y acusas a alguien más?

—Vete a jugar con tu perra. —Hoseok evadió la pregunta, sabía que si decía otra palabra podría delatarse a sí mismo.

Jin se apresuró a golpear su mejilla con fuerza, todos veían sorprendidos, no podían meterse entre ellos, era algo personal. Hoseok se incorporó luego de unos segundos, la mirada de Jin lo perforaba hasta el punto que sentía miedo, su rostro sin expresión daba el aura de un asesino sin corazón. Seok Jin mostró una sonrisa ladina.

—Eso fué por llamar perra a mi novia, —ladeó su cabeza con altivez— a mi Sowon no se te ocurra decirle nada, ni siquiera intentar hablarle, a menos que quieras agregar el símbolo de discapacidad a la placa de tu auto.

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